___Capítulo 55: Wenwu el conquistador___

___Capítulo 55: Wenwu el conquistador___

Nos remontamos miles de años atrás antes de la aparición de los dones antes de la aparición de los superhombres, antes de que personas con poderes cósmicos aparecieran. Antes de todos ellos existía un hombre.

Un hombre con el poder de un ejército.

En un prado, un enorme ejército chino estaba listo para dar un asalto sobre el castillo que yacía más adelante, el que lideraba aquel ejército era Wenwu.

Wenwu se adelantó a todas sus tropas mientras montaba a caballo. En su poder yacían los 10 anillos.

"La historia de los 10 anillos cambian conforme avanza la historia. Mientras que unos decían que los había hallado en un cráter, muchos otros relataban que los había robado de una tumba. Pero aun con toda aquella duda, le habían dado aquel hombre el poder de un Dios... y el don de la vida eterna"

Wenwu llegó al otro extremo del prado en donde el ejército enemigo lo esperaba, estos se veían temerosos y asustados ante la presencia de aquel hombre.

Ese propio miedo hizo que actuaran sin meditarlo. Una lluvia de flechas dirija a Wenwu hizo que este miraba con decepción aquel acto

Activando los anillos formó una especie de escudo que repelió las flechas sin problema alguno mientras avanzaba hacia sus enemigos.

Sin problema alguno destruyó aquella barrera defensiva del lugar abriéndose camino entre el ejército venciendo a todos con su poder descomunal con ayuda de los anillos.

Su ejército no tardó en abrirse camino derrotando a sus enemigos.

El tiempo pasó y ahora Wenwu tenía un poderoso ejército de guerreros formidables que entrenaban día y noche, repartiendolos por varias partes del mundo.

"Los 10 anillos, una organización formidable. Eran sigilosos, moviéndose en las sombras, derrocaron gobiernos y cambiaban el destino de la historia"

Años pasaron para ser exactos 20 años antes del tiempo actual. Durante miles de años Wenwu busco solo poder y riquezas, pero aún le faltaba algo más. Más bien quería más.

Wenwu: ¿Has oído la leyenda de Ta Lo? — Cuestión viendo a uno de sus subordinados — Una aldea oculta, llena de criaturas místicas y magia antigua. Ahí la gente practica un estilo de artes marciales de los dioses. Quiero encontrarla .

Claro. Enviare a un explorador a sondear el área... y él nos traerá más información.

Wenwu: Quiero ir ahora.

Solo con decir eso, todos sus hombres se pusieron en marcha aquella aldea oculta, pero mientras estaban atravesando aquel bosque de bambú, los hombres se dieron cuenta que, aquel bosque se movía.

A duras penas, Wenwu salió ileso de aquel bosque pero aun así no se rindió y volvió a adentrarse aquel bosque por su cuenta.

Al atravesar el bosque, se encontró un pequeño lugar donde una mujer de vestimentas verdes y máscara del mismo tono parecía esperarle.

Wenwu: ¿Dónde está Ta Lo?

No eres bienvenido a nuestra aldea.

Wenwu: ¿No sabes quien soy? — Preguntó con prepotencia.

No me importa quién eres. Date la vuelta y no tendré que lastimarte.

El guerrero no aceptando un no por respuesta, se puso en posición de combate mientras encendía sus anillos intentando amenazar a la mujer.

¿Eso es todo?

Enojado Wenwu empezó a disparar sus anillos, la mujer esquivó los ataques deslizándose en el aire, Wenwu la persiguió intentando dar un golpe a la mujer, pero esta los esquivaba sin muchos problemas deslizándose con la ayuda del aire que había alrededor.

De un movimiento la mujer lanzó su sombrero, Wenwu lo esquivo sin muchos problemas, solo para ver el bello rostro de la mujer que yacía frente a él.

Aun estando anonadado por el rostro de la mujer no se percató de que ella se preparó para atacar haciendo una especie de danza con la cual controlaba el aire alrededor.

Wenwu se impulso en el aire queriendo asestar un poderoso golpe, pero la mujer lo bloqueo sin muchos problemas para después empezar un combate, en el cual Wenwu quiso llevarse la delantera. Pero aquella mujer se deslizaba y se movía al compás del viento.

De un momento a otro Wenwu atrapó la mano de la mujer y la atrajo hacia él, apreciando más su bello rostro. La mirada de ambos chocó una mirada hizo que el corazón de ambos diera un vuelco.

Pero aun con esa mirada chispeante, el combate continuó, la mujer asestó un golpe en el estómago de Wenwu para después adueñarse de la situación sin muchos problemas.

Incluso parecía que estuvieran bailando al compás del viento.

Wenwu sonrió empezando a preparar su más poderoso ataque lanzó sus diez anillos hacia la mujer, está los esquivo sin mucho problema para después con ayuda del viento ella manipular los anillos.

Wenwu miraba esto sorprendido, jamás creyó que alguien más pudiera controlar sus anillos pero ahora la mujer los estaba manipulando como si nada.

No solo eso aquellos anillos que antes eran morados ahora eran dorados, aún expectante de aquello solo pudo ver como la mujer le devolvió los anillos de un golpe empujando a Wenwu hacia atrás.

Wenwu miro a la mujer sonriente.

"Ese día, Wenwu encontrou algo mais que guerra, poder o riqueza. Encontro Amor..."

"Lastima que ese amor es el mismo que putrefacto su corazón..."

Volvemos al presente, Kirito miraba todo asustado las horadas de Mephistos estaban llegando a la tierra y eso era malo, demasiado malo.

Kirito: ¡Estás loco!

Mordo: No, solo acuerdo — Comentó listo para volverlo a apuñalar.

Antes de poder hacerlo, un relámpago cayó frente a Mordo, este dio un salto atrás esquivando el ataque.

Mordo: Tus novias — Se quejó viendo a la pelirrosa flotante rodeada de relámpagos.

Lisbeth: Nos volvemos a ver, Mordo — Gruño empezando a invocar relámpagos.

Mordo: La amiga de Shinon, ¿no?

Lisbeth: ¡Kirito! Asuna y tú, vayan a detener a el Mandarín. Nosotras nos encargaremos de Mordo.

Kirito: ¡¿Estas demente?! ¡Ustedes solas no podrán contra el! ¡Es un hechicero poderoso!

Silica: Tranquilo, Kirito — El pelinegro vio a los cielos viendo a la chica arriba de una enorme criatura de aspecto de mantarraya.

Rain: Nosotras no somos tan débiles como lo aparentamos — La pelirroja pasó al lado del hechicero dejando una estela de fuego detrás.

Mordo: No se crean mucho por tener esos artefactos mágicos. La experiencia le gana al poder — Comento preparándose para atacar a la pelirroja.

Lisbeth: Seh eso lo sabemos, pero no cuentas con un factor. Mordo.

El moreno observó confuso a la pelirrosa, solo para ser arremetido por un rápido golpe que lo mandó a volar lejos de la pelirroja.

Koichirou: No contabas con mi astucia.

Mordo: El hermano de Asuna — Miro con enojo al castaño el cual desapareció en un parpadeo.

Lisbeth: ¡No te enfoques sólo en uno Mordo!

La pelirrosa apareció frente al villano solo para asestar un poderoso golpe en la cara que lo hizo estrellarse en el suelo.

Mordo: Malditos... ¡Desaparezcan de una vez por todas! — Clavó su espada en el suelo fragmentado el mismo creando rayos que se dirigieron a Lisbeth — No entienden que los insectos deben ser aplastados.

Los rayos se acercaron a la pelirrosa la cual empezó a mover su martillo para bloquear el ataque, pero antes de que el ataque asestara, un escudo mágico apareció protegiéndola del ataque.

Lisbeth: Te dije que te fueras — Exclamó viendo detrás suya a Kirito.

Kirito: No pienso dejar que las maten tan sencillo. Mordo no es un villano como los demás, Lis es uno de los hechiceros más poderosos que existen en la tierra.

Rain: Lo sabemos entra dentro de los 5 hechiceros más fuertes. Pero aun así, no podemos permitir que gasten todas sus energía peleando contra el... — Comento posicionándose al lado del pelinegro.

Kirito: Chicas...

Mordo: ¿Dejaras la carga que te corresponde a tus novias, Kirito? que bajo has caído.

Yui: Yo solo tengo una mamá y esa es mi mami — La voz de la pequeña resonó por el lugar sorprendiendo a los héroes.

Kirito/Asuna: "¡¿Yui?!" — Pensaron simultáneamente los jóvenes padres.

Acto seguido los vehículos del Mandarín encendieron sus torretas apuntando a Mordo.

Mordo: ¡¿Qué demonios les pasa?!

Asuna: Kirito eso es...

Kirito: Tecno magia. Yui... ¿acaso tu...?

Rápidamente las torretas de los vehículos empezaron abrir fuego a discreción a Mordo el cual empiezo a bloquear y destruir los vehículos sin problema alguno.

Yui: Papá, Mamá. Deben detener a Mephisto si llega a la tierra no podremos detenerlo, aun con toda la ayuda de los héroes del mundo. No deben entretenerse con Mordo. Según mis cálculos, solo Leafa, Sinon mamá y tú podrán hacerle frente.

Asuna: ¿Cómo estás tan segura de eso Yui?

Yui: Porque, papá y tú son los hechiceros más fuertes y Lefa y Sinon tienen una conexión única con poderes místicos. Aunque Sinon no tenga un artefacto, ella posee las capacidades para hacer frente en esta contienda.

Kirito: ¿Dónde estás Yui?

Dentro de la base donde Seven manipulaba las plataformas tecnológicas, Yui se encontraba en medio de un círculo mágico viendo todo lo que sucedía alrededor del campo de combate.

Yui: No puedo arriesgar a que se revele mi posición. Pero estoy en buenas manos junto con Seven.

Rain: ¿Nanairo, están seguras?

Seven: Si, estamos dentro de la base ALO.

Ambos padres se quedaron en silencio unos segundos, a su vez Leafa y Sinon se quedaron paralizadas ante lo que había dicho la menor. Ellas sabían que eran fuertes pero ¿tan fuertes como para enfrentarse a Mephisto?

Kirito: Yui... lo lamento pero...

Yui:¡Yo puedo cuidarme sola! — Interrumpió a su padre callandolo de golpe, haciendo que ambos padres abrieran los ojos sorprendidos — Yo llegue a este mundo siendo una carga para ustedes pero... aun así me recibieron con los brazos abiertos... pudieron haberme dejado tirada o exiliada. Pero no... ustedes se convirtieron en mi familia... no quiero ser una carga... quiero ayudar... quiero ser de utilidad... quiero ser como ustedes... ayudar a los demás... — Las lágrimas de la niña transcurrían por sus mejillas contagiándoseles a Seven.

Asuna empezó a llorar y Kirito sonrió mientras una lágrima transcurría por su mejilla. Pero un sentimiento era común en ambos padres. Estaban orgullosos de que su pequeña fuera tan valiente.

Asuna: Está bien Yui. Pero no te arriesgues.

Yui: ¡Sí mamá!

Kirito: Eres muy madura para tu edad, eso me preocupa. Pronto tendremos que meterte a una escuela. Yui... una cosa más.

Yui: ¿Qué sucede, papá?

Kirito: No crezcas tan rápido, todavía eres una niña. No quiero que tu infancia sea acaparada por nuestra vida.

Yui: Te lo prometo, papá.

Mordo: ¡Acabaron de lloriquear!

Rápidamente Mordo atacó apareciendo frente a Kirito listo para apuñalarlo, pero para su mala suerte varios drones le rodearon creando anillos mágicos que lo aprisionaron.

Kirito: Siempre perderás, Mordo. Por qué juzgas a las personas, sin siquiera conocerlas. Chicas vamos, detengamos a Mephisto.

Chicas: ¡Si!

Sinon y Leafa dejaron de pelear contra sus oponentes empezando a ir rumba al lago en donde del otro lado se encontraba el Mandarín destruyendo la pared que mantenía alejado a Mephisto del mundo real.

Kirito: El Mandarín ya debe estar a punto de destruir la puerta por completo.

Asuna: ¡Si no lo detenemos, el mundo perecerá!

Sinon: ¿Dónde estará Klein? ¿No lo habrán...? — La peliazul se desplazaba usando un gancho siendo apoyada por plataformas mágicas.

Leafa: No quisiera pensar que mató a su propio hijo.

Mientras hablaban se acercaban más a la puerta viendo cómo de esta salían aquellas criaturas diabólicas.

Kirito: Klein... — Comentó decaído pensando en su amigo.

Asuna: Klein es fuerte... — Kirito regresó a ver a su novia la cual tenía una mirada de determinación en su rostro — Se que no perderá tan sencillo, solo demosle tiempo. Por ahora...

Nuestros héroes llegaron a donde estaba el Mandarín el cual al sentir la presencia de los héroes regresó a ver detrás suya.

Mandarín: Creía que los héroes, buscaban salvar a las personas y merecen aquí, queriendo detener a un hombre el cual busca a su familia de vuelta.

Kirito: Estás disociando la realidad, Wenwu. Detrás de aquella puerta no encontrarás a tu familia, sino caos y muerte...

Mandarín: ¿Hablas de caos y muerte? Luego de la masacre en Nueva York el día de 'La pesadilla de Medianoche' o aquella vez que la criatura en forma de pulpo casi arrasa con media cuadra.

Kirito y Asuna agacharon la cabeza recordando los eventos pasados.

Leafa: No hables de más, lo que haces no es como si quisieras proteger al mundo. Mínimo nosotros protegemos a los demás, tu solo buscas el beneficio propio.

Mandarín: Habla la chica que fue subordinada de Sugou — Leafa se cayó tragando amargamente saliva al recordar aquel suceso — Tu tampoco eres la excepción, Asada, abandonar a tu amigo dejándolo al borde de la muerte, no es de heroes es de cobardes.

Los presentes vieron al suelo recordando aquello con disgusto y amargura. Wenwu al ver esto dio media vuelta regresando a su cometido.

Kirito: Somos humanos El villano regreso a ver al hechicero el cual empezó a separarse del suelo — Tenemos errores y aunque queramos remediarlos. No siempre tenemos el poder de hacerlo... pero... si podemos defender aquellos que aún confían en nosotros.

Kirito alzó la mirada con determinación lanzando rayos mágicos, que el Mandarín bloqueó.

Mandarín: Debes de respetar a tus mayores jovencito — Moviendo sus anillos empezó a crear un escudo alrededor suya — Si no comprenden el poder que yace en mi. Tendré que demostrarles a la fuerza.

El villano empezó a disparar sus anillos hacia el hechicero, pero estos se detuvieron debido al infinito de Kirito. Rápidamente esferas de energía empezaron a ser arrojadas hacia el, Mandarín bloqueo los ataques sin problemas.

Asuna: Tal vez carguemos con demasiados pecados en nuestros hombros. Pero aun así ¡Rendirnos no es una opción! — Las tres chicas lanzaron poderosos ataques hacia Mandarín el cual contraataco disparando sus anillos.

Mandarín: Entonces desaparecerán — Dio un puñetazo en el suelo lanzando los anillos bajo tierra apareciendo frente a Sinon y Leafa.

Las dos heroínas esquivaban los ataques sin muchos problemas, Leafa empezó a flotar con ayuda de sus alas apuntando con su palma para después empezar a conjurar un hechizo.

Sinon: Los villanos como tu son los de siempre — La peliazul disparó al aire la bala explotó a los segundos creando una llovizna de fuego — Hablan demasiado y ven por sí mismos, son egocéntricos y egolatras.

Mandarín bloqueo las ataques para después ser golpeado con una bala de aire disparada por Leafa, Mandarín chocó con la puerta. Este observó a los héroes empezando a lanzar los anillos sin parar.

Los héroes desviaban y esquivaban los ataques. Al poco rato empezaron un combate cercano, Mandarín empezó a dar golpes consecutivos a Kirito el cual apenas y pudo bloquear los ataques, las demás chicas fueron alejandolas.

Kirito y Mandarín chocaron frente a frente, creando una presión en el lugar.

Kirito: ¡Detrás de aquella puerta está el mismo infierno! ¡No seas idiota!

Mandarín: No, detrás de aquella puerta, está mi familia. Y no pienso darles la espalda — Abrió su mano, Kirito observó esto abriendo los ojos de par en par viendo como no tenía sus anillos.

El sonido de aquellos objetos hizo que mirara detrás, quiso esquivar el ataque pero antes de poder hacerlo, Mandarín asestó un golpe en el estómago sacando el aire de sus pulmones y haciendo que retrocediera pero al hacerlo los anillos que regresaban le atacaron por detrás.

Kirito: ¡Puaj!

El pelinegro escupe sangre, solo para ver como los anillos que regresaban a su dueño ahora chocaban con la puerta, creando un enorme cráter.

Kirito: No...

Mandarín abrió los ojos de par en par con una sonrisa en su rostro, faltaba poco para que aquella puerta fuera destruida y él lo sabía.

Kirito: Levántense, debemos... debemos...

Mephisto: No tienen ya nada que hacer, hechicero supremo.

Una voz terrorífica creó presión en el lugar, los héroes voltearon a ver la puerta la cual ya estaba agrietada mostrando como del otro lado había un lugar lleno de fuego.

Asuna: Ya está aquí... — Expresó con miedo.

Aquel ser se acercaba lentamente a la puerta, con cada paso que daba la presión que desprendía era más fuerte que la anterior. Kirito el cual era el que más se mantuvo firme activo dos discos de mágicos.

Kirito: Si muere, será protegiendo a las personas que amo.

Mephisto ya estaba cerca de la puerta, a su vez Mandarín seguía golpeando la puerta sin parar, con cada golpe la puerta se agrietaba cada vez más.

Todo parecía acabado, hasta que de repente, el sonido del agua hizo que todos miraran detrás suya viendo cómo de ella un hermoso dragón chico ascendía a los cielos.

Klein: ¡Perdonen por la tardanza! — Dijo encima del dragón.

Kirito: ¡Klein!

Del otro lado del río la pelea se había detenido por unos segundos al ver como el enorme dragón ascendía a los cielos, Nan veía aquella escena con una sonrisa en su rostro.

Nan: Mi niño...

Klein: Kirito, ve con las demás. Retengan a ese desgraciado. Yo me encargaré de mi padre.

El pelinegro pareció dudar por unos segundos pero al ver el rostro de Klein el cual mostraba determinación supo que él no perdería tan sencillo, Kirito volteo a ver a sus compañeras las cuales asintieron listas para la batalla.

Kirito: Confiamos en ti, Klein.

Rápidamente los héroes se adentraron en aquella grieta, ingresando al infierno.

Kirito: Un gusto, Mephisto.

Mephisto: Será la primera y la última vez que nos saludemos, Hechicero Supremo.

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