III. Pink p.2

No se si le sgustaria la historia Narry y Zosh de este nuevo pryecto.
Comenta si quieres otra historia con cualquiera de las dos parejas.

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La pantalla frente a él e encontraba muy poco iluminada dejando a la vista a penas de un abdomen y pierna cubiertos por un pantalla formal negro y una camiseta de manga larga blanca.

-¿Daddy?-el suave susurró del castaño provocó una oleada de lujuria el más grande-¿Vas a acercarte?-repitió la misma pregunta que hace todas las noches desde hace cuatro meses que comenzó a visitar la página y obtuvo a su Daddy.

El hombre al otro lado alzó su mano izquierda y con un dedo negó.

El castaño suspiro.

En todo ese tiempo jamás logró ver la cara de su dueño.

-¿Te gusta como me veo, Daddy?-preguntó el castaño de ojos azules jugando con el borde de su falda rosa y con una sonrisa en sus labios.

-Si, gatito-pudo escuchar el castaño.

Eso era todo lo que el castaño de ojos azules había logrado en cuatro meses.

Convencer a su Daddy que le hablará en lugar de sólo mandar las ordenes por la sección de mensajes de la página.

-Me alegro, Daddy-dijo el castaño con una risita.

*Reproduce la canción*

-Ahora, bebé-la gruesa y hermosa voz de su Daddy habló-. Abre esas bonitas y dulces piernitas par mi-pidió el hombre al otro lado mientras soltaba los botones de su camiseta al igual que los dos botones que apricionaban sus muñecas.

El catsaño con un asentimiento se recargo contra su pared, igual blanca, alejándose un poco de su laptop y acatando la orden de su Daddy revelando unas bonita bragas de encaje igual de color rosa.

-Que bonito bebé-hablo ronco el hombre-. Tócate para mi, bebé-pidió la voz ronca.

El bonito castaño, con un leve sonrojo, bajo su pequeña mano hacia su entrepernia notando el pequeño bulto que ahí se formaba.
Soltando un pequeño jadeo recargo con cuidado su cabeza contra la pared cerrando los ojos disfrutando de la deliciosa sensación que sus propios dedos causaban.

-¿Te gusta, gatito?-la gruesa voz preguntó mientras los ojos castaños tras la pantalla disfrutaban del la agradable vista que el castaño le daba.

-D-daddy-el suave gemido que salio de entre los labios del castaño de ojos azules provocaron un gruñido del hombre tras la pantalla.

-Sacate esas bragas, bebé-pidió el hombre-. Y enseñame ese bonito culo tuyo-pidió.

El castaño asintió y abrió sus ojos acatando la orden del hombre.

-¿Te gusta, Daddy?-preguntó el ojiazul con un ligero cantoneo de cadera y un jadeo al terminar de hablar.

-Me encanta, nene-aceptó el hombre-. Date placer, mi amor-pidió.

El castaño dio una mirada a la pantalla y vio como la han mano su tanto deseaba que lo tocará, se autocomplacia sin ningún pudor.

Sin apartar la mirada, el castaño de ojos azules llevo tres de sus dedos a su boca empapando los mismos de su saliva para poder lubricar su entrada.

Y con un gemido, el delgado dedo invadió la apretada entrada comenzando un vaivén, que para el castaño de bonitos ojos, era la gloria misma.

Y uno a uno, los dedos húmedos del castaño se fueron añadiendo a la entrada logrando que los gemidos fueron abandonados desde la garganta del catsaño el cual sólo podía pedir por más.

-D-Da-addy-chillaba con cada golpe que daban sus dedos contra su entrada.

-Tócate, gatito-ordenó el hombre sintiendo su propio placer en casa palabra.

El castaño son dejar de penetrar su entrada comenzó a tocar su pene erecto soltando cada vez gemidos más altos.

-¡Daddy!-chillaba cada que la punta de sus dedos tocaba su punto dulce.

-Correte, bebé-pidió el hombre.

Y el castaño abriendo sus ojos miró la pantall por enzima de su hombro viendo como su Daddy seguía masturbandose con fuerza.

Y tuvo suficiente.

El catsaño de ojos bonitos se corrio sobre su mano y parte de su colcha manchando un poco su bonita falda nueva.

-Como siempre, tan obediente, gatito-felicitó el mayor mientrs del castaño sacando sus entumecidos dedos de su interior.

-Gracias, Daddy-el castaño sonrió el castaño a la camara

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