ACT O9
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Luego de nuestro primer beso todo se fue transformando en un ambiente raro, tampoco era incómodo, pero si podía notarlo a él muy raro conmigo... Y es que no podía entenderlo, Bill era un chico difícil de descifrar... Pero esto me dejaba muy mal. Verlo actuar diferente conmigo luego de ser tan dulce.

Sabía que nunca debí involucrarme en cosas así, jodido amor, te odio.

— Mindy, deja esa cara larga que te ves terrible... Bill no es el único hombre en esta tierra — rodó sus ojos mientras buscaba alguna prenda de su gusto.

— Ya, que eso lo sé. Pero él es tan... — no tenía palabras, me quedé ahí pensando un poco sobre ello— Perfecto. Es perfecto.

— No es perfecto si no sabe lo que quiere... — me dió una miradita de reojo sacando un vestido en corte v— ¡Con este vas a dejar a todos con la boca abierta!

— No — expresé molesta cruzando mis brazos— Sepa o no lo que quiera, Bill sigue siendo perfecto a mis ojos.

— Nunca vas a entenderlo, mocosa — dió un suspiro agotado— ¿Vas a querer el vestido? Sí o no.

— Está bien, está bien, señor apurete... — tomé el vestido y fui hasta la caja para pagarlo.

Mis últimas semanas si comenzaron a ser más solicitadas, tenía un mayor reconocimiento... Y lo más importante de todo, había conseguido cantar para un gran público el día de mañana. ¿Pueden creerlo?... Finalmente mi deseo cliché se estaba haciendo realidad.

Debía dejar de pensar en Bill y seguir mi camino con la música, aunque fue por él que gane reconocimiento, también fue por mi, porque les guste... ¿No es así?

— Venga, vamos a tomar un latte, señorita regodiona — soltó una pequeña risita cuando termine de comprar.

— Deja de llamarme así... Pero acepto el latte solo si tú lo pagas.

— Siempre pago yo, tacaña — una carcajada salió de sus labios y me abrazó de los hombros con uno de sus brazos libres.

Y así fue nuestra tarde, con risas, un poco de nervios y hablar y hablar sobre mi pequeño concierto... Mientras esperaba con ansias un solo mensaje de Bill, pero nunca llegó nada, solo quedó eso, el deseo.

[...]

— ¡Vamos, vamos! ¡Arregle eso de sus labios, por favor! — gritó histérico Dan, yendo de aquí para allá.

— Dan, cálmate. Estamos bien el la hora, y solo queda retocar mejor mi maquillaje... — le dije esperando que se tranquilizara, cosa que hizo pero poco.

— ¡Es que estoy tan nervioso! Quiero que te salga todo muy bien, mi niña — se acercó tomando mis manos.

Dan siempre fue mi único apoyo, siempre creyó en mi y en este talento que amaba tener.

— Saldrá todo bien, si tú estás aquí saldrá bien... — le di una pequeña caricia en su mejilla y de sus labios salió una pequeña sonrisa.

— Gracias, Mindy...

— No, gracias a ti, Dan. Por estar aquí y siempre haber confiado en mi... El crédito te lo debo a ti, siempre será así — me enrolló en sus brazos, en un cálido y reconforta abrazo.

— Parece que yo soy el que va salir a cantar, me voy más nervioso yo que tú — soltó una pequeña carcajada.

— Solo estoy confiada en que saldrá todo bien — al momento de terminar esas pocas palabras, pudimos escuchar a lo lejos.

— ¡Ahora presentando a nuestra más nueva debutante, Mindy Kleare! ¡Un fuerte aplauso por favor! — comenzaron los aplausos por montón, ya era mi momento.

Dan me entregó mi guitarra y me dió un pequeño beso en la mejilla... Salí en dirección al gran telón que fue abierto en el centro. Así fue como el público al verme comenzó aplaudir en desenfreno, gritos de emoción invadieron mis oídos... Mi sueño se estaba haciendo realidad.

Sonreí satisfecha y tomé el micrófono.

— Muchas gracias a todos, gracias a ustedes por querer tenerme aquí... — no dejaron terminar mis palabras y escuché como el público volvía a gritar, sonreí— Solo espero les guste mi música...

Fue lo último que salió de mis labios cuando todas las luces se apagaron y comenzó apuntarme el reflector, era el centro de atención... Comencé con las primeras notas de mi guitarra y cerré mis ojos, a sentirme viva.

“Hay cosas que quiero decirte, pero simplemente te dejaré vivir
Pero si me abrazas sin herirme
Serás el primero en hacerlo
Hay cosas que quiero hablar, pero es mejor no mantenerlas
Pero si me abrazas sin herirme
Serás el primero en hacerlo

Ah, ah, ah, ah, ah, ah
Abrázame, ámame, tócame, querido
Sé el primero en hacerlo
Ah, ah, ah, ah, ah, ah
Abrázame, ámame, tócame, querido
Sé el primero en hacerlo”

(There's things I wanna say to you, but I'll just let you live
Like if you hold me without hurting me
You'll be the first who ever did
There's things I wanna talk about, but better not to keep
But if you hold me without hurting me
You'll be the first who ever did

Ah, ah, ah, ah, ah, ah
Hold me, love me, touch me, honey
Be the first who ever did
Ah, ah, ah, ah, ah, ah
Hold me, love me, touch me, honey
Be the first who ever did)

En ese momento cuando abrí mis ojos para mirar al público, él estaba allí... Mirándome entre la multitud... Brillaba como una estrella que destacaba entre todas las demás, me sonreía leve aplaudiendo al igual que todos los que se encontraban presente. Varios gritaban con fuerza diciendo lo grandiosa que había estado, sentí mi corazón latir con fuerza... Mi corazón latía por él.

Di un suspiro ahogado, y le di las gracias a todos los presentes... Aunque no fue tan fácil irme porque pedían a gritos otra canción más... Por aprobación de los representantes me dejaron cantar otra más con gusto, canté nuevamente con un poco más de emoción... Solo podía verlo a él. El cuál no quitaba su mirada de mi persona, sonriendo de esa forma tan dulce... Mirándome tan cálidamente haciendo que mi cuerpo se sintiera con paz y tranquilidad... Bill era mi estrella...

Finalmente me despedí del público y lo vi irse con rapidez del lugar donde se encontraba perdiéndose entre la multitud... Me sentí algo decepcionada, pero no podía evitar tampoco estar feliz porque Bill estuvo aquí, mirándome.

Bajé del escenario y salí por el gran telón encontrándome con él, con uno de sus brazos extendidos se acercó para enrollarme y apegarme a su persona.

— Señorita Kleare, estuvo perfecta allí arriba... Estoy tan orgulloso de ti y todo lo que has logrado... — detrás de su espalda salió su mano con un ramo de flores preciosas— Estás son camelias rojas, dicen que son de las flores más escasas de encontrar y extremadamente hermosas... Tú eres cómo estas flores, eres difícil de encontrar y extremadamente hermosa... Eres mi propia camelia roja.

Sonreí algo nerviosa aceptando su ramo de esas flores tan hermosas... Me acerqué nuevamente para atraparlo entre mis brazos.

— Gracias por estar aquí... Gracias por esto, de verdad muchas gracias, Bill... — susurré algo avergonzada.

Sus manos viajaron hasta mis cintura, me apegó mucho más a su cuerpo, sintiendo su suave respiración chocar contra mi cuello, se fue acercando para rozar sus labios contra el y fue repartiendo pequeños besos en esa zona. Solté un pequeño suspiro ahogado.

— Kleare... Concédeme mi deseo de ser tuyo...

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- Hola mis personitas lindas, espero este capítulo sea de su agrado... Por favor no se enojen por adelantado con Bill, el próximo capítulo será narrado por él. Les quiero. XO

— zaam.