𝗣𝗿𝗼́𝗹𝗼𝗴𝗼 ፧ 🥝 ✦⁾
El micrófono hizo el último ruido y el furor de las fans en aquel estadio estalló, los chicos en el escenario agradeciendo la presencia del público con sonrisas cansadas en sus rostros.
Había un estallido de aromas que los mareó, más sin embargo ignoraron eso y desaparecieron de la vista de las jóvenes que les gritaban aún con euforia; Soltaron el aire que había retenido durante todo el espectáculo y entre empujones y felicitaciones llegaron a los camerinos.
—¡Estuvo increíble! —gritó Jay, un alfa rubio y baterista de la agrupación mientras se secaba el sudor de la frente y tomaba sus cosas en aquel camerino donde tomaban aire, apartados de las mezclas extrañas de aromas de sus fans, sacando su celular de su maleta la cual estaba en algún mueble de la habitación sonriendo hacia la pantalla mientras tecleaba esta misma con rapidez.
—Jungwon me dijo que los cachorros están muy emocionados por nuestro viaje antes de que termine nuestro descanso —suspiró feliz al darles la pequeña noticia a sus compañeros, compartiendo su felicidad con sus amigos.
Jay estaba casado y tenía tres cachorros con su omega, y no era ningún secreto o problema.
Tomó su maleta con sus cosas y se colocó unos lentes oscuros mirando a sus compañeros de grupo debajo de estos.
Les habían dado un descanso de dos meses completos para convivir con su familia antes de comenzar una gira de casi un año promocionándose en otros países.
Estaban eufóricos pues hacía tiempo que no disfrutaban del ambiente cálido y feliz que podían ofrecerles sus familias, y aunque sonara envidioso pero habían rezado para qué el concierto terminara rápido pues la emoción de tener un poco de paz les carcomía en el interior, y a sus lobos hacía retorcer de desesperación.
Y Sunghoon ya estaba pensando en lo gratificante que sería pasar tiempo con su pareja, estar acurrucados en aquella cómoda cabaña mientras él se embriaga en el dulzón aroma de su prometido.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un pelirrosa de cabello largo también se levantó estirándose, tronando un poco los huesos de su columna y brazos, soltando una bocanada de aire.
—Yo también debo ir con mi omega.
Los otros dos asintieron y después de un apretón de manos y unas cuantas palabras salieron deseandose un buen descanso.
「🥝」
Una cabaña lujosa lejos de la ciudad era el hogar de Sunghoon y de su pareja, un omega con el cual estaba comprometido
Abrió la puerta de la cabaña. Por fuera parecía rústica pero por dentro era completamente lujosa y cómoda para el alfa y su destinado.
—¡Sunoo, ya llegué! —gritó despojándose de sus botas y dejando su maleta en la entrada junto a estas mientras buscaba con la mirada a el joven omega por los alrededores, fallando pues no había rastro de su pareja por ahí
—¡Estoy en la cocina! —respondió Sunoo desde el lugar mencionado.
Sunghoon sonrió para entrar en la habitación, encontrándose con su prometido de espaldas cocinando con tranquilidad y mordió su labio inferior de forma lascivia al ver las gruesas piernas de Sunoo y su retaguardia siendo rodeadas por un short de mezclilla.
Desde donde estaba parado pudo observar uno de los tatuajes de su pareja, que se situaba en su cadera cuando su camisa se alzó al momento de alcanzar algo de alacena, dejando ver sus anchas caderas y cintura.
Se acercó como un depredador hasta el y lo alzó por la cintura, apretando estas entre sus dedos para después dejarlo sentado sobre la barra de mármol de la cocina.
El omega solo soltó un pequeño chillido de sorpresas cuando el Alfa atacó sus labios con rudeza no dejándolo procesar lo que había sucedido.
Paso sus manos por el cuello de Sunghoon acariciando la piel manchada con letras y figuras de tinta, subiendo sus dedos en un camino hasta la nuca de Sunghoon, donde enredó sus dedos en los cabellos negros de el mayor.
Y Sunoo tuvo que separarlo de sí antes de terminar empotrado contra la barra de la cocina, ganándose un gruñido de molestia y reproche de parte de su pareja.
—Debemos comer antes de probar el postre, Honnie —dijo el omega jugando con los botones de la camisa de el alfa con una sonrisa sugerente mientras bajaba de la barra para tomar los platos y llevarlos a la mesa mientras contoneaba sus caderas de un lado al otro con gracia y de forma sugerente haciendo gruñir al alfa de puro deseo.
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La cena concluyó después de comer un poco de sandía como postre, compartiendo sonrisas descaradas y pequeños toques coquetos en sus manos y piernas.
Cuando Sunoo se dispuso a tomar los platos de la mesa para lavarlos fue tomado desde su espalda baja, siendo cargado con rapidez por su alfa. Soltó un jadeo de sorpresa cuando Sunghoon ya lo estaba llevando a su habitación soltando feromonas que lo hacían cerrar los ojos para disfrutar los suaves aromas que envolvían sus sentidos
El alfa dejó al omega de pie frente a la cama, y antes de que pudiera hablar para reclamar la abrupta forma en la que lo tomó en el comedor ya estaba besándolo con hambre, sintiendo el frío y delicioso sabor de la sandía que habían comido.
Mordió el labio inferior de el omega con fuerza aunque no la suficiente para que una herida; metió su lengua a la cavidad bucal de su pareja para rescatarlo en la cama mientras devoraba sus delgados y deliciosos labios con hambre chocando sus lenguas y enredando estas.
Sunghoon comenzó a frotar su pene contra uno de los muslos de Sunoo, demostrando la impaciencia del alfa por querer hundirse en sus cálidas paredes.
El omega gimió al sentir la virilidad de su pareja cubierta por sus pantalones de cuero frotarse contra su piel descubierta.
Los fuertes y tatuados brazos de el alfa se pusieron a cada lado de su cabeza, acorralándolo en el colchón cuando separaron sus labios del fogoso beso que habían estado compartiendo.
Sunoo le sacó la lengua al alfa mostrando el piercing que llevaba en esta mientras acariciaba el pecho de su mayor con coquetería.
Sunghoon se bajó del cuerpo de Sunoo, hasta la altura de sus muslos cubiertos por unos shorts de mezclilla decolorados. Puso sus labios en la piel de estos y comenzó a mordisquearlos con hambre, lamiendo y succionando la carne de estos con el propósito de dejar marcas, chupando y mordiendo suavemente.
Sunoo subió la mirada soltando pequeños y agudos gemidos. Podría ver el cabello de Sunghoon sobresaliendo de enmedio de sus piernas acariciando su piel con algunas de las hebras despeinadas mientras la boca del mayor devoraba cada centímetro de piel blanca pintando la de morado suave.
Un último "pop" se escuchó cuando el alfa separó sus labios de la piel del contrario y salió de entre sus muslos.
Volvió a besar a Sunoo con desespero, metiendo sus manos bajo la camisa del menor para acariciar sus tetillas.
Tirando de los botones suaves hasta ponerlo hinchados y rosas, haciendo círculos con sus pulgares sobre las protuberancias haciendo gemir a su amante.
Se separaron de el beso unidos por un hilo de saliva que el alfa se encargó de limpiar con su lengua.
Retiró la camisa de Sunoo y pego sus labios a los tatuajes de su menor, uno bajo su pecho en su costado con la forma de un par de manos entrelazadas, y el de su cintura un pequeño planeta con las letras P.S junto a este.
Marco alrededor de estos con mordidas y lamió desde su vientre hasta la marca de la unión, besando esta con cuidado.
Entre besos, caricias y palabras sucias sus prendas fueron a dar al suelo, solo escuchándose el sonido de la ropa cayendo al suelo y los jadeos.
Sunghoon terminó de ayudar al omega a lubricarse metiendo sus largos dedos dentro de la entrada de su menor mientras pegaba sus labios a una tetilla sobre estimulada por el jugueteo previo.
Tocó varias veces la próstata del menor, acariciando la pared con sus dedos expandiendo la entrada rosada para recibir su miembro goteante.
Saco sus dedos del interior del menor y tomó su miembro entre su mano pálida, acariciando este mientras el omega lo miraba hambriento y gimiendo para ganarse la atención de Sunghoon.
Sunoo ya estaba en un estado deplorable y caliente, así que abrió sus piernas en una invitación a que Sunghoon lo mirara y entrara de una maldita vez.
Pero Sunghoon aún debía ponerse el condón, y aunque su lobo literalmente estuviera apunto de explotar por el hecho de tener a su merced a Sunoo en ese estado y no poder hundirse lo más profundo que pudiera.
—¡Vamos me estoy enfriando! —dijo Sunoo con un puchero y alzando aún más alto sus ya abiertas piernas.
—Espera, no podemos hacerlo aún —habló Sunghoon, y Sunoo solo frunció el ceño. Ya no podía aguantar más así que usaría su bonito acento estadounidense para pedirle al alfa que lo follara hasta no poder levantarse por lo menos en una semana.
—Please, honey, fuck me —pidió en un ronroneo el omega usando su sensual acento para conseguir que Sunghoon lo follara de una vez, algo que siempre funcionaba porque el alfa podía ponerse de rodillas si Sunoo se lo pedía con su caliente acento.
Sacando por segunda vez en la velada su lengua donde relucía la pequeña joya que atravesaba esta justo en la punta,
Sunghoon gruñó al no poder aguantar los encantos de el omega y tomó su duro y largo pene el cual adentro en su amante de forma rápida.
La boquita de el menor formó una pequeña "O" mientras el aire escapaba de sus pulmones y sus paredes se contraían debido a la intromisión.
Sunghoon gruñó al sentir la caliente cavidad abrazar su pene, podía sentir la humedad y la suavidad de aquellas paredes calientes contra la piel de su pene, y Sunoo sentía cada parte del descubierto miembro en su interior, incluso juró sentir aquellas venas palpitando contra sí.
Sunghoon dio la primera embestida haciendo al omega gritar de placer al ser golpeado de lleno por su mayor.
Y entre choques de piel y el omega maldiciendo en inglés para que su prometido perdiera la cordura, el alfa olvidó que no traía puesto un condón y que el nudo se había formado
Y que gracias a ese descuido el joven omega ya tenía un pequeño regalito en el vientre.
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