ix. || my brother is an idiot
🪷⠀09. ▍MI HERMANO ES UN IDIOTA
⡽© finnickg1rl⠀⨳⠀
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──Nos están mirando. ──Mencionó Grover con visible incomodidad. Él, Dorian y Annabeth estaban siendo observados por tres ancianas mientras se encontraban a fuera del templo de Atenea.
Bomberos y policías se encontraban en el lugar luego de que Dorian provocase disturbio al encender la alarma de seguridad contra incendios, pero no era del todo mentira; humo salía del mismo arco totalmente destruido.
──Deberíamos irnos, ¿no creen? ──Entonces aquellas abuelas cortaron un pedazo de lana azul. ──No dejan de ver hacía acá.
Dorian no sabía si en realidad se refería a las viejas mujeres o a las mismas autoridades. Suspiró fuertemente llamando la atención de sus amigos.
« Bien, busquemos a Percy »
──¿Ah? ──Respondió Annabeth confundida. La chica miró a Grover, quien miraba a Dorian.
──¿Le colocaste una seña personal a Percy? ──Preguntó el sátiro al hijo de Hera.
« Era muy agotador deletrear su nombre », se excusó el pelinegro.
Grover tenía su propia seña, Annabeth también e incluso Luke. Dorian los "bautizó" con una dependiendo netamente de su característica más relevante (física o psicológica) y por supuesto, la inicial de su nombre.
──Bueno, seguramente él esté...
« No está muerto, Grover »
──¡Percy!
──¡Percy!
Empezaron a buscar al hijo de Poseidón cerca de la orilla del río. Para su buena suerte, Percy estaba ahí, subiendo con ayuda de las barandas de acero que resguardaban el lugar.
──Hola. Miren, lamento haberlos empujado por las escaleras. Hasta escucharme decir eso suena muy mal pero yo... Sabía que no estarían de acuerdo y no había suficiente tiempo para... ──Percy fue interrumpido por Dorian, quien corrió a abrazarlo con una sonrisa.
El pelinegro suspiró de alivio y su cuerpo que antes estaba tenso, se relajó por completo.
El rubio no se quedó atrás. Antes era un manejo de nervios, todavía los sentía, pero sabía que cualquier peligro de morir se había esfumado cuando sintió como los brazos de Dorian lo rodearon. Fue muy reconfortante para él nuevamente sentir las mariposas en el estómago que el hijo de Hera le provocaba, eso quería decir que aún no estaba muerto y podía darse el lujo de disfrutar esas pequeñas muestras de afecto.
Estar al borde de la muerte le recordó la importancia de la misión, salvar a su madre. Y agregó un motivo más, acercarse a Dorian; aún le faltaba demostrarle todo el encanto Jackson que tenía dentro.
──No estás tan muerto como pensé. ──Admitió el sátiro arruinando el momento para Percy y causandole una pequeña risa a la hija de Atenea. ──Bueno, ¿qué pasó?
──Versión corta, tenemos que ir a Santa Mónica. Mi padre va a verme allá y nos ayudará.
──Bueno, solo hay un problema con ese plan. La policía piensa que estrellamos un tren de Amtrak y qu luego hicimos eso. ──Grover señaló el arco de Atenea destruido. Y en parte, si había sido la culpa de ellos.
──¿La policía nos busca? ¿Eso no nos dificultará subirnos a un tren? ¿O a un autobús? ¿O cualquier cosa que use boletos?
──Oigan. ──Llamó la atención Percy a sus amigos. Los cuatro se encontraban caminando en medio de una carretera desierta. ──Creo que esta misión podría ser más difícil de lo que creí. Estuve pensando... Yo no robé el rayo maestro, ustedes no lo robaron y estamos seguros de que Hades lo tiene, pero no pudo haberlo robado él mismo. O sea, ni siquiera sabemos quién lo robó o por qué o cuán léjos llega esto.
Grover, Annabeth y Dorian le miraron con una expresión que solamente quería decir "¿recién te das cuenta?".
──¿Fui el último en darme cuenta de eso?
──Sí.
──Okay, bueno. Quizás cuando empezamos no estaba tan involucrado en esto, pero después del río... Algo se empezó a sentir diferente.
Dorian se preguntó si en realidad ha sido así para todos, no de detuvo a pensar en ello. Es decir, él se empezó a sentir totalmente diferente después de la visita de Medusa y aún más confundido con las palabras de Equidna; tenía el presentimiento de que pronto todo estaría en su lugar. De todas formas, ¿Annabeth y Grover se sentirán así?
──Él me salvó, mi padre... Es que nunca imaginé que él podría salvarme.
¡Hera! Otro cabo suelto. El pelinegro no sabía porque un día su padre había simplemente decidido dejarlo en aquel Campamento, y no supo de su madre divina aún después de haberlo reclamado. El chico se alegraba de que Percy hubiese recibido señales de su padre luego de haberlo reclamado frente a todos, al parecer Hera y Poseidón no eran iguales.
Tal vez si el Oráculo le otorgase una misión, Hera estaría junto a él. O tal vez no y como Atenea lo abandonaría al igual que Annabeth. O simplemente su destino es desparecer mil años tal y como Pan.
Definitivamente debía dejar de sobre pensar porque las palabras "los dioses son crueles" volvían a su cabeza nuevamente.
──¡Dorian, ven! ──Annabeth le llamó sacándole de sus pensamientos. Una motocicleta se acercaba y era hora de esconderse a un lado del camino.
──Lo que digo es que no solo hay que recuperar el rayo, también debemos der detectives. ──Dijo Percy continuando la charla sobre el rayo. ──Oye, ¿estás bien? ──Preguntó dirigiéndose a Dorian. ──Has estado actuando raro desde que empezamos a caminar.
El pelinegro solo atinó a sonreír tratando de tranquilizar a sus amigos, no sabría decir si en realidad funcionó ya que, la motocicleta se estacionó detrás de ellos. Y una voz masculina se escuchó.
──¿Quieren ayuda? ──Preguntó aquel hombre.
──¿Disculpe? ──Exclamó Grover.
──Pregunté que si querían ayuda, o me voy.
──No, no. Estamos bien. Aunque gracias por preguntar, adiós.
──No se ven muy bien.
──No queremos nada de usted. ──Aseguró Annabeth.
──¿Seguros? Porque están muy atrasados y papá está muy enojado contigo Dorian. ──Esa fue la gota que derramó el vaso para que los cuatro muchachos se pusieran de pie confundidos. ──Faltan unos días para el solsticio de verano y aunque me gustaría mucho que estalle una buena guerra, como su primo y hermano siento que tal vez los quiera ayudar.
──¿Primo? / ¿Hermano? ──Preguntaron Percy y Grover al mismo tiempo.
Annabeth y Dorian se vieron.
──Ares. ──Contestó la chica.
──Tú debes ser hija de Atenea. Siempre tienes que ser la más lista del grupo.
──¿Por qué nos ayudarías? ¿Cómo es que siquiera sabes lo que estamos haciendo?
──Porque estoy haciendo exactamente lo mismo que ustedes. Zeus envió a todos sus hijos a buscar el rayo maestro y... Miren tontos, tengo hambre y hay un restaurante algo decente en el camino. Si quieren mi ayuda, ahí estaré pero no pierdan el tiempo. No esperaré por siempre. ──Ares abrochó su casco y encendió su motocicleta. ──Espero que estés bien Dorian, ¡buena suerte buscando pareja!
Y simplemente el dios de la guerra se marchó.
──¿Ah? ¿Qué fue eso? ──Murmuró Percy confundido.
El atardecer se acercaba, era obvio solo con mirar el cielo y los cuatro por fin habían llegado al Restaurante Wheelz. En donde esperaban que Ares estuviera.
Unas risas escandalosas provenientes de una mesa en donde efectivamente, estaba el dios, hizo que los semidioses le reconocieran de inmediato. Por lo que se acercaron a él.
──Denme un segundo, voy a empezar una pelea en Twitter. ──Dijo como saludo. ──Nada me hace más feliz que una pelea a la antigua para ver arder el mundo. Ja, ¡listo! Entonces, su misión va a fracasar, pregunten como sé.
──No va a fracasar.
──Claro que sí. Para empezar... ──Ares mostró una entrevista de Internet en donde estaba el apestoso padrastro de Percy diciendo mentiras solo para dar lastima y conseguir dinero para un auto nuevo. ──Muy loco. El FBI ya está difundiendo tu foto.
──Voy a matarlo.
──Sabía que me caerías bien. La probabilidad de que ustedes tres tontos caminen a L.A. sin ser arrestados son casi nulas. ──Cada vez que Ares hablaba, era una tortura para el pelinegro. Ni esta o en otro universo tendría de hermano a un dios idiota.
──¿Entonces por qué estás aquí en lugar de buscar el rayo maestro? ──Cuestionó Annabeth. Tal vez su misión era provocarlo, Dorian sabía que eso sería peor.
──Aunque el rayo sea recuperado o no, Zeus tendrá una guerra con Poseidón. ──Aseguró Ares.
──El oráculo dijo que si devolvemos el rayo, no habrá una guerra. ──Contradijo Percy.
──¿Eso fue lo qué dijo o es lo que Quirón quiso interpretar? ──Comentó el mayor. ──Sí... Son nuevos en la familia así que los pondré al día de como funciona. Años antes de que yo naciera, mi abuelo Cronos se comió a mis tías y tíos. ¡Sí! Luego papá hizo que los vomitara, después lo cortó en un millón de pedazos y los arrojó a un pozo sin fondo. Eso marcó las pautas. Los dioses pelean, se traicionan y apuñalan por la espalda; empujamos a quien sea por la escaleras para avanzar y es por eso... ¡Que amo a mi familia! Mi padre sabe que no recuperará el rayo con misiones o búsquedas imposibles, entiende que una guerra se avecina. Creo que le parece bien porque el siente que es hora de una guerra, así que tendremos una.
Las palabras de Ares eran de alguna forma, idénticas a las de Medusa y Equidna. Claro que sin el amor a las guerras y traiciones de por medio. Es más algo extraño que un dios comparta esa filosofía con monstruos... sobrevivientes, como se llamasen. Dorian definitivamente creyó que la realidad de que los dioses eran crueles empezaba a convertirse en una verdad, su hermano no parecía del tipo que mentía. Aunque era una idiota.
──Completaremos la misión, evitaremos la guerra. Así que, ¿nos ofrecerás tu ayuda? ──Dijo Percy decidido.
──Bueno, aquí voy. ──Ares se rindió de persuadir al hijo de Poseidón. ──Hay un parque de diversiones no muy léjos. Dejé mi escudo ahí. Si lo traen de vuelta, yo los llevaré mañana al Inframundo para la hora del almuerzo junto a un plan para invadir el palacio de Hades.
──¿Dejaste tu escudo? ¿Se te olvidó en el carrusel? ──Bromeó Annabeth. Pero provocar al dios de la guerra nunca fue buena idea.
──La charla me pareció graciosa por un momento, pero me está cansando. ¿¡Tenemos un trato o voy a tener que matarlos para poder comer tranquilo!? ──El semblante de Ares se volvió tenebroso por un instante.
──De acuerdo. ──Aceptó Percy.
──¡Genial! ──Y volvió a ser el mismo. ──Una condición. Realmente necesito recuperar ese escudo, así que me quedaré con fos de ustedes como garantía de que no huirán.
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