___Capítulo 56: La espada de ZEK___

___Capítulo 56: La espada de ZEK___

La batalla había llegado a su clímax máximo, había tres frentes peleando en la línea defensiva. Por una parte el pueblo de Ta Lo estaba peleando contra los soldados del Mandarín a su lado estaban Rain, Silica, Lisbeth y Koichirou peleando contra Mordo siendo apoyados por Yui y Seven.

Del otro lado del río estaba peleando padre e hijo. En su combate definitivo que definiría el destino de ambos.

Y el combate más poderoso y mortífero de todos. El mismo señor del inframundo contra el Hechicero Supremo, la Bruja del caos, la mejor francotiradora del mundo y la hada de los vientos. Estos le harían frente a un ser que supera al mismísimo Nightmare.

Por ahora nos enfocaremos en la batalla más frenética que habrá. Mephisto estaba llegando a la tierra y solo nuestros héroes podrán hacerle frente al mismísimo rey demonio.

Mephisto: Haganse a un lado. Y prometo darles una muerte rápida e indolora.

Kirito: ¡No te permitiremos que pises la superficie! ¡Te detendremos aunque nos cueste la vida!

Mephisto: Eh, que gracioso. Unos humanos queriendo hacerle frente al mismo señor del infierno... Me das gracia, pequeño. Por esta ocasión y como aperitivo para mi... les dejaré que ataquen primero — Abrió sus brazos con una sonrisa marcada en su rostro.

Asuna: Kirito, no hay que desaprovechar este ataque...

Sinon: Puede que sea una trampa — Recargar su arma.

Leafa: Vamos hermanito.

Kirito: ¡SI!

Rápidamente, Kirito se levantó unos cuantos centímetros empezando a crear círculos mágicos a su alrededor los cuales uno por uno se ponían frente al otro.

Asuna: ¡Denle con su mejor ataque!

La castaña juntando sus manos creó miles de mariposas mientras que debajo de sus pies se creó un anillo mágico el cual extendió flores de espinas hechas de energía las cuales empezaron a dirigirse al rey del inframundo.

Sinon: ¡No fallen en este ataque!

El arma de la peliazul empezó a juntar toda la energía a su alrededor, segundos después disparó una bala de energía la cual con el paso de los segundos conforme avanzaba se hacía cada vez más grande.

Leafa: ¡No se detengan!

Una enorme corriente de aire apareció rodeando a la rubia la cual empezó a desprender cortes aéreos que se dirigieron hacia su objetivo.

Kirito: ¡Onmirayo mistico!

Asuna: ¡Espina carmesí del caos!

Sinon: ¡Bala perfora cielos!

Leafa: ¡Corriente furiosa!

Los 4 ataques de los héroes, se juntaron dirigiéndose al rey del inframundo, este sonrió al ver el descomunal ataque que se acercaba, en cuestión de segundos el ataque llegó a Mephisto.

La colisión del ataque, levantó una cortina de humo cegando la vista de los presentes. Kirito aterrizó dando un leve paso al frente, lentamente el humo se está disipando.

Al cabo de unos segundos, los héroes se vieron sorprendidos y con miedo como Mephisto estaba como si nada hubiese pasado, solo estaba ahí parado limpiándose el humo de sus hombros.

Mephisto: Que ataque mas patético. Me toca.

El señor del inframundo dio un corte con su mano al aire creando una rafaga de fuego que se dirige a los héroes. El pelinegro rápidamente actúa creando un escudo místico que los cubrió del ataque.

Mephisto no perdió tiempo, clavó sus garras en el suelo haciendo que el suelo se levantase creando erupciones volcánicas que se dirigen a los héroes. Kirito actuó rápidamente. Levantó a Sinon en el aire esquivando el ataque junto con Asuna y Leafa las cuales empezaron a volar.

Leafa: ¡Nuestro ataque no hizo efecto!

Kirito: ¡No se distraigan!

Mephisto: Si, no se distraigan.

La voz se oía detrás de los presentes, rápidamente giraron solo para ver como este estaba volando detrás de ellos con los brazos abiertos y una sonrisa en su rostro. Rápidamente este apuntó con sus garras lanzando una fuerte llamarada.

Los héroes intentaron bloquear el ataque, pero lamentablemente para ellos, el ataque estaba demasiado cerca para poder bloquearlo.

Fuera, en donde Klein y su padre peleaban frenéticamente escondida detrás de unas piedras estaba Yuuki la cual únicamente podría ser una espectadora sintiendo una punzada en su corazón al oír como dentro de aquella puerta se oían gritos de dolor.

Yuuki: "Debo... debo ir... pero... Asuna..." — Las palabras de la chica resonaron en la cabeza de Yuuki las cuales eran exactas 'Debes esconderse' — "Siento miedo... miedo... de que algo malo les pase... y no haya podido hacer nada para ayudarles..."

Se dijo a sí misma mientras se abrazaba. Sentía un peso invisible sobre sí misma mientras que lentamente se atormentaba con solo el hecho de pensar en la peor posibilidad posible. Y cuando menos lo espero lágrimas empezaron a salir sin control.

Yuuki: Quiero... quiero... quiero ayudar... no quiero ser más una carga... una carga la cual tengan que proteger... — Se decía a sí misma mientras las lágrimas empezaban a transcurrir por sus mejillas.

Puedes ser alguien.

Una voz llamó la atención de la chica, está alzó la cabeza curiosa de saber de dónde provenía aquella voz al hacerlo se percató que estaba en un lugar completamente oscuro y frente a ella estaba aquel artefacto.

Yuuki: Eres la espada...

Si, te elegí a ti como mi portadora. No por tu poder ni tu fuerza. Sino por quien puedes llegar a ser...

Yuuki: ¿Ah que puedo llegar a ser? — Preguntó poniéndose de pie acercándose a la espada.

Ha ser la mejor de toda una generación...

Una luz empezó a aparecer del otro lado de la espada y seguido de esa otra y otra.

Yuuki: Un linaje...

En la batalla contra Mephisto. Kirito y compañía estaban perdiendo la batalla. Afortunadamente para los héroes. Asuna pudo crear una barrera que pudo retener el ataque.

Mephisto: Fascinante, sabía que la portadora de este universo de la magia del caos era poderosa. Je, serás una buena marioneta — Dijo sonriente apuntando con las yemas de sus dedos.

De estos salieron espinas que se dirigieron a Asuna, esta intentó bloquear el ataque pero estaba tan cansada y herida que no podía moverse como era costumbre.

Kirito: ¡ASUNA! — Intentó ir con su amada pero unas piedras empezaron a aprisionarlo.

Igualmente a las dos heroínas, quedaron aprisionadas en las piedras.

Mephisto: Seras una gran heralda. Bienvenida, heralda del caos.

Las espinas estaban a punto de darle, Asuna estaba tan cansada que lo único que podía hacer era ver imponente como estaba a punto de sucumbir contra Mephisto.

Pero justo en ese momento un destello morado apareció cortando las espinas de un tajo, Kirito, Sino y Leafa rompieron su prisión viendo con asombro como una estela dorada empezaba a moverse dirigiéndose hacia Mephisto.

Este se quedó asombrado solo para salir de su transe viendo como frente suya aparecía, Yuki lista para dar una estocada cargada.

Yuuki: ¡YIAAAAH!

Un fuerte destello acompañado de un poderoso estruendo y una ventisca poderosa, hizo que todos se quedaran perplejos.

Segundos atrás, Yuuki estaba viendo como aquellos destellos lentamente se transformaban en personas.

Yuuki: ¿Quienes son ustedes?

Somos antiguos portadores de la espada de ZEK.

Hemos portado esta espada y la hemos usado para defender a los inocentes.

Siempre hemos visto por la seguridad de los demás y por eso la espada nos elige.

Ahora es tu turno.

La pelimorada sintió una punzada en su corazón al oír aquello con duda se acercó su mano al mango de la espada tromandoka. Al hacerlo sintió como una fuerza descomunal empezaba a invadir su cuerpo.

Yuuki: Tal vez mi conexión con ustedes sea simplemente temporal. Pero Asuna me salvó de mi enfermedad mortal, ahora ella está en problemas. Yo... debo... no yo quiero...

Rápidamente porto su espada y dando un tajo en el aire, hizo que todo el lugar se desquebrante al mismo tiempo un traje aparecía.

Yuuki: No te preocupes, Asuna... ya voy...

Volvemos al presente, donde vemos como Mephisto se tocaba la cara sorprendido para después ver a Yuuki.

Yuuki: ¿Asustado cuernitos?

Asuna: ¡Yuuki!

Yuuki: ¡Perdon Asuna! ¡Pero no puedo quedarme viendo como pierden! ¡Se que esta arma es algo que no debió llegar a mis manos! ¡Pero dejen que la use para poder hacerle frente al rey demonio!

Las palabras valientes de la chica inspiraron al resto. Kirito sonrió levemente para posteriormente repeler el ataque de Mephisto.

Kirito: Eres muy temeraria. Bien, solo hay que aguantar hasta que Klein detenga a su padre y podamos cerrar la puerta.

Sinon: ¿Cuánto crees que tengamos que aguantar?

Kirito: 10 Minutos.

Mientras tanto en la batalla de Ta Lo, Lisbeth y Mordo estaban peleando en los cielos lanzando sus más poderosos ataques.

Mordo: ¡Admito que eres fuerte niñita! ¡Pero eso no te hará ganar! — Tando un tajo con su arma lanzó un poderoso ataque.

Rain apareció frente a Lisbeth dando varios cortes rotatorios repeliendo el ataque de Mordo. Seguidamente Rain se impuso en el aire apuntando con la punta de su arma queriendo dar una estocada.

Mordo: Mocasa insensata. No conoces el poder de la Espada del Verdugo — Con una sonrisa apuntó con el arma queriendo dar un tajo vertical.

Rain: Y tu no conoces nuestro verdadero potencial.

Rápidamente la espada de Mordo desapareció momentáneamente de sus manos, Mordo sorprendido se quedó confuso, rápidamente muro nuevamente a Rain la cual ya estaba a escasos centímetros.

Mordo: ¡¿Que acaban de hacer niñas estupidas?!

Creando un escudo detuvo el ataque de Rain, está retrocede a los segundos siendo llevada por Pina nuevamente al suelo a la vez la espada de Mordo volvió a sus manos.

Mordo: Agh, ¿qué fue eso? — Preguntó viendo la espada en sus manos — "La Espada del Verdugo desapareció por un lapso de 5 segundos... no es algo normal, Lisbeth controla los relámpagos, Rain controla espadas ignífugas, Silica puede domar animales momentáneamente, el hermano de Asuna supera la velocidad sónica... La hija de Asuna y Kirito... controla la tecno-magia... eso sólo deja a..."

Mordo aterrizó dando un golpe al suelo creando un enorme anillo mágico en el suelo.

Koichirou: ¡No creas que te dejaremos actuar verdecito!

Mordo: No, solo necesito un par de segundos...

El velocista se acercó a máxima velocidad a Mordo, pero antes de que este pudiese asestar un golpe, un fuerte resplandor le cegó, mandándolo a volar lejos.

Lisbeth: ¡Rain, Silica!

Rain: ¡Si!

Silica: ¡Vamos haya Pina!

Las tres juntas lanzaron un poderoso ataque, en dirección a Mordo. Pero para su mala suerte aquel anillo empezó a crear una especie de ola verde la cual repelió el ataque de ambas.

Rain: ¿Qué es esa cosa?

Silica: No lo sé. Convocare más ayuda.

Lisbeth: No te sobreexijas, recuerda que tienes un límite y ya estás llegando a ese límite.

Mordo: Admito que las subestime. Pero es por que no sabia que poseían esto.

Lentamente la ola de energía verde desapareció dejando ver a Mordo flotando unos centímetros del suelo mostrando una ilusión de un artefacto con forma de palo de extremos redondos.

Lisbeth: Tsk, nos descubrió.

Mordo: Artefacto místico. El confiscador de Seon. Habilidad confiscación... por lo que veo ustedes no lo tienes por tal...

Giró su cabeza en dirección a un bosque de bambú, con solo un movimiento de sus manos levantó todos los árboles de bambú para después lanzarlos, dejando ver un búnker.

Rain: ¡No te acerques! 

Corrió hacia Mordo, pero este solo con un movimiento de manos mandó a volar a la joven lejos. Lisbeth dio un golpe en el suelo desprendiendo relámpagos que mandó a Mordo.

Silica invocó a varios lobos que fueron hacia el hechicero malvado. Este sin inmutarse caminó lentamente hacia el bunker cubriéndose de los ataques de ambas jóvenes.

Mordo continuó su camino acercándose más a aquel bunker. Ya estando frente a él haciendo un movimiento con ambas manos empezó a fracturar las paredes del mismo empezando a abrirse lentamente.

Lisbeth: ¡No te dejaremos que les hagas daño! 

Silica: ¡Alejate de ellas! — Grito desesperada corriendo junto con Lisbeth.

Ambas estaban corriendo hacia Mordo, pero este solamente regresó a verles lanzando un ataque que las mandó a volar.

Mordo: No molesten niñas. Dejen que el adulto corrija a dos niñas molestas.

Koichirou: Yo soy el tío de mi pequeña Yui ¡No te permitiré que le pongas un dedo encima!

Apareciendo frente a Mordo, asestó un golpe en la mejilla que mandó a volar a Mordo, el velocista corrió nuevamente hacia Mordo asestando golpe tras golpe no permitiendo que Mordo se defendiese a tiempo.

Koichirou: Oye, Mordo... 

El mencionado que se estaba recomponiendose del ataque, alzó la mirada viendo al velocista que desprende relámpagos blancos de su cuerpo.

Koichirou: Dijiste que les darías un correctivo a las niñas ¿no? bueno yo te daré mi correctivo a ti.

=============================================================================================================================================================================================

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top