Entreguen sus Corazones.
Naruto abrió los ojos incómodo trás sentir los rayos de sol chocar contra su rostro, pero luego sonrió "Es hoy.... finalmente hoy entraré a la Legión de Reconocimiento" pensó el rubio con determinación antes de sentarse en la camilla "El dolor ha disminuido considerablemente... ¿Será por el Zorro de 9 colas?, No tiene sentido... En los recuerdos me transformaba cada vez que mis sentimientos se desbordaban, y jamás me ha pasado desde que llegue" pensaba el rubio con confusión "Bueno, no me voy a quejar"
Naruto entonces comenzó lentamente a sacarse las vendas de los brazos, para ver pequeños rastros de quemaduras, los cuales ya estaban casi completamente sanados.
[Toc-Toc]
El rubio se extraño cuando escucho a alguien tocar la puerta de la sala "Adelante" habló y la puerta se abrió para dejar entrar a la visita "Christa... No.. no esperaba verte"
La rubia sonrió ante esas palabras y cerró la puerta de la sala para acercarse a la camilla "Solo espero no venir en un mal momento, ¿No puedo visitar a mi Salvador?"
"¿Salvador?... Uh no, nada de eso Christa, solo no lo esperaba" respondió Naruto rascándose la nuca con nerviosismo "Me agrada... Auch" se quejo el rubio, cuando la venda que se había estado sacando cayó enredada con su cabeza.
"Te ayudo" ofreció Christa desenredando la venda "Vaya, tus quemaduras están muy bien... Escuché que eran bastante serías"
"No... No lo eran tanto" mintió Naruto con una pequeña sonrisa, hasta que noto que Christa seguía sacando las vendas de su brazo "Uh Christa, no es necesari-"
"Silencio, solo estoy ayudando" respondió ella con una mueca enojada antes de continuar su tarea, comenzó sacando las vendas de los brazos y luego las del torso de Naruto "En estos días han estado revisando los EDM3D de todos los soldados... en busca de quién te hizo esto" comento Christa descubriendo la espalda del rubio "Pero no ha habido suerte"
"Yo tampoco tengo idea de quién puede ser... Estuve a un segundo de ver su rostro, pero no lo logré, se convirtió en Titan antes de que pudiera verlo" contesto el rubio apretando ligeramente los puños.
Christa una vez que sacó todas las vendas del estómago hacia arriba, habló mirando el torso bien formado del rubio "Naruto... No necesitas seguir usando las vendas, las quemaduras están casi.. completamente sanadas... Sigue así y pensaré que también tienes un Titan" río Christa
"No se necesita un Titan cuando eres condenadamente impresionante Dattebayo" respondió Naruto con una sonrisa nerviosa mientras se ponía de pie.
Christa se mantuvo atenta por si el rubio se caía al pararse, pero cuando no paso, levanto la vista y casi choca con el rostro de Naruto, que estaba a solo centímetros.
"Por lo visto... Estás condenadamente bien" susurró Christa mirando fijamente a los ceruleos ojos de Naruto.
"Me siento bien..." Contesto el rubio inconscientemente acercando su rostro al de Christa, ambos comenzaron a cerrar los ojos a medida que se acercaban entre sí, pero cuando sus labios se estaban rozando la puerta de la enfermería se abrió, para dejar entrar a Mikasa y Armin, la primera con una expresión tranquila, mientras que el segundo se sonrojó furiosamente.
Naruto y Christa por su parte, se incomodaron considerablemente, la rubia más baja se dió la vuelta y no fue capaz de mirar a la puerta, mientras que Naruto miro en otra dirección rascando su cabeza.
"Veo que estás algo ocupado, volveremos luego" declaró Mikasa dando una media vuelta para irse junto a Armin.
"No, no... esperen, Yo.. yo ya me iba..." Dijo Christa nerviosa dando vueltas buscando algo que al final no encontró, finalmente miro a Naruto y con un rapido beso en la mejilla salió de la sala "¡Adiós!"
"Vaya Naruto, no sabía que tenías nueva enfermera" comento Armin aguantando la risa por el rostro ligeramente sonrojado de Naruto.
"¿Ustedes no saben que se toca la puerta antes de entrar a un lugar sin permiso?" Preguntó el rubio con irritación.
"Si, pero decidimos hacer valer nuestra autoridad como tus amigos entrando sin hacerlo" respondió Mikasa con un levantamiento de hombros despreocupado "Tus quemaduras se ven muy bien... Demasiado, ¿Tiene algo que ver con el lugar de donde vienes?"
"No lo sé Mikasa... Creo es por haber tenido al Zorro de 9 colas por tantos años en mi vida anterior, pero aún así no tiene mucho sentido" respondió Naruto analizando su abdomen y las quemaduras.
"Debes hacer pasar desapercibido que tus heridas están curadas, cuando te traje nadie pensaba que sobrevivirías Naruto" explico Mikasa antes de dejar sobre la camilla un uniforme nuevo para el rubio.
"Lo sé Mikasa, no soy tan estúpido, me pondré vendas aunque no estén cubriendo nada... ¿Cómo están ustedes?, Hoy es el gran día Dattebayo" comento Naruto con una sonrisa mientras se ponía vendas falsas en los brazos y tórax.
Armin al escuchar a Naruto se entristeció un poco "Muchos después de la Batalla en Trost... Perdieron el espíritu de luchar, No los puedo culpar, yo mismo enlo-"
"Armin..." Llamó Naruto con fuerza "No olvides por lo que estamos luchando"
Armin penso en esas palabras durante varios segundos, por su mente paso la despedida con su abuelo, el cual fue sacrificado para disminuir la sobrepoblación dentro de la Muralla Rose, después de que los Titanes pasarán la Muralla María destruyendo Shinganshina.
"Tenemos muchas sombras a nuestros pies chicos... y yo no me rendiré hasta honrarlas, acabaré con cada Titan que se atraviese en el camino de la Humanidad, es una Promesa" termino Naruto colocándose su uniforme "Ahora iré a entrenar... No puedo volver a perder"
Naruto salió solo de la sala médica, dejando el lugar en un extraño silencio
"Naruto tiene razón... Me gustaría..." Susurraba Armin apretando los puños "Tener esa valentia que tienen, pero yo-"
Armin no siguió hablando cuando Mikasa le tocó el hombro "Eres más valiente de lo que crees Armin, todos nosotros lo sabemos" dijo ella también saliendo de la sala médica, dejando al rubio solo.
.....
*Esa Noche, Anfiteatro de Trost.
Cada recluta que deseara unirse a la Legión de Reconocimiento debía estar presente en este lugar, aquí se presentaria el Comandante y les informaría a los Reclutas el significado de unirse a la Legión, los soldados más veteranos sabían que esta era la última prueba de fuego, entes de convertirse en un Soldado.
Naruto entro tranquilamente al anfiteatro, observando que muchos reclutas habían llegado al lugar para unirse a la Legión, incluso le sorprendió ver a Jean conversando con Armin, Annie y Sasha en un rincón, sin más, el rubio se acercó a ellos.
"No dejaré que nadie pelee por mi" decía Jean cuando Naruto llegó hasta el grupo.
"Lindas palabras Jean, solo espero que no salgas huyendo después" comento Naruto ubicandose junto a Armin en un muro.
"Cómo dije, la Legión necesita a reclutas competentes y para eso estoy aquí" fue lo último que dijo Jean antes de irse a otro lado.
"¿Estás bien Naruto?, Oí que quedaste como pollo frito" comento Sasha mirando al rubio.
"Así fue Sasha, pero el Fénix ya resurgió de las cenizas y no volverá a caer, ¿Cómo estás tú?" Pregunto Naruto estirando los brazos.
"Agotada, no hemos tenido descanso, lo único que quiero es una cama y mucha comida" se quejo la Blouse dejándose caer al suelo, pero apoyando su espalda en el muro en el que estaban.
"¡TODOS LOS RECLUTAS A SUS POSICIONES" de la nada comenzó a gritar un soldado, y entonces todos hicieron lo que se les pidió, haciendo filas frente al escenario en el cual ya estaba Erwin.
"¡Atención, soy el Comandante Erwin Smith de la Legión de Reconocimiento.... Conozco el motivo por el que muchos de ustedes están aquí, por eso a continuación les voy a explicar los objetivos de la Legión de ahora en adelante, así sabrán a lo que se enfrentan!" Declaró el Comandante rubio guardando silencio un momento "Algunos de ustedes conocieron el miedo hacia los Titanes hace unos días, y con ello conocieron los límites de su propia fuerza, afortunadamente gracias a nuestro nuevo aliado, Eren Jaeger, logramos nuestra primera Victoria contra el enemigo y además, ahora sabemos que existe información sobre la verdadera forma de los Titanes... Se encuentra en el Sótano de la antigua casa de Eren, en Shinganshina, ahí está la información secreta sobre los Titanes mas importante que hemos encontrado, si logramos llegar hasta ese Sótano y encontrar lo que necesitamos, después de 100 años podríamos tener una idea de cómo contraatacar efectivamente"
"¿Será cierto?"
"Si es cierto, podríamos estar más cerca de derrotarlos"
"Por muchos soldados que reuna, arriesgar todo en una sola Misión no tiene sentido" pensaba Armin con el ceño fruncido "¿Qué significa esto?"
"Usaremos toda la información y armamento que hemos conseguido durante estos 4 años, tiempo en el que han muerto muchos soldados intentando recuperar lo que se nos fue quitado, pero esta vez iremos con todo. Necesitamos la ayuda de nuevos Soldados para esta Misión, pero antes he de informarles que la probabilidad de sobrevivir es del 30%, puesto que la puerta de Trost se encuentra sellada, y tendremos que salir por Karanese aumentando el trayecto hacia Shinganshina... Morirán más compañeros que en los 4 años pasados, pero aquellos que pongan su Vida y Espadas a disposición de la Humanidad, se convertirán en formidables Soldados si llegan a sobrevivir... Ahora, preguntense a si mismos ¿Qué pueden hacer por la Humanidad?, ¡¿Están dispuestos a entregar sus corazones por Ella?!" Exclamó Erwin mientras muchos soldados comenzaban a mirarse entre sí con dudas "Eso ha sido todo, aquellos que no estén dispuestos a someterse... Pueden retirarse"
"Capitán... Ha dicho demasiado, no va a quedar nadie" le sururro un soldado a espaldas de Erwin, pero este lo ignoro.
En ese momento, casi todos comenzaron a abandonar el anfiteatro con las miradas agachadas, no queriendo arriesgar sus vidas en lo que parecía ser una Misión suicida.
"¡YO!" Se escuchó el grito de un rubio en todo el lugar, llamando la atención de muchos "¡NARUTO, JURO ENTREGAR MI CORAZON Y ESPADA A LA LEGION DE RECONOCIMIENTO, PARA PROTEGER A LA HUMANIDAD, DERROTAR AL ENEMIGO Y SER LIBRES DE UNA VEZ POR TODAS!" grito Naruto a todo pulmón, sorprendiendo a todos los presentes. Erwin Smith vio como algunos soldados que se estaban retirando frenaban en seco y volvían a la formación, dispuestos a unirse a la Legión, otros tomaban valentia de esas palabras y cambiaban sus rostros temerosos a unos de determinación absoluta.
"Todos ustedes..." Comento Erwin viendo a bastantes reclutas que estaban firmemente formados "¿Morirán si se los pido?"
"¡No vamos a morir!" grito un recluta levantando el puño.
"Ya veo, tienen una fuerte voluntad... En ese caso, ¡Todos ustedes a partir de ahora son soldados de Legión de Reconocimiento!...¡Entreguen sus Corazones!" Exclamó Erwin golpeando su corazón con fuerza, al igual que lo hizo cada soldado presente con orgullo.
"Tengo miedo... Hasta me duele el estómago" susurro Sasha temblando.
"Te entiendo..." Añadió Connie no mucho mejor que su amiga.
"Si tenían quejas, debieron haberse ido cuando pudieron" murmuró Ymir con desagrado.
"Pero estamos aquí Ymir" contesto Christa con una pequeña sonrisa, mientras miraba la espalda de Naruto que estaba unos metros más adelante "Eso es lo importante"
"Superaron muy bien el miedo... Yo, Erwin Smith, acepto sus corazones....." Declaró el Comandante cerrando los ojos.
...
Al otro día.
Todos los reclutas nuevos y miembros de la Legión que se encontraban en Trost, partieron a primera hora cabalgando hasta la Sede de la Legión, lugar en donde los reclutas fueron instruidos en las reglas y la formación que se utilizaría para llegar a Shinganshina.
La formación que fue ideada por el mismo Comandante Erwin, consistía en cubrir mucho terreno con varios equipos divididos, haciendo la figura de una especie de triangulo, aquellos que estaban en el centro de abajo se encontraban más protegidos, mientras que los que estaban por los alrededores se encontraban más abiertos a un ataque, por esto debían avisar de cualquier avistamiento para proteger a los de al medio, posición en donde se encontraban los soldados más fuertes.
Esa tarde, los soldados nuevos terminaron de ser instruidos y salieron al patio de la Sede, para recibir sus uniformes de la Legión
"¡Chicos!" Grito Eren avistando a su grupo de amigos y corriendo hacia ellos "¡Están todos aquí!" Exclamó feliz.
"No todos Eren... además de Annie que se unió a la Policía.... Falta Marco, que murió" dijo Jean con estoicismo
"Marco... ¿Cómo?" Susurró Eren en shock.
"Nadie sabe cómo o cuando murio... Al parecer nadie estuvo con el cuando pasó" Explico Naruto cabizbajo.
"Marco..." Susurró Eren aún en shock, recordando el rostro de su amigo.
"¡Hey novatos, el uniforme llegó!" Exclamó un Soldado mayor de la Legión, entrando al patio con varias capas verdes.
Los recién ascendidos fueron a recibir sus capas y se convirtieron oficialmente en soldados de la Legión de Reconocimiento.
Más tarde, los reclutas del Ciclo 106 estaban reunidos en una sala, conversando sobre el Plan a seguir de la Legión y compartiendo ubicaciones en la formación.
"Eren" llamo Jean de la nada, atrayendo la atención del pelinegro "Escuché que atacaste a Mikasa cuando te convertiste en Titan"
Eren se vio visiblemente afectado por esas palabras "Creo que es cierto, yo la ataque" declaró el ojiazul cabizbajo viendo la herida que tenía su amiga en la mejilla.
"Creo... Así que realmente no sabes nada sobre tu poder y ni si quiera puedes controlarlo" dijo Jean con seriedad mirando a su compañero.
"Jean..." Llamó Naruto que estaba a un costado del grupo.
"¿Cuál es el motivo para presionar a Eren ahora?" Pregunto Mikasa que estaba al lado del anteriormente nombrado.
"Sabes Mikasa, no todos aquí estamos dispuestos a morir por Eren como tú o Naruto... Eren que es la esperanza de la Humanidad, no sabe nada sobre su poder... Así que Eren" comento Jean acercándose al ojiazul antes de tomarlo de los hombros "Más te vale dominarlo, porque tú vida no es solo tuya, en la formación todo está basado en protegerte a ti y queramos o no, debemos seguirla... Así que... Contamos contigo Eren, no nos defraudes"
Eren tras tomarse un breve tiempo para anialzar las palabras, cambio su rostro a uno de determinación para hablar "Así será chicos"
Fin del Capítulo
Se despide,
NachoKotoamatsukami.
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