___Capítulo 58: La maldición de los anillos___

___Capítulo 58: La maldición de los anillos___

Los ecos de la batalla de padre e hijo estaban resonando por todo el lugar, con ello un mar de sentimientos se hacía presente con el pasar de los segundos. Klein esquivaba los ataques de su padre el cual lanzaba sus poderosos anillos.

El pelirrojo esquivaba los ataques, acercándose cada vez más y más a su padre.

Klein: "Si hago que pierda el control de los anillos, Mephisto dejará de tener control sobre él. Solo debo... solo debo hallar un segundo del cual pueda sacar provecho" — Se dijo en sus pensamientos.

Mandarín retrajo sus anillos, para después poner todos sus anillos en una sola mano preparando un poderoso golpe. Klein empieza a girar en el aire, haciendo que una leve corriente de aire apareciese.

Wenwu: "Esa ventisca...es... es..."

Las imágenes se estaban sobreponiendo, ante los ojos de Wenwu apareció su esposa fallecida, la cual teniendo una sonrisa iba directo a sus manos. Sonriendo al verla, bajó la guardia al hacerlo la imagen de su esposa se desvaneció.

En su lugar apareció su hijo asestando un golpe en la cara de su padre el cual lo azotó contra el suelo. El Mandarín sorprendido y confuso de haber presenciado aquella escena se levanta viendo como su hijo estaba imitando las posturas de su esposa.

Wenwu: "¿Qué truco es este?"

Klein: Los anillos, son una carga... una carga la cual ya te ha dominado. Padre... Una familia es aquella con la cual te apoyas y dejas que te extiendan la mano, para no caer en un abismo de sufrimiento eterno...

Wenwu: No, nono... este es un juego... ¡Un truco!

Klein: Mephisto es el que te esta usando, es el que está usando trucos... yo te extenderé la mano... ¡Para que no caigas en ese abismo PADRE!

Con ayuda del impulso de aire, corrió hacia su padre con ambos brazos extendidos listo para dar una serie de combos con sus manos. Mandarín estaba poniéndose a la defensiva listo para contraatacar pero nuevamente paso, las imágenes se sobrepusieron.

Esta vez vio a Klein y su hermana como niños corriendo hacia sus manos, inconscientemente bajo nuevamente la guardia al hacerlo. Klein apareció en su cara asestando un golpe en el estómago sacando todo el aire de sus pulmones.

Wenwu: Pfff...

Klein: ¡No me detendré padre! ¡Lo haré por nuestra familia! ¡No dejaré que caigas en este abismo sólo!

Wenwu: Hijo...

Las palabras de Klein estaban llegando al corazón y alma de su padre. Esto alegró al pelirrojo el cual pensó que todavía había un rayo de esperanza de que su padre volviese hacer el de siempre.

Por otro lado, Mephisto estaba luchando contra los héroes. Por alguna extraña razón, estos mosquitos molestos estaban siendo un dolor de cabeza inmenso.

Mephisto: "Estos insectos, están haciendo que pierda el control con los anillos. Si me descuido. Ese hombre, saldrá de mi control... no puedo permitirlo. Tendré que usarlo... que fastidio"

Dando un golpe en la mejilla a Yuuki esta salió disparada siendo rescatada por Asuna. Todos prestaron atención a lo que estaba haciendo el rey demonio, sorprendiendose de lo que veían.

Sinon: ¡Kirito! ¡¿Qué es eso?!

Kirito: ¡No lo se! ¡Parece un conjuro!

Asuna: ¡Todos cubranse!

Mephisto: Jaque mate.

El lugar se empezó a desquebrantar, con ello un anillo de fuego apareció debajo de cada héroe, dando a cada uno de ellos confundido, seguro de ello. Mephisto se transformó en una especie de cobra roja con manos largas y garras negras.

Leafa: Hermanito...

Kirito: Esta es su forma definitiva..

Mephisto: Me canse de sus juegos. Morirán ahora.

Prendiendo su mano en fuego lanzó una llamarada de fuego a los héroes. Kirito y Asuna actuaron rápidamente creando un escudo protegiendo a todos, pero las llamas eran tan poderosas que estaban fragmentando el escudo poco a poco.

Asuna: ¡Kirito! ¡Los ataques!

Kirito: Si... son certeros... ¿Qué es esto?

Sinon: ¡Ataquen con todo!

Las heroínas las cuales no estaban protegiéndose lanzaron ataques potentes a Mephisto los cuales este no le habían hecho más que cosquillas.

Mephisto: Patético, patéticos ataques de humanos patéticos.

Kirito: ¿Patetico...? bien... veamos quien es el patetico, idiota... ¡OJO DE AGAMOTTO!

Abriendo el ojo, paralizó toda la zona a su alrededor inclusive a Mephisto, de un movimiento de sus manos sus aliadas estaban de nuevo en el ruedo.

Kirito: ¿Están bien?

Yuuki: ¡Ohhh! ¡Paralizas el tiempo! ¡Qué genial!

Leafa: Ese ataque nos hubiera servido demasiado antes.

Kirito: No podía arriesgarme a usar la gema del tiempo tan rápido. No sabía las capacidades de Mephisto y siendo francos no se todos sus poderes todavía.

Asuna: No importa, debemos salir de aquí y cerrar la puerta antes de que...

Mephisto: Hm, hm vaya vaya. Si que eres el Hechicero Supremo. Protector de esta realidad y guardián de la Gema del tiempo.

Kirito: No, no es posible... — Dijo sin poder creer lo que veía al igual que sus compañeras las cuales estaban asustadas al ver que el enemigo aún no había caído.

Mephisto: Oh, te preguntas '¿por qué aún puede moverse?' bueno por que estas en una dimensión alterna. No puedes usar las gemas de la misma manera, si la hubieras usado al inicio, estaría atrapado en un bucle infinito como lo hiciste con Dormammu, pero no es así esta vez. Me diste el tiempo valga la redundancia, de activar mi 'Paraiso infernal' eso fue su condena, heroes.

El villano se preparó para lanzar una poderosa llamarada a los héroes, pero antes de poder hacerlo un fuerte golpe, hizo que todos prestaran atención a la puerta.

Kirito: ¡Klein!

Dijo alegre, su amigo estaba al fondo de todos su mirada fría y caída, hacía contraste con lágrimas que pasaban por sus mejillas, a su alrededor giraban los 10 anillos.

Klein: Pagaras por lo que le hiciste a mi padre.

Minutos antes, con la respiración pesada, Klein se acercó a su padre y le extendió su mano.

Klein: Levántate, padre. Todavía no has caído. Aún puedes detener toda esta locura, vamos... seamos de nuevo una familia...

El progenitor del pelirrojo alzó la mirada viendo como este tenía una mirada tranquila y pacífica una que solo había visto en dos personas.

Wenwu: Esos ojos, son iguales a los de tu madre y hermana. Jamás vi que tuvieras aquel brillo que ambas tenían. Cuando ellas murieron sentí, como un horrible peso se ponía sobre mí... la ira incontenible, me alimento y cegó mi amor hacia ti. Cego lo que una vez senti por lo que éramos. Una familia...

Klein: Aun puedes, aun podemos construir lo que alguna vez fuimos. Levántate, levántate y seamos otra vez una familia. Quítate esos anillos, y peleamos uno al lado del otro.

Wenwu miró con orgullo a su hijo, no sabía en qué momento este había madurado tanto, pero sí sabía que, él había madurado por su propia cuenta cuando se fue al extranjero. Eso le hizo sentirse feliz consigo mismo.

Tomando la mano de su hijo aceptó que él estaba equivocado.

Wenwu: ¿En qué momento creciste tan rápido hijo?

Klein: Es parte de crecer, padre. No sabes cuando sucede. Solo sucede.

La conversación fue callada cuando, unos chillidos llamaron la atención de ambos, al ver a sus alrededores vieron cómo las criaturas de Mephisto estaban yendo hacia ellos.

Klein: Quieren destruir lo que queda de pared.

Wenwu: No permitamos que pase eso — Llevando su mano a su oreja se comunicó con sus hombres — Quiero que dejen de pelear contra los habitantes de Ta Lo, y peleen contra esas abominaciones del infierno.

En Ta Lo, los hombres de Wenwu se quedaron paralizados al recibir las nuevas indicaciones, sin saber si debían o no obedecer aquellas órdenes.

Wenwu: ¡¿No entienden?! ¡Pelen por lo que alguna vez fue la aldea de mi amada!

Sin más titubeos, los hombres de Wenwu empezaron a atacar a los esbirros dejando confundidos a todos los presentes.

Mordo: ¡¿Qué hacen?!

Yui: ¡Lo que hacen los héroes! ¡Pelear por lo correcto! — Dijo con emoción la pequeña dando un aplauso empezó a invocar una especie de dama metálica la cual la arropo por completo a la pequeña.

Mordo: ¡No importa cuanto pelen! ¡No pienso permitir que ustedes ganen! — Euforico empezó a despegar relámpagos de su cuerpo listo para disparar a la pequeña.

Yui: Y papá y mamá no perderán. Porque ellos prometieron que iríamos a pasear luego de esto. Y ellos siempre cumplen sus palabras.

Mordo: ¡Ya me cansaste niña estupida!

El hechicero estaba a punto de atacar, pero el martillo de Lisbeth lo detuvo haciéndolo estallar contra el suelo, Mordo se recompuso con rapidez solo para ver como un ave de fuego iba camino a él.

Rain: Oye, atacar a una niña. no es de hombres. Iidota — Dijo la pelirroja dentro del ave de fuego yendo a gran velocidad hacia Mordo.

Creando una excplosion de fuego el cual quemó varias partes del traje del hechicero, herido levantó la mirada solo para ver un poderoso golpe sónico apareció.

Koichirou: Jeje, si que mi hermana y cuñado saben hacer fiestas.

Cuando se detuvo de correr otro fuerte impacto sónico el cual fue el remanente, chocó con Mordo haciendo que este se arrodille del dolor. Con toda su fuerza de voluntad se curó, al cabo de unos segundos se puso de pie nuevamente.

Silica: Lo acabo de domesticar, así que tardo en invocarlo. Ven aquí, Guepardo de las profundidades.

Un guepardo en forma de agua apareció, corriendo hacia Mordo creando una burbuja la cual lo aprisiono. Sin muchos problemas. Mordo destruyó la burbuja intentando recuperar el aire.

Seven: Eh, no podía quedarme atrás.

Mordo alzó la mirada al oír la voz de la pequeña viendo como varios drones le rodeaban, estos empezaron a disparar rafagas de balas de energía hiriendo mas y mas al hechicero malvado.

Yui: ¡Esto acaba aquí! ¡Oráculo!

Aquella dama de hierro extendió sus manos y creó varios círculos mágicos debajo de Mordo, los cuales lanzaron un poderoso rayos que terminaron de noquear a Mordo.

Lisbeth: ¡Si! ¡Lo hicimos!

Rain: ¡Rápido hay que esposarlo!

Fuerte retumbido hizo que todos miraran del otro lado del lago viendo como de entre las profundidades del río, una enorme silueta aparecía, llamando la atención de todos.

Mordo: Idiotas... creyeron que ganaron... pero... Mephisto... usará todas sus cartas para ganar... incluso... incluso si tiene que usar a uno de sus mayores generales...

Lisbeth: ¿Generales?

Por parte en Wenwu y Klein veían con asombro como del agua salía una silueta enorme.

Wenwu: No es posible...

Klein: ¡¿Sabes que es eso, padre?!

Wenwu: Lo vi en mis sueños. Ese... ese monstruo era el que tenía de rehén a tu madre y hermana... pero ahora es la realidad... esa cosa... no es más que un esbirro de Mephisto...

Klein: ¿Esbirro? No parece uno normal... ¿Qué es esa cosa en realidad? — Pregunto con miedo.

Wenwu: Dentro de los dominios de Mephisto. Existen 3 generales. El general serpiente esquelética, el caballero sin dueño y.... El demonio de ojos azules...

Klein: ¿De-demonio de ojos azules...?

Regreso a ver al agua viendo cómo de esta salia una especie de minotauro de piel azul oscura, con cabeza de cabra montés con dos cuernos curvados hacia adentro a ambos lados. La parte inferior de su cuerpo estaba cubierta de un pelaje azul con una cola en forma de serpiente.

¡ARRRRRRR!

Klein: Debemos, debemos llamar a Kirito... — Dijo asustado.

Wenwu: Es la mejor opción, incluso con el poder de los 10 anillos, no creo ser rival para él.

El demonio de ojos azules aun atolondrado por su reciente resurgimiento agito la cabeza volteando a ver detrás suya viendo la puerta que contenía a su amo. Este al ver cómo había dos humanos dio un fuerte grito lanzando una llamarada azul.

Wenwu: ¡Klein atrás!

Con ayuda de sus anillos creó una barrera la cual los protegió del ataque poderoso del enemigo, seguidamente el demonio de ojos azules saltó hacia ellos asestando un golpe con su arma.

Padre e hijo esquivaron el ataque, posteriormente el demonio dio golpe mortal a Wenwu que fue a intentar ayudar a su hijo, afortunadamente pudo bloquear el ataque con sus anillos.

El demonio se percató del poder de los anillos al ver esto dio otro grito dando un golpe al suelo seguidamente dio una estocada en dirección a Wenwu, este quiso bloquear el ataque pero raramente sus anillos no pudieron bloquear el ataque perforando la piel de Wenwu.

Klein: ¡PADREEEEEEEEEEE!

Wenwu sin más fuerzas y en un último intento para proteger a su hijo disparó sus anillos hacia su hijo el cual corría desesperado para ayudar a su padre. Los anillos fueron en dirección a Klein, colocandose en sus brazos. Despertando el verdadero potencial de Klein.

El demonio al ver aquella acción, regresó a ver a Klein viendo que ahora este portaba los anillos, cuando estaba a punto de atacar, un relámpago impactó en su cara haciendo que su atención fuera desvío a los cielos.

Lisbeth: ¡Klein va a ayudar a Kirito!

Rain: ¡Nosotras nos encargaremos de este gigante!

Ambas heroínas corrieron a pelear contra el demonio el cual lanzaba poderosas llamaradas de fuego.

Klein se quedó paralizado por unos segundos viendo el cuerpo de su padre, el cual en su último respiro sonrío cayendo sin vida. Lleno de ira y enojo corrió hacia la puerta que estaba fragmentada.

Lanzando sus anillos llamó la atención de Mephisto.

Klein: Pagaras por lo que le hiciste a mi padre.

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