─ 𝗮𝗿𝗼𝗺𝗮 𝗼𝗳 𝘆𝗼𝘂
ACT 15
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Hace unos días me había llegado una propuesta para promocionar una marca de ropa, seguía en duda en si aceptarla o no... Porque no soy modelo, mi fuerte es la música, pero si eso me daba un poco más de reconocimiento, no creo que pueda negarme.
— Dime que vas aceptar o te corto la yugular — mi mejor amigo estaba ansioso moviéndose de un lado a otro en la sala.
— Lo estoy pensando, Dan — seguía en esa duda sobre el si o el no.
— ¡Tienes hasta medio día, niña! — comenzó alterarse más de lo normal, podría deducirse en esta situación que él era quien tenía que elegir.
Solté una pequeña risita mirando a mí amigo casi sacarse los pelos de la cabeza, es su toque especial cada vez que se pone histérico.
— Esta bien, que si voy aceptarlo — rápidamente su semblante preocupado cambio sonriendo con felicidad.
— ¡Voy a confirmarles que sí lo harás! — se fue corriendo en busca de su celular.
Por mi parte me quede pensando en Bill, lo extraño bastante ya que hace unos días se fue a New York a dar un concierto con la banda, los he visto por televisión en las noticias donde hablan sobre ellos y su gran éxito. Se ve cada días más hermoso lo cual me hace extrañarlo muchísimo.
Sinceramente me hubiese gustado que estuviera aquí para mi primera 'publicidad', pero sé que lo suyo es tan importante o más que lo mío y lo comprendo por completo.
— Estamos listos, a las cuatro tenemos que est- — se detuvo en seco examinando mi rostro— ¿Extrañas a tu chico emo?
— Lo extraño demasiado — Dan se sentó a mi lado y le di un largo abrazo— Ya quiero verlo. ¡Y no le digas así o te mato!
— Falta poco, solo espera dos días más y aquí estará. Por mientras debes soportar a este chico — se alejó apuntándose a sí mismo con una leve sonrisa divertida— Y ya no le diré así, mocosa.
— Tendré mucho por soportar — solté una risita burlona mientras él se cruzaba de brazos molesto.
— Ya, mocosa. Mejor vamos a cambiarte que pronto tienes una sesión de fotos — sonrió leve mostrando sus dientes.
Me tomó de la camisa tirando de ella mientras me llevaba a la habitación, me empujó a la cama y comenzó a indagar en mi armario, estaba dejando un desastre mientras sacaba prendas a lo loco.
— Tú vas a tener que ordenar eso — dije entre dientes mientras dejaba caer mi cabeza a la almohada.
— Lo tenias peor ahí adentro que acá afuera — siguió con lo suyo hasta que soltó un gritito de emoción— ¡Lo encontré!
Levante un poco mi vista viendolo allí con un vestido blanco vibras Lana del Rey. Lo acepto, me lo compre por eso.
— ¡Este es el vestido que te queda maravilloso! — lo lanzo a mi cuerpo— Mientras te lo pones yo iré por unos accesorios. ¡Hazlo ya!
Gritó cuando salió de la habitación, me levante y mire por unos segundos ese vestido. Sonreí inconscientemente al recordar que era el que traía el día que conocí por primera vez a Bill, seguramente él no lo recuerde, pero los más mínimos detalles quedan en mi mente.
Él traía una campera negra de cuero, unos jeans de mezclilla del mismo color que su campera y una playera roja que tenía estampado una estrella negra en medio. Ese día la sombra negra que ocupaba normalidad era diferente, tenía en las esquinas unas estrellas que destacaban mucho más su hermoso maquillaje.
— ¿Ya estás lista? — la voz masculina me hizo salir de mis pensamientos, le grite para que pasara adelante— ¡Pareces un ángel!
— Si, lo que digas — le di un leve golpecito en el hombro y este sonrió leve.
— Vamos, para no llegar tarde. Llamare al chófer — sacó su celular marcando al número del recién nombrado, comenzó a dar vueltas por toda la habitación.
Fui por mis botines negros de cuero, mi chaqueta negra de cuero larga y una pequeño bolso de mano. Dan terminó de hablar por teléfono y entrelazo nuestros brazos.
— Ya llego, podemos irnos — sonrió dulcemente, salinos juntos del apartamento.
(...)
Ya habían pasado más de treinta minutos y estaba llena de manos en mi cara. De paso me movían de aquí para allá cambiandome las prendas que utilizaría en las fotos. Íbamos ya por las siguientes.
Aunque seguía nerviosa ya no era tanto como en el principio, estaba un poco más liberada y podía moverme ya con más naturalidad. Este tema de fotos tenía un concepto sobre las flores, no podía estar más feliz por esto. Cada uno de los vestidos y maquillajes tenían implementado flores de distintos tipos.
Corrí hasta al pequeño escenario donde el piso estaba lleno de flores silvestres, tenía un micrófono con aspecto de rosa en frente, lo sostuve entre mis manos y comenzaron los flash a escucharse por todo el cuarto.
— Excelente, Mindy. Necesitamos toda la naturalidad posible, piensa que estas cantando como normalmente lo haces para el público — la voz del director se hizo presente.
Cerre mis ojos soltando un leve suspiro, saqué el micrófono del soporte mientras me movía como si estuviese en alguna danza suave dejándome llevar. Escuchaba una que otra aprobación mientras me dejaba llevar.
Pero había algo... Ese algo era lo que me molestaba un poco, podía sentir una mirada penetrante traspasar todo mi ser. Abri mis ojos hacia donde sentía esa mirada.
Allí estaba él...
Tan solo me quede ahí, sin siquiera moverme mientras una pequeña sonrisa formaban mis ojos de solo verlo. Quede embobada al verlo sonreírme mientras me saludaba con ese grande ramo de flores preciosas.
— ¡Precioso, una obra de arte! — aplaudieron todos los del set mientras detenían todo— Mindy esta última foto saldrá en la portada de la revista.
Moví la cabeza de un lado a otro para salir de ese pequeño trance causado por mi novio y mire al director con una pequeña sonrisa. Asentí y le di las gracias a todos los que estaban allí. Corrí sin más después de eso hasta los brazos del pelinegro que no dejaba de sonreírme.
— Eres una hadita... — su voz ronca rozando en mi oreja hizo erizar mi piel. Solté una pequeña risita.
— ¿C-Cómo estas aquí? ¿No tenias que llegar en dos días más...? — me aleje de sus brazos elevando una ceja.
Sinceramente estaba muy feliz que estuviera aquí, pero me preocupaba por su pequeña gira y por él.
— Nada, solo he podido venir por unas horas a verte... No podía perderme uno de los primeros contratos de publicidad de mi novia — sonrió dulcemente dejando un pequeño beso en mi frente.
— Eres el mejor... ¡Pero tus conciertos son más importantes y también debes descansar bien! — frunci el ceño cruzando mis brazos— Seguramente este viaje te va a gastar más energía, no quiero que enfermes...
— Tú eres más importante que cualquier cosa. No voy a enfermarme si es por tu causa — esbozó una sonrisa ladina, ahora mismo me mostraba ese bello ramo gigante de flores— Combina con este look de hadita.
— Son preciosas... Gracias por estar aquí... — tomé ese precioso ramo aspirando el delicioso aroma que emitían— Huelen a ti.
— Son para que me recuerdes estos días — extendió su mano dejándola suavemente sobre mi mejilla, acarició con lentitud— Cuidalas con amor...
— Las cuidaré pensando que eres tu — sonreí leve bajando la mirada nerviosa al tenerlo hablándome de esa manera tan hermosa.
— Te llevaré a casa — me tomó de la mano guiándome entre algunas personas.
Lo detuve antes de irnos y le di una pequeña mirada porque debía quitarme la ropa que traía puesta y ponerme con la que venia. Fui hasta los vestidores, me cambie con rapidez, para no tardarme más me quede con ese lindo maquillaje que me hicieron y por último le dije a Dan que tenía que dejarlo por razones muy importantes, con solo ver mi mirada y voz emocionada sabía que se trataba de Bill, comprendió y terminó lo demás sobre informaciones por mi.
— Podemos irnos — llegue hasta su lado entrelazando nuestras manos.
Este me examinó de arriba hacia abajo, en el proceso elevó una ceja con curiosidad.
— Llevas el mismo oufit del día que hablamos por primera vez... Que hermosa eres — sus mejillas se pusieron coloradas mostrando una sonrisa tímida.
Solo sonreí nerviosa. Me había equivocado al pensar que no se daría cuenta de ese detalle o no lo recordaría, Bill siempre recordaría hasta el más mínimo detalle y todo hasta ahora me lo comprueba.
Después de un pequeño trayecto lleno de risas y coqueteo llegamos a mi departamento. Entramos lo más sigilosos posibles para no tener que encontrarnos con paparazzis molestos.
— Dejaré las flores en agua — tomó el ramo de flores dirigiéndose a la cocina.
Desde ahí no pude verlo más, me quedé sentada en uno de los sofás esperándolo. Cerré mis ojos por unos segundos estaba cansada por lo de hoy, mi primera vez en esto fue agotador.
Abrí mis ojos por el ruido de algo chocar con suavidad, dejó las flores en un jarrón de cristal con agua. Sonreí leve al ver que venía con un vaso de agua entendiéndolo para mi.
Lo acepte dándole las gracias, tomé toda de esta y deje el vaso en la mesa de centro. Bill se sentó a mi lado abrazándome con calidez, acarició mi cabello.
— Debes estar cansada, fue un día largo... Pero lo hiciste muy bien, mi niña — sus caricias se hacían más y más suaves y deje caer mi mentón en su hombro mientras me seguía abrazando con suavidad.
Termine por cerrar mis ojos y caer por completo en un sueño. Las caricias de Bill eran tan relajantes que podía dormirme con facilidad.
No se cuanto tiempo habrá pasado pero deje de sentir sus caricias suaves, abrí mis ojos con lentitud cayendo en cuenta que estaba en el sofá acostada con una manta encima.
Pero él no estaba...
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- Amo a Bill, amo a Bill... ¿Ya dije que amo a Bill? Bueno lo vuelvo a decir, amo a Bill. (Bill es el estándar) mejor ya denme mis pastillas para la esquizofrenia porfis. Espero este capítulo sea de su agrado y les guste tanto o más que a mi. Les quiero un montón. XOXO
— zaam.
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