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En Seúl, Hyunjin acababa de empacar sus maletas, Eunwoo estaba a su lado, ellos se irían en el primer vuelo y los demás hasta el segundo, así que esa noche se habían quedado juntos.

Miró su celular y acababa de llegarle una fotografía que Jeongin le había enviado de él y Sanha a punto de salir al bar, sonrió ante la imagen, le agradaba que estuvieran llevándose tan bien y se la mostró a Eunwoo, quien reaccionó igual.

Estaban por irse a dormir, cuando el celular de Eunwoo sonó. Era una voz desconocida y tampoco sabía cómo había conseguido su número de celular. Esa persona le dijo algunas cosas extrañas y después colgó, prometiendo enviarle algo.

Se lo comentó a Hyunjin, ya que eso, incluía a sus parejas. Eso terminó por espantarles el sueño y se quedaron despiertos más tiempo, hasta que llegó lo prometido.

Varias imágenes de Sanha y Jeongin. La primera era de ellos saliendo del baño tomados de la mano, se veían bastante rojos los dos y eso les pareció extraño. La segunda, los mostraba con los demás, aún sujetados de la mano y la inquietud crecía entre Eunwoo y Hyunjin. La tercera era de ellos saliendo del bar, a punto de subir al auto, con Sanha acariciando el cabello del menor y éste con una ligera sonrisa. La cuarta llegando al hotel, aún tomados de la mano. La quinta, desapareciendo detrás de la habitación del hotel.

Debajo de esas fotografías venía un mensaje:

"Parece que sus prometidos en verdad han estado disfrutando su despedida de solteros entre ellos, supongo que la noche será mejor detrás de esa puerta".

- ¿Qué es esto Eunwoo? —Frunció el entrecejo Hyunjin sin dejar de ver el mensaje.

- No lo sé, es de un numero privado y... bueno, parece que es de alguien que estuvo cerca de ellos hoy.

Eunwoo estaba mortificado, no le agradaba para nada ver a su prometido tomado de la mano de otra persona, aunque se trataba de Jeongin, no tenía por qué desconfiar, él estaba seguro de que Sanha jamás le haría algo como una infidelidad, pero lo que si lo tenía molesto era el hecho de que alguien estuviera siguiéndolos y sacando esas fotos innecesarias.

Hyunjin pensaba lo mismo que Eunwoo, él sabía que Jeongin era el chico más inocente de la tierra al igual que Sanha, entonces serían incapaces de serles infiel, pero algo no se sentía bien...

- ¿Por qué crees que nos mandaron esto? —Eunwoo estaba confundido.

- Para joder ¿para qué más? Algún ardido o ardida que no acepta nuestros compromisos. —Suspiró y peinó su cabello hacia atrás—. No pienses demasiado en eso, es lo más probable hyung.

- Sí, creo que tienes razón, ya mañana les preguntaremos bien si ocurrió algo.

Así se fueron a dormir, pero no podrían descansar del todo.

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Sanha acababa de salir de bañarse, llevaba su cabello demasiado mojado porque no había encontrado una toalla para secarlo, solamente llevaba la toalla grande rodeando sus caderas, salió del baño para buscar en su maleta otra toalla pequeña.

Jeongin veía la televisión y cuando se percató de la presencia de Sanha giró su mirada para ver si necesitaba algo, pero sus ojos se perdieron en la piel nívea de su mayor. Volteó rápidamente a otra parte y sus mejillas se colorearon de rojo.

El rubio no se dio cuenta de nada, simplemente sacó la toalla pequeña y empezó a sacudirla contra su cabello, miró a Jeongin y le pareció que lucía enfermo.

Se acercó a él y colocó una de sus grandes manos sobre la frente contraria, Jeongin se encogió ante el tacto y evadió su mirada, puesto que Sanha estaba semi desnudo...

- Mírame, Innie. —Pidió con voz grave—. ¿Estás enfermo? —Susurró sin dejar de lado el tono de su voz.

- Y-yo, no. —Respondió lo que su boca pudo, estaba nervioso.

Sanha lo miró detenidamente, no parecía estar bien, además sus mejillas ardían, bajó esa mano por el cuello, cerciorándose de que Jeongin tuviera realmente temperatura, pero tal parecía que su mano era la que estaba provocándola, pues cada que la colocaba en distintas partes del cuerpo de Jeongin (frente, mejillas, cuello) era que se volvía cálido...

Jeongin miró titubeante a Sanha, tragó duro por la cercanía...

Sanha lo besó, sus ojos se abrieron de par en par, pero terminaron cerrándose, conforme correspondía el beso, se aferró del cuello del mayor, mientras éste se sujetaba de su cintura...

Empezaron a desprenderse de su ropa y cada vez estaban más agitados.

- ¡Hyunjin! ¡Despierta! —Eunwoo estrujó al azabache menor después de verlo tan alterado mientras dormía.

- ¡Ah! ¿¡Qué!? ¡Desperté!

Hwang se sentó en la cama de golpe, observó todo a su alrededor, talló sus ojos y miró a Eunwoo, quien lo veía preocupado. Todo había sido un sueño, más bien pesadilla.

- ¿Qué pasó?

- Acabo de tener una pesadilla por culpa de esas imágenes que te mandaron hyung.

- Relájate Hyunjin, ambos sabemos que nada malo pasaría entre ellos, y ya sabíamos que muchas cosas así podrían ocurrir tras hacer públicas nuestras relaciones.

- Lo sé Eunwoo, prometo tranquilizar mi mente. —Pasó una mano por su rostro y se levantó para darse un baño.

Eunwoo también había tenido una pesadilla con ellos dos, pero prefería evadirlo y concentrarse en que nuevamente vería su precioso rubio, los celos estaban presentes, no era para menos, su sueño había sido tan real, pero de igual manera, comprendía que la mente era demasiado traicionera y no iba a permitirlo, mucho menos después de más de dos años de relación con el menor y a punto de casarse.

Su vuelo salió y tardaron pocas horas en llegar a la isla. Entraron al hotel y les indicaron en dónde estaban ubicados sus novios.

Tocaron la puerta una y dos veces, pero nadie respondía, de modo que fueron a las habitaciones de enseguida para ver si Jeongin y Sanha estaban ahí.

Félix los recibió con entusiasmo, mientras que MJ tenía cara de pocos amigos por la tremenda resaca. Ahí no estaban, de modo que fueron con Rocky y Seungmin, pero tampoco los encontraron.

A Rocky se le ocurrió pedir una llave extra de la habitación de los maknaes para que sus novios se acomodaran y descansaran poco del viaje y así lo hicieron.

Una vez con la llave en mano, subieron nuevamente hasta el piso indicado, pasaron la tarjeta por la puerta y al abrirla quedaron en shock.

La habitación era un desastre completamente, la mesita de la entrada estaba tirada, el pequeño armario abierto de par en par con la ropa regada por toda la habitación, pero eso no fue lo peor...

Sanha estaba tirado junto a la puerta del baño, Eunwoo alcanzó a ver la punta de sus pies, corrió al instante y lo encontró con un poco de sangre saliendo de su cabeza, estaba completamente inconsciente.

Lo tomó en sus brazos y llamó a emergencias.

- Sannie... Sannie, por favor, abre tus preciosos ojitos, necesito verlos, necesito saber que estas bien mi cielo, por favor... —Eunwoo temía lo peor, odiaba la idea de pensar en que Sanha no reaccionara. Lo apretó más entre sus brazos, mientras repartía dulces caricias sobre su rostro pálido.

El pánico se apoderó del pelinegro, sus lágrimas corrieron por sus mejillas y le suplicaba constantemente al menor que despertara.

Hyunjin estaba demasiado impactado al ver a Sanha así, buscó por la habitación y también encontró a Jeongin del mismo modo que Sanha al otro lado de la cama, solamente que él si tenía algunos golpes notables en su rostro, había menos sangre que a lado del rubio, pero igual, estaba aterrado.

- Jeonginnie... ¿Qué mierda pasó? Innie, bebé, por favor, espera, ya viene la ambulancia, estoy aquí contigo. —Él también lloraba, jamás imaginó ver a su novio de esa manera.

La ambulancia llegó, llevaron las camillas por el elevador y los paramédicos subieron hasta el tercer piso, entraron a la habitación que compartían los menores y los subieron con delicadeza a la camilla tras revisar sus signos vitales.

Al escuchar tanto escándalo en el pasillo los otros cuatro chicos salieron, cuando se dieron cuenta de que estaban llevándose a Sanha y Jeongin corrieron hacia ellos.

Antes de que pudieran decir o hacer algo, fueron trasladados al hospital más cercano.

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¡VOLVÍ! 

Traigo un pequeño maratón para que disfruten y no sufran demasiado con lo que está ocurriendo. 👀

1/? 

PD. Está cerca el final.