Capítulo 2
Llegué tarde. Afortunadamente solo eran unos minutos, así que pude entrar por detrás sin que la mayoría de la clase se diera cuenta. Una charla sobre la lectura y preguntas sobre el ensayo para la semana siguiente fue lo que ocupó la mayoría del tiempo de la sesión. Miré al reloj los últimos quince minutos, ansiosa de escapar de la sofocante habitación y de las preguntas sobre la tarea que hacían que mi estómago se revolviera. Todavía no había empezado y el hecho de que algunas personas fueran por el segundo borrador me agobiaban a mí y a la mayoría de los demás estudiantes.
Salí y tropecé con las pobres piernas de cuyos dueños decidieron que el pasillo era un maravilloso lugar para esperar a que su seminario empezara. No debería quejarme, ya que soy la primera en tirarse a la pared y leer con furia los artículos designados que debían de estar completos hace una semana.
Estoy a punto de bajar las escaleras hasta el piso de abajo cuando una risa familiar hace eco en el final, dónde una máquina distribuidora es rodeada por estudiantes hambrietos. Lleva el mismo gorro azul marino con un pompón que he visto la semana pasada.
"James."
El color rosa de sus mejillas me hace sonreír porque significa que se durmió también y que la barrita de chocolate que está a medio empezar es su desayuno. Su pelo moreno está desordenado y sale de su gorro, un "accesorio", más que algo que se puso mientras corría hacia la clase.
"¿Disfrutaste de la carrera esta mañana?" Pregunté mientras se acercaba.
Mi tono es de burla, pero no estoy en posición de hacer ninguna broma.
"Fue más un sprint." Sonrió descaradamente.
"¿Tienes clase ahora?" pregunté.
"En unos minutos, Kit me reservó un sitio. No me voy a sentar delante otra vez."
Me estrujó en un abrazo, masticando su chocolate en mi oreja. A pesar de las reflexiones que Tiff había puesto en mi mente, estaba feliz de verle. Lo estaba. Es un poco estúpido, en una extraña no-me-importa-si-ya-no-es-temporada,-quiero-llevar-mi-jersey-de-Navidad manera. Hay una mancha de tamaño raro encima de la esquina de su ceja derecha; una consecuencia de sucumbir a la gravedad cuando tenía siete años y se cayó de un árbol. Había conseguido esta información mientras le ayudaba a recoger los apuntes del suelo de la biblioteca. Las palabras de James salían de su boca, llenando cualquier extraño silencio potencial antes de ser callado por la gente irritante con la cara metida por el libro. No es a lo que estoy acostumbrada, no hay problemas que solventar, no hay esqueletos horribles escondidos en su armario; y eso debería reconfortarme. Pero hay algo que todavía no encaja.
"Oh, mientras te tengo aquí," Siguió James, juntándonos. "¿Quieres salir el sábado?"
Se rie y yo me escurro, usando sus cosquillas como ventaja.
"Lo siento, no puedo. Voy a casa el fin de semana. El manager de la tienda de múscia en la que solía trabajar me llamó el otro día. Dice que están desesperados por encontrar a alguien."
"Pero ese no es tu problema." Se queja, bajando su gorro.
"Es un amigo."
Uno de los amigos de James se le acerca para apurarle a entrar en clase. El tutor todavía no está, pero supongo que faltan dos minutos.
"¿Cuándo volverás?"
La barrita de chocolate está acabada y puedo sentir cómo desliza rápidamente el envoltorio en mi bolsillo trasero.
"O el domingo por la tarde o el lunes por la mañana."
Suspira pesadamente, inclinado contra la pared y frunciendo los labios.
"¿Qué pasa?"
"Mis compañeros de piso salen. Pensé que podíamos pasar la nohe en mi casa."
La triste expresión que tiene me dice que está decepcionado. Besé su mejilla.
"Sabes que no-"
"Si, lo se. No estaba," Busca las palabras. "no estaba pensando en otra cosa a parte de jugar a algunos juegos de mesa y puede que enrollarnos un poco."
"Claro." Me río, pegándole ligeramente en el hombro.
Le divierte y yo sigo hasta las escaleras, uniéndome a los otros estudiantes y esquivando a los impacientes. Le siento seguirme, disculpándose por obstruir el paso a los demás.
"Lo prometo." Sonrié James después de alcanzarme. "Pero si quieres jugar Strip-scrabble no me voy a quejar."
Le doy un golpe al pompón de su gorro y él se rie. Su tutor se cruza con nosotros sin darse cuenta de James, y yo lucho por no reirme. Está mas interesado en tirar de mi coleta.
"¿Es ese tu profesor?" Asiento en dirección a la mujer que está casi arriba en las escaleras.
"Mierda."
Sale como un cohete, corriendo a través de una chica que le llama la atención. Mientras bajo hasta el piso, le oigo por detrás, "¡no llego tarde! ¡no llego tarde!"
***
Es viernes por la tarde y el viaje en tren esta mañana me dio la oportunidad de mirar mis lecturas. Junté mis papeles frenéticamente antes de salir del arcén y esperar a que mi madre me recoga de la estación.
Espero sentarme en el asiento del pasajero pero mi madre sale del coche antes de que llegue. Me da un abrazo de madre bastante exagerado, besando mi frente y diciéndome repetidas veces lo mucho que me ha echado de menos. Me libero y corro hacia el coche antes de que las vergonzosas lágrimas empiecen a salir.
Me preocupo por ella mucho ahora que está sola. De alguna manera siento que la distancia hace las visitas más amenas, inundando los pocos días del mes en los que estamos juntas; no hay tiempo para discusiones tontas en las que solíamos tener cuando estaba permanentemente en casa. Es agradable tener un fin de semana tranquilo con mi madre antes de volver a las fechas límite y a las presentaciones.
Aunque este finde semana tenga más trabajo que el previo. Con solo dos personas más trabajando en la tienda, estoy atrapada en la parte delantera poniendo precios y ocasionalmente lidiando con clientes tiquismiquis. Mis ojos se apartan de mi máquina de etiquetas para marcas las rebajas para encontrar a un hombre caminando por los pasillos mientras rebusca en la bolsa sobre su hombro.
Mi atención se desvía dos segundos, pero es más que tiempo suficiente para que el hombre saque el contenido de la bolsa.
"¡Hey! ¡No queremos eso ahí!" Le grito en desacuerdo después de que es tío deja una pila de flyers en la mesa de la caja.
Pongo los ojos en blanco cuando sale por la puerta, evadiendome inteligentemente cuando se lo tendí sin educación. Un par de anuncios impresos habían caído al suelo, llevados por la brisa que se cuela a través de la puerta. Suspiro antes de caminar hacia la mesa para recogerlos.
En cualquier otra situación lo hubiera tirado a la papelera. Es raro que los vulgares panfletos llamaran mi atención. Pero estos lo hicieron. Me yergo, colocano los papeles con el resto de la pila. La tinta blanca y negra es más barata y asumo que es por eso por lo que el color está corrido del fondo de la imagen de los dos luchadores; los dos congelados en posición, uno a punto de soltar un gancho en la cara. En el lado izquierdo, había una lista de apellidos colocados ordenadamente en una columna, dos seguidos por un 'vs.' colocado entre ellos.
No es hasta que escaneo el penúltimo par cuando mis manos empiezan a sudar.
"Styles vs. Simmons."
Miro las letras que queman mi mente mientras lo leo otra vez. Mi cuerpo está en piloto automático cuando sprinto hasta la puerta. Él está a punto de subir su pierna a la moto cuando le llamo.
"¡Espera!"
En un segundo estoy de pie delante del chico que dejó furtivamente los flyers que estoy arrugando accidentalmente en mi mano. No es muy alto, con pelo descuidado echado hacia atrás, con una goma del pelo y barba.
"Mira, puedes tirarlos si quieres..." Empieza pero pronto se caya cuando niego con la cabeza.
"¿Es este Harry?"
El pedazo de papel es mantenido entre nosotros, el hombre entrecierra los ojos como si tuviera problemas para leer la letra cursiva. Cuando todo lo que recibo son arrugas la frente, mi índice señala a lo que me refiero. Me quita el papel para mirarlo rápidamente.
"¿Su nombre es Harry?" Confirmo la pregunta con un tono más valiente.
"Mira amor, no conozco sus nombres. Solo hago publicidad."
"¿La pelea es hoy?" Le corto desgradablemente en cuestión de minutos.
"No." Niega con la cabeza con una sonrisa condescendiente. "¿Por qué estás tan interesada?"
No voy a jugar ese juego con él, no le doy la satisfacción. La manera en la que está ahora casualmente apoyado en su moto me asegura su deseo de que escuche cada palabra.
No soy una tonta y me lo repito mientras me doy la vuelta.
"Va a pelear mañana," grita, "Deberías ir a ver si es el Styles que estás buscando. Hasta te invitaré a una copa." Me guiá un ojo.
"Gracias pero soy perfectamente capaz de comprarme mis propias bebidas."
Miro con diversión cómo tensa dramáticamente su pecho.
"Vaya manera de ningunearme, guapa."
El indeseado apetalivo cariñoso hierve mi exterior, dando largos pasos hasta la tienda.
***
"Mamá voy a salir." Le informo, cogiendo mi chaqueta del perchero.
Está sentada con una amiga del trabajo en el sofá. Otra botella de vino ha aparecido mágicamente; el contenido se ha vaciado por la mitad. Una vulgar comedia está puesta en la televisión mientras ellas hablan amigadamente sobre el nuevo médico de la tarde anterior.
"¿A dónde vas?"
Sonríe con las mejillas rosas por el alcohol y se que estará así toda la noche. Hay posibilidades de que las chocolatinas que están escondidas en la cocina desaparezcan. Mi madre colocará los envoltorios vacíos de nuevo en el armario en vez de tirarlos a la basura. Y es más que porbable que niegue su molesto comportamiento.
"Voy a ver el partido."
Me pongo el abrigo, recogiendo las llaves del coche de la mesa. Me aparto el pelo y coloco la trenza que acabo de hacer encima de mi hombro.
"¿Un partido de fútbol?"
Corro hacia la puerta antes de responder la pregunta, utilizando la tardanza como una excusa y despidiéndome para salir por la puerta unos segundos después.
***
Echo otro vistazo el flyer doblado, apretando el papel. Se había hecho de noche en mi viaje, poco después de salir de casa. Fue un poco má de unos buenos cuatrenta minutos de viaje. Aparqué el coche en la carretera, recolectando mi valor para salir del vehículo y caminé hasta la acera contraria.
Es un área descadente, con sirenas de policía continuas de fondo. Veo, lo que parece el edificio desde fuera; solo un piso, con luces parpadeando en la pared externa anunciando una piscina pública. No es un sitio en el que mis amigos y yo vayamos, ya que la compañía alrededor de tres motos parece que me vayan a comer para el desayuno. Estoy sola y fuera de lugar.
De cualquier manera, inicié mi camino y caminé valientemente hasta el portero. Soy abucheada por la cola de gente que está esperando entrar, una cola que he ignorado, lo que posiblemente no sea la mejor idea.
"Perdona."
Mi educación no le importa mientras le pone un sello en la mano a otra mujer. Me yergo esperando que me elogie por mi persistencia.
"¿Estás segura de que estás en el lugar correcto, amor?"
Escaneo ligeramente la cola que solo confirma que estoy fuera de lugar. Mi plan era preguntarle sobre el 'Styles' de la lista de nombres que todavía tenho. Pero está claro que voy a tener que usar otro tipo de acercamiento.
"¿Es esto legal?"
Mi pregunta le llama la atención; la seguridad de su trabajo y el futuro del establecimiento podrían estar en riego. No tengo intención de denunciar al sitio pero él no va a asumir ese riego. Tengo que esconder la sonrisa que se me forma mientras conversa en silencio con otro hombre dentro de la puerta, sujetando la cuerda y gesticulándome bastante desagradablemente.
"Entra." Instruye cortante.
"¿No tengo que pagar?" Pregunto dulcemente.
"Está bien," Casi escupe. "Mack te llevará dentro."
Le ofrezco un alegre 'gracias', a lo que él bufa y me permite pasar. Un hombre con los vaqueros rotos una camiseta básica me saluda, sonriendo sin convicción, los nervios empezando a florecer.
"Tengo todos los permisos." Dice, movéndose conmigo mientras camino. "El negocio es completamente legal."
"Seguro." Sonrío.
"Quiero decir, hay un par de apuestas en los combates pero no tienen nada que ver con nosotros."
No tengo duda de que lo que hacen aquí es algo que prefieren que la policía no husmeé. Toman un riesgo anunciándolo pero la cantidad de gente esperando fuera es un riesgo que merece la pena.
"¿Te gustaría una bebida? Invita la casa. Te puedo conseguir un buen lugar para ver, justo delante." Me dice, asintiendo con la cabeza valeroso.
Había rechazado la oferta de Mack de una bebida y, de alguna manrea tuve dificultad para convencerle de que un sitio en la parte de atrás estaría bien. Había cesado sus intentos de convencerme, siendo consciente de que no estaba muy interesada en los detalles. "Solo déjame ver un combate o dos." Había pedido, una petición que estaba más dispuesto a darme, esperando que mantuviera la boca cerrada sobre la ilegalidad del negocio del club.
Mack se posiciona en el sitio a mi lado, la atmósfera se carga cuanta más gente entra. Hay un ring en el centro del suelo, elevado levemente y rodeado por cuerdas. Parece un recubrimiento protector, habiendo visto otros combates de boxeo en rings oficiales. Este lugar no se le compara, pero estoy bastante segura de que no están aquí por entretenimientos refinados y la mayoría de ellos no saben la diferencia por la manera en la que beben alcohol. Las luces hacen que el sitio parezca más sucio, tenue en las esqunas dondnde las bombillas están mal colocadas. Me estiré, colocando mi abrigo en la parte trasera de mi taburete y girándome antes de que Mack sonría exictado, inclinándose.
"El siguiente combate va a empezar." Dice sobre el ruido.
Sus siguientes palabras son silenciadas por los vítores. No parece que importe, porque Mack está a mi lado, sus gritos de apoyo acompañados por un puño en alto de lo que me río. No es hasta que me levanto y miro sobre las cabezas de la gente que la escena empiece. Harry esta ahí. Bueno, por lo menos creo que es él, y me siento avergonzada porque ignora mi presencia. Estoy husmeando en su vida, arrancando el velo y curioseando en algo de lo que claramente se supone que no debo formar parte. No debería estar aquí.
Mi raciocinio me fuerza a empezar a recoger mis cosas para salir sin que nadie se de cuenta. Es, con mi corazón en la boza y mis dedos en mi abrigo, cuando las pueras traseras se abren. La acción de ponerme de pie es fácil y aparentemente automática. Mi mente esta pensando frenética y conflictivamente pero parece que mi cuerpo sabe exactamente lo que quiere. Y es decepción lo que llega a mi cuerpo cuando mi hombre desconocido entra.
Me alejo de la idea de escaparme rápidamente, en vez de eso, miro como la excitación llena la habitación esperado a que el luchador camine. Está en la parte de atrás con sedientos espectadores, moviéndose a través del ring para ser presentado adecuadamente, Simmons.
Rueda sus anchos hombros, estirando los músculos definidos de su espalda. Con un par de shorts, descalzo y sonriendo; es el ejemplo perfecto de un joven ansioso. Las apuestas se hacen continuamente hasta que el presentador pide silencio por el micrófono.
"Honorando nuestro reino, el invicto campeón... ¡Styles!"
Se me traba el aliento, manteniendo la compostura para no desintegrarme antes de que tenga la oportunidad de confirmar la identidad del 'campeon'. Los segundos pasaban e intentaba recordarme que puede que no fuera él, que no me lo imaginara.
Mi pulso se acelera con anticipación, mi visión no se aparta de la puerta trasera.
Harry.
Es él. El asiento me atrapa cuando me desplomo, aterrorizada porque me viera, pero él no cambia su camino través de la muchedumbre hacia mi, así que parece seguro echar otro vistazo sobre las cabezas de delante. Separa las cuerdas y entra en el ring. No me sorporende que a Harry no le afecten los rugidos de la audiencia, al contrario qu su competidor, que ha recibido los aplausos. En vez de eso, está con una sonrisa engreída, al expresión es visible para mi incluso bajo la cuestionable luz y la distancia entre nosotros.
Mack sigue gritando a mi lado y está claro que algunas de las espectadoras femeninas le dan a Harry más que un rápido vistazo cuando se quita la capucha y desabrocha la chaqueta negra. La tela cae por sus anchos hombros y baja por sus brazos. No me preocupo de donde va a dejarla porque hay más tatuajes que abren mis ojos.
Estaba desesperada por verlo, ese pensamiento me mantuvo despierta la mayoría de la noche anterior. Pero no estaba preparada para los duros y negros tatuajes abrazando todo su brazo izquierdo. Trangué sin creérmelo, pasando mis ojos por la íntima marca de su cadera cortada. Estoy demasiado lejos para identificar los tatuajes, todos se juntan en una combinación abrasiva. Ya no parece mi Harry.
Mi escrutinio se corta cuando el principio de la pelea da una cuenta atrás y su oponente se lanza hacia Harry. He estado en esta posición antes, preocupadísima y forzada a mirar como dos hombres luchan por la victoria. El volumen de la muchedumbre cesa cuando Harry bloquea un puñetazo antes de devolvérselo. Frunzo el ceño, encajando las piezas mientras sigo el movimiento de los brazos borrosos. No llevan guantes y rápidamente llego a la conclusión de que esto está lejos de las restricciones del boxeo cuando la rodilla de Harry impacta en las costillas del hombre. El único apoyo son las cintas enrolladas alrededor de sus nudillos.
"¡Esto no es boxeo!" Le grito a Mack.
El latido de mi corazón parece que van acompasado con los golpes que producen los puños de Harry.
"Es una lucha sucia, no hay reglas. Lo hace un mejor entretenimiento."
Grita exhilarado, gesticulando a la audiencia que está concentrada en lo que han apostado. Se que Harry está muy acostumbrado a luchar sin guantes, es igual de letal, si no más, sin ellos. El conocimiento no me detiene de encogerme cuando Harry da una aguda patada en su cadera derecha.
"¿Estás preocupada por Styles? No te preocupes, sabe que tiene que hacerlo durar." Asiente Mack con ánimo. "Entretenimiento. Y puede que haya dinero extra para él."
Se rie cuando la atención vuelve a Harry, que evita otro gancho izquierdo. Es tan rápido y tan versado y cómodo como estaba cuando lo veía boxear. Es el poder y la ferocidad detrás de cada movimiento a tiempo lo que le hace parecer casi animalistico ahora. Harry, pero con una pizca de insensatez.
Su contrincante deja el ring mientras Harry, de repente, se mueve hacia un lado. Me preocupo con un horrible momento porque me haya visto; miedo en mis venas mientras sale y se abre paso hacia delante. La presencia de Mack se desvanece hasta que le veo desesperado intentando llegar a Harry a un hombre que supongo, que le ha gritado algo particularmente desagradable al boxeador. Lo que haya sido, no lo va a repetir ahora que Harry se yergue contra él amenazadoramente.
"¡Dilo otra vez y mira lo que va a pasar!" Gruñe Harry.
La muchedumbre se está impacientando con la intromisión no deseada, ansiosos por volver a la pelea, pero ninguno de ellos es lo suficientemente valiente como para llevar a Harry de vuelta al ring. Lucho por una buena visión, usando la silla para apoyarme mientras mi frente empieza a transpirar ansiosa. No es asunto mío, lo se. No voy a interferir. El vaso de pinta que una vez sujetó el hombre es golpeado con fuerza contra el suelo; su contenido salta sobre la gente que estaba demasiado cerca.
"Styles, déjalo."
Él ignora la advertencia de Mack, presionando al hombre contra la esquina. No hay contacto físico, solo completa intimidación.
"Necesitas callarte la puta boca," Escupe Harry.
La cobardía puede con el indefenso hombre, incapaz de mantener el contacto visual con Harry.
"No pegues a un apostador Styles. Es malo pasa el negocio."
El luchador descalzo se separa, permitiendo a Mack colocarse entre ellos y colocar sus manos en los hombros de Harry. Lo lleva lejos, para mi alivio, y ahora las apuesta sde la gran habitación cambia de voces altas a completo silencio.
"Gírate y termina la pelea."
Harry aparta gruñonamente las manos de Mack; no estoy lo suficientemente cerca para ver su cara bien, pero la gente está más que dispuesta a apartarse de su camino de nuevo al ring, así que supongo que es más que un ceño fruncido.
De nuevo entre las cuerdas, mi mano choca contra mi boca, escondiendo mi inhalación congelada por compasión por el otro joven luchador. Está tensando el abdomen y mira a Harry con horror mientras él se acerca tranquilamente. Toda la habitación puede predecir lo que va a pasar y con un crack del puño de Harry en la cara del pobre chico, se que no es el Harry que dejé.
"¡KNOCKOUT!"
https://ask.fm/secretpartyy
X.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top