___Capítulo 50: Familia ¿Qué es familia?___
___Capítulo 50: Familia ¿Qué es familia?___
En Nueva York, podemos ver a la policía y a tres heroínas supervisando el lugar. Después del acontecimiento con Escarabajo, el cual estaba siendo llevado por agentes de SHIELD a una de sus prisiones de máxima seguridad en algún lado de América o Japón.
Sinon: ¿Una chica de cabello morado?
Silica: Si, parece que ella es la que portaba el artefacto.
Rain: Tenía una movilidad con su espada increíble, podía atacar de una forma rápida y veloz.
Sinon: Comprendo, informare a Seven quiero que empiecen la búsqueda. Leafa y yo nos encargaremos de buscar alguna pista — Al mismo tiempo la rubia aterrizó, ocultando sus alas.
Leafa: Sobrevoló el lugar, no parece que dejará rastros.
Sinon: No importa — La peliazul miro que en uno de los postes cercanos portaba una cámara — Llama a Lisbeth, empezaremos a buscar a la joven. Seven, solicita las grabaciones de este sector.
Seven: ¡A la orden!
En Japón, nuestros protagonistas estaban cara a cara con el Mandarín, padre de Klein.
Mandarín: ¿Y bien? ¿vendrás conmigo hijo?
Klein: Jamás.
Mandarín: Eso es lo que más apreciaba de ti, que eres terco como tu madre — Dijo riendo levemente.
Klein: ¿Por qué padre? ¿Por qué me buscas ahora?
Mandarín: ¿Es tan malo querer reunir a la familia?
Los héroes se vieron entre si, confusos, sin poder entender el por qué este hombre, decía reunir a su familia.
Klein: ¿De qué hablas?
Mandarín: ¿No sería mejor hablar en un mejor lugar?
Kirito: No lo creo, nos explicará aquí antes de que lo expulsen del santuario — Dijo interrumpiendo al padre de su amigo, este lo miró sonriendo levemente.
Mandarín: Comprendo, entonces te explicaré aquí — El mayor sacó un collar de su bolsillo y se lo mostró al pelirrojo.
Klein: ¿Eso no es...? — Los ojos del pelirrojo se abrieron de par en par al ver aquel collar.
Asuna: ¿Tiene algún significado?
Mandarín: Si, sí lo es, Scarlet Witch. Este collar le perteneció a mi hija menor, lamentablemente ella murió por unos hombres que no saben aceptar la derrota. Hay otro collar idéntico a este ¿verdad hijo?
El pelirrojo mostró como de su cuello sobresale aquel collar, ambos hechiceros se enternecieron por unos segundos al ver que el chico aún tenía aquel valioso objeto de su fallecida hermana.
Klein: Mamá me regaló este en mi décimo cumpleaños, cuando nació mi hermana se lo entrego cuando cumplio los 3, es la primera vez que lo veo desde hace años.
Mandarín: Me alegra que lo veas como tal. Escuchen, no quiero pelear, no vengo a formalizar una guerra con dos de los heroes mas poderosos de la tierra, solo quiero reunirme con mi familia. ¿Es tan malo?
Asuna: No lo sería, si no mandará a sus ninjas a por nuestro amigo.
Mandarín: Comprendo, perdonen mi intromisión y mi forma tan errática de actuar. Pero solo soy un padre que quería encontrarse con su hijo. Por favor les suplico mis condolencias.
Ambos hechiceros desconfiaron, pero se callaron por el momento.
Kirito: Bien, disculpas aceptadas. Ahora explíquenos ¿a que se refiere con reencontrarse con su familia?
Mandarín: Hm, que bueno que lo preguntas, porque están involucrados ustedes dos — Ambos jóvenes se quedaron confusos ante esto.
Acto seguido ambos hechiceros empezaron a sentirse mareados, Kirito empezó a ver a su alrededor, hasta que vio a lo lejos a un viejo conocido.
Kirito: Mordo...
Lo último que dijo para después caer desmayado al igual que la castaña y la pequeña Yui, Klein se quedó perplejo ya que parecía que aquello que hizo desmayar a Kirito y Asuna, solo afectaba a hechiceros y no humanos comunes.
Mandarín: ¡Bien! Empecemos con la reunión familiar.
Lentamente el pelinegro abrió los ojos, los tallo levemente para después ver a su alrededor, a su lado Asuna yacía dormida y cerca de ellos, Yui estaba acostada en una cama.
Kirito: ¿Que paso? — Preguntó tocándose levemente la cabeza, rápidamente los recuerdos llegaron.
El pelinegro rápidamente se puso de pie, creando un escudo alrededor de su familia, ya que no sabía qué esperar, seguidamente se acercó a la castaña.
Kirito: Asuna, Asuna — Nombró a su novia empezando a moverla levemente.
La castaña empezó a abrir los ojos lentamente, hasta que aclaró la vista viendo a su novio con preocupación, rápidamente recordar las cosas, levantándose de golpe, viendo a su alrededor.
Asuna: ¿Dónde estamos?
Kirito: No lo sé, solo sé que no es Japón — Expresó tomando a su pequeña en brazos.
Seguidamente, la puerta principal se abrió, Asuna se puso a la defensiva al igual que Kirito, al ver quien estaba entrando, el hechicero se enfureció al ver quien estaba allí.
Kirito: Mordo — Gruño con enojo listo para lanzarle una bola de fuego dorada.
Mordo: No vengo a pelear, Kirigaya. He cambiado, ya no soy el mismo de antes.
Asuna: Acciones valen más que mil palabras, Mordo.
Mordo: Concuerdo, Asuna. Les explicaré que ha pasado conmigo después del incidente en el Santuario de Nueva York.
Kirito asintió al igual que Asuna esperando la explicación del moreno.
Mordo: Luego de aquel día, después de que Kirigaya casi me matase, abrí un portal el cual me llevó a las puertas de mi nuevo maestro.
Kirito: ¿Wenwu?
Mordo: Si, él me mostró un nuevo camino, un camino de paz y serenidad. Le debo la vida, por tal ahora soy su humilde sirviente — Dijo dando una leve reverencia.
Asuna: "Kirito..."
Kirito: "Lose, Asuna. Mordo planea algo. El no seria un simple sirviente, está planeando algo, pero ahora no sabemos nada de Klein, creo que lo mejor será seguirle el juego"
Asuna: "Comprendo..." — Dijo cerrando el canal telepático.
Cambiamos de escenario, ahora vemos como Mordo guiaba a nuestros héroes por varios pasillos de lo que pareciera una antigua casa de la antigua China, con su infraestructura similar a la de un templo.
Después de pasar por varios pasillos, viendo como en el exterior había ninjas entrenando, llegaron a un comedor, en donde Klein y el Mandarín los esperaban pacientemente.
Mandarín: Veo que nuestros invitados ya se unen a nosotros.
Klein: ¡Kirito! ¡Asuna! ¡Que bueno que estén bien!
Kirito: Nos alegra ver que estás bien, ahora — Volteo a ver al padre de su amigo el cual los observaba atentamente — ¿Por que nos durmió? ¿Y por qué le somos de utilidad?
Mandarín: Me alegra que te internet, vamos siéntense, la cena se enfría.
Los jóvenes hechiceros se sentaron uno al lado del otro con su pequeña en medio la cual apenas se estaba levantando después de una larga siesta.
Mandarín: ¿Comida americana o asiática?
Asuna: Me es indiferente
Kirito: A mi igual.
El mayor asintió, haciendo que algunos mayordomos les sirvieran sus platos, al ya tenerlos en la mesa, Kirito los analizo rápidamente asegurándose que no tuvieran algún veneno o algo en particular.
Mandarín: Tranquilo, hechicero supremo. No pienso hacerles daño, la comida no tiene algún veneno si es lo que piensas.
Kirito: Perdone, pero después de que nos durmiera debo cerciorarse que no muramos.
Mandarín: Comprendo proteger a su familia. Yo igual la protejo porque la amo. Y respondiendo a tu pregunta anterior. Quería traerlos acá, sin que supieran la ubicación exacta.
Asuna: China, al noroeste — Expresó tomando un sordo con los ojos cerrados — ¿Falle?
El hombro sonrió riendo levemente, para después dar un bocado a su comida.
Mandarín: Jum, si, acertaste. No debería sorprenderme, debido a que eres creo yo una de las telépatas más poderosas del mundo.
Kirito: Si no tienes una buena defensa mental, caeras. Ante su poder psiónico.
Mandarín: Ya me percate, ¿su pequeña debe ser igual de fuerte no?
Asuna: Preferimos que ella tenga una niñez normal — Se apresuró a decir.
Ambos padres sabían del gran potencial que tenía la pequeña al poder controlar tecnología a través de magia y manipularla a voluntad. El Mandarín sonrió al ver la sobreprotección de la madre de la pequeña.
Mandarín: Ya veo, bueno. Un padre ve por un buen futuro próspero. No juzgaré. Ahora respondiendo a la otra pregunta — Regresó a ver al pelinegro — Hace aproximadamente 3 semanas, la voz de mi difunta esposa resonó en mis sueños...
Los presentes se quedaron asombrados ante la revelación, tanta fue la sorpresa que Klein se levantó erráticamente de su asiento con sus ojos tambaleantes y con una mirada esperanzadora.
Klein: ¿Mamá...?
Mandarín: A si es hijo, tu madre y hermana, nos están llamando, nos piden ayuda, quieren que vayamos a rescatarlas — Dijo poniendo su mano encima del hombro de su hijo.
Kirito: ¿Pero cómo..?
Asuna: La muerte es irreversible, es un punto exacto entre la existencia y el reposo. No hay explicación alguna de que ellos se comuniquen del más allá.
Kirito: Asuna... — La castaña volteo a ver al pelinegro el cual tenía una mirada que mostraba miedo — Hay una forma...
Mandarín: ¿Vez hijo? hasta el propio hechicero supremo concuerda con que mis sospechas son ciertas, tu madre y hermana esperan que vayamos a salvarlas, debemos ir y bus-
Kirito: ¡Hastas demente! — El mayor volteo a ver al pelinegro — No se que planeas, pero si hablamos de la misma persona, él no traerá a tu esposa e hija de la muerte, solo le dejas las puertas al mundo terrenal.
Klein: Kirito ¿de qué hablas?
Kirito: Hablo del rey del infierno, aquel que quiere llegar al mundo terrestre a cualquier costo.
Klein: ¿In-fierno?
Asuna: Habla de Mephisto. El rey del infierno.
La mirada de ambos hechiceros se volvió seria, Klein supo de lo que hablaban era un tema serio, no parecía que estuviesen jugando solo por que sí, o por que no quisiese ayudar a salvar a su madre y hermana, sino porque parece que se estaban enfrentando a un mal mayor.
Mandarín: Tonterías, mi esposa e hija esperan a que vayamos. Y ustedes nos ayudaran les guste o no.
Kirito: Quiero verte intentarlo — Reto creando anillos mágicos a su alrededor.
Mandarín: No me hagas repetirlo — Rápidamente sus anillos empezaron a rodearlo.
Ambos estaban a punto de atacarse unos con otros, pero sorprendemente, la magia del pelinegro empezó a debilitarse.
Kirito: ¿Ah? Mi magia...
Asuna: ¡Kirito! — Volteo a ver a la castaña la cual parecía tener dificultades con su magia igual que el.
Kirito: "La magia de Asuna también está siendo drenada... Mordo..." — Volteo a ver detrás suya, viendo a Mordo con un libro abierto el cual parecía estar absorbiendo cierta energía.
Mordo: Te lo dije, Kirigaya, ahora sirvo a mi señor Wenwwu y por tal obedeceré sus peticiones, además es satisfactorio verte así de débil — Dijo alegre.
Kirito: "Maldito, ese libro, 'El libro de almas necronicas' absorbe la magia, pero solo si está abierto, ese es su mayor defecto. Tsk, nos tendieron una trampa..."
Mandarín: No te preocupes, hechicero supremo, por ahora serán mis prisioneros, hasta que llegue el momento de la ceremonia — Chasqueo los dedos, haciendo que varios ninjas escoltaron a los hechiceros viendo con enojo al Mandarín.
Kirito tomó a su hija entre sus manos, y con la poca magia que le restaba, creó un último hechizo en favor de su hija.
Kirito: Hija, comunicate con cierta persona...
Yui: Sí papá — Afirmó susurrando.
Klein se quedó viendo la escena impotente, rápidamente empezó a seguirlos.
Mandarín: Si lo sigues, sabré que estarás en mi contra. Escucha hijo, solo busco que la familia se reconecte, no busco más.
Klein: Conozco a Kirito desde hace 7 años, se que él no dice cosas al azar, confiaré en su palabra y si eso me hace estar en tu contra que así sea...
Mandarín: ¿Cambiarías a tu familia por un simple amigo?
Klein se detuvo en seco al oír aquella pregunta. Simplemente volteo a verle.
Klein: En lo que a mi respecta, Kirito es más como una familia que tu desde hace años atrás, lo siento padre pero he tomado mi bando.
El mayor gruño para después asentir haciendo un alemán con su mano, haciendo que algunos ninjas lo tomen llevándoselo.
Mandarín: Tranquilo hijo, solo estoy viendo por el bien de nuestra familia. Solo espera un poco, pronto cenaremos todos juntos nuevamente...
Mientras hablaba una sombra mostraba sus dientes afilados y sus garras esperando pacientemente desde su trono.
En Japón, cierto castaño salía de una oficina acomodando su traje, cuando de repente su celular empezó a sonar, rápidamente lo tomó y vio el mensaje que poseía.
—¡¿Eh?! ¡Hermana! — Rápidamente una estela verde pasó por varios lugares.
Rápidamente la escena cambio mostrando a Koichirou, portando un traje negro con chamarra del mismo color, teniendo un relámpago morado en el pecho.
Koichirou: Tranquila hermana, sobrina ya iré para allá — Dijo mostrando sus ojos emanando relámpagos plateados.
===========================================================================================================================================================================================
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top