Capítulo 11 - Parte 1


"Te he echado de menos."

Sería un milagro si sus labios no estuvieran amoratados por el abalanzamiento que hace Harry para tener el primer contacto. Bo da un chillido indigno. Los tropiezos de los dos la golpean contra la mesa de la cocina donde su esfuerzo por mantenerlos estables terminan con menús de take away y correo basura regando el suelo.

Bo no puede recordar la última vez que se sintió así, tan lista para ser barrida y arrasada a un lugar del que solo tenía recuerdos. Las manos de Harry nunca han sido tan rápidas y seguras antes. Ahora se le permite tocarla y está recompensando todos los pequeños contactos. Todas las veces que deseó que ella estuviera allí para ver la tele con él, sus pies calzados bajo su muslo para mantener el calor. Los toques y choques de cadera casuales de dos personas cómodas existiendo juntas. Él está recompensando todas las cenas que comió solo, con la ausencia de ella contándole su día y golpeando sus tobillos bajo la mesa solo quiere sentirla de nuevo.

Y Bo siente como si estuviera siendo absorbida, presionada tan cerca del cuerpo de Harry que podría marcar el ritmo del tamborileo de su pulso en su espalda. Pero no lo hará porque esos dedos están apretados en su camiseta mientras él la eleva del suelo.

Ahora a la altura de los ojos, se calman por un segundo, ambos jadeando mientras Bo roza la mandíbula de Harry con afecto con su nariz.

"¿Quieres..."

Hay esperanza en la murmurada e inacabada pregunta, pero Bo sabe por qué se está inclinando.

"Si, si, por favor," responde ella, seguido por un directo "cállalo" mientras Harry se empieza a reír.

La educada aceptación de Bo es suavizada por lo sucio que se siente el beso. Prácticamente rozándose contra él y sigue sin ser suficiente. Con lo tenso que Bo envuelve las piernas alrededor de su cintura, realmente no hay necesidad de que Harry la sujete por el culo, pero lo hace igualmente con fervor. Mientras tanto, sus dedos se enredad en el pelo de él cuando él los lleva de cualquier modo por el pasillo.

Los muslos de Bo se contraen involuntariamente alrededor del torso de Harry cuando su espalda choca con la pared. Se arquea contra él y él gruñe en respuesta con retumbos desde su pecho. Con la adrenalina a tope, Bo le agarra con un poco demasiado de entusiasmo, tomando todo el él como sus brazos pueden alcanzar.

"¿Puedo llevarte a la cama?" Susurra en silencio con su frente pegada a la de ella.

Ambos, Harry y Bo están respirando un poco rápido, sus corazones se hinchan un poco más al esperado florecimiento entre ellos.

"Si, por favor."

Comparten una tímida sonrisa antes de que Bo intente mordisquear su oreja en un esfuerzo por romper el contacto visual. Porque Bo tiene miedo de que, si le permite mirar tan adorablemente más tiempo, le demandaría justo ahí en el pasillo. Harry emprende un sólido avance más allá, a una parte del apartamento inexplorado, todo mientras Bo acaricia su cuello con su nariz.

Harry es una excitante mezcla de viejo y nuevo. La manera en la que sus dedos se deslizan entre los de ella como solían hacer, su mano endurecida con nuevos callos. Tatuajes que Bo todavía tiene que conocer en la familiar piel cálida que sus dedos y labios han comenzado a reconocer.

Agarra el cuello de su camiseta, apartándola un poco para mirar curiosamente toda la tinta que ha mantenido cubierta. Hay nuevos lunares espolvoreados como estrellas sobre sus hombros bronceados y todo lo que quiere es conectarlos en constelaciones de besos.

"Hey, no fisgues." La provoca con un pellizco.

La camiseta de ella se sube cuando Bo se baja de Harry hasta que sus pies tocan el suelo. Hay un pequeño tiempo para miradas sugerentes, aunque con Harry llevándola a través de una puerta que ella presume su habitación. Agarra su mano y ella se ríe cuando sus pies tropiezan en el umbral tras él.

Comparten otro beso y Bo está lista para que la parte trasera de sus rodillas golpeen la cama para poder atraer a Harry sobre ella. Pero la ausencia de cierta pieza vital del mobiliario para una habitación la tira violentamente.

Hay un colchón en el suelo. Y hay un momento entre ellos que no pasan besándose, sino solo con Bo mirando detenidamente a Harry por la pobre excusa de cama.

"No pensé que me entretendría aquí," admite tímidamente.

Las cejas de ella se elevan.

"No me mires así," replica. "La estructura de la cama llega el martes y Niall va a venir para ayudarme a montarla- no soy un niño."

Bo levanta sus manos a la defensiva.

"No dije nada."

Pero la curva de su labio le confirma a Harry que definitivamente lo estaba pensando, a pesar de su negación.

"Conozco esa mirada."

Ella se aparta de Harry, dando pasos hacia atrás mientras le mira. El cuello de su camiseta está estirando en su pecho, su pelo un poco salvaje con ese par de ojos únicos siguiendo cada uno de sus movimientos.

"¿Qué pasa con esa mirada?"

Hace que su corazón retumbe.

"No- No he visto esa mirada antes."

Y con toda honestidad, no lo ha hecho. Harry nunca ha visto a Bo tan desvergonzadamente provocativa. Se podría de rodillas por ella ahora mismo, haría que ella tirar de su pelo hasta que se le aguaran los ojos, negarle hasta que doliera. Y el agradecería la experiencia, joder. Le daría todo sin pensárselo dos veces.

"¿No?" Sonríe. "Bueno, ¿debería decirte lo que viene ahora?"

Él la sigue como un perrito con una desesperada necesidad de atención- una mano delicada agarra su cuello y le fuerza a suprimir la sonrisa con su deleite de tener que inclinarse hacia ella, de tener a alguien considerablemente más pequeño tener ese tipo de influencia sobre él.

Solo la manera en la que sus palabras besan su oído es suficiente para que comiencen a ocurrir cosas en su ropa interior. Eso es incluso antes de que haya procesado correctamente su resumen de cómo terminaría la noche.

Ella se aparta.

"Joder," respira él, una sonrisa diabólica creciendo- "Entonces empecemos."

Es un aterrizaje y un lanzamiento, todo a la vez. Bo siente como si se deshiciera bajo las manos de Harry, cada beso desenredándola en desnudar lo que ha estado merodeando bajo su piel desde el momento en el que se reunieron. Así es como se debería sentir.

"¿Tienes más movimientos sofisticados que enseñarme?" Se burla Bo, porque puede.

"Apenas son sofisticados, es solo defensa."

Ella parece contemplar su respuesta antes de empujarle juguetonamente a la cama. Una vez que le sorprende, Harry tiene las manos llenas mientras Bo sube con gracia en su regazo y anima a su espalda a conectar con el colchón. Sus uñas brillantes se hunden en los hombros de él mientras él está increíblemente cautivo.

"¿Y cómo saldrás de esta?"

En este ángulo, Bo podría apretar su riñón, pero Harry no cree que haya estado tan eufórico por que se sienten encima de él antes.

"Eres pequeña, podría apartarte rodando."

Y como si lo demostrara, agarra su cintura, pero no aparta su peso.

"¿Sí?"

"Pero no lo voy a hacer."

"¿Entonces cuál es tu plan?"

"No tengo un plan, solo estoy improvisando."

***

Las nubes amenazantes pasan junto al sonido estridente de la tormenta, el frescor del aire filtrándose a través de la ventana rota. Bo se acerca más a él, él encima de ella mientras besa su cuello. Todo lo que ella puede hacer es dar pequeños suspiros mientras sus dedos acarician su pelo corto.

Por un momento desea que nunca hubieran estado separados. Pero muchas cosas han cambiado, algunas cosas necesarias que podrían haber ahogado su relación a la larga.

Harry está muy callado mientras Bo besa su párpado dañado. Se toma su tiempo, asegurándose de que él sabe lo mucho que se preocupa por él. Arriba, alrededor de su ceja y luego abajo a través de sus pestañas. La piel cicatrizada está estropeada bajo sus labios, su corazón se sacude por lo dócil que se vuelve Harry, como si no pudiera soportar moverse en un estado tan vulnerable.

Bo le saca de sus pensamientos con un beso final en la punta de su nariz. Está ocupada prodigando su cuello y luego su hombro con pequeños besos calientes cuando él deja de intentar subir su camiseta. Sus manos queman en sus caderas antes de posicionarlos en el colchón para incorporarse lejos de ella. Desde este ángulo, si ella se mueve lo suficiente a la derecha, su camiseta caerá lejos de su cuerpo para revelar con tortura una suave cadera y la sugerencia de un tatuaje.

"¿Qué pasa?" Pregunta Bo, tragando el nudo de su garganta.

Quiere lamer su estómago y observar sus pezones endurecerse.

"No tengo- no tengo nada."

La confesión se dice con una suavidad que Bo está segura de que solo se intercambia entre amantes y hace que su corazón salte con un golpe demasiado rápido.

"¿Por qué estamos susurrando?" Susurra con una sonrisa que encaja en el cuello de Harry. Bo le anima a acercarse. "¿Qué no tenemos?"

"Un condón."

Las palabras tensan su barriga. Y es, bueno, caliente. Bo nunca pensó que la preocupación por protección tendría este tipo de reacción- muslos dolorosos y manos avariciosas. Quizás es el pensamiento de lo que vendrá después mientras la ropa se muda y el abandono salvaje comienza.

Pero a pesar de la compañía, no quiere arriesgar la amenaza de un viaje a la sala de espera de la clínica para la píldora del día después. Incluso aunque Harry se parece a todas las fantasías que ha tenido.

Las cejas fruncidas de Bo se acompañan de un pequeño bufido. "Dejé la píldora hace un par de meses."

Harry se aparta, sus ojos un poco abiertos mientras se sienta para empaparse de información. Bo observa, sus labios empiezan a curvarse cuando él parpadea. Su expresión de pez carpa es algo mona y ella no puede evitar estirarse para echar su pelo hacia atrás.

Bo está a punto de preguntarle si necesita agua o tumbarse porque él está empezando a parecer un poco pálido.

"Espera."

Agarra su mano, su avance no da opción a Bo sino a obedecer y caer de nuevo en la almohada.

"Si estuvieras todavía con ella, ¿podríamos- sin el condón?"

"Bueno, estás limpio, ¿no?"

Harry le da a Bo un pequeño conjunto de asentimientos serios.

"Yo también."

"Es bueno saberlo."

La sonrisa de Bo se rompe en una risa para cuando Harry rueda lejos de ella. Pasa sus manos sobre la cara como si intentara aclarar su cabeza de los pensamientos nebulosos.

"Está bien. Podemos esperar, ¿verdad?"

"Si, por supuesto. Está bien," Harry se inclina de nuevo. "Eso- eso estaría bien."

Joder. No está bien. Ha esperado por ella. Bo le da una pequeña sonrisa, una que él puede sentir como un puñetazo interno en los riñones. Ella se sienta, atrayendo sus rodillas desnudas a su pecho de modo que sus pies están apoyados en la cama. Él había conseguido quitarle los leggins de yoga con estiramientos, tirones y risitas de Bo. Pero si hubiera sabido que no iban a llegar más lejos esta noche hubiera insistido que toda la ropa se mantuviera en un mínimo de tres capas y probablemente la hubiera envuelto en una manta. Cualquier cosa, para que no hubiera presenciado la imagen de ella suave y medio desnuda, solo para quedarse incapaz de hacer nada por ello.

Ella tiene esa mirada de adoración en su cara, con sus dedos rozando la mejilla de él, el corazón de Harry golpea con un latido antiguamente familiar. En todo el tiempo que estuvieron separados, él nunca ha olvidado so suave que le tocaba y como podía hacerle sentir más que con cualquier beso o roce de sus uñas. Que gracioso, siempre ha sido ella.
Que le jodan.

"La gasolinera del final de la calle está abierta."

Las palabras se sienten ásperas en su lengua, como si nunca debieran ser parte de este momento. Han mancillado la situación y se hace más aparente cuando la mano que le acaricia cae desde su cara. Cualquier confort que siente con su toque cae con ella.

"¿Por qué quier-"

"Condones."

La sugerencia le hace sentirse sucio, no debería, porque están siendo seguros. Quizás es la desesperación por ello más que nada. Pero Harry no puede aclararse porque la mujer que nunca ha dejado de amar está acurrucando sus pies en sus sábanas.

"Oh," contesta Bo. "¿Estás pensando en ir ahora?"

Es difícil evaluar su reacción ya que lo que sea que está sintiendo está externamente enmascarada con sorpresa.

"Bueno, sí."

Harry la observa mordisquear su labio inferior por un segundo, posiblemente decidiendo como abordar la situación y controlar al adolescente hormonado que debe ver delante de ella.

"¿Quieres que vaya contigo?"

Oh.

"No, no," implora Harry. "Quédate aquí, no tardaré. E-está justo bajando la calle."
La mano de ella roza la extensión de su espalda cuando él se levanta de la cama.

"Ya dijiste eso."

"Vale, ok."

Asiente para sí mismo antes de intentar encontrar algo más apropiado que ponerse.
Bo estira las sábanas como si no hubieran estado rodando sobre ellas hace minutos, suavizando cualquier arruga en su diámetro. Será más grande que su cama individual, pero por lo menos ella tiene una estructura.

"¿Puedes comprarme una revista y M&Ms también? Por favor," añade con una dulce sonrisa.

"¿Vas en serio? ¿Y cuándo vas a leer la revista? Porque pensé que teníamos toda la noche planeada."

"¿Toda la noche?" Bree arquea las cejas.

"Te lo dije, ha pasado un tiempo."

Harry espera que ella sea un poco vergonzosa, pero ella mantiene el contacto visual con el aleteo de una sonrisa antes de que se desarrolle en una sonrisa que arruga su nariz. Totalmente satisfecho consigo mismo, Harry tira la sudadera que ha encontrado sobre su cabeza, la que se atasca con su oreja cuando se la baja de un tirón.

"¿Qué tipo de M&M's?" Pregunta mientras tira de la tela.

"Cacahuete."

Comparten una mirada y Harry es arrastrado de nuevo a un tiempo en el que los M&M's estaban tirados en las alfombrillas del asiento de pasajero de su antiguo coche. Seguía encontrándolos meses después de esa noche, azul y rojo pegajoso atrapados en los mecanismos de los asientos.

"Entonces esperaré aquí," dice ella, sus ojos sin dejar a Harry.

Se siente un poco extraño tenerla junto con sus cosas de todos los días, un destello de algo brillando colocado entre todo lo mundano y ordinario de lo que se rodea. Bo está fuera de lugar de la manera más maravillosa imaginable. Con sus rodillas aún hacia su pecho, Bo mete el pelo detrás de su oreja. Harry necesita moverse ahora o nunca dejará la habitación con ella pareciendo su propia pequeña diosa personal.

Busca el par más limpio de vaqueros que tiene antes de bajar los pantalones del gimnasio y reemplazarlos con el vaquero negro que está roto en la rodilla. Es como hacer la transición de instructor a normalidad. Bueno, tan normal como pueda ser bajo las circunstancias.

"Volveré en un minuto." Promete.

Y luego se va, y Bo queda sola en un lugar con el que se ha familiarizado durante poco más de una hora. No está lo suficientemente cómoda como para husmeador sola, no es que a Harry le importara. Pero en lugar de sentarse y permitir que su estómago se tense con nervios, Bo sale corriendo de la habitación para buscar el bálsamo de labios y algo para mantenerla distraída.

Cuando Harry vuelve, Bo ha mantenido su palabra y esperó, solo que ahora está bajo las sábanas haciendo algo con su móvil.

"Tengo frío."

Más que responder, él vacía el bolsillo delantero de su sudadera con dulces y una revista enrollada. Bo se sienta mientras él camina con cautela hacia ella.

"¿Qué ocurre?"

"Me dejé la tarjeta en casa."

"¿Entonces no los compraste?"

Él se sienta en el borde de la cama, las rodillas prácticamente bajo su barbilla mientras juguetea con los nudos de sus Vans. Con la primera fuera, saca la caja del mismo bolsillo que la revista de Bo. Probablemente se estuviera clavando en su estómago. Ella se enorgullece bastante de su agarre cuando se la tira.

"Me quedé en la caja registradora como cinco minutos vaciando los bolsillos con dinero suelto para llegar. Me faltaron 82 centavos."

Bo mira sobre el hombro de Harry mientras sigue sujetando la caja.

"¿Entonces saliste por patas de la tienda?"

"No," gruñe. "No robé condones, Bo. ¿pero quieres saber qué dijo la señora de detrás de mí en la cola?" Pausa para quitarse la otra zapatilla, girándose para mirar a Bo. "Me dijo que admiraba que mi pareja y yo fuésemos conscientes con la protección."

"¿Qué hay de malo en eso?"

"Me dio una libra extra para compensar la diferencia mientras yo 'tenía prisa'"
Su cara se amarga cuando recuerda la conversación. Nunca más será capaz de poner un pie en esa tienda de nuevo, no con la manera en la que algunos empleados rompían en sonrisas comprensivas mientras él prácticamente corría a través de las puertas automáticas.

"¿Eso fue- muy amable de su parte."

Es un tipo de risa impropio, una que hace que Harry la mire.

"No te rías, va s air tú la próxima vez."

"Eso es muy presuntuoso de tu parte," contesta ella. "¿Por qué no devolviste la revista?"

"Porque me la pediste," contesta simplemente, como si la sugerencia nunca hubiera cruzando su mente.

El estómago de Bo burbujea con calidez, una sonrisa cursi en su cara.

"Eso es súper dulce. Ven aquí," le hace señas, agarrando su cara y regando sus mejillas con besos.

"No," gimotea él. "Estás estropeando mi reputación."

"Lo siento mucho," se disculpa Bo de manera poco convincente mientras limpia el bálsamo tintado de su mejilla.

"No lo haces."

"Seguro que tu reputación de comprensivo, amable y suave no se estropeará por unos besos."

"Heyyyy, soy knoqueante," contesta Harry a su obvia burla con el ceño fruncido.

"Bueno, eso seguro."

El grito de Bo es la prueba de que no estaba preparada cuando él la tira contra al almohada con una sonrisa.

Perdonad la tardanza. Hannah subió ayer de noche y yo ya estaba en la cama durmiendo. Lo he traducido ahora por la mañana en el trabajo 😇.
¡Feliz Navidad!
X.

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