Duelo

<<<<<Reglas de un depredador: Aísla a tu presa>>>>>>


—¡No! ¡Paren por favor, paren!

Aerum gritaba con terror, levantándose de manera violenta, miro la oscuridad de su habitación y trato de abrazarse así misma pero el yeso en su mano se lo impedía, se sentía aterrada en medio de una cama en la cual siempre había estado cómoda, la soledad que la invadía jamás la había sentido, sus manos temblaban y sentía el sudor recorrer su espalda, no podía dejar de ver a Jimin lleno de sangre en el piso.

Después de la muerte de sus padres se había acostumbrado a vivir sola y sobrellevar las cosas, aunque no fue fácil logro mantenerse estable mentalmente, pero esto es diferente, la soledad la estaba consumiendo, se sentía acechada, se sentía insegura en su propia casa.

Miro el reloj en su mesita de noche e iba a dar las dos de la mañana, esta semana no había logrado dormir cuatro horas seguidas, siempre se despertaba con horribles pesadillas, no pudo asistir al funeral de Jimin porque sentía culpa, solo pudo mandar las condolencias usando de excusa que no estaba físicamente bien. Namjoon trataba de ayudarla con sus comidas, pero el apetito no aparecía, no se había acercado a la cocina, incluso hacer el examen para el ingreso de la facultad de gastronomía le costó demasiado trabajo.

Aerum se apagaba y Namjoon lo sabía.

Después de dar vueltas en su cama se fue a la ducha cubriendo su yeso para poder estar bajo la regadera un rato, esperando que el cansancio se fuera. Se vistió con solo un vestido de algodón rosa pálido, no llevaba sostén pues le resultaba un poco complicado colocarlo con la mano lastimada, pero no le incomodaba andar así.

Apenas iban a ser las seis de la mañana, cuando escucho que su puerta se abrió, ella cepillaba su cabellera castaña en el sofá, no se había tomado la molestia de secarse el cabello así que la humedad de su cabello mojaba la parte de enfrente del vestido, Namjoon la observo un momento, su mirada estaba perdida en la nada mientras pasaba el cepillo una y otra vez, se acerco hasta a ella hincándose para tomarle la mano.

—Aerum —la chica lo miro —basta cariño, por favor detente.

—Nam —sus ojeras estaban tan marcadas que dolía verlas —¿A qué horas llegaste?

—¿Has comido algo? ¿Siquiera has dormido un poco?

—No puedo, intento dormir, mi cuerpo se siente cansado, pero no puedo hacerlo, cada que cierro los ojos yo puedo verlo Nam.

Se levanto para tomarla en brazos, la cargo con cuidado mientras ella lloraba, de el bolsillo saco una pequeña jeringa, la cual inyecto en el muslo de la joven, esta reacciono mirando a los ojos del moreno.

—Necesito que duermas un poco, esto te ayudara, aquí me quedare todo el tiempo.

Sus ojos se fueron cerrando de manera inmediata, su cuerpo se desvaneció en los brazos de Namjoon, este la recostó en su cama, le cambio el vestido húmedo por otro seco, fue directo a la cocina y se dispuso a preparar algo de comer para cuando ella despertara. No sabia que hacer para que ella volviera, nunca se había topado nada así, al menos si paso nunca le importo. El dolor ajeno no esta dentro de su tolerancia, así que verla en ese estado era confuso, no se sentía culpable, se sentía molesto, porque ella reacciono de esa manera.

¿Tal vez el joven debió vivir?

Era la primera vez que dudaba de una orden, había visto madres llorar por sus hijos muertos por sus manos, hombres sufrir por la perdida de un ser querido, pero nunca sintió nada, hasta ahora.

Un par de horas después escucho un ruido en la habitación, se alerto al ver a la chica en el suelo.

—Creo que me levante muy rápido.

Fue a ayudarla a incorporarse, la tomo de la cintura, para llevarla hasta la barra de la cocina donde la acomodo.

—El somnífero tardara en salir de tu sistema, por lo pronto debes comer algo, aunque no tengas hambre, me acompañaras fuera.

—¿No tienes trabajo?

—En este momento no hay nada mas importante que tú, así que no pensaras en mi trabajo —le acerco un plato de estofado de tofu —solo es un poco, con la mitad de una porción será suficiente.

—Lamento estar siendo una carga.

Namjoon se le acerco para quedar a la altura de su frente.

—No lo eres, jamás lo serás —la besa un poco — ya no estás sola Aerum.

—Voy a esforzarme un poco, solo prométeme que no me dejaras, tu no lo harás.

—Lo prometo.

La ayudo a comer, para después ponerle una chaqueta larga, le acomodo el cabello y salieron del departamento, no le dijo a donde irían, después de conducir por menos de una hora llegaron a un cementerio, Aerum estaba confundida miro la mano de Namjoon que se extendía para ayudarla a bajar del auto. Empezó a temblar mientras caminaban, apretaba el agarre de la mano del moreno como si se fuera a caer, su corazón le latía rápido y al entrar al lugar donde las urnas descansabas empezó a marearse, su respiración se hizo errática nublándose su vista.

Sintió que la tomaron de los hombros, escucho la voz de Namjoon en su oído.

—Respira, estas teniendo un ataque de pánico —la abrazo por la cintura —los padres de Jimin me pidieron que te trajera aquí, ellos querían que te dijera que no dejes de visitarlo, que sigas siendo su amiga, recuerda lo bueno, recuérdalo feliz.

—No pude ayudarlo —su voz era débil —no pude hacer nada.

—Él te protegió, estas bien, y es lo que él quería, ahora mantente estable, sigue viviendo.

La dejo llorar un rato hasta que se tranquilizó, de regreso al auto seguían de la mano, Aerum miro a Namjoon sin saber que decir, solo sabia que estaba enamorada de ese hombre, ya en el auto sintiéndose mas calmada, Namjoon la observo un minuto.

—Te llevare a casa para que descanses un poco, mañana saldremos de nuevo.

—Me da miedo ir a casa.

—¿Te gustaría ir a la mía? —la tomo del rostro —puedes quedarte cuanto desees.

El departamento de Namjoon no era lo que esperaba, sabia que ganaba bien, pero no se imaginaba en el lugar donde vivía, podría decirse que tenia todo un piso del edificio para el solo, cuando las puertas del elevador se abrieron, lo primero que observo fue la vista de la ciudad, toda la pared de enfrente era una ventana, la sala estaba al entrar fácilmente su departamento abarcaba solo ese espacio.

El tomo de la mano llevándola a unas puertas blancas, donde daba la entrada de la recamara del moreno, todo el lugar estaba con una gran iluminación, la cama era enorme y mullida acomodada perfectamente, todo el orden que había en esa habitación le sorprendía.

—El baño esta tras esa puerta—le señalo una puerta negra— después de la sala esta la cocina y el comedor, tengo una habitación extra al final del pasillo, pero no te quedaras ahí, dormirás conmigo en mi cama —beso su frente —mañana podrás explorar el lugar todo lo que desees.

—El lugar parece nuevo.

—Parece, es una de mis propiedades, me gusta tener un espacio en diferentes zonas de la ciudad, me evita el trafico si tengo que asistir a alguno de mis negocios, o junta en algún lado.

Aerum se paseo hacia lo que parecía un armario, Namjoon le abrió la puerta mostrando el interior, no había mucha ropa ahí, pero si tenia lo necesario para que la chica no se diera cuenta que en realidad había comprado el lugar hace unos días.

—Creo que con una de mis camisas te servirá de algún pijama, eres pequeña —le paso una de las camisas —mañana saldremos de compras, no tengo comida en mi alacena, suelo comer fuera.

—¿Namjoon?

—Dime.

—Graciaspor ser tan maravilloso.

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