Capítulo 4

A pesar de la falta de una mejor decisión, estoy de vuelta otra vez. Manteniendo mi compromiso el viernes y el sábado con James y Tiff, he negociado volver el domingo a casa. Tiff se ha quejado diciendo que mi madre se va a hartar de mi. Pero no es mi madre a la que voy a ver.

Parece que mi rodilla no para de moverse, con excitación y aprensión. Es una extraña combinación para sentir, las mariposas en mi estómago están tan confusas como yo. Sus alas baten contra mi interior cuando la puerta de atrás se abre y Harry entra. Está en una misión, inperturbado por los desagradables gritos de burla de las bocas llenas de licor.

"¡Engendro!"

Está diferente ahora, más alerta, más consciente de su alrededor. Me siendo observándole a través de los espacios entre las personas delante de mí. No hay ningún espectáculo para entrar el ring y el presentador es breve en la introducción a la que Harry no le da tiempo a dar. Se quita la capucha y el interés de Harry en la muchedumbre es anormalmente alta. Normalmente nunca ve más allá de su oponente pero esta noche no le está mirando ni de pasada. Hay una tensión en mi estómago, similar al sentimiento momentos antes de que te encuentren en el escondite.

Harry hace otro barrido de caras cuando el presentador se retira del ring. Para ocasionalmente, haciendo un escrutinio, apoyándose contra las cuerdas para extender su visión y confirmar identidades. Está buscando a alguien.

Me arrepiento de no poder ver su cara claramente; si pudiera, hubiera esperado que me diera alguna indicación de lo que está pensando. Me siento sola mientras la pelea comienza, ánimos entrelazados con feas palabras de tormento. Él no debería estar escuchando eso. La situación es como la de un animal enjaulado, con gente tocando y gritando en un cruel intento de oír al animal rugir. Harry no va a morder esta vez.

La tinta cubriendo su brazo izquierdo se difumina y extiende mientras bloquea ataques y muestra los suyos. No solo se tiene que defender contra puños, codos y hombros, Harry también es consciente de los golpes con las rodillas. Esquiva un gancho derecho, respondiendo a la agresión con un duro golpe en el muslo del hombre.

Sigo estupefacta por la combinación de golpes, el abandono de cualquier regla, sin guías. Todo parece que el objetivo es que tires abajo a ti oponente, de cualquier manera posible, aparentemente. Harry puede mantenerse a sí mismo, versado en esta nueva forma de pelear que no incluye ninguna protección a pesar de la inequívoca necesidad de ella. Cada golpe alienta a la audiencia, sedientos por ver si el campeón puede recompensarlos con otro espectacular knockout.

Harry tira al luchador contra el suelo, tras pasar su pierna derecha al otro lado y sujetarlo por la parte trasera de las rodillas. Él colapsa, golpeando su barbilla contra el rígido suelo antes de girar su espalda. Lo siento por él, su lenguaje corporal refleja que entiende su posición. Los antebrazos de elevan para proteger su cara mientras Harry golpea repetidamente contra él. Su pelo está apartado por una bandana para no molestar cuando caiga en su cara. Pero parece que no le detiene otras interferencias. Ambos Harry y yo, y los demás, somos arrastrados al lío del bar. Ya hay voluntarios para llevar el orden al altercado del que el dueño debería avergonzarse. Ilusiones de grandeza son mostrados cuando un hombre sobresale para clamar una patética vitoria sobre el borracho que está tirado en el suelo. Niego con la cabeza con desaprobación mientras se avergüenza a si mismo.

De nuevo en el ring, Harry ha sido apartado, con su oponente tomando una ventaja a sus pies. Harry está de rodillas y no puedo procesar lo rápido que han cambiando las tablas. No hay piedad cuando veo que el luchador se prepara a patear a Harry en el hombro que ya le duele. El asalto es interrumpido en el último momento posible por el brazo derecho de Harry. Me deslizo por mi asiento con mi corazón latiendo en mis oídos y camino frenéticamente a través e la gente de delante. Cuatro segundos, ¿cinco? No estoy segura, pero en a penas unos segundos más, Harry es el que está de pie.

Palabras horribles son lanzadas hacia él otra vez, la gente está decepcionada con el cambio de la pelea y la pérdida de sus apuestas. Parece que él no se da cuenta, saliendo de las cuerdas. El confundido presentador está en el ring con un luchador sangriento y sin el brazo de un ganador para anunciar la victoria. Mis ojos buscan a Harry que mueve su hombre y hace un camino forzoso a la puerta de atrás.

***

Está encorvado solo en el bar. Hay un radio alrededor de él de gente sobria; parece que los borrachos no le importan. Harry sale de su rutina normal, pelear, ganar, irse. Ha escapado de una paliza monstruosa en el ring esta noche y cuando salió de la puerta de atrás hacia el pasillo debió de ser la última vez que le viera. Era un poco perplejo verle merodeando en un bar y asegurarse un lugar en medio de los grupos de gente. Era tan chocante que me hizo apoyar mi espalda en la silla otra vez; eso y el intachable deseo de darme el gusto cada vez que estaba en su presencia.

Su sentido de la moda no había cambiado mucho, aunque había adquirido una tendencia a gustarle cualquier cosa negra, rota o desgastada. A penas había un color en su armario y no pude evitar sentirme desanimada por alguna razón. Llevaba sus habituales pantalones estrechos; negro par conjuntar la camiseta bajo la camisa de cuadros. Se que su hombro le sigue causando un poco de problemas, ya que elige apoyar su antebrazo en su regazo. Mack llega tarde, no le he visto en toda la tarde así que elijo una mesa y una bebida para sentarme sola. Mucha gente se ha ido tras la última pelea de la tarde, el ambiente del bar enfriado hasta que estuvo tan irreconocible como el área de batalla. No pasó mucho hasta que se me acercaron para compartirla mesa. No me importaba la compañía, es agradable oír intentos de charla y risas un poco borrachas.

"¿Te gusta?"

Me giro a la chica sentada a mi lado. Su eyeliner está embadurnado a propósito y hay un pequeño aro plateado en su labio. Le queda bien el corte de pelo desaliñado que lleva.

"¿Quién?" Pregunto, aunque está bastante claro de a quién se refiere.

Aparentemente he sido menos que discreta. No pretendía que fueran más que unas cuantas miradas avariciosas y no había imaginado que nadie se diera cuenta.

"Harry."

Niego la cabeza avergonzada por haber sido pillada. Es raro oír su nombre, la mayoría le llaman por el apellido, como si 'Harry' fuera demasiado personal.

"¿Te tiñes el pelo?"

Es un cambio brusco en la conversación que no había esperado que surgiera. Su índice pasa pensativo sobre su boca mientras se entretiene pensando sobre mi color natural.

"Si."

"Qué pena," Sus dedos mueven las puntas de detrás de mi oreja. "he oído que le gustan las morenas pequeñas." Provoca con una sonrisa. Aunque supongo que sus intenciones con amistosas, sigo abrumada con objetividades ligeramente siniestras. "Deberías ir y hablar con él."

"Mejor me voy."

No creo que sea lo más sabio, especialmente cuando ha despachado a un hombre por intentar entablar una conversación. No le gusta hablar, ni siquiera con uno de sus 'fans'.

"Iré contigo."

Me coge las manos y me arrastra desde mi sitio detrás de ella por el bar. Apenas soy capaz de colocarme el bolso en el hombro y no me da tiempo a coger mi abrigo. Es dejado con el grupo cuyas caras no podré reconocer individualmente bajo su estilo Hollister. Me siento una niña teniendo un berrinche, oponerme algo más me haría girarme en mis talones y chillar. Puedo ver a dónde nos lleva, un sitio libe a la derecha de Harry. Es lo suficientemente grande para no causar mucha interrupción en nuestra aparición y ella toma la decisión de en qué lugar me coloca. Su cuerpo es una barrera entre Harry y yo. Mueve su cabeza hacia mi, un pequeño asentimiento y no tengo ni idea de lo que quiere que haga. No hay tiempo para preguntar porque ella ya ha girado, todavía apretando mi mano. Me siento como de gelatina.

"¿Quieres una bebida guapo?" Pregunta, elevando la voz.

Es posiblemente la peor frase que he oído; tan horrible que momentáneamente me desconcentro en lo que está pasando ante mi y me fuerzo a no poner los ojos en blanco. En vez de eso, un halo de furia agujerea la aprensión que siento en mi estómago. Mi mente piensa en correr hasta que la chica desconocida mueve la cadera y me doy cuenta de que no es enfado, son celos. No quiero que ella se le acerque y, en alguna parte juvenil de mi mente, y etiqueto a Harry como mío. Solo para mi. Quita tus manos de él.

"Tengo una," Contesta gruñonamente.

Desde mi visión obstruida le veo mover el turbio líquido ámbar contra su cabeza. Los cubitos de hielo chocan contra el vaso y estoy sórdidamente complacida de su encogimiento de hombros.

"Puedo conseguirte otra."

Oigo el vaso encontrarse con la barra del bar no muy gentilmente. Es dolorosamente evidente que quiere que le dejen solo pero ella va a acosarle, provocándole con ofertas no deseadas. Vamos a verle rugir.

"No," Contesta duramente.

Tiro de su agarre, pero los pequeños dedos huesudos tienen más fuerza de lo que quiero admitir. Si tiro más vamos a acabar en el suelo y no me entusiasma la idea de ser abucheada por borrachos.

"Bueno, puedes comprarme a mí una."

Puta.

La cabeza de Harry se gira rápidamente y mi cuerpo se mueve instintivamente hacia el otro lado. Rezo porque no se de cuenta del latido en mi pecho. Es la música, es la música, repito como un mantra. La mano de la chica me contrae como una pitón, de repente, muy consciente de cada error cometido, o puede que sea porque su atención no está en ella. No hablan mientras yo finjo estoy esperando al camarero, escaneando casualmente el bar y pretendiendo que los dedos que se envuelven alrededor de los míos no están dolorosamente tensos. Pero la farsa falla cundo veo su movimiento en mi perímetro. Su cara ahueca gentilmente la cara de Harry y me quedo pasmada. Espero que él grite o la aparte pero no lo hace. Ojalá lo hiciera.

Sus ojos están cerrados y echo un vistazo cautelosamente, su cara tiene sombras por la inadecuada luz. Hay una forma de luna creciente de color rosa en la cuenca su ojo izquierdo y asumo que es consecuencia de esquivar un puñetazo en toda la cara. He visto heridas menores como esa antes, nada de qué preocuparse ya que se irá en un par de día. Lo que atrapa mi interés de verdad es la cicatriz más definida.

"No le molesta," Dice ella levemente, sacándome de mi estado de ensueño.

Hay un número infinito de cosas a las que se puede estar refiriendo pero la manera en la que él se inclina contra su suave afección me tiene totalmente por los suelos. No lo entiendo. Rechazó sus ofertas, Harry fue perfectamente claro y ahora está casi indefenso contra sus avances.

Sus manos caen de su cara, moviéndose a su pecho para descansar alarmantemente en la parte superior de su muslo. Es incómodo estar aquí, verla tocarle tan íntimamente. Harry no se mueve, pero estoy segura observando porque su consideración va tan lejos como la de ella. No miro sobre sus hombros porque no tengo el deseo de ver la pequeña sonrisa sugerente que solía darme a mi. Mis labios se juntan y a pesar de su exitoso agarre, ella sigue sujetándome como si su vida dependiera de ello. Está casi en el regazo de Harry y a mi me apetece pegarla en el estómago y correr. ¿A qué diablos está jugando?

Miro con asco como ella se inclina más hacia él y él no se niega. Sus ojos siguen cerrados, disfrutando su atención. El bar sigue dando una atmósfera cargante, la gente está ahora demasiado cerca para mi gusto.

"Puedes tenernos a las dos." Murmura sensualmente en su oído.

Y estoy perdida. Un lento fuego surge en mis pies, quemándolo todo a su paso para crear un desastre de mariposas en pánico en mi estómago. Es algo que nunca he sentido con James, y probablemente nunca lo haga porque él no es Harry. James no me excita en la manera en la que me siento ahora; no me tendrá jadeando por su piedad o suplicándole el más simple de los toques. Y me siento culpable por seguir sintiendo esas emociones por un chico al que debería haber olvidado.

Por favor, no. Así no.

"Puedes follarnos a las dos."

Puedo verla dar un paso hacia atrás con el apoyo del brazo de Harry pero yo no me giro. Sus ojos deberían resultarme familiares mientras soy consciente de que me está estimando. Le doy un reacio perfil, mi cara es tapada por una capa de rubio oscuro. La chica mueve su mano libre para intentar apartar el pelo de mi cara pero no le dejo. Casi puedo oírla gruñir cuando evito malhumoradamente su toque.

Es como si mi reacción desatara el giro inesperado de Harry. Mueve a la chica de mi lugar privilegiado entre sus piernas, soltando mi mano con sorpresa. Su débil intento de agarrar su brazo es dificultado inmediatamente.

"No estoy aquí por tus entretenimientos enfermos." Escupe Harry. La chica está de piedra y choca contra mí como su medio de escape. La profundidad de su voz indica la poca tolerancia que tiene ahora.

"No, no, no estaba..." De defiende frenéticamente en vano.

"No voy a follarte ni a ti ni a tu amiga, así que hazte un favor a ti misma."

Harry tira sin querer el taburete una vez se levanta. Empuja a los espectadores; su hombro herido es olvidado y reemplazado con irritación.

"Vamos," Digo con urgencia, agarrando su muñeca y apartándola.

Agarro mi abrigo por el camino mientras pasamos la mesa en la que una vez nos sentamos y no paro hasta que hemos salido a la noche.

"¿Qué coño fue eso?" Digo, soltando su mano.

Hay gente fuera fumando y han cogido un interés repentino en las dos chicas gritando. Hago un esfuerzo por intentar calmarme.

"Bueno, no iba a llevarme solo a mí a casa, ¿no?" Contesta amargamente. "Necesitaba algo para endulzar el trato. Su tipo." Mueve mi pelo detrás de mi oreja y fuerzo su mano de nuevo a su lado. Su risa es de burla e irritación. "Lo arruinaste."

"Estoy segura de que no es el final del mundo."

"Tendría que habérsela chupado en los baños. Hubiera sido menos difícil."

Choca contra mi hombro en su ida y yo no puedo recordar haber tenido una conversación así. No me doy cuenta, hasta que se ha ido, de lo apretados que tengo los puños.

***

He tenido que caminar a la parte trasera del club. No había sitios para aparcar en la parte de delante cundo he llegado, así que el coche está un poco más lejos de lo que me gustaría caminar, pero no tengo elección. La basura llena el pavimento y una de las farolas tiene una luz titilante.

Hay tres tíos haciendo un espectáculo de borrachos jugando a pelear. No los cuento como peligrosos ya que uno de ellos se ha caído por sus propios pies. Se están riendo cuando me muevo a su alrededor.

"¡Hey!" dice uno de ellos.

Sigo colocando un pie delante del otro, un poco más rápido que antes. Mi coche está cruzando la carretera, si corro puedo estar dentro con las puertas cerradas en menos de diez segundos.

"Hey."

Mi cuerpo se pone alerta cuando el hombre se pone delante de mí y me sonríe. "¿Qué crees? Puedo con él, ¿no?"

Su diálogo está lleno de balbuceos, el olor a licor poluciona el aire entre nosotros. Hay una obvia mancha en su camiseta; un hipo acompañado por un tambaleo.

"¿Con quién?" Pregunto, descubriendo donde están mis llaves.

Él no se da cuenta.

"Styles."

Casi suelto una risa condescendiente. La expectación en sus ojos vidriosos me obligan a estar de acuerdo con él y es cuando eleva sus cejas cuando lo reconozco. El tío del bar, el ingenuo que se proclamó a sí mismo ganador de una pelea de patio de colegio mientras Harry estaba en el ring.

"Difícilmente merecerías su tiempo." Contesto honestamente.

No pretendía ser tan dura y por el sonrojo de sus mejillas y la risa de sus amigos, está tan avergonzado como yo.

"Fue un noqueo claro." Me reta.

Lo más sensato sería darle la razón e irme pero aparentemente soy incapaz de hacerlo, incluso en una situación como esta.

"No," niego con la cabeza en desacuerdo. "Solo empujaste a un borracho. Elegiste el blanco más fácil. No iba a pelearse contigo y lo sabías."

Quiero sellar mi boca antes de que salga algo más que no he tenido tiempo de pensar. Sus amigos se han acercado y tengo que tragarme el miedo mientras rebusco en mi bolso, entrelazando una llave entre cada dedo de mi mano derecha. La visión desenfocada del hombre brilla inquietantemente arriba y abajo por mi cuerpo. Es hora de irse.

"No diría que era el más fácil."

El camino al coche está bloqueado. Pienso en usar las llaves, fulminándole en la cara y huyendo.

"¿Qué hay de ti? ¿Merezco tu tiempo?" Dice.

"Por favor, apártate." Digo, queriendo sonar más autoritaria de lo que parece. El metal es caliente en mi mano, da un paso más cerca y lo usaré.

"¡Eh!"

Los cuatro movemos los ojos a la salida de fuegos en la parte trasera del club. No soy una damisela y ni siquiera estoy segura de si este nuevo Harry va a hacer de mi héroe, pero no creo que hubiera podido ser más oportuno. El aire se llena de tensión, lo que espero que me saque de la línea de fuego.

"Eh mira, hablando del rey de Roma." Sonríe el tío sarcásticamente. "Tenemos aquí a una de tus groupies, colega."

Me he movido un poco en la dirección de Harry. Está cerca, las botas pisan la gravilla del pavimento. Me rodea, colocándose entre mi y los que me atormentan. Me niego a quedarme a su lado y me mantengo parcialmente refugiada detrás de él.

"¿Por qué no os vais tú y tus amigos a tomar por el culo? No ha hecho nada malo."

Harry todavía tiene su mano metida en los bolsillos del vaquero como si todo fuera una pérdida de tiempo. Imagino el final de la bandana haciendo cosquillas en su cuello, aunque él no muestra signos de desconfort desde donde estoy.

"Hirió mis sentimientos," Gimotea falsamente el hombre.

Oigo a Harry reírse disimuladamente, caminando casualmente hacia delante para plantarle cara personalmente.

"Me cuesta creerlo con un tío tan duro como tú."

Es como si le intimidara con un simple vistazo. Los hombres se echan hacia atrás con demasiada facilidad. Intentan irse, pateando unas latas vacías en el suelo para que reboten en la pared.

"¡Engendro!"

El grito hace eco en la carretera pero Harry hace oídos sordos. Miro al suelo cuando él se gira y camina hacia atrás. La mano insegura se eleva centímetros sobre mi hombro antes de pensárselo mejor y dejar que caiga a su lado una vez más.

"¿Estás bien?" Pregunta.

"Si." Trago. "Gracias."

Si me reconoce del bar no lo menciona y me alegro porque mis manos están empezando a sudar y puedo oír el latido de mi pecho. No había planeado un encuentro cara a casa así; bueno, es difícilmente algo más que una interacción ya que no he tenido la decencia de mirar a su cara. Probablemente piense que soy desagradable y desagradecida.

"¿Necesitas que te lleve a algún lado?"

Sonrío suavemente, evadiendo todavía toda la visión de mi cara con mi pelo. Es la primera indicación que he recibido de que su yo pasado sigue presente en esta manera diferente. No todo de él está perdido.

"Mi coche está justo," Digo, gesticulando hacia el vehículo gris. "Está bien. Gracias." Y le dejo ahí.

El breve camino que he preparado para sprintar hace poco tiempo es extrañamente calmado. Eso es hasta que momentáneamente miro sobre mi hombro e inmediatamente me arrepiento. Harry sigue de pie ahí. Me está observando caminar y cruzar la carretera. ¿Por qué sigue ahí parado? No es de manera relajada, es a propósito. Está ahí por una razón.

jugueteo con mis llaves, maldiciéndome cuando ineptamente se me caen y luego las recojo. Mis manos están temblando.

Me va a dejar entrar en el coche. Voy a conducir y no voy a estar tentada a mirarle por el espejo retrovisor. Por favor, déjame entrar en el coche.

"Bo."


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