E P Í L O G O





      Veinte años habían transcurrido desde aquel pacto infantil en la habitación de Eunji, pero para Eunji y Seojun, cada momento compartido había sido un capítulo en la construcción de una relación sólida y duradera. Ahora, con 39 años, Eunji se encontraba lista para dar un paso más en su vida junto a su fiel compañero.

      No había sido sencillo. Tanto Eunji como Seojun no pensaron que acabarían juntos, porque Eunji había pasado por demasiadas parejas, e incluso Seojun se había casado con una actriz coreana.

      Sin embargo, ninguna de las relaciones de Eunji funcionaron como ella quisiera, y el matrimonio de Seojun se enfrió tan rápido como había empezado aquella relación.

      —¿Nuevamente soltera?—se burló el Idol cuando vio a Eunji solitaria en uno de los bares que solía frecuentar.

     —¡Por dios, Seojun!—se quejó la pelinegra cuando brincó en su asiento por el susto—. Y tú como rayos sabes que-... sabes que, olvidalo—terminó diciendo al ver la estúpida sonrisa que le dedicaba el ahora castaño.

      —Es que literalmente tiene cara de "Acaban de cortar conmigo".

      Eunji miró con indignación hacia su amigo.

      —En primer lugar, fui yo quien cortó la relación.

      —¿Y en segundo lugar?

      El semblante de Eunji decayó.

      —Solo estaba conmigo por mi dinero.

      Seojun suspiró enojado.

      —Supongo que ahora entiendo porque los ricos siempre se comportaban mal en los dramas—Eunji lo miró como si estuviera loco—. ¿Qué? Lo digo porque todos parecen buscarme como buitres para dinero y fama.

      —¿Estás hablando de tu exesposa?

      —¡Agh! Ni me la recuerdas.

      Eunji rio mientras sobaba la espalda de Seojun. Había estado al tanto sobre ellos desde el escandalo del famoso divorcio. Solo pocos sabían lo que había provocado la verdadera ruptura.

      —¿Te acuerdas de la promesa estúpida que hicimos cuando éramos niños?—preguntó Eunji con desinterés, mientras llevaba el vaso de whisky a sus labios.

      —¿Cuál? Hicimos varias promesas de adolescentes, duende.

      —La de casarnos a los 40 si no teníamos pareja.

      —Ah—Eunji rio nuevamente ante la poca emoción en su amigo—. Pero aun no cumplimos 40. Además, los 35 son los nuevos 20, mujer.

      —Qué tontería ahora estas diciendo—rio la pelinegra.

      —Solo digo—se encogió de hombros el castaño—. Y a que viene ese tema. ¿Quieres casarte conmigo?—soltó coqueto.

      —Si tuviera otra opción no te lo pediría—Eunji rodó los ojos—. Hay que conocernos como pareja y si no funciona, no nos casaremos. Lo siento, pero yo no quiero divorciarme.

      —¡Pero de que hablas! ¡Si el divorcio es de lo más divertido!—soltó con sarcasmo Seojun.

      Habían pasado cuatro años desde esa charla en aquel bar. Ahora Eunji miraba el espejo, con el vestido de novia perfectamente ajustado, reflejando la radiante luz del sol de la mañana que se filtraba por la ventana.

     Su corazón latía con emoción contenida mientras repasaba mentalmente los recuerdos que la habían llevado hasta este momento.

      La empresa de su madre, aquella que había heredado con tanto esfuerzo y dedicación, ahora era suya por completo. Había logrado hacer crecer el legado familiar, transformándola en una exitosa compañía que destacaba en el mundo de los negocios. Y aunque el camino no había estado exento de desafíos y obstáculos, Eunji había demostrado una vez más su determinación y habilidad para superar cualquier adversidad.

      La figura de Seojun se reflejaba detrás de ella en el espejo, su rostro iluminado por una sonrisa llena de amor y orgullo. Habían compartido tantos momentos juntos a lo largo de los años, apoyándose mutuamente en cada paso del camino, a veces cerca, a veces a distancia. Ahora, estaban a punto de sellar su amor con el compromiso más sagrado.

     —Te ves increíblemente hermosa—murmuró Seojun, acercándose para rodearla con sus brazos. Su cálido aliento rozaba su cuello, enviando escalofríos de emoción por la espalda de Eunji.

      Eunji se giró hacia él, su mirada encontrándose con la de Seojun en el reflejo del espejo. En esos ojos oscuros encontró la misma devoción y amor que había visto desde el primer día que se dio cuenta que él era el indicado. Habían pasado por tanto juntos, y aún así, su conexión seguía siendo tan fuerte como siempre.

      —Gracias, mal intento de bad boy—respondió Eunji con una sonrisa, su corazón lleno de gratitud por tener a Seojun a su lado—. No puedo creer que finalmente estemos aquí, a punto de casarnos. Y todo gracias a una ridícula promesa.

      —Quien diría que acabaría con la duende más hermosa de pitufilandia.

      Con un suspiro de felicidad, Eunji rodó los ojos divertida, sintiendo un profundo sentido de paz y alegría en su interior. Habían superado tantas pruebas y tribulaciones para llegar a este momento, y ahora estaban listos para embarcarse en la próxima aventura de sus vidas, juntos y para siempre.

      Después de todo lo que ocurrió en el pasado, la vida de cada uno de los involucrados tomó caminos inesperados, llevándolos hacia destinos que nunca habían imaginado.

      Soojin y Jukyung, cuyas vidas estuvieron entrelazadas por tantos años, encontraron la felicidad juntas. Ni siquiera Eunjin ni Sooah hubieran previsto esa pareja. Después de graduarse de sus respectivas universidades, decidieron explorar nuevas oportunidades en Estados Unidos, donde pudieron vivir su amor sin barreras ni prejuicios. Se establecieron en una ciudad vibrante y diversa, donde pudieron ser auténticas y vivir plenamente como pareja.

      Suho, quien alguna vez fue el centro de atención de todas las chicas en la escuela, finalmente encontró el amor verdadero en una persona especial. Después de años de salir y construir una relación sólida, se casó con el amor de su vida. Ahora, disfruta de una vida feliz y plena junto a su esposa, compartiendo momentos de risas, apoyo mutuo y amor incondicional.

      —Sabes...—murmuró Eunji sobre los labios de Seojun, provocándolo—, no cambiaría nada de lo que pasó en mi vida para llegar a tu lado.

      —No puedo tomar este momento romántico cuando me hablas con esa voz tan lujuriosa—murmuró el hombre, alejando a su futura esposa para resistir a la tentación—. No queremos arruinar el maquillaje que hicieron los profesionales.

      —Oh...—la expresión decaída en Eunji no ablandó la decisión que había tomado Seojun de no besarla ni tomarla en ese momento—. Bueno, supongo que tendré que esperar hasta la luna de miel para que me folles.

      —¡Dios, Eunji!—exclamó Seojun mientras le tapaba la boca, agradecía que en aquella habitación solo estuvieran los dos—Ese vocabulario tuyo...—renegó.

      —¿De qué te enojas, mi amor? Si te gusta que te hable sucio cuando estamos en la cama.

      Eunji no había cambiado para nada.

      Seojun tampoco lo había hecho.

      Ambos seguían siendo ellos mismos. Solo que ahora serían esposo y esposa, y quien sabes... tal vez más adelante papás.

FIN























┎─────«❀»─────┒
¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
┖─────«❀»─────┚

¡Hola! Este es el final de esta historia

Si bien no fue con el protagonista que fue impuesto desde el principio, me gustó como terminó.

No me suele gustar mucho que las/los protagonistas perdonen a las personas que les hicieron daño con un simple "estoy arrepentido" o "lo siento, esto no volverá a ocurrir ". Así que fue como decidí que Eunji merecía a alguien mejor, alguien que no intentara manipularla

Y si, estoy consciente que Eunji al principio tenía una moralidad un poco cuestionable. Tengo que admitir que incluso a veces me caía super mal (y eso que yo la cree xd). Pero supongo que eso es lo que hace que el personaje sea más humano

En fin, les agradezco de corazón que hayan llegado hasta aquí y haberle dado una oportunidad a este fanfic

Tengo pensado futuros proyectos todavía con el drama "True beauty" un fanfic +18 con Seojun, y dos fanfic"tiernos" de Soojin y Suho

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top