─ 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗹𝗼𝘃𝗲 / 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹
ACT 18
‧₊˚ ୨ ★ ୧ ˚₊‧
No podía siquiera creerlo, el hecho que lleváramos casi un año juntos hacia emocionar mi corazón. Mañana era día de San Valentin, el primero que pasamos juntos y lo peor de todo, es que no tenía absolutamente nada para él. Estaba ansiosa de darle la gran noticia que haría uno de mis primeros conciertos fuera del país.
Hace unos días fui a la firma de mi primer contrato sólido, me uní a una empresa de músicos, hasta ahora todo iba como tanto deseaba. Mi música se estaba haciendo mucho más reconocida, mi talento salio a la luz y el amor de mis fans hacia mi música era grande.
Tenía todo lo que tanto deseé desde un principio pequeño.
— Mindy, el jefe quiere hablar contigo... — el rubio me sacó de mis pensamientos, ni cuenta me había dado que llevaba tiempo hablando por celular.
— Oh... Si, esta bien. Gracias, Dan — sonreí a medias y tomé el celular.
Esperé que hablara primero.
— ¿Mindy? ¿Estas ahí? — su voz ronca hizo sacarme de mis pensamientos.
Hoy andaba muy fuera de onda.
— Si, dígame señor. ¿Qué necesitaba hablar conmigo?
— Hemos adelantado tu gira, debemos partir hoy hacia los Ángeles... No queríamos darte así la noticia, pero fue de último momento.
— ¿Q-Qué?... ¿No hay una posibilidad que sea al menos mañana por la mañana? — mi garganta comenzó a carraspear.
— No hay ninguna otra posibilidad. Nos vemos en el aeropuerto a las 10pm. Trae solo lo necesario.
— Está bien... Adiós — corté la llamada con un nudo en la garganta.
No podía volverse peor, mi primer día de San Valentin con mi novio se había ido a la mierda. Y es que ya, es solo un día festivo... Pero llevamos meses planeando hacer algo lindo para ese día.
— ¿Qué harás? — preguntó mientras se sentaba en el sofá, me miró curioso.
— Nada... Tenemos que ir — sonreí forzadamente— Hablaré antes con Bill, creo que sería buena idea hacer algo antes...
— Puedes pedirle que vaya contigo... ¿No crees? — ladeó un poco su cabeza.
— Esta lleno de trabajos, va lanzar su nuevo álbum y tiene nuevas giras. No quiero que se sobreexplote por mi...
— Mmm, tienes razón... Pero quien sabe, no pierdes nada diciéndole de todas formas, claro, sin que se sienta comprometido.
— Sí...
Giré la cabeza observando el paisaje de hoy, era un lindo día... Saqué mi celular y busqué el contacto de Bill, le mande un mensaje de texto pidiéndole que nos viéramos en el café que nos conocimos por primera vez. Respondió en menos de dos minutos.
Billcito mío ♡
Okey, mi amor. Nos vemos ahí. Te adoro. ♡
Sonreí viendo su mensaje, amaba en la manera que me decía "mi amor" aunque era mucho mejor cuando me lo decía directamente escuchando su dulce voz y no en mensaje. Pero para algo existía la imaginación.
— Dan, voy a salir... Nos vemos en la noche... ¿Está bien? — me levanté arreglando mi ropa, me acerque hasta su persona.
— Si, ve tranquila. Que te vaya bien, eh — sonrió leve, me acerqué a darle un pequeño abrazo que correspondió con gusto.
Ahora solo quedaba pasar una tarde con él, porque después estaría más de dos meses sin su cercanía.
[...]
— ¿Esperaste mucho?... — llegué de sorpresa tocando su hombro, Bill dió un pequeño brinco del susto.
— ¡Amorcito! — sonrió dulcemente, se abalanzó a mi cuerpo rodeandome con sus brazos— Te extrañé, te extrañé mucho...
— Amor... Nos acabamos de ver esta mañana — reí leve y me senté a su lado, hizo un pequeño puchero— También te extrañé...
— Lo sabía — sonrió orgulloso apretando una de mis mejillas, solté un quejido y se detuvo— ¿Pasa algo...?
— No, no es nada... Solo quería pasar la tarde contigo ¿Puedes? — lo miré esperanzada, asintió rápidamente con la cabeza.
— Ahora que lo pienso aquí fue donde comenzó todo... — apretó sus labios y comenzó a jugar con sus manos— ¿Puedo confesar algo?
Alcé ambas cejas mientras movía la cabeza de arriba hacia abajo.
— Yo... Yo desde antes te había ido a escuchar a ese bar, quede cautivado por ti desde el primer día... Al principio fue por tu voz... Pero cuando comencé a ir más seguido me sentí atraído por tu forma de expresarte... El sentimiento que dabas cada vez que cantabas... Esos ojos preciosos que deslumbraban por el reflector... Todo hizo que terminará cayendo por ti... — bajó la mirada, sus mejillas estaban enrojecidas.
— Te volviste un fan obsesionado — bromeé haciendo que este frunciera su ceño, se hizo el molesto— Si hubiese sabido que el mismísimo Bill Kaulitz me observaba en mi momento más humilde me hubiera dado un infarto ahí mismo.
— Boba — soltó una pequeña risa— Pero siendo sincero... Quiero que sepas que soy y seré siempre tu primer fan... ¿Está claro?
— Muy claro, precioso — acune su rostro entre mis manos, dejé un beso en ambas mejillas.
— Permiso... Aquí les traje un Capuchino y un café inten... — se detuvo por unos segundos cuando conectamos miradas– Discúlpeme, pero usted es... ¿Mindy Kleare?
— Si, ella misma — sonreí leve, sentí una leve presión en mi cintura por las manos de Bill.
— Oh... Soy, soy un gran admirador y fan de usted... Puedo decir que soy su primer fan — sonrió nervioso, intentaba ocultar sus nervios.
— ¿Mi primer fan dices?... — sonreí leve y mire de reojo a mi novio que estaba bastante serio mirando la situación.
— ¡Si! Yo la conocí desde que cantaba en aquel bar, pero nunca tuve el valor de decirle lo maravillosa que es... — rascó su nuca, estaba muy nervioso.
— Te equivocas, niño. Yo soy su primer fan — intervino el pelinegro que estaba a mi lado, sonrió arrogante haciendo que el chico se tensara por esa mirada y sonrisa que le estaba dando Bill.
— Yo, yo no sabía... Pensé que era el primero... — confesó incómodo.
— Te equivocas, pero esta bien... ¿Quieres un autógrafo de MI novia? — sonrió divertido apoyo su mentón en sus manos mirando directamente al mesero.
— Si no es molestia...
— No, no lo es — respondí dándole un pequeño codazo a Bill, se quejó en un susurro— ¿Tienes un bolígrafo y papel?
— ¡Si, aquí! — sacó con torpeza una libreta y bolígrafo, me los extendió y los recibí con una sonrisa.
Hice unas últimas líneas y termine, le deje un pequeño mensaje agradeciéndole ser mi fan, esperando que siguiera siéndolo y apoyara mi música.
— De verdad muchas gracias... Ahora tengo la mejor anécdota para contarle a mis amigos... Gracias, señorita Kleare — me dió una tímida sonrisa y se esfumó de nuestra vista.
— "Siñiriti Kliiri" — imitó la voz del mesero con un tono molesto y burlón.
— Shhh — sonreí leve— Solo a ti te sale bonito... — tomé con una mano sus mejillas haciendo que sus labios se estiraran en forma de beso, le di unos cuantos castos besos.
— Quiero decir que no me puse celoso, pero lo hice — un puchero salió de sus labios haciendo un pequeño berrinche.
— Amor, debo ser amable con mis fans... Y eso lo sabes más que bien, yo no soy celosa por tus "fansitas" que se te tiran encima y te dicen piropos — me crucé de brazos.
— Quieres decirme que sí te pones celosita... — esbozó una sonrisa ladina, se acercó hasta mi rostro haciendo rozar nuestras narices— Mi celosita, solo mía.
— Ya cállate... — me aleje sintiendo las mejillas arder de la vergüenza.
Agarre mi Capuchino tomando un largo sorbo, me gustaba tomarlo bien caliente pero ya se encontraba tibio. Sonreí para mis adentros al saber que Bill recordaba exactamente mi café favorito, porque fue lo que pedí ese día que nos conocimos.
— ¿Nerviosa, cariño? — se acercó susurrando en mi oído, mi piel se erizo y cerré los ojos por inercia.
— Basta — apreté los labios y lo alejé, no podía soportar más los nervios que me causaba.
— No alejes a tu noviecito, ¿Acaso ya no me quieres? — se volvió acercar.
— Nop, ya no te quiero nada de nadita.
— Oh, dañas mi débil corazón... ¿Te gusta hacer sufrir a este chico tan guapo?... ¿Te gusta, cierto?... — volvió a susurrar cerca de mi oído, sus labios rozaron contra el helix de mi oreja.
— Bill, si sigues así va a darme un infarto aquí mismo por tu culpa... — dije en un susurró, no pude siquiera mirarlo.
— Salgamos — tomó una de mis manos levantándose.
Dejó su café y el dinero correspondiente con propina. Yo ya había terminado mi Capuchino y me dispuse a seguirlo, comenzamos a caminar tomados de la mano por las calles de la cuidad. Nadie decía absolutamente nada, y era cómodo para ambos.
Me detuve en seco en una joyería cuando un precioso anillo de una piedra preciosa que desconocía me hizo ojitos, es que captó toda mi atención en menos de segundos. Me quedé frente a la joyería viendo como una tonta ese anillo.
Bill se ganó a un lado mío, mirando curioso, tal vez buscando lo que yo veía. Hasta que lo encontró.
— Entremos — tomó mi muñeca arrastrándome consigo.
— N-No, solo me pareció bonito — susurré cuando ya estábamos dentro, sonreí nerviosa.
— Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarles? — un hombre mayor nos sonrío amablemente.
— Quiero ver el anillo que esta afuera, tiene una piedra extraña de color lila, o morado... Sinceramente no sé mucho de colores — confesó mostrando una sonrisa tímida.
— No se preocupe joven, se de cuál me habla... — sonrió y salió en busca del anillo, quedamos solos por unos segundos.
— No tienes que...
— Shhh.
— Este es el anillo y la piedra es "Taaffeite" Este mineral es realmente único en su estructura... ¿Es para la dama?... — preguntó, yo estaba metida en mi mundo mirando aquella piedra.
Solo pensé en lo carisíma que debía ser.
— Si, es para ella — respondió mi novio con una dulce sonrisita.
— ¿Sabe cuál es su talla?... — preguntó mirándome esperando una respuesta.
— No...
— Es talla seis — aseguró el pelinegro a mi lado que seguía sin dejar de sonreír.
¿Cómo él sabía eso?... Ni idea, pero cada vez me sorprendía más.
— ¿Ustedes son esposos? — pregunto mientras sacaba el anillo de mi talla, por primera vez me concentre y nos miramos al mismo tiempo con Bill.
Soltamos una leve risita.
— Algún día... — respondió sutilmente.
— Aquí tiene, puede probarselo — lo extendió— Con delicadeza por favor.
Bill me lo quito de las manos, y tomó mi mano derecha con delicadeza, puso el anillo en mi dedo anular, sonreía como un pequeño niño emocionado.
— Te queda hermoso...
Apreté los labios sintiendo como ahora mismo quería lanzarme para llenarlo de besos.
— Lo llevamos.
— Bien, venga por aquí... — ambos se fueron de mi lado alejándose hasta la caja.
No podía asimilar nada aún, tan solo me quedé ahí parada como una estúpida embobada por su novio.
Luego de un rato Bill llegó a mi lado y salimos juntos del local.
— El señor dijo que hacemos una linda pareja... — sonrió contento.
— G-Gracias por el anillo... — hablé avergonzada— Pero no debiste gastar tanto dinero... No sé cuanto costó, pero es una piedra única... y-
— Detente ahí — llevó su mano hasta mi boca tapandola— Esto es lo mínimo que haré por ti, no creas que por gastar unos pesos por el amor de mi vida voy a cagarme todo.
— Pero...
— Nada de "peros", joder. Entiende que para mi cada vez que te veo se me hace inevitable pensar en que soy el hombre más afortunado en el mundo... En realidad puedo asegurar que del universo entero. Y si pudiera te lo daría absolutamente todo...
Apreté los labios queriendo soltar un sollozo, me lancé a sus brazos aferrandome a su cuerpo que era cálido, escondí mi rostro en su cuello libre.
— No creas que esto es mucho... Ten en claro que algún día ese anillo será uno de diamante o la piedra o gema que tú más desees... Porque serás mi esposa.
— Quiero casarme contigo — hablé sin pensar, me aleje rápidamente tapando mi boca.
— Hagamoslo — se acercó besando mis labios con dulzura— Hoy, mañana... El día que sea, quiero esposarme a ti y ser complemente tuyo.
La noche se estaba haciendo presente, la luz de la luna era brillante al punto de poder vernos por su causa. Estuve tanto tiempo olvidando todo a su lado, que no había recordado que pronto debía partir.
Saqué mi celular asegurándome de la hora... más de veinte llamadas perdidas de Dan y otras veinte de mi jefe. Solo veinte minutos faltaban para las diez y ya debía estar ahí. Los nervios y presión me consumieron.
— ¿Ocurrió algo? — pregunto preocupado al ver mi expresión muy diferente a la que tenia antes de felicidad.
— Debo irme ahora a los ángeles... No podremos pasar San Valentin juntos, yo de verdad quería estar contigo ese día... Tal vez no nos veremos por dos meses y yo-
— Iré contigo — respondió con una leve sonrisa— Claro... Si me dejan ustedes...
— ¿No habrá problema con el álbum nuevo?... — pregunte dudosa, quería que su respuesta fuera un "No"... Lo anhelaba porque lo quería a mi lado, pero si no era posible... Debía entenderlo.
— Donde tú vayas yo iré, sea donde sea ahí estaré para ti... Porque te amo, te amo más que cualquier cosa en este mundo, Mindy Kleare.
Su primer "Te amo"... Tantas emociones en solo minutos me habían descontrolado todo mi sistema nervioso. Apreté los labios con nervios de querer decirle tantas cosas, de amarlo con todas mis fuerzas todos los días de mi vida.
— Yo también te amo más que a cualquier cosa, Bill Kaulitz...
Sin previo aviso me tomó de la cintura apegandome a su cuerpo, nuestros labios rozaron con suavidad. Estampó los suyos contra los míos en un lento beso, movió los suyos al ritmo de los míos, de mi pecho estallaban malditos fuegos artificiales, mi pecho estaballa toda la emoción. Mi corazón bombeaba con rapidez... Y mi cuerpo era débil por él.
Hasta quedarnos sin aire nos alejamos mirándonos con timidez, nuestras mejillas sonrojadas, nuestros labios rojos por la presión de ambos.
— Debemos irnos antes de perder el vuelo... — sonrió emocionado tomando de mi mano.
Corrimos juntos por las calles hasta alcanzar un taxi. Nuestra historia de amor continuaría por décadas completas... Porque nos amábamos el uno al otro con la misma intensidad, hasta más porque crecía día a día.
Bill Kaulitz sería por siempre y para siempre mi primer y último amor.
‧₊˚ ୨ ★ ୧ ˚₊‧
- ¿Se lo esperaban? Bueno quien sabe, quiero saber qué les pareció este fic. Si me dan las ganas he inspiración podría hacer una segunda temporada (no prometo nada) Espero hayan querido tanto este fanfic como yo al momento de hacerlo y escribir cada párrafo. Realmente me enamore de este fic, le he tomado un gran cariño. Bueno los dejo, les quiero un montón. XOXO
— zaam.
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