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MÓNTAME
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      Eunji jamás había pensado que iba a empezar a trabajar demasiado joven. No creía que estaría vistiéndose formalmente a sus cortos 18 años para ir hacia la empresa que habían fundado los padres de su madre.

      Lamentablemente había tenido que tomar esa responsabilidad para que las acciones que tenía sobre la empresa no fueran a parar en manos de alguien ambicioso.

      Por eso, a medida que los días transcurrían en la empresa, Eunji se sumergía más en su papel de practicante. Dongsu continuaba siendo su guía desde que se presentó en la empresa, compartiendo su experiencia y conocimientos sobre el funcionamiento interno de la compañía. Se reunían regularmente para discutir proyectos —que a las justas y Eunji comprendían—, resolver dudas y abordar cualquier inquietud que Eunji pudiera tener.

      —Estás haciendo un progreso increíble, Eunji—halagó Dongsu a la adolescente—. Ya estás manejando tareas que, al principio, parecían desafiantes.

      —No lo habría logrado sin tu ayuda, Señor Koo—soltó Eunji, sonriendo con agradecimiento—. Todavía me sorprende todo esto, pero estoy aprendiendo mucho.

      Ser practicante de algo que no conocía, era duro; pero a medida que se acostumbraba a la rutina de la empresa, comenzó a conectar con otros empleados. La mayoría la recibió con los brazos abiertos, comprensivos de su situación y dispuestos a colaborar en su desarrollo profesional.

      En medio de su jornada laboral, Eunji descubría nuevas facetas de la empresa que no conocía. Desde las complejidades de las operaciones diarias hasta la importancia de las relaciones comerciales.

      En una ocasión, Dongsu la llevó a una reunión con otros ejecutivos, presentándola como parte fundamental del equipo que se uniría a la empresa años después de que acabara una carrera universitaria.

      —Has aprendido muy rápido para ser solo una estudiante de preparatoria—sonrió Dongsu—. Tu madre estaría orgullosa de verte aquí.

      Eunji asintió con gratitud, sabiendo que estaba cumpliendo con el legado de su madre de la mejor manera posible. Aunque el dolor de su pérdida nunca desaparecería por completo, encontrar un propósito en su trabajo le brindaba una sensación de realización.

      Siento que estoy más cerca de ti, mamá.

      Ahora podía comprender porque su madre no pasaba mucho tiempo en casa. Estar en la empresa era mucho más tranquilo que llegar a la casa que parecía un infierno en ese entonces.

      —Tal vez estudie una carrera de finanzas—murmuró Eunji hacia Dongsu.

      —O una carrera que se centre en la logística. He visto que eres buena para comprender esos temas.

      Eunji enrojeció ante el halago.

      —Tal vez.

      Las cortinas de su habitación se extendieron a causa del viento. El sol todavía no se había escondido, por lo que algunos rayos se infiltraban en la habitación.

      —Eunji, te necesito.

      La pareja se encontraba en la habitación de la chica, sentados en la cama. Eunji tenía una sonrisa de satisfacción cuando Suho se acercó a ella con deseo.

      —¿Qué tanto me necesitas, cariño?

      —Demasiado. Todo mi cuerpo arde por ti.

      Eunji agradecía que Nana se encontrara en el mercado y que Junjeon todavía no regresara de la universidad.

      Amaba estar a solas con su enamorado.

      —¿Entonces que esperas para comerme, cariño?

      Suho la empujó con delicadeza a la cama, haciéndola caer de espaldas para posicionarse encima de ella. Tomó sus caderas con fuerza y, si perder ni un segundo más, estampó sus labios para fundirlos en un beso desbordante de deseo, donde cada uno buscaba más del otro.

      —Suho...—jadeó excitada, sintiendo como inconscientemente el chico hacia movimientos contra su centro, haciéndola sentir el placer a través de la ropa.

      —Qui-quiero...—soltó Suho entre besos, no pudiendo terminar su oración ante el deseo.

      Eunji no tuvo que escuchar lo que quería su enamorado, pues era evidente como sus ojos gritaban: "Eunji, ven y móntame". Así que no tardó en cambiar de posición para que ella quedara arriba, dejando sus piernas a cada lado de sus caderas.

      —¿Querías esto, cariño?

      —Si.

      Suho se removió bajo su cuerpo, buscando más fricción entre sus intimidades. Eunji soltó una risita, para posteriormente elevar un poco sus caderas, alejándose del contacto.

      Suho soltó un quejido antes de notar que la chica solo lo hacía para hacer desaparecer la ropa de su cuerpo.

      —No seas berrinchudo—murmuró Eunji, viendo fijamente el rebote del miembro de Suho cuando lo liberó de su bóxer y pantalón—. El condón—pidió, y Suho se estiró para tomar el condón que había escondido bajo la almohada al llegar—. Al placer ya lo tenías planeado, pervertido.

      Las mejillas de Suho se encendieron en un color rosado, causando la ternura de Eunji.

      La pelinegra abrió el paquete con rapidez, no queriendo perder más el tiempo. Casi siempre hacia juegos previos, pero hoy día necesitaba a Suho penetrándola.

      Colocó el condón, acariciando el miembro de Suho con su mano a ya estar correctamente puesto.

      —Eunji~—se quejó Suho cuando su enamorada se levantó de su regazo.

      —Necesito quitarme la ropa—explicó con una sonrisa divertida.

      Se fue quitando la ropa, a lo que Suho aprovechó para retirar las otras prendas que no habían sido quitadas, como por ejemplo sus medias y su polo.

      —Ya—soltó Eunji, completamente desnuda y a merced de Suho.

      La chica nuevamente se subió a su regazo con la intención de frotar de nuevo sus intimidades, así podría utilizar su humedad como lubricante.

      —Eunji~—gimió Suho, llevando sus manos a las caderas de la chica para enterrar sus dedos con fuerza en aquella zona.

      Eunji gimió con satisfacción ante el dolor.

      —Si quieres algo, tienes que pedirlo, cariño—pronunció con su respiración agitada. Solo necesitaba que Suho le dijera que se sentase sobre su miembro y ella lo haría.

      —Métela—soltó el chico con los ojos cerras por el placer.

      Eunji no necesito escuchar dos veces para tomar el pene de Suho entre sus manos y acomodarlo de tal forma que la bajar sus caderas entrase en ella sin problema.

      Se dejó caer lentamente, torturando a Suho con tal acción. Apoyó ambas manos en el pecho del chico y se impulsó de sus rodillas para subir y bajar, dejándose llevar por la infinidad de sensaciones que provocaba tenerlo dentro.

      Suho gemía a su par, apretando las caderas de Eunji para ayudarla a subir y a bajar más rápido.

      —Mierda—jadeó Eunji cuando Suho siguió golpeando ese punto en su interior.

      Voy a venirme si sigue así.

      Suho llevó una de sus manos hacia uno de los pechos de Eunji, lo apretó y jugó un poco con su pezón para luego llevárselo a la boca.

      —¡Suho!

      El chico se separó del seno de su enamorada, dejando un hilo de saliva que conectaba sus labios hacia el pezón que se encontraba rojizo por la atención. Suho levantó su mirada para conectar con la de Eunji.

      —Estoy por ve-

      No pudo terminar su oración cuando Eunji se inclinó hacia adelante y estrelló sus labios contra los suyos. Suho le respondió con el mismo deseo, llevando una de sus manos hacia el trasero de Eunji, donde apretó y acarició el lugar.

      —Me encantas.

      La mente de Eunji quedó en blanco luego de las palabras de Suho, dejándose llevar por el arrasador orgasmo que atacó su cuerpo junto con los espasmos. Dejó caer su cuerpo sin fuerzas sobre el pecho de Suho, quien gimió roncamente, dando una última estocada para acabar dentro del condón.

      Después de eso, la habitación se llenó del sonoro ruido de sus respiraciones.

      —Tú también me encantas, Suho—pronunció una vez que pudo regular su respiración.

      Después de bañarse y coger nuevamente en la ducha, salieron de la habitación de la chica con los cabellos secos gracias a la secadora.

      Agradecieron que el tiempo les sobró cuando 15 minutos después ingresaban a la sala dos personas.

      Eunji sonrió cuando vio de quienes se trataban.

      —Suho—llamó a su enamorado para que dejara de mirar la televisión de la sala—, te presentaré a Junjeon Oppa y Nana. Ellos son muy especiales para mí.

      Suho dejó de observar la pantalla para mirar a Eunji y asentir.

      Antes de llegar a casa, madre e hijo se habían encontrado a un par de cuadras de casa, por lo que Junjeon ayudó a su madre con las bolsas de verduras. Jamás esperaron que al entrar a la casa fueran recibidos por Eunji y Suho.

      —Omo. Omo. Omo. ¿Qué está pasando aquí?—murmuró Junjeon, intercalando su mirada de Eunji a Suho.

      —Es él—murmuró Eunji.

      —¡Omo! ¡Es él!—exclamó la mujer mayor, saludando a Suho bajo la mirada confundida de su hijo.

      —¿Es él? ¿De qué me he perdido?—su madre lo codeó y le susurró en el odio—¡Oh, el enamorado!

      Eunji y Suho rieron.

      —Suho, esta es Nana, quien me ha cuidado desde que era pequeña—presentó Eunji, posicionándose al lado de la mujer mayor.

      —Encantada de conocerte, Suho.

      —El placer es todo mío, señora.

      Junjeon extendiendo la mano hacia el pelinegro, conservando su sonrisa amable.

      —Hola, Suho. Eunji me ha hablado mucho de ti—no era cierto, pero una mentirita no está de más.

      —El placer es mío, Junjeon. Eunji también me ha contado sobre ti—aquello si era verdad, pues había visto a Junjeon en la casa de la Eunji cuando su madre falleció. Preguntó por él, temiendo que fuera un pretendiente que podría quitarle a Eunji.

      Nana y Junjeon al fin pudieron conocer al muchacho que había logrado atravesar el corazón de piedra de Eunji. La mujer mayor estaba encantada con la personalidad del chico, tan tímido y educado.

      Pero había alguien que no estaba del todo convencido.

      Junjeon borró su sonrisa una vez que Eunji y Suho dejaron de observarlo. Al mayor no le gustaba como Suho miraba a la chica que consideraba su hermana. Podía reconocer aquella mirada, era la misma mirada del padre de Eunji cuando observaba a una mujer joven.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Eunji está empezando a trabajar. Eso le ayudará en el futuro

Eunji aún no se da cuenta que Suho la quiere solo para una cosa 😔✊️

Sin embargo, Junjeon se ha dado cuenta ni bien lo ha conocido. Una de dos, o es brujo o Suho es demasiado evidente.

Bueno, eso es todo. Espero que les ayuda gustado el capitulo

Pasen una bonita semana y cuídense ♡

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Este capítulo está dedicado a -renilvskoo

Gracias por comentar y votar en mi historia, hermosa 💖

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