Pov Narradora.

Acababa de llegar de una misión y estaba dispuesto a ir a dormir cuando escuchó unos disparos a las afueras de la mansión, rápidamente tomó su revólver ya cargado y unas cuantas municiones.

Corrió por un pasillo largo y ancho, adornado de cuadros que costaban una fortuna. Llegó hasta la entrega de su mansión y en la gran entrada vio a varios de sus hombres en posición atacando ya a todo los enemigos que veían.

Algunos se escondían detrás de ma gran fuente en medio y otros detrás de algunos de los autos blindados que habías aparcados ahí o en algunos árboles.

Disparó a dos hombres encapuchados que le estaban disparando y corrió hacia dónde estaba uno de sus hombres de confianza.

—¿¡Jk, cómo pasó todo esto!? — Preguntó disparando a unos cuantos hombres que querían acercarse a ellos.

Vió como dos de sus hombres caían muertos al suelo y bufó. Tendría que entrenarlos mejor haber si para la próxima balacera duraban más tiempo vivos o siquiera sin ninguna herida.

—¡Al parecer hay algún infiltrado! —Gritó ya que se voz no se escuchaba bien por el ruido de los disparos y los gritos de dolor que soltaban algunos hombres al ser heridos.

— ¿¡Qué!? —Ya furioso de que descubrieran donde estaba la mansión disparó a todo aquel que no fuera de su mafia, habían despertado la furia del mismísimo Kitty Gang.

No les tomó mucho tiempo acabar con sus adversarios, ya que al parecer eran novatos, por eso apenas terminaron de matar a todos los que atacaron la mansión, mandó a llamar a su oficina a alguno de sus hombres de confianza.

—Bien, que alguien me explique como fue que esos hombres llegaron a la mansión y como no supieron antes que había un infiltrado. —Habló firme desde su escritorio intimidando a todos los presentes.

—No sabemos señor, nadie aquí se atrevería a meterse con usted y su mafia. —Habló DaHye.

—Tenemos que descubrir quienes eran y que querían. —Habló ya irritado. —Estoy seguro que querían algo más que robar.

En ese momento tocaron la puerta y cuando su jefe soltó un fuerte e irritado "pase" entró un chico alto de cabello castaño.

— ¿Que pasó Kai?

—Hay un hombre que sobrevivió. —Habló captando la atención de todos los presentes. —Estaba bien escondido el muy imbécil. Ahora está encerrado en la sala de tortura y tenía esto. —Le entregó una nota escrita con carácteres chinos.

"Esto apenas comienza mi pequeño gatito, te voy a quitar a todos los que amas uno por uno y no podrás hacer más que mirar. Cuida a tus amiguitos, voy a empezar por ellos."

Frustrado estrujó y luego lanzó el papel al suelo. Todos los años ocurría de todo en esa mafia menos eso que estaba pasando ahora. Dió la orden a Taehyung y a Heize de que lo acompañaran a ver al hombre que estaban por torturar.

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Cuando entraron el asqueroso olor a la sangre les llegó a sus fosas nasales logrando que V y Heize hicieran una leve mueca. Por más años que estuvieran en ese mundo no se acostumbraban a ese apestoso olor, al único que no le molestó fue a Jimin, quién siguió caminando como si delante de él no hubiera un hombre lleno de heridas y raspones, que estaba a un paso de perder la consciencia. Siguió caminando hasta llegar al frente del hombre, jugando con su arma y su mirada fija en el desconocido.

La habitación en la que de encontraban estaba hecha un desastre. En una esquina habían varias herramientas de tortura, el suelo tenía manchas de sangre que se fueron acumulando con el tiempo, cadenas Jn poco oxidadas colgaban del techo de la habitación y gotas caían de ellas, hace unas horas atrás habían estado torturando a alguien y las gotas de sangre seguían sin secarse. Habían varios charcos de agua debido a la humedad y la pintura se estaba callendo casi por completo. En medio de la habitación estaba una silla de metal donde se encontraba encadenado el hombre.

—Bien, empieza a hablar. —Dijo metiéndose una paleta de fresa en la boca.

—H-hijo de... pu-uta. —Escupió, haciendo que Kitty sonriera al ver la valentía que tenía, no le duraría mucho.

El hombre casi no podía hablar por los fuertes dolores que tenía en todo el cuerpo, provocado por los golpes que le dieron anteriormente.

—Bueno, será por las malas entonces. —Dijo desinteresado, sacó su cuchilla favorita, rosa con pegatinas de Kitty, listo para empezar a cortar su piel.

—¿Quien los mandó? —Comenzó a jugar con la navaja como si de un juguete se tratase.

—Púd-drete, K-kitty. —El herido sintió como le clavaban la cuchilla en la pierna derecha derecha.

Kitty en esos momentos estaba más que furioso por varios motivos, así que no iba a aguantar que un estúpido masoquista se saliera con la suya.

Continuó dando cortes no muy profundos por todo su cuerpo evitando tocar alguna zona vital. Sacó varios gritos de dolor de parte del contrario y muy pronto las súplicas comenzaron haciendo que Kitty sonriera. Ese viejo no aguantó casi nada el dolor.

—Ahora sí, dime quien te mando. —Su voz se endureció dándole escalofríos a los presentes en esa habitación.

—F-fue Taem-min. —Jimin sorió sabiendo quien sería su próxima víctima.

El maldito de Taemin no de escaparía esa vez. Le había perdonado que tratara de robar su cargamento de cocaína, pero no le permitiría que fuera a su propia casa y matara a sus hombres.

— ¿Cómo supieron dónde estaba la mansión? —Él sabía que podría haber un infiltrado, pero quería confirmar sus sospechas.

—... —Se negaba a contestar, haciendo que Kitty se irrita más.

—¡Contesta! —Su grito hizo saltar en su lugar al hombre frente a él.

—No lo s-sé... yo sólo... sólo sigo órd-denes. —Jimin asintió, sabia que ese tipo era otro peón de este juego entre mafias por alcanzar la cima en el mercado negro.

— Hagan con él lo que quiera. —Le dijo a V y a Heize.

Salió sonriendo del cuarto por escuchar los gritos y súplicas del maldito que ahí se encontraba. Esa noche sería más larga de lo que esperó.

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Pov Narradora.

—¿¡Rm, qué está pasando!?

Un chico pálido de cabello negro y mirada felina se encontraba a las afueras del banco de Seúl disparándole a varios hombres que lo estaban atacando a él y a su pandilla. Ellos habían ido a robar cuando se encontraron con la sorpresa de que habían tres o cuatro camionetas blindadas esperándolos afuera. De ellas salieron más de 20 hombres con un mismo objetivo: Matarlos.

La oscura noche no los dejaba de bien. Por los alrededores no había ningún peatón que pudiera ser espectador de lo que estaba pasando ya que eran como las dos de la mañana. Las cámaras del banco las había hackeado Hoseok para no ser descubiertos en el acto.

—¡Es una emboscada!

—¡Llama a Jackson y dile que traiga la camioneta! —Disparó a dos hombres en medio del pecho. Habían salido de su escondite buscando acercarse a ellos. —¡Yo te cubro!

NamJoon llamó a Jackson diciéndole que fuera a buscarlos en la parte trasera del Banco. No se esperaban que algo como eso estuviera pasando. Creían que en eso tenía mucho que ver el hijo de puta de Taemin.

Cuando Jackson llegó se montaron rápido en la camioneta saliendo de ahí lo más pronto posible. No querían salir muertos o heridos de esa emboscada.

Ninguno entendía como es que los hombres de Taemin sabían que iban a robar en el banco, no tenía sentido, ni siquiera sus hombres lo sabían. Ahí había algo raro y AgustD lo iba a descubrir sea como sea. Nadie que tratara de tomarle el pelo saldría con vida.

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