Capítulo 10 - Parte 2A
"Bueno, ¿vas a enseñarme tu nueva casa o qué?"
"Claro."
El piso de Harry está a un paseo del gimnasio. Deciden tomar la ruta pintoresca a través del bonito parque arbolado y pasando un parque infantil casi vacío hasta que la pareja llegan a la calle principal. Hay bocinas de coche y semáforos durante unos buenos cinco minutos antes de que la ciudad se silencie al girar a la derecha.
Giran a una calle tranquila en la ocupada calle principal y el viento que silva entre ellos hace que Bo deseara haber traído algo un poco más abrigado. Fue un error soltarse el pelo tras la clase ya que ahora se pega a sus mejillas. Da un paso más cerca de Harry cuando se cruzan con un paseador de perros antes de que se detengan completamente tras una verja.
Se avecinan nubes oscuras engullendo las brillantes estrellas mientras la noche se cierne con velocidad. Está ocupada viendo al cielo transformarse, la cabeza echada hacia atrás hasta que llaman su nombre.
"Bo."
Harry ha hecho el corto trayecto desde la verja hasta la puerta principal y espera a que ella se encuentre con él a los pies de las escaleras. La mano que tiende con invitación hace que ella se mueva hacia él sin pensarlo, sus piernas caminando por acto reflejo. Sería inútil pensar que reaccionaría de otra manera distinta a ir hacia él, tomar su mano y dejarle que la guíe dentro.
Hace calor, es la primera impresión que tiene Bo de la casa con jardín. Un montón desorganizado de zapatos está justo detrás de la puerta y Bo añade más cuando se quita los suyos. Tira su bolsa donde deja Harry la suya antes de ser libre en su evaluación visual. Hay papel pintado desconchado, muescas de pintura que faltan del rodapié y marcos de puerta con duras manillas de latón. Y a Bo le encanta al instante.
Es desordenado e incompleto de una manera encantadora, lo que hace su anterior piso insulso en comparación. Una amargura parece que llena su boca al recordar lo horribles que eran sus condiciones antes, ni una habitación en la que respirar, con la miseria arrastrándose por cada esquina.
Pero aquí, es un espacio fácil en el que vivir, uno del que él ha hecho un hogar solamente estando ahí. Ya huele a él, como si este pequeño piso hubiera aceptado a Harry y aprobara su ocupación.
No hay mucho ocupado en la primera habitación en temas de muebles, solo cajas de cartón de varios tamaños de los que Bo tiene la sospecha que él ha dejado como elementos fijos por ser más vago que la chaqueta de un guardia.
Un radiador antiguo está metido en uno de los huecos enfrente de la puerta, uno macizo que desprenderá calor para todo el piso inferior en invierno.
"No hay mucho que ver, pero este es el salón. La cocina está por allí y mi habitación y el baño están cruzando el pasillo."
Es casi como si estuviera esperando algún tipo de aprobación, quedándose a un lado mientras mordisquea su labio inferior.
"Es un lugar genial."
A pesar de sus extravagantes defectos, este hubiera sido la primera elección de Bo para un sitio para sí misma.
Él sonríe.
"Tengo un jardín también. No es mucho pero mi madre y mi hermana van a ayudar a renovarlo un poco. Incluso si es solo encontrando el patio bajo toda la maleza."
Bo nunca había pensado en todo el tiempo que le conoce. Harry nunca que emocionaría por un trozo de césped y un pavimento desigual. Pero gradualmente está entendiendo la fascinación mientras él habla sobre traer a su sobrina y sus planes para una de esas hogueras redondas. Toma nota mental del posible regalo para su nuevo hogar. Bueno, más bien un regalo para calentar el jardín si te pones quisquilloso.
Se quedan en el salón, así que Bo puede explorar un poco más. Y con ese inquisitivo sentimiento atado, se pone a desempaquetar una caja que contiene dos lámparas, un paquete de posavasos nuevos (cortesía de la hermana de Harry) y un pequeño elefante de decoración seleccionado especialmente por su sobrina para la mesa del café.
Harry habla mientras ella lucha contra la pegajosa etiqueta que sella la caja de posavasos. Pero tras unos segundos lo deja porque hay un reproductor de música en el suelo en un hueco en la pared, justo a la izquierda de algunas cajas llenas de discos.
"Es un poco hipster para ti ¿no?" Se burla Bo, gesticulando con la cabeza hacia el desastre musical.
Su nariz se arruga mientras sonríe a Harry sobre su hombro antes de caer de rodillas enfrente de las cajas. Hay unos pocos discos apilados contra la pintura descorchada, música que Bo deduce fue la primera en bautizar el nuevo lugar de Harry.
"¿Puedo mirar?" Pregunta.
"Claro," sigue él. "Fue un regalo de 'Felicidades por tu nueva casa' de mi madre. Esos discos viejos son del apartamento. No los he revisado todavía."
Los dedos de Bo pasan por los antiguos bordes, la evidencia de cómo fueron usados y adorados es bastante aparente en la carátula usada de cartón, en contraste con el disco ileso.
"Tienes algunos buenos."
La madre de Harry era enérgica. Pasando de las modas populares y más documentadas y ahondando en bandas y géneros de los que Bo nunca ha oído hablar. Gira un disco para estudiar la lista de canciones.
"¿Solo algunos?"
Bo oye la diversión en su voz pero el orgullo en su boca está fuera de su línea de visión.
"No conozco a la mayoría," admite ella, pasando sus dedos sobre otro misterioso título.
"Mi madre tenía un gusto ecléctico, lo sigue teniendo."
"Bueno, creo que es seguro decir que era fan de Rod Stewart," comenta ella pasando por cinco álbumes consecutivos.
"If you want my body and you think I'm sexy," el tono grave es suficiente interludio musical para cesar su movimiento por los discos. Bo estalla en risas, se cae de culo y se gira para presenciar la pequeña actuación de Harry.
"Come on, sugar, let me know."
Su pequeña inclinación termina el conjunto y Bo casi siente que debería aplaudir. Y eso es lo que hace mientras Harry dramáticamente disfruta del elogio.
"Menos mal que realmente conozco esa canción, o pensaría que me estás entrando."
"La noche es joven," responde y para sorpresa de Bo, es la receptora de un travieso guiño.
El gesto es suficiente para que sus sonrojadas mejillas piensen que está flirteando con ella. Un inocente juego al que Bo pensaba que se había vuelto inmune tras oír romperse el hielo con cursilerías en bares y que nadie se ría de ello.
Su cara sigue sintiéndose cálida con la atmósfera juguetona cuando eleva la cabeza y encuentra la mano de Harry extendida. La toma sin dudar, permitiéndose ser incorporada hacia el perímetro del cuerpo de Harry. Demasiado cerca para ser considerado casual y tortuoso para el sentido de Bo.
Con una sonrisa como el canto de una sirena y verdes ojos tempestuosos como el océano a juego, es de alguna manera difícil para Bo intentar encontrar el equilibrio.
"¿Todo bien?" Murmura él.
Y ya casi está. Con un par de asentimientos firmes, Bo se aparta antes de que algo ridículo ocurra, como que le diga que echa de menos la manera en la que su boca encaja con la de ella.
"¿De qué color vas a pintar aquí?" Pregunta Bo, sus dedos trazando el brazo del sofá y su corazón posiblemente repiqueteando mientras camina al otro lado de la habitación.
Se alegra de ver que Harry le da algo de distancia, alejando la tentación, ya que ahora tendrá que girar el respaldo del sofá para saltar a sus huesos. No es el sofá del viejo piso, este es un poco más ostentoso en el estampado con los pies de madera tallados. Y cuando Bo se sienta es como caer en un malvavisco, blandito, suave y el lugar perfecto para dormir la siesta.
"Un colega me lo vendió barato," contesta Harry a su pregunta no pronunciada, observando mientras Bo se pone de pie otra vez antes de reordenar los cojines.
"Y en cuanto al color, voy a dejarlo como está."
Bo frunce el ceño, girándose para mirarle, todavía con un cojín de flecos en su mano.
"¿Por qué?"
"Es alquilado, no estoy seguro de que a mi casero le vaya a gustar que tire pintura en las paredes. Espero que me deje comprarlo cuando reúna el dinero."
Harry se queda de pie, apoyado contra el marco de la puerta, observando mientras Bo investiga su nuevo salón. No hay mucho en cuanto a muebles de momento, pero Harry se había asegurado de que los primeros objetos desempaquetados fueran marcos de fotos con su madre, su hermana y su sobrina.
"Yo lo podría de un verde muy suave."
Bo tararea mientras se imagina la transformación de la habitación con el nuevo toque de color.
"¿Si?"
El suelo de madera cruje levemente con su movimiento mientras ella gravita a un foco principal.
"Mmm, y haría de esto un asiento en la ventada para que puedas despertar con una taza de té y sentarte." Bo asiente a su plan. "Oh, ¡Podría ser una ventana para leer!"
"La verdad es que no leo," admite Harry, su cara suavizándose. "Ahora escucho libros en audio."
La atmósfera se silencio y Bo se siente tonta por sacar el tema. Eso es hasta que Harry abre su boca otra vez.
"O bueno, podría ser un buen lugar para echar uno rapidito."
Bo se gira tan rápido que casi se tropieza en una de las muchas cajas sin desempaquetar a sus pies. Se estabiliza con una mano extendida contra la pared.
"¿Qué?" Se ahoga.
Él camina hacia la ventana, presionando sus palmas en el alféizar de madera para probar su capacidad para soportar peso.
"Bueno," Harry, pone cara de dolor, "si los dos fuésemos gimnastas olímpicos o algo."
El espacio no es ni de cerca de la distancia de su brazo, una medida con la que él frunce el ceño cuando intenta subir los pies. Termina apoyado contra la pared con un espalda presionada en el lado contrario; Harry se encoje en una posición antinatural para alguien de su altura. Parece un perro gigante intentando estrujarse con resistencia en la cama de un gato.
"Consiguiendo algunos cojines o algo, será perfecto."
"Pero es la ventana," amonesta Bo, maltratando su labio inferior e intentando no sonreír.
"Por debajo del nivel de la calle." El reto argumentativo de Harry es acompañado encogiéndose de hombros.
"Si, pero sigue siendo una ventana," presiona ella.
"Mis vecinos son viejos y jodidamente chismosos, les daría algo sobre lo que cotillear en sus reuniones sobre el vecindario."
Recrea la escena estirándose para quedarse de pie antes de apartarse del asiento-del-sexo a la puerta, donde desaparece acto seguido.
Deja a Bo contemplando brevemente antes de Harry saque la cabeza de nuevo.
"¿Tienes hambre?"
"Claro," accede, todavía luchando contra la sonrisa que se curva en las esquinas de su boca cuando la conversación cambia rápidamente de sexo a comida.
"Realmente no he tenido tiempo de ir a la tienda," dice Harry desde la cocina, "¿te parece bien comida para llevar? Creo que tengo un folleto en alguna parte."
"Si, por mi bien," responde Bo, haciendo su camino hasta su voz.
Harry está ocupado hojeando panfletos de comida para llevar cuando ella le alcanza. La cocina es pequeña pero manejable con la ventana abriendo hacia un jardín sombrío. Clasifica los menús según la ubicación antes de girarse a Bo de pie en el umbral.
"¿Estás bien? Tienes las mejillas un poco rosas."
Con su mente todavía residiendo en la idea de Harry del asiento de la ventana, solo hay una manera de que sea capaz de calmar sus pensamientos.
"¿Puedo hacerte una pregunta?"
A pesar del asentimiento de su cabeza, Bo cree que parece un poco reticente a oír lo que ella tiene que preguntar.
"¿Cuándo fue la última vez que estuviste con alguien?"
La respuesta inmediata que recibe es la frente arrugada y una mirada llena de evaluación.
"Vi a Matt el del gimnasio el otro día, fuimos al pub justo al bajar-"
"No, me refiero- sentimentalmente," Bo intenta traer delicadamente el tema, a pesar de la tensión en su estómago y la humedad de sus palmas. Y una vez más, recibe una respuesta críptica y no verbal en forma de algo como una expresión facial incómoda. "Sexo, Harry," suelta. "Me refiero a ¿cuándo fue la última vez que tuviste sexo?"
"Joder."
Con los ojos abiertos, se toma unos segundos para recomponerse e intentar decidir la mejor respuesta. Se aclara la garganta como si no se acabara de ahogar con su pregunta. "¿Entonces vamos directos?"
"No tienes que contarme, solo-"
"Ha pasado un tiempo," interrumpe Harry. "Mucho tiempo," traga. "¿Quieres chino o indio?"
"Es solo que, lo que dijiste en el salón," señala al tuntún hacia atrás con el pulgar a través de la puerta.
"Era una broma."
Es un poco firme con su contestación y hace que Bo se sienta culpable por preguntar.
"Ah, vale."
"¿Quieres pizza? Creo que tengo una aplicación."
Harry se gira para agarrar su móvil y deja a Bo intentando descifrar lo que significa 'mucho tiempo'. No es que importe realmente, no han estado juntos durante casi cuatro años y no tiene derecho a reclamar la información de todos modos.
Como si intentara sacarla de sus pensamiento, Harry entra en la aplicación antes de moverla encantadoramente. Ella ahoga una risa antes de rozar su costado izquierdo y quedarse a su lado para mirar las variedades.
"La carne sabe rara en esas pizzas," Bo le informa arrugando la nariz. "Si compartimos y hacemos mitad y mitad, quiero la mía de Margarita. Si pedimos de pollo, tienes la salsa gratis."
La cabeza de Harry se mueve como la cabeza de un perro en el salpicadero de un coche. Las luces están encendidas pero Bo está bastante segura de que no hay nadie en casa ahora mismo.
"¿Cuánto tiempo has estado tú?"
"¿Eh?"
"Desde que te acostaste con alguien."
Oh.
Los ojos de Bo se mueven al techo como si estuviera haciendo cálculos en su cabeza. Estúpidamente no había previsto esto, no había empezado a pensar que sus pensamientos se dirigieran a sus actividades de alcoba.
"Umm, bueno," empieza ella.
Harry mete su móvil en el bolsillo, la posibilidad de comida olvidada al instante cuando toda su atención gravita en torno a Bo y su inhabilidad para mantener el contacto visual. Se siente acalorada por un momento, mira si la ventana está abierta.
"Me dijiste que nunca tuviste sexo con James."
"No fue James. Fue solo una vez."
Él se mueve más cerca, muda por la expresión de su cara, Bo no está muy segura de cómo saldrá esta conversación. Todo lo que espera es que termine rápido sin ninguna baja emocional.
"¿Con quién?"
Por supuesto que iba a preguntar, pero ¿por qué debería importar? Por qué debería explicar con quién duerme a un hombre con el que no ha tenido una relación en años. El calor se acumula en la nuca de Bo mientras Harry sigue esperando una respuesta. Pero no es una demanda, es más un asunto suyo.
"Alguien de mi curso. Fue al principio de mi primer año antes de que nos viéramos otra vez."
"¿Te gustó?"
Harry se echa hacia atrás un poco después de que las palabras dejen su boca, huyendo de la potencial respuesta dolorosa mientras se muerde el interior de su mejilla. Sabe que fue un error preguntar. Aún así, la pregunta hace que el estómago de Bo se retuerza porque ambos son plenamente conscientes de que la única experiencia con la que ella puede comparar fue con Harry. Y no incluía el paquete de la experiencia completa.
Si Bo es honesta, es tío fue un polvo bastante malo. No hubo particularmente nada especial en esa noche y todo terminó en menos de diez minutos. Aparentemente Harry la había malcriado cuando estuvieron juntos.
"No me quejo," contesta Bo, probando el terreno.
"¿Estuvo en tu graduación?"
Fue casi como si pudiera verle intentando recordar las caras de la multitud de graduados. Y lo hace, la sutil inclinación de su cuerpo hacia el de ella es ligeramente notada, como si intentara refugiarla pero sin reprimirla.
"¿Por qué tantas preguntas?"
"Solo pregunto," corta, su mandíbula tensa.
"Es probable que estuviera, pero no hablé con él."
Es cruel agobiarle más, pero está bastante encantada de la reacción física que está provocando. No hay diversión en enfadarle, pero provocarle puede ser divertido.
"Puede que lo hayas visto. Un tío grande con el pelo rubio y tan alto como la puerta. Con bíceps del tamaño de mis muslos. Creo que es un poco más mayor también."
"¿Si?" Gruñe Harry.
Bo tararea. Su expresión es tensa mientras medita la información y llega a una conclusión que ella admite que no estaba esperando.
"Suena a que te tiraste a Thor."
Bo no puede evitar la sonrisa que sale de ella, sus mejillas teñidas de una ligera sombra rosada.
"No me gustó."
Hay preocupación en la cara de Harry tras oír su confesión.
"No, simplemente no lo disfruté," para, "No era- lo he tenido mejor," admite Bo antes de que pueda procesar el significado tras sus palabras. Tenido mejor.
Está un poco avergonzada por el tirón cómplice de la comisura de Harry. Y antes de que pueda decir nada más, él está mostrando una sonrisa completa.
"Que te den," Bo golpea su brazo y él recibe el golpe tambaleándose dramáticamente hacia atrás. "Ya me entiendes. Era una mierda, no lo disfruté y fue muy raro verle después en las clases y eso. No fue más allá."
Unos segundos más y el animado intercambio cae en picado.
"¿Qué hay de nosotros?" Pregunta Harry cuidadosamente al otro lado de la mesa de la cocina.
"No creo que fuera el momento adecuado para nosotros."
En los meses siguientes a su reconciliación, Bo tenía exámenes que preparar y clases en las que impresionar con trabajos de intensa investigación. Todo además de las expectativas sociales y la búsqueda de una casa para su segundo año que fue un camino empinado. Encontrar cualquier cosa medio decente, que no hubiera tenido alguna vez un zoo en el jardín trasero o tuviera un sistema eléctrico que funcionara era prácticamente un milagro.
Y durante ese tiempo, Harry estaba en tierra de nadie, entre estados de su vida que parecía como los extraños e inciertos días entre Navidad y Año Nuevo. Estaba a punto de un nuevo comienzo pero se tambaleaba en el borde esperando un empujón. Bo no lo sabía en ese momento, pero fue la instigadora; un mensaje de Whatsapp con,
'Hice demasiadas tortitas de pudding porque estaba pensando en ti. Tiff se comió las tuyas, te echo de menos.'
"¿Y ahora?" Pregunta Harry girando el anillo de plata de su índice.
"Bueno, ahora," empieza Bo mordisqueando su labio como si lo que dijera fuera demasiado. "Ahora quiero que me beses."
"¿Ahora mismo?"
"Si no es demasiado problema."
Los dos se sobresaltan cuando el pie de Harry se engancha en la pata de la silla, su paso determinado antes de llegar enfrente de ella. Bo le mira, la cabeza hacia atrás ligeramente para evaluar cualquier emoción que él deje pasar a través de la arruga entre sus cejas o el puchero que solía intentar esconder cuando algo fuera inadecuado. Aún así, no le está dando mucho en qué trabajar.
La decepción que ella siente se instala con pesadez en su estómago cuando en su lugar presiona un beso en su frente. Un sentimiento que pronto cambia a humillación y vergüenza por haberle apurado demasiado, acorralo en una situación para la que no estaba listo.
"Harry, lo sie-"
La disculpa es robada de sus labios por la suavidad de los suyos mientras otro beso dulce es colocado justo en su mejilla derecha. Luego cambia a una serie de besos, el último en la punta de su nariz que saca una risa embelesada, especialmente cuando roza su nariz con la de ella.
"Te he echado de menos."
!Hannah ha subido ayer el nuevo capítulo¡ ¿Qué os ha parecido? Me muero de ganas de que Harry y Bo vuelvan a estar juntos.
Llevo un tiempo queriendo cambiar la foto de portada porque la edición cutre que he hecho en 10 minutos no le hace justicia a la historia pero soy negada para esas cosas. ¿Algún consejo o ayuda, chicas?
También estoy en Tumblr así que podéis agregarme :) (También podeis ser mis Harrys anónimos jajaja)
X.
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