Capitulo 32
Notita: Capítulo dedicado a : vintagefangirlbooks <3 Gracias por tu apoyo, espero te guste este capítulo 💗🫶
🧸🍯🧸
Louis ajusta su agarre en el volante, sus nudillos blanqueando mientras conduce por las calles tenuemente iluminadas de Londres. El motor del coche ronronea de manera constante, su interior elegante sumido en sombras que se alargan con cada farola que pasan. Zayn está sentado en el asiento del copiloto, la tenue luz de su teléfono iluminando sus rasgos afilados mientras revisa las actualizaciones enviadas por el tercer hombre en el asiento trasero: Adrian Hale, el llamado "amigo corrupto" de Zayn.
Adrian es un hombre de muchos talentos, ninguno de ellos particularmente legal. Como abogado criminal de alto nivel, con habilidad para explotar lagunas legales y aprovechar conexiones, se ha ganado la reputación de ser el tipo que puede "arreglar" cualquier problema por el precio adecuado. Louis no tiene ilusiones sobre la moralidad de los métodos de Adrian, pero esta noche, la moralidad no es su prioridad.
La justicia lo es.
Adrian se inclina hacia adelante, su impecable traje a medida permaneciendo perfecto a pesar de lo avanzado de la hora. Su voz tiene una calma inquietante mientras detalla los hallazgos que Louis le exigió.
-Robert Wetherby -comienza Adrian, desplazándose por un archivo en su tableta-. Treinta y seis años. Vive con su madre en una casa deteriorada en Southwark. Sin hermanos, sin pareja significativa actual. Ha trabajado esporádicamente como mecánico, pero está desempleado desde hace unos ocho meses. Su historial criminal... bueno, digamos que no es algo corto.
La mandíbula de Louis se tensa. -Continúa.
Adrian sonríe apenas, como si disfrutara del dramatismo. -Primer arresto a los diecisiete años por robar una moto. Una serie de delitos siguieron: disturbios públicos, participación en motines, conducir bajo los efectos del alcohol. Lo han atrapado comprando y consumiendo cocaína en múltiples ocasiones. Y, por supuesto, está la orden de restricción presentada por un tal Harry Edward Styles, citando repetidos casos de violencia doméstica.
El agarre de Louis en el volante se endurece aún más, sus instintos de alfa erizándose al escuchar sobre el sufrimiento de Harry. Zayn lo observa de reojo, percibiendo la tormenta que se está gestando bajo la fachada tranquila de Louis, pero guarda silencio.
Adrian continúa: -Honestamente, es un pedazo de basura. Eso hace mi trabajo diez veces más fácil. ¿Que se vea envuelto en tráfico de drogas? Totalmente creíble. El plan prácticamente se escribe solo.
-¿Y la madre? -pregunta Louis fríamente.
Adrian se encoge de hombros. -Una facilitadora, según todos los informes. Ha estado protegiéndolo durante años, a pesar de su comportamiento. Pero hará exactamente lo que necesitamos. Una vez que salga de la casa, mis hombres entrarán, plantarán las pruebas y saldrán en minutos. Dejaremos lo suficiente para que quede claro que estaba preparándose para fabricar algo: cristalería, residuos químicos y una pequeña bolsa de cocaína, para rematar. ¿La cereza del pastel? Las fotos que me diste de los daños que causó en la casa de Harry. Añade eso a la violación de la orden de restricción, y estará enfrentándose a una sólida sentencia de prisión. Sin derecho a fianza.
Louis asiente, su expresión impenetrable. -Bien. Lo quiero todo impecable.
Adrian suelta una risita. -Lo será. Pero no olvidemos el toque final. Dijiste que querías que le dieran una paliza... Mis chicos usualmente no se ensucian las manos, pero hice una excepción. Cuando su madre vaya a buscarlo, lo encontrará en el bar... bastante golpeado.
Louis arquea una ceja. -¿Dónde está ahora?
Adrian revisa su teléfono. -En un bar en Brixton. Uno de mis hombres lo ha estado siguiendo desde esta mañana. Salió de casa alrededor del mediodía, probablemente buscando a Harry después de lo que pasó anoche. Ha estado merodeando desde entonces. Su madre ha estado entrando y saliendo de la casa, probablemente haciendo recados, pero ahora está en casa. Es el momento perfecto para poner todo en marcha.
Louis mira a Zayn. -Bueno, vamos al bar.
Zayn no cuestiona, simplemente asiente mientras Louis cambia de rumbo.
Adrian arquea una ceja, impresionado. -¿Directo al grano, eh? Muy bien. Mientras tú te encargas de él, mis hombres llamarán a la madre. Ella saldrá de la casa para recoger a su precioso hijo, y nosotros entraremos y saldremos. Para cuando regrese, la casa estará perfectamente preparada. Y la DEA, bueno, estarán tocando la puerta en menos de una hora.
Louis deja escapar un suspiro lento, sus dedos finalmente relajándose en el volante. -Asegúrate de que sea impecable. No quiero que nada se escape por las grietas.
Adrian esboza una sonrisa. -No tienes de qué preocuparte, amigo. Para cuando esto termine, Wetherby deseará no haber nacido.
La mandíbula de Louis se tensa mientras acelera hacia Brixton. Por primera vez en semanas, siente un atisbo de control. Robert ha tomado demasiado, ha herido demasiado. Esta noche, Louis va a recuperarlo todo; por Harry, por Andy y por la vida que están construyendo juntos. Y nada, ni siquiera un imbécil como Robert Wetherby, se interpondrá en su camino.
Al llegar al lugar, Louis aparca a poca distancia del bar, el ronroneo del motor del coche muriendo mientras aprieta el volante con fuerza. Echa un vistazo a Zayn, cuyos rasgos afilados reflejan una intensidad tranquila.
-¿Quieres que te acompañe? -ofrece Zayn, su voz baja pero firme-. Estoy más que listo para asegurarme de que ese pedazo de basura lamente haberle puesto una mano encima a Harry. Nadie lastima a un omega y se sale con la suya.
Louis niega con la cabeza, su expresión decidida. -No. Esto es algo que necesito hacer solo. Harry es mi omega. Esta es mi responsabilidad.
Zayn lo estudia por un momento y luego asiente, su respeto por Louis evidente en el modo en que suaviza su tono. -Lo entiendo. Pero estaremos aparcados a dos calles de aquí. Termina lo que necesites, y luego nos largamos.
Adrian, recostado en el asiento trasero con su constante aire de precisión, interviene. -Una vez que entres, haré la llamada. Eso le dará a mi equipo luz verde para empezar con su parte del plan. Tienes, como máximo, treinta minutos para ocuparte de él antes de que tengamos que despejar la zona. Ni un minuto más.
-Entendido. -Louis exhala lentamente y luego sale del coche, sus movimientos deliberados. No mira atrás mientras camina hacia el bar, las luces de neón zumbando débilmente sobre la puerta.
Adentro, el lugar está lleno de energía, concurrido para una noche de sábado. El zumbido bajo de la música se mezcla con las conversaciones de los clientes y el ocasional tintineo de vasos. Louis escanea la habitación, su mirada afilada e implacable. Sabe exactamente cómo luce Robert gracias a las fotos que Adrian le proporcionó: alto y robusto, corte de cabello al ras, barba descuidada y un aire de arrogancia que parece irradiar incluso en las imágenes.
Louis lo encuentra rápidamente. Robert está desplomado en la barra, con una botella en la mano, los ojos enrojecidos y desenfocados, pero aún cargando esa conocida arrogancia. Ya está algo ebrio, y aunque Louis habría preferido enfrentarlo sobrio para que sintiera y recordara cada golpe, se dice a sí mismo que no importa. Si acaso, significa que Robert no lo verá venir.
Sin titubear, Louis cruza la habitación con movimientos calmados y medidos, a pesar de la tormenta que se desata dentro de él. Coloca una mano firme en el hombro de Robert, cuyo peso inmediato capta la atención somnolienta del hombre.
-Ven conmigo -dice Louis, su voz baja y amenazante.
Robert dirige su mirada vidriosa hacia él, entornando los ojos como si intentara identificar el rostro frente a él. -¿Qué mierda? -balbucea, apartándose ligeramente-. ¿Quién mierda eres tú? Lárgate.
Louis no tiene tiempo para juegos. Sus dedos se aprietan en el hombro de Robert mientras se inclina cerca. -No era una maldita pregunta.
Antes de que Robert pueda responder, Louis lo arranca del taburete, su fuerza no deja lugar a discusión. El alboroto atrae algunas miradas de los clientes cercanos, pero nadie interviene. Ven la escena como una disputa borracha entre amigos, nada que valga la pena.
Arrastrándolo afuera, Louis lo conduce a un callejón cercano, donde las sombras se alargan oscuras. Lo empuja hacia adelante, y Robert tropieza, apoyándose contra la pared con un gruñido.
-¿Cuál es tu maldito problema? -gruñe Robert, sus palabras arrastradas pero llenas de desafío. Se endereza, retrocediendo un paso como si intentara poner distancia. Sus ojos inyectados en sangre enfocan mejor a Louis, el reconocimiento destellando en su rostro.
-Imbécil de mierda -murmura Robert, curvando el labio en una sonrisa burlona-. ¿Por qué siento que te he visto en alguna parte? -Entrecierra los ojos y luego chasquea los dedos, una mueca sarcástica extendiéndose por su rostro-. Ah, ya sé. Eres ese alfa con el niño. El de la foto, en la habitación de Harry.
Louis permanece en silencio, su mandíbula apretada tan fuerte que siente que podría romperse.
La sonrisa de Robert se ensancha, su voz gotea con desdén. -Sé por qué estás aquí, amigo. ¿Qué, esa pequeña perra ya se quejó contigo de lo que pasó anoche? Claro, tenía que hacerlo, tenía que irse a quejar con el nuevo alfa en turno.
Se ríe, un sonido áspero y vil. Los puños de Louis se aprietan a los costados, pero se contiene. Por ahora.
-¿Sabes? -continúa Robert, su tono cambiando a algo lascivo y grotesco-, eres un suertudo de mierda. Seguro que estás disfrutando de ese dulce culo suyo. ¿No es lo mejor follárselo? Tan apretado, tan...
-¡Cierra la puta boca! -gruñe Louis, su voz peligrosamente baja.
Pero Robert no se detiene. Se inclina más cerca, su aliento apestando a alcohol mientras añade:
-Aunque qué lástima. No importa cuánto lo anudes, no te dará cachorros. Es un infértil. Seguro que no te dijo eso, ¿verdad?
Las palabras golpean a Louis como un martillo, pero no es la revelación lo que lo enfurece; es la forma en que Robert lo dice, la manera en que habla de Harry; el cruel y burlón regodeo en su voz.
Así que Louis pierde el control.
Sin decir una palabra, su puño impacta el rostro de Robert, la fuerza del golpe lo hace tambalearse hacia atrás. Robert apenas tiene tiempo de procesar lo que está pasando antes de que Louis esté sobre él, con los puños volando cargados de una furia que ha estado acumulándose durante meses.
-¿¡Te atreviste a tocar a mi Harry!? -ruge Louis, su voz cruda, resonando en el callejón desierto. Sus nudillos chocan contra el rostro de Robert, un fuerte crujido señalando que el golpe aterrizó perfectamente. La sangre brota de la nariz de Robert, pero Louis no se detiene. No puede detenerse-. ¡Eres una basura, un inútil y un miserable pedazo de mierda! ¡Harry es demasiado bueno, demasiado jodidamente bueno, para que siquiera lo mires!
Robert forcejea, levantando una mano en un intento patético de defenderse, pero Louis la aparta como si fuera un detalle insignificante. Sujeta la muñeca de Robert y la gira, el chasquido de la articulación seguido de un grito gutural. -¿Crees que eres un alfa? -gruñe Louis, su rostro a centímetros del de Robert, su voz vibrando con la pura fuerza de su ira-. Un alfa protege a su omega. Un alfa lo valora. Pero tú... -Su puño se hunde en el estómago de Robert, haciéndolo doblarse con un jadeo ahogado-. ¿Tú? Eres un cobarde. Un jodido parásito que se aprovecha de los inocentes.
Cada declaración está acompañada por un golpe brutal. El puño de Louis se estrella contra la mandíbula, las costillas, el estómago de Robert.
Louis lo levanta por el cuello de la camisa y lo empuja contra la pared de ladrillos, la fuerza le saca el aire de los pulmones a Robert. -¿Crees que golpear a alguien más débil que tú te hace fuerte? -grita Louis, remarcando la pregunta con un golpe feroz en la sien de Robert.
-No eres un alfa. No eres más que una excusa patética de hombre. Un maldito chiste. -Louis retrocede por un momento, dejando que Robert caiga de rodillas, tosiendo y jadeando por aire. La vista solo aviva más la rabia de Louis. Lo agarra por el cuello de la camisa y lo arrastra, lanzándolo como un muñeco de trapo contra la pared.
-Harry... -La voz de Louis se quiebra ligeramente, pero solo por la pura fuerza de su furia-. Harry es la persona más amable, más dulce y más hermosa que ha existido, y tú te atreviste... -Su puño conecta con la mejilla de Robert nuevamente, con suficiente fuerza para enviarlo al suelo-. ¿Te atreviste a poner tus asquerosas manos sobre él?
Robert intenta arrastrarse lejos, pero Louis lo agarra de la camisa y lo lanza de nuevo contra la pared. -Mírate ahora -escupe Louis, curvando el labio en una mueca de desprecio-. Acobardado. Rogando. No eres más que un cobarde. Un cobarde patético y débil que se aprovecha de personas mejores que tú.
Se inclina, agarrando el rostro de Robert con brusquedad, obligándolo a mirarlo a los ojos. -Sabes a dónde irás ahora, ¿verdad? -El tono de Louis es mortalmente tranquilo, sus palabras goteando veneno-. A la cárcel. Una celda asquerosa donde te pudrirás. ¿Y sabes qué les pasa a los alfas como tú ahí dentro, no?
Los ojos de Robert se abren de par en par con terror, pero Louis no cede. -Te devorarán vivo. Sabrán lo que hiciste; cómo golpeaste a tu omega, cómo mataste a tu cachorro. Y se asegurarán de que pagues por ello, cada maldito día. -Suelta el rostro de Robert con un empujón, viéndolo desplomarse en el suelo como el inútil desperdicio de espacio que es.
Louis se endereza, sacudiendo sus nudillos magullados, su pecho subiendo y bajando con fuerza. -Harry está conmigo ahora. Está con un alfa de verdad. Uno que sabe cómo tratarlo, cómo protegerlo. ¿Y tú? Nunca volverás a acercarte a él. ¿Me oíste? -Escupe al suelo cerca de Robert, su desprecio palpable.
-No eres nada. Menos que nada. Un maldito desperdicio de aire. -Louis clava su mirada en la temblorosa figura de Robert, su voz resonando en un gruñido final-. Si tú o la perra que tienes por madre se atreven a intentar contactar a Harry de alguna manera, no encontrarán suficiente de ti para meter en una celda.
Da media vuelta con brusquedad, sus puños aún cerrados, y sale del callejón, dejando a Robert roto y ensangrentado en el frío pavimento.
🧸🍯🧸
El suave zumbido del motor del coche se apaga cuando Louis entra en el camino de entrada, sus manos aún aferradas con fuerza al volante. Sus nudillos duelen, las magulladuras del enfrentamiento palpitando, pero el dolor apenas se registra. Su mente sigue zumbando por la llamada de Adrian minutos antes.
-Todo está hecho -había dicho Adrian, su voz tan tranquila y profesional como siempre-. Robert está en el hospital. Le rompiste un par de costillas, le destrozaste la nariz y.... bueno, podría perder un ojo. Su madre lo llevó allí, completamente ajena a todo. Honestamente, parecía sorprendida cuando los policías mencionaron el posible laboratorio de drogas en su sótano. Aunque ni siquiera está intentando negarlo. Supongo que sabe exactamente qué clase de hombre tiene por hijo.
Louis había emitido un leve murmullo de reconocimiento, su garganta demasiado apretada para formar palabras.
-Aparentemente, está pidiendo rehabilitación en lugar de prisión, alegando que él necesita tratamiento para sus adicciones -había continuado Adrian, con un matiz de diversión seca en su tono-. Pero seamos realistas; buena suerte con eso. Las acusaciones en su contra son sólidas, y la policía ya está vigilando su habitación. Es solo cuestión de tiempo antes de que vuelva tras las rejas. Te avisaré cuando suceda.
-Gracias -había dicho Louis en voz baja, su tono cargado tanto de alivio como de agotamiento.
-Cuando quieras -había respondido Adrian antes de colgar.
Ahora, sentado en la quietud del camino de entrada, Louis respira hondo. El peso que ha estado cargando durante horas -que honestamente se sentía como meses- se siente más ligero. Saber que Robert está fuera de la vida de Harry para siempre le llena de una sensación de paz que no había sentido en mucho tiempo.
Sale del coche, el aire fresco de la noche rozando su piel. Pasada la medianoche, la casa está envuelta en una reconfortante oscuridad mientras abre la puerta principal y entra en silencio. Se quita los zapatos, cuidando no hacer ruido, y echa un último vistazo a su teléfono antes de subir las escaleras.
La escena que lo recibe en el dormitorio lo detiene en seco.
Harry y Andy están acurrucados juntos en el centro del nido, un cuadro de pura serenidad. Andy está acurrucado fuertemente contra el pecho de Harry, su pequeña mano enredada en los suaves rizos de Harry. Su peluche de Winnie Pooh está metido bajo su brazo, y el lobo de peluche descansa cómodo contra el costado de Harry.
El rostro de Harry, iluminado tenuemente por el suave resplandor de la luz nocturna, se ve en paz, sus facciones relajadas en el sueño. Sus pestañas proyectan sombras delicadas sobre sus mejillas, y sus labios están ligeramente entreabiertos mientras respira profundamente.
El pecho de Louis se llena, sus instintos de alfa surgiendo con calidez y protección. Esta es su familia, su hogar.
Moviéndose lo más silenciosamente posible, se dirige al baño, despojándose de la ropa manchada de sangre y metiéndola en una bolsa de lavandería. Lo último que quiere es que Andy vea evidencia de los eventos de esa noche.
El chorro de la ducha está caliente contra su piel, lavando el persistente olor a alcohol, sudor y sangre. Se frota los nudillos con cuidado, haciendo una mueca cuando el jabón pica en la piel en carne viva. A pesar de la molestia, el acto se siente purificador, como si estuviera eliminando los últimos vestigios de la presencia de Robert en sus vidas.
Una vez limpio, se seca, se pone unos pantalones cortos de algodón suaves y una camiseta, y regresa al dormitorio de puntillas. El nido parece irradiar calidez y amor, los aromas de su omega y su cachorro envolviéndolo como una manta reconfortante.
Se desliza con cuidado en el nido, acomodándose detrás de Harry y presionando un beso suave en la nuca. Harry se mueve ligeramente, un murmullo somnoliento escapando de sus labios, pero no se despierta. El brazo de Louis envuelve a ambos, su mano descansando suavemente en la espalda de Andy.
Finalmente, Louis se siente completamente en paz. Los horrores del pasado quedan atrás, y el futuro se extiende ante él, brillante y lleno de promesas.
Cuando sus ojos se cierran, el ritmo tranquilizador de las respiraciones de Harry y Andy lo arrulla hacia un sueño profundo y sin sueños, con el corazón lleno y su familia segura en sus brazos.
🧸🍯🧸
Notita: Al finnn, sentía que esperaban mucho este momento así que justo por eso le dedique un capítulo solito a esto. Espero les haya gustado, oigan, pregunta random, ¿ustedes cómo se imaginaban a Robert? Honestamente, en mi mente (y mientras lo escribía) siempre me lo imaginé como Tom Hardy (cuando trae el look rapado y de malote) porque el hombre en la vida real en un amor jaja; pero déjenme sus comentarios, me causa curiosidad saber cómo se imaginaban a un personaje tan despreciable.
Y en otras cositas, ¡Kiwi ya va a terminar! Le quedan menos de 5 actualizaciones (ya con epílogo incluido). Y bueno, aún faltan unos cuantos detallitos que -espero- amen mucho, y que también -espero- les sorprendan. ¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top