—Yo, Park Sunghoon, juro amarte y dedicarte cada canción de amor que pueda llegar a escribir. Te prometo que nunca dejaré de admirarte, porque nunca dejaré de aprender de ti, que en la historia de mi vida, en cada párrafo se dirá lo mucho que te amo, lo mucho que te amaré y lo mucho que te amé. Estoy seguro de que habrán épocas difíciles y que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero te garantizo que si no te pido que seas mío, me arrepentiré durante el resto de mi vida. Porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí —habló el alfa, y el omega solo sonrió con los ojos llorosos mientras apretaba con suavidad las manos pálidas de su mayor.

—Te prometo reponer mis errores, te prometo cambiar, prometo amarte a ti y a nuestra hija con las fuerzas de un huracán. Te prometo tatuarme tu nombre en los huesos y te perteneceré cada día más que el anterior, te prometo tantas cosas, mi amor, y te juro que cumpliré cada una de ellas.

Sunoo solo pasó su pulgar por el comienzo de su párpado para limpiar las lágrimas que querían escapar de sus ojos.

Se podía escuchar sollozos en el recinto de la iglesia, e incluso el viejo padre que se encargaba de casarlos estaba aguantando las lágrimas. 

—También prometo no volver a olvidar el condón o anudarte más de seis veces —dijo Sunghoon cortando el ambiente amoroso de forma repentina.

—¡Honnie! —exclamó sonrojado Sunoo mientras reprimía una carcajada al igual que los otros asistentes a la boda.

—Bueno, como ya no hay más que decir, yo declaró estás almas jóvenes y amorosas como alfa y omega. Joven, puede besar al novio —dijo el padre dirigiéndose a Sunghoon, y el alfa sonrió tomando por la cintura a su pareja para unir sus labios en un beso suave y dulce. 

Tenía olor a kiwi, fresas, menta y amor.

「 🔞🥝 」

—¡O-OH MI D-DI-OS, PARK H-HOO-NIE!

—Shh, Sunnie, solo soy Sunghoon, no dios —dijo burlón el alfa, y el omega solo se retorció bajo su cuerpo al sentir el nudo ensancharse entre sus paredes húmedas.

—Es la luna de miel y ya rompiste los votos matrimoniales —dijo Sunoo en tono cansado y gustoso mientras quitaba sus pierna de los hombros de Sunghoon, desatorando las bragas que habían quedado a mitad de su tobillo y las medias que estaban a la mitad de su pie, entre el atrejeo de la velada.

—¿Uh? ¿De qué hablas? —pregunta Park,  y Sunoo bufa.

—Dijiste que nunca volverías a olvidar el condón.

—Pero yo no he dicho que olvide el condón mi precioso Park Sunoo —aclaró el alfa, y Sunoo solo lo miró dudoso hasta que comprendió lo que quería decir el alfa mientras abría los ojos con sorpresa bajo la mirada divertida de su mayor. 

「🥝」

—¿Por qué debemos venir aquí? —habló la pequeña niña mientras se aferraba a la mano del omega.

—Porque papá tiene que dar una noticia —contestó Sunoo.

—¿Es sobre nosotros? —preguntó la pelinegra con ojos curiosos.

—Uhum —hizo un ruido el omega en forma de respuesta mientras eran guiados hasta el escenario de aquel estadio. Podía escuchar a las fans de su alfa aclamarlo a él y a sus compañeros.

Sunghoon les miró desde donde estaban y sonrió mientras se acomodaba el audífono. La música paró y los fans comenzaron a preguntar qué pasaba.

—Hace unos tres meses se hizo muy fuerte el rumor de una boda —habló Sunghoon— Creo que es tiempo de aclarar esto con ustedes así que…

Sunghoon camino hasta el omega y la pequeña niña, trayendolos bajo el reflector y bajo la mirada expectante de todos los asistentes. Sus compañeros aplaudieron mientras les dejaban el escenario. 

—Ella es Park Hyunseo, mi hija —alzó a la niña entre los gritos de los fans y la cachorra solo miro con ojos brillantes a la ola de fans que alzaban sus brazos y voces.

—Aquí está mi otro cachorro —señaló Sunghoon al vientre del omega, que solo reía suavemente— Y él… bueno, él es el omega más precioso que he conocido —exclamó orgulloso de Sunoo, y este solo bajó la mirada apenado al sentir tantos ojos sobre sí.

Sunghoon había dejado de temer a su fama, porque sabía que su familia era más importante que su carrera, y que si sus fans los amaban tanto como solían decir ellos aceptarían a Sunoo, Hyunseo y al cachorro que venía en camino. 

Unió sus labios con los del omega mientras los aplausos los rodeaban y sus fans lloraban y aclamaban. 

Olía a kiwi y euforia.                      

「🥝」

—Es bonita ¿No?

—Muy bonita...

Dijeron mientras veían a los pequeños niños jugando en el pasto frente a la puerta de la cabaña.

—Espera... ¿Qué es bonita? —pregunta Sunghoon y Sunoo se ríe de él con suavidad.

—Nuestra vida, Honnie, es bonita.

—Oh, claro que lo es —contesta simple, poniendo su mano alrededor de la cintura del omega mientras presionaba un par de besos en las mejillas de Sunoo.

—Tal vez deberíamos olvidar las cosas más seguido, ¿No? —dijo Sunghoon coqueto, y Sunoo negó dándole un empujón

—No "cuatro olvidos" son un buen número —dijo el Omega y Sunghoon sonrió robándole un beso a su menor

Sabía a hogar.

Sabía a felicidad.

Sabía a dulzura.

Sabía a kiwi.

Cómo su Omega.

FIN