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MAL DÍA
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         El sonido de su celular hace que se remueva entre las sábanas blancas de su suave cama. Y con los ojos aún cerrados, toqueteó la mesa de noche para agarrar su celular y contestar.

         —¿Si?

         —¿Puedes venir?

         Conocía claramente esa voz. En sí, pasaba mucho tiempo con esa persona como para no reconocerla.

         —En unos minutos estaré fuera de tu departamento—respondió mientras se tallaba los ojos somnolienta—. Te llamaré cuando llegue.

         —Okey, te estaré esperando.

         Eran las tres de la mañana en punto y Suho le había despertado para que vaya a dormir con él. Últimamente el chico estaba llamándola seguido en la madrugada para que acudiera a su departamento. A veces, estaba despierta y no tenía ningún problema en acudir a él, pero también había momentos donde se encontraba cansada y solo tenía ganas de tomar una larga siesta, como ahora.

         En un pequeño bolso metió la ropa que utilizaría mañana para ir al colegio y los productos que utilizaba para lavarse la cara.

         Cuando estuvo lista, pidió un taxi desde su celular y se encaminó hacia la salida para esperar su medio de transporte.

         No tenía de que preocuparse ese día. Su madre se había quedado en la empresa trabajando, y su padre ni siquiera notaría que se había ido. Así que no tenía que explicar a nadie que hacía saliendo en plena madrugada.

         Cuando salió del taxi y pagó al chófer, decidió llamar al chico. Sin embargo, no fue necesario, pues este se encontraba esperándola a fuera del edificio.

         —No debiste esperar aquí afuera—regañó dulcemente Eunji, sacándole una tierna sonrisa a Suho.

         —¿Y esperar a que te pase algo? Jamás.

         Ella rio—Amo que saques ese lado dulce conmigo—besó sus labios.

         Ojalá sea la única chica que pueda ver esta única faceta.

          —Entremos—soltó él al ver que Eunji solo tenía puesta su pijama—. No quiero que te enfermes por mi culpa.

           —Realmente me halaga que cuides tanto de mí, cariño—comentó mientras le daba el pequeño bolso que había traído.

         Cuando llegaron al departamento, fueron directamente a la cama matrimonial del chico. Eunji fue la primera en desplomarse sobre la suave y blanda cama. Suho, quien se había demorado en guardar la bolsa de Eunji, tardó en irse a acostarse.

         Para cuando el chico tocó su cama, la pelinegra ya se encontraba en los brazos de Morfeo, descansando, después de haber bailado durante cinco horas seguidas el día anterior.

         Suho se sintió mal desde que la vio salir del taxi. Eunji se veía tan cansada que se lamentó en pedirle que venga a dormir con él.

         Lee la atrajo hacia él con sus brazos. Y ella estaba tan cansada que ni siquiera se quejó del movimiento.

         —Lo siento por hacerte venir—susurró a pesar de que ella no lo escuchaba—, pero eres la única que esfuma las pesadillas.

         Pues la acción de invitarla a dormir con él escondía un propósito.

         Las pesadillas en el chico eran más frecuentes desde que salvó a aquella chica granienta de que saltará desde la azotea de aquel edificio, donde con anterioridad había sido el lugar que había escogido su mejor amigo para quitarse la vida.

         Puede que suene cursi y un poco cliché, pero la única persona que alejaba esas pesadillas era la chica que se encontraba durmiendo a su lado.

         Así que, acomodándose para dormir abrazado de Eunji, terminó cayendo dormido a los brazos de Morfeo junto a ella.

         Para ninguno de los estudiantes de Saebom High School se les hizo raro que Lee Suho y Min Eunji llegarán juntos a la institución, debido a que desde hace tiempo solían llegar juntos, y cada vez más seguido.

         Ambos ingresaron al salón y sus caminos se separaron como siempre. Mientras él caminaba hacia su solitario escritorio, ella se dirigía hacia el lugar donde se encontraba sus compañeras de clase, Sooah y Soojin.

        —¿Estás segura que no estás saliendo con Lee Su?—preguntó la más baja de las tres chicas.

         —Bueno días para ti también, Sooah—saludó con ironía Min.

         —¡Yah! No ignores la pregunta que te he hecho.

         Eunji sonrió hacia su chismosa amiga—Puede que si este saliendo con él chico más frío de la escuela.

        —¡Omo! ¡Esto es una primicia!—chilló la de cabellos cortos—¿Verdad, Kang Soo?—preguntó a su mejor amiga, pero ella se encontraba perdida, mirando los labios de Eunji.

         ¿Desde hace cuánto que no los besa?

         Quizá alrededor de unos dos o tres meses. Guaa... cuánto extrañaba el roce de sus labios sobre ella.

         —¡Yah! Kang Soo, te estoy hablando—dijo Sooah con el típico puchero que hacía cuando no le prestaba atención.

         —Lo siento—se disculpó de inmediato la pelinegra—. Estaba perdida pensando en la tarea de matemática que dejó ayer la profesora.

         —Aigoo. No me menciones la tarea que me estreso.

         —¡Qué dramática eres Sooah!—exclamó Eunji.

         Por otro lado, Suho se encontraba observando a su pelinegra favorita conversar con sus amigas, sin darse cuenta que la delegada de la clase le pedía el favor de llevar aquellos documentos a la sala de profesores.

         —Suho—soltó su nombre por décima vez la estudiante para que la escuchase, y no fue hasta el llamado número 12 que le presto atención—. Necesito que lleves estos papeles a la sala de profesores.

         —Hazlo tú, se supone que es tu trabajo—responde con un tono brusco sin querer.

         —No puede. Tengo que hacer el informe para el juego de basquet que se realizará en unos meses, y llevar los documentos me quitará tiempo.

         El pelinegro protesta en voz baja y agarra el cúmulo de papeles y se dirige a la sala de profesores con cara de pocos amigos.

         Su humor está decayendo por cada minutos que pasa. Y más aún, cuando se cruza con Aejoon por los pasillos de la institución.

         Aquel despreciable joven le sonríe sin descaro alguno. Suho sabe que el idiota, que ha pasado por su lado, aprovechará su ausencia para acercarse a Eunji, por lo que acelera el paso para regresar de inmediato a su clase.

         Ni bien llega a la sala de profesores, lo único que quiere es dejar las hojas de papel en el escritorio del profesor Han. Sin embargo, el subdirector le hace perder tiempo en la entrada con sus tontos halagos.

         Suho, sin darle una mirada al subdirector, entra y entrega los documentos. Pensó que su labor ya estaba hecha, así que se dirigió a la salida con el paso apresurado. Pero su acción se ve interrumpida cuando escucha el llamado de su profesor:

         —Suho.

         —¿Si?

         —Ella es una estudiante de transferencia que se une a nuestra clase—señala a la castaña con la palma de su mano. Suho, por su parte, la mira desinteresado. Ni siquiera se había dado cuenta de su presencia hasta que el profesor la ha nombrado—. ¿Podrías acompañarla?

         —¿Debo? ¿De verdad?—cuestiona con seriedad.

         —Si, debes—responde el profesor con el mismo tono de voz, pero sus ojos se muestras demasiado amables como para mostrarse tan serio como Suho.

         El pelinegro suelta un suspiro por lo bajo y sale de la sala de profesores. Le da igual si la chica le sigue o no, pues lo único que quiere es llegar al aula y verificar que Aejoon no se encuentre cerca de Eunji.

         Está tan apresurado que ignoró completamente a la chica de un año inferior a él y siguió caminando. Pero la estudiante era demasiado insistente, así que no se avergonzó de seguirlo y alcanzarlo.

         —¡Oppa!

         —No somos cercanos—responde sin parar el paso—, así que no te dirijas a mí de esa forma.

         —Lo siento, solo quería decirle algo.

         —Estoy ocupado.

         —No tardará mucho.

         El pelinegro soltó un suspiro con enojo y para su caminata, sintiendo un pequeño golpe a sus espaldas.

         —Tienes tres segundos.

         —¿Qué?

         —Uno...

         —Oppa, quiero decir...

         —Dos...

         —Sunbae, ¡Siempre...

         —Tres.

         —... me has gustado!

         —A mi no.

         Trató de seguir hacia delante, pero aquella estudiante seguía insistiendo, parándose frente a él y extendiéndole una caja de galletas con su rostro impreso en ellos.

          Suho sabía que mientras más tiempo pasaba, las probabilidades de que Aejoon se volviera de declarar a Eunji, aumentaban. Así que cogió la caja de galletas y siguió su camino hacia su aula.

         Cuando entro a su salón, buscó con la mirada a cierta pelinegra. La encontró en la parte de al fondo del salón. Se encontraba mirando sus zapatos con desinterés mientras asentía a lo que sea que le estaba diciendo Aejoon.

         Se acercó a ellos sin querer llamar la atención demasiado. Pero Sooah y Taehoon ya tenían su mirada en él y en sus acciones.

         —Eunji—la llamó. Y ella por fin despegó su mirada de sus zapatos, mostrándose aliviada de que Suho se encuentre ahí—, la profesora de química nos está llamando.

         Min sonrió al captar la mentira. Así que asintió hacia Suho y se despidió de Aejoon mientras caminaba hacia la salida del salón, siguiendo a Lee.

         —Suho, ¿Por qué tienes maquillaje en la espalda?—preguntó Eunji mientras se acercaba a él y daba palmadas para quitar la mancha—No se quita.

         Suho cerró los ojos con mal humor y se empezó a quitar su chaqueta para luego lanzarlo hacia la castaña que se encontraba retocando su maquillaje. No perdió más tiempo y agarró la mano de Eunji y se perdieron entres los pasillos, caminando hacia un lugar donde tuvieran más privacidad.

         —¿Estás bien?—preguntó la chica después de cerrar la puerta del pequeño cuarto de limpieza.

         —No. Odio cuando Aejoon se te acerca—soltó con enojo y se sentó en la única silla que se encontraba allí, dejando la caja de galletas a un costado.

         Eunji mostró su sonrisa y se acercó hacia él pelinegro. Acarició los cabellos de Suho con suavidad, llegando a estremecerlo por el contacto.

         —Sabes muy bien que Aejoon no tiene ninguna oportunidad de llegar hasta donde tú has llegado—murmuró.

         Él se paró de la silla y colocó ambas manos en la cintura de Eunji, acercándola hacia él. Y sin esperar mucho, hizo que sus labios se juntaran para comenzar un beso que mostraba posesión.

         —S-Suho, no empieces algo que no podremos terminar acá—jadeó mientras sentía los labios del pelinegro recorrer su cuello.

         Efectivamente, esto era lo que sucedía cada vez que Suho se ponía celoso. Sacaba a relucir su lado posesivo con la chica. Como si todos esos besos y roces gritaran que la mujer que se encontraba sentada en su regazo era suya.

         Aunque el claramente sabía que Eunji no le pertenecía.

         Y eso de alguna forma lo detestaba.

         —Bien, como quieras. No nos presentaremos a la clase del profesor Han—soltó Eunji para después corresponder con la misma o más intensidad a los besos que le daba el pelinegro.

         Algo reaccionó en Suho, y no hablaba de la erección que se le estaba formando en los pantalones, sino más bien el hecho de que hace unos cuantos minutos a estado hablando con el profesor Han y sería sospechoso que ambos no aparecieran en la clase cuando claramente todos sus compañeros de clase los habían visto salir juntos y de la mano.

         —Espera, espera. Tenemos que regresar—pidió con voz de súplica mientras trata de detener las manos aventureras de Eunji que se paseaban por su dorso.

         —¡No me jodas, Suho!—gritó por lo bajo—¡Ya me estaba calentando!

         Su voz suave y juguetona había desaparecido para dar paso a un tono arisco. Ella odiaba quedarse a medias cuando claramente él había iniciado con el jueguito.

         Se paró del regazo del chico y lo miró con mala cara. Y entonces, mostró una faceta que hace unos cuantos meses Suho recién había empezaba a conocer.

         Aparte de su faceta tierna y coqueta, en lo profundo se encontraba una faceta fría y gruñona, una que solo mostraba cuando realmente se encontraba molesta, lo que ocasionaba que solo su familia conociera ese lado de la personalidad de ella, y bueno... ahora Suho.

         En un intento de apaciguar a Eunji, Suho extendió la caja de galletas hacia ella a modo de disculpa. Sin embargo, la pelinegra de un manotazo hizo que las galletas cayeran al suelo.

         —En este momento estoy odiando que me des todas las cosas que te regalan—soltó distante.

         —Lo siento—murmuró por lo bajo, bajando la mirada como un niño pequeño al ser regañado por su madre.

         —Que te jodan, Suho—habló molesta, mientras se volteaba hacia la salida; sin embargo, soltó las siguientes palabras antes de irse: —. Tu temporada de abstinencia a comenzado.

         La había cagado. Él lo sabía.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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PEQUEÑA DISCUSIÓN QUE RELATO DE EUNJI Y SUHO

¿CREEN QUE SUHO PUEDA SORPORTAR SU TEMPORADA DE ABSTINENCIA?

¿QUE LES PARECIÓ QUE FUE ESTA VEZ SUHO QUIEN INICIO LOS BESOS?

¡SON TAN BELLOS A SU MANERA!

POR CIERTO, ¿YA SE DIERON CUENTA QUE EUNJI ESTA DANDO A CONOCER SU "RELACIÓN" CON SUHO?

¿QUE CREEN QUE CAUSE JUKYUNG EN ESTA LINEA DEL MULTIUNIVERSO DE TRUE BEUTY?

POR CIERTO, QUIERO ACLARAR LA FORMA DE ACTUAR DE EUNJI. LA CHICA NO SIEMPRE TOMA EN CUENTA LOS SENTIMIENTOS O DESEOS DE SEGUNDOS O TERCEROS, SOLO LOS SUYOS. POR ESO NOS DAMOS CUENTA EN COMO PASA DE SUHO A SOOJIN PARA SATISFACERSE

NO APOYO LO QUE HACE EUNJI, Y POR ESO TENDRÁ UN ARCO QUE LA HARÁ CAMBIAR DE PARECER

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ESTE CAPÍTULO ESTA DEDICADO A cryst4ltears

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