012

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REUNIÓN FAMILIAR
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         Sentía que se volvía loca. Tenía dos deseos en su cabeza que eran totalmente contradictorios.

         El primero era estar lo bastante lejos de Suho para no incrementar los sentimientos que se estaba desarrollando en ambos. El segundo, estar en la cama rodeada por el pelinegro totalmente desnudo sobre ella.

         Dos deseos que le pedían dos cosas diferentes.

         —Deja de poner esa cara de perra dolida—y luego estaba su padre, la otra persona que también la volvía loca, pero de una forma totalmente diferente.

         —No se me apetece cambiar de cara—le refutó, totalmente cortante.

         Ambos estaban sentados en la mesa, totalmente separados el uno del otro, a pedido de su madre que se le había apetecido pasar un tiempo en familia y dejó de lado por un rato los deberes de su empresa.

         El sonido de tacones contra el piso hace que los dos levanten la mirada hacia su madre, quien baja por las escaleras que llevan hacia el segundo piso.

         —Ese traje te queda muy bien, madre—halagó Eunji el conjunto del pantalón de vestir marrón junto a una blusa fina blanca.

         —A tu mamá todo le sienta bien, hija—su padre se levanta de su asiento para ir al encuentro de su madre, alzándole el brazo para que se sostenga del él.

         Eunji quiere blanquear los ojos cuando sus progenitores se sonríen. Odia eso. Odia el simple hecho de vivir en una familia que aparenta ser perfecta de vez en cuando.

         Muestra una sonrisa hipócrita cuando su madre la observa desde el inicio de las escaleras, y se dice así misma que solo está ahí por ella.

         —Le diré a Nana que empiece a servir la cena—le dice su madre a su padre.

         —No te preocupes, mamá—la interrumpe antes de que su progenitora se separe de su papá—. Yo le aviso a Nana.

         Se para de su asiento y se pierde en el pasillo que la lleva a la cocina. En medio camino ya siente el aroma de la carne a la parrilla.

         —Aigoo, huele delicioso, Nana—adula ni bien entra—. Pero que tonterías digo, claro que va a oler delicioso si son tus hermosas manos quienes preparan nuestra cena.

         —¡Aigoo!—exclama la mujer mayor—Si usted fuera un joven, señorita, tendría a todas las chicas detrás de usted por las hermosas palabras que dedica.

         Eunji rio tiernamente ante las palabras de Nana. Ella más que nadie sabía que no necesitaba de una cosa colgando en sus piernas para que las chicas estuvieran detrás de ella.

         —¡Ah! Venía a decirte que mamá ya quiere que sirvas la cena.

         —Lo haré, pero corra ya a sentarse en la mesa para que empiece a hacer mi trabajo.

         Eunji no tuvo de otra que regresar al comedor, donde su madre reía por alguna tontería que había dicho su padre.

         —Eunji, siéntate a mi lado—le dijo su madre cuando ve que ella se ha alejado al extremo de la mesa para sentarse.

         —Mamá—gimotea en berrinche.

         —Por favor, Eunji—no lo dice con voz dura, sino con una tan dulce que se le es difícil refutar.

         La pelinegra suelta un suspiro y camina hacia donde se encuentra su madre y se termina sentando en frente de su padre para su mala suerte.

         —Me da gusto pasar tiempo en familia. Especialmente con mi bella esposa.

         Eunji aprieta sus manos en puños para no mostrar lo que verdaderamente siente cuando esas palabras abandonan los labios de su padre.

        ¿Pasar en familia? ¿Con su esposa? ¡Ese hombre prefiere pasar sus días entre las piernas de sus amantes que otra cosa!

         Pero no puede decir aquello. En vez de eso fuerza una sonrisa y termina diciendo lo siguiente:

         —Me alegra que tengas tiempo para pasarla con nosotros.

          La comida llega a ellos y con ello las adulaciones hipócritas.

         —Mamá—Eunji la llama sin levantar la mirada del trozo de carne que empezó a cortar—, estaba pensando en cambiarme de colegio en el próximo año.

         —¿Por qué, cariño?—su madre cuestiona preocupada—¿Está sucediendo algo en su colegio?

         —No es eso—se apresura a decir—. Solo quiero tener nuevas experiencias.

          —Seguro ya se aburrió de sus amistades, cariño—su padre interrumpe antes de que madre pueda decir algo—. De repente busca diversión en otra parte.

         Eunji se muerde la lengua para no insultar a su donador de esperma delante de su madre.

         —Solo deseo cambiarme de colegio, padre. No tiene nada que ver con lo que usted dice.

         —Mmm—la matriarca de la familia nota la tensión en su familia y busca la manera de eliminarlo—. Si es eso lo que deseas, hablaremos sobre las opciones este fin de semana, ¿te parece?—Eunji asiente con una sonrisa.

         Al menos la primera parte de su plan ya estaba hecha. Solo debía de seguir hasta el fin de año lejos de Suho hasta que se cambiara de colegio, porque no iba a permitir que el amor le haga añicos.

         Han Seojun había regresado a la escuela y había dado un buen espectáculo de chico malo con su moto.

         Al menos aquello había servido para que Suho dejara de perforarle la mirada durante las clases.

         Las clases habían pasado normales durante las primeras horas, lamentablemente todo se alteró cuando en el primer recreo una torta voló por el aula e impactó en el rostro de la chica nueva.

         Todo el mundo enloqueció, salieron detrás de la castaña que buscaba la manera de que nadie la siguiera y quitara el maquillaje que tenía en el rostro. Grande fue la sorpresa para todos cuando Suho se ofreció a ayudar a la nueva poniendo su sacó sobre su cabeza y llevándola a los baños para que se limpiara.

          Lamentablemente todo el contexto no lo pudo ver Eunji. Solo visualizó a Suho ayudando a la castaña embarrada de pastel cuando ella iba pasando por los sanitarios.

         —Que caballero—había murmurado cuando pasó por su lado con una sonrisa fría instalada en su rostro.

         Suho no cambió su mirada fría, pero recorrió con su mirada la silueta de Eunji de espaldas, sus ojos negros quedando más tiempo en las piernas blancas y tersas de la pelinegra. No fue hasta que Eunji desapareciera del pasillo que se dio cuenta de la presencia de Seojun.

         Ambos intercambiaron palabras duras que hicieron que Suho fuera quien se retirara. Sin embargo, Seojun se quedó curioso con la forma en la que el pelinegro había observado descaradamente a su compañera. El motociclista estaba seguro de que su ex-amigo no tenía esas miradas lascivas cuando dejó la escuela temporalmente.

         Mientras tanto, en otra parte del colegio, Aejoon se había acercado con cuidado hacia Eunji al verla sola, intentando romper el hielo y entablar una conversación.

         —¡Yah! ¡Eunji!—la llamó, y corrió hacia ella cuando la pelinegra se detuvo a mitad del pasillo para esperarlo.

         —¿Ocurre algo, Aejoon?—cuestionó la más bajo en un tono suave.

         —Nada malo—el pelinegro se acercó con una sonrisa—. ¿A tu salón la profesora de química ya les ha dejado un trabajo en grupo?—Eunji negó.

         —Todavía no.

         —Mmm. Ya veo.

         Aejoon se acercó aun más a ella con la intensión de ponerla nerviosa y de paso invitarla a una cita. Sin embargo, en un momento de torpeza, sin intención alguna de herirla, el chico la tocó ligeramente en el brazo.

        La reacción de Eunji fue inmediata y sorprendente ante las manos ajenas a su cuerpo. Dio un paso atrás, su expresión cambió de amable a una mirada de furia. Sin previo aviso, ella lanzó un golpe rápido y certero hacia Aejon, impactando en su hombro.

         —Nunca vuelvas a poner tus manos sobre mí—su voz, llena de frialdad, le advirtió que nunca más se atreviera a tocarla en su vida.

         Aejoon retrocedió, sorprendido y confundido por la reacción de la pelinegra. La había regado, se ha dado cuenta de ello. Intentó disculparse y explicar que no tenía malas intenciones, pero Eunji seguía enfurecida. Sus palabras eran cortantes y directas, dejando claro que su espacio personal era inviolable.

         El pelinegro, mientras sentía el dolor en su hombro por el golpe, decidió respetar la decisión de la más baja y darle espacio. Se alejó con una expresión de disculpa y vergüenza en el rostro.

         Eunji, por su parte, se quedó mirando al chico alejarse. Aunque su reacción pudo haber sido desproporcionada, había sido impulsada por una profunda necesidad de protegerse a sí misma. Odiaba que la tocaran personas que no fueran de su confianza después de lo ocurrido de la paliza que le dio su padre.

         Regresó de vuelta hacia el aula, donde la recibió Soojin.

         —¿Qué sucede?—le cuestionó la más alta.

         —Nada—respondió ella, hundiendo su cabeza en los pechos de su amiga.

         —¡Yah! ¡Deja de pegarte a mí!

         —Aigoo, bien que te gusta, cariño—un ligero tono rosa invadió el rostro de Soojin mientras alejaba a Eunji. Aunque en el fondo le gustaba el contacto de su cuerpo con Eunji.

         Suho, quien se encontraba sentado en su sitio, apretó la mandíbula al ver la interacción de las amigas. Cada vez veía más rara esa relación. ¿Será que Eunji lo cambió por Soojin? ¿Por ese motivo se había alejado de él?

         Chasqueó la lengua mientras se recargaba en el respaldar de su asiento y volteaba a mirar por la ventana. No tuvo que buscar otra forma de entretenerse cuando la profesora de química ingresó al aula.

         —Buenos días alumnos, hoy les traigo un hermoso trabajo en grupo—los estudiantes protestaron de inmediato mientras se sentaban en sus sitios—. ¡Yah! ¡El que reclame son cinco puntos menos en la nota final!—todo el salón guardo silencio—. Así me gusta.

         Los grupos eran formados con máximos tres integrantes y todo a criterio de la profesora.

         —Sooah, Hyungyu y Heejong—formó el primer grupo, y fue así grupo tras grupo hasta que nombraron su nombre—... Suho, Jukyung y Eunji.

         Seojun, quien se encontraba en la última fila de asientos, pudo observar como los hombros de Eunji se tensaban ante la mención de su nombre en el grupo formado.

         El motociclista ladeó su cabeza, sumamente curioso por el comportamiento de aquellos dos.

        ¿Qué problema tenían entre ambos?

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Preocupada porque Eunji busca cambiarse de colegio, pero feliz porque Suho y Eunji van a tener que estar juntos para hacer el trabajo 7v7

También esta el hecho de que Seojun ya apareció en esta línea temporal y está sospechando sobre la relación de esos dos

Se vienen cositas en el próximo capítulo

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Este capítulo está dedicado a patotective127

Gracias por comentar y votar en mi historia, hermosa 💖

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● Kriss-sama

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