» Segunda epístola

Querido Seijuro:

Sé que a penas ayer te escribí una carta, pero no pude evitar el impulso de escribirte hoy también. Te extraño, te extraño mucho, y me gustaría estar a tu lado para apoyarte.

Siento un dolor punzante en el corazón, y no se va por más que intente calmarlo.

¿Es esto a lo que llaman, almas gemelas?

Atentamente:
Lilian.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top