|-|-|-|-|-|Capitulo 28: La familia crece|-|-|-|-|-|

|-|-|-|-|-|Capitulo 28: La familia crece|-|-|-|-|-|

A la mañana siguiente después de que Kirito tuviese la conversación con aquella silueta.

Asuna aun adormilada entre la blanca luz de la mañana cuando una suave melodía empezaba a oírse en su cabeza. Aquel suave ruido era la alarma de la castaña. Se dejó llevar por la suave melodía mientras su conciencia empezaba a reaccionar para despertarse totalmente. Hasta que de repente un suave tarareo sonó.

Asuna abrió los ojos de inmediato al no ser ella quien estaba tarareando. La castaña observo a la niña la cual aún tenía los ojos cerrados. La castaña rápidamente reacciono y aviso al chico el cual estaba en la biblioteca leyendo un libro mientras tomaba un café como lo hacía desde hace meses desde que se convirtió en hechicero.

Asuna: ¡Kirito! ¡Kirito!

El hechicero aun adormilado bostezo y camino hacia la habitación abriendo la puerta un poco asomando la cabeza.

Kirito: Buenos días... ¿Qué ocurre?

Asuna: ¡Ven rápido!

Kirito se asomó por encima del cuerpo de la castaña, abriendo los ojos enormemente.

Kirito: ¡¿Esta cantando?!

Asuna: ¡Sí!

Asuna saco levemente a la niña en sus brazos diciéndole con una voz que Kirito considero muy maternal.

Asuna: Despierta... anda, abre los ojos.

El tarareo de la niña se detuvo. Luego sus largas y hermosas pestañas empezaron a dar indicios de que estaba a punto de despertar, levantándose levemente. Sus hermosos ojos negros miraron los ojos de Asuna a tan pocos centímetros de distancia de la pequeña. Parpadeo un par de veces sus pequeños ojos para después mirar a sus lados.

Ah... Uh...

La voz era suave y bella. Asuna se levantó aun sosteniéndola.

Asuna: Que alegría... por fin despertaste. ¿Sabes que te sucedió? — La niña se quedó en silencio unos segundos antes de sacudir levemente su cabeza respondiendo la pregunta de la hechicera.

Asuna: Ya veo... ¿Cuál es tu nombre? ¿lo recuerdas?

Nom...bre...Mi....Nombre — Inclino su cabeza a un lado dejando caer su cabello hacia abajo — Yu...i. Yui. Es... mi nombre

Asuna: ¿Yui? Qué bonito nombre. Yo soy Asuna. Él es Kirito — La castaña volteo la mirada y Yui la seguido. Vio a Asuna y después a Kirito.

Yui: A....una. Ki...to — Los labios de la niña no pudieron pronunciar el nombre de los dos chicos que tenía enfrente la niña.

Asuna temió lo que no quería. Que la niña tuviese menos de 8 años la cual tenía dificultades para hablar. Eso hacía que Asuna temiera que la niña ha estado sola en las calles por quien sabe cuánto. Y el solo hecho de que estuviese sola en la calle significaban varios problemas a los que se pudo ver peligrada.

Kirito: Dime, Yui. ¿Qué hacías sola en las calles? ¿Dónde están tu mamá y papá?

La niña bajo la mirada quedándose en silencio así estuvo unos momentos para después sacudir la cabeza.

Yui: No.... sé... No.... sé... nada...

Ante esto Kirito la cargo hasta una sala del santuario y le sirvieron un poco de leche caliente. Yui sostuvo la taza con ambas manos y bebía sorbito a sorbito. La pareja se alejó un poco para hablar, mirándola de reojo.

Asuna: ¿Qué piensas, Kirito? — El pelinegro se mordió con una expresión amarga bajando la cabeza.

Kirito: Parece que no sabe ni quiera donde vive. No sé si tenga hogar. ¿no has leído su mente?

Asuna: Ya lo intenté, lo intenté desde ayer pero su mente para estar afectado. Parece ser japonesa ¿puede que tenga que ver con tráfico humano? Puede que tenga un don y eso inhiba mi lectura de mentes...

Kirito: Maldición — El pelinegro parecia estar a punto de llorar.

Asuna tenía sus límites al leer las mentes de las personas tenía que cumplir ciertos requisitos que la persona estuviera a una distancia considerable debido que a la lejanía la lectura mental podría distorsionarse considerablemente. Otro era que la persona a la cual leyera la mente no estuviese mal mentalmente esto debido a que si la persona padeciera de alguna enfermedad mental la lectura se inhabilitaba debido a los problemas mentales.

Había un requisito extra, pero era para las personas con dones, este era que los dones no afectaran directamente a la mente de la persona que quisiera leer la mente, ya que al intentarlo lo único que lograría sería un horrible dolor de cabeza a la persona que intentaba leer los pensamientos.

Kirito: He visto... todo tipo de cosas horribles en este mundo... pero esta es la peor de todas. Es demasiado... — Expreso empezando a derramar lágrimas.

El hechicero supremo había visto demasiadas cosas en múltiples viajes astrales, dándose cuenta de lo mal que estaba el mundo en diversos aspectos. Asuna sintió un horrible dolor en el pecho al ver al chico de esta manera. Ante esto la castaña abrazo al pelinegro con fuerza.

Asuna: No te preocupes, Kirito. Debe haber algo que podamos hacer por ella... estoy segura.

Kirito: Sí... tienes razón — El hechicero levanto la cara, esbozó una sonrisa y apoyo las manos sobre los hombros de la castaña antes de caminar hacia la pequeña sala en donde estaba Yui.

Kirito movió una silla poniéndose al lado de la pequeña.

Kirito: Hola, Yui... ¿Puedo llamarte Yui? — La pequeña levanto la cara asintiendo — Bien. Entonces, tu dime Kirito

Yui: Ki...to.

Kirito: Kirito. Ki-ri-to — La pequeña se quedó callada unos segundos tornando su cara a una severa.

Yui: Kiito — El pelinegro sonrió poniendo una mano en la cabeza de la niña.

Kirito: Perdón, todavía se te complica. Puedes llamarme como se te haga más fácil — La pequeña se quedó en silencio unos minutos, mientras que Asuna con su magia hacia flotar la taza sirviéndole más leche caliente volviéndola a colocar frente a la niña, la cual se quedó quieta todo el rato.

Luego de un rato, levanto la cabeza lentamente, y miro a Kirito diciendo unas palabras que harían que la parejita se quedara en shock.

Yui: Papi — Volteo a ver a Asuna — Y Auna... mami

Asuna se enterneció. No sabía si era por que la niña no conocía a sus padres o es que los había olvidado o si les decía así porque necesitaba la atención de sus verdaderos padres. Pero antes de pensar en cualquier otra lógica detrás de todo, un sentimiento surgió de las profundidades de Asuna, que desde que vio a la pequeña empezaba a salir, pero esta vez ya estaba a flote. Contendiéndolo con todas sus fuerzas sonrió y asintió.

Asuna: Sí... soy tu mami, Yui — El rostro de la pequeña empezaba a mostrar una sonrisa genuina

Yui: ¡Mami! — Al pronunciar aquellas palabras algo en el fondo de Asuna el golpe con dulcera. Haciendo todo lo posible para no llorar aun sosteniendo la sonrisa, para después levantar el pequeño cuerpo de Yui al aire abrazándola poco después.

Minutos más tarde....

Después de beber su leche caliente y comer un panecillo, la pequeña empezó a cabecear en la silla dando indicios de querer dormir. Asuna la cual se encontraba sentada enfrente de la pequeña vio de reojo a Kirito el cual veía la escena enternecido.

Asuna: Yo... yo... no sé qué hacer...

Kirito: ¿Quieres cuidarla hasta que sepamos algo de sus padres? ¿verdad? Ah decir también yo quiero hacerlo, al inicio creí que era una especie de espía, pero viendo las cosas parece ser solo una niña indefensa que busca a sus padres. También está la opción de hablar con Kikouka y Sinon para saber si está registrada, pero viendo las cosas creo que no hay registro médico, con el cual basarnos. Y si soy honesto no quiero enviarla a servicios infantiles, ellos son capaces de entregarla a padres que no la amen. Prefiero tenerla aquí hasta saber el paradero de sus padres realmente — Expreso sincero.

Asuna para sus adentros sonrió, sabía que el pelinegro también de una u otra manera se había encariñado con la pequeña, algo que le pareció tierno a la castaña. La cual pensó que el hechicero no podría encariñarse tan rápido, pero parece que se equivocó y agradecía haberse equivocado.

Kirito: Por ahora, creare un hechizo de localización, tomare un mechón de su cabello para poder rastrear. Para nuestra suerte el hechizo tarda en localizar un paradero similar ya que combina dos genes que vienen de varias personas y eso si es que están vivos. Así que la tendremos para nosotros unos días quizás — Continuó el chico acercándose a la niña y tomando gentilmente un pequeño pedazo de cabello.

Mientras Asuna veía como, el chico creaba el hechizo. Se percató que no quería despedirse de la niña. Ya vivía en pareja junto con Kirito. Claro estaba Wong también en el santuario, pero el solo pasaba días en el santuario para después regresar a Kamar-Taj dándoles privacidad a la pareja. Por eso no le parecia mal que la familia creciese, aquel pensamiento regreso, el pensamiento de tener una familia junto con su amado Kirito.

Pero ahora un nuevo pensamiento apareció ¿Realmente empezaba a pensar en ella como su verdadera hija junto a Kirito? Su mente volvió en sí al instante, roja hasta las orejas, y esta vez no pudo hacer un hechizo para ocultar aquel sonrojo. Haciendo que Kirito se percatase del color rojo del rostro de la chica.

Kirito: ¿Qué sucede?

Asuna: ¡Nada!

Kirito la miró con sospecha y ella sacudió con fuerza su cabeza.

Asuna: Tienes razón, lo mejor es hacer el hechizo para que busquemos a sus padres reales y también hay que notificarnos si se enciente una alerta Amber — Hablo atropelladamente mientras alejaba la mirada de Kirito y recogía las cosas de la mesa. Miro a Yui, completamente dormida en la silla, aunque esta vez su expresión era más tranquila a la que la encontraron, esta vez era más apacible.

Kirito la llevo en brazos de nuevo aquel cierto que solo al poner un pie dentro la modifico haciendo cambiase a una más al estilo infantil cambiando paredes y haciendo la cama del tamaño de la pequeña Yui.

La niña durmió toda la mañana, Asuna preocupada de ahora su hija entro a la habitación viendo que esta estaba empezando a despertar justo a tiempo de que la castaña había terminado de preparar el almuerzo.

Uno de los talentos que parecia haber embobado más a Kirito fue el hecho de que Asuna cocinaba delicioso, haciendo que el chico cayese más a los pies de la chica. La cual demostró sus talentos culinarios al realizarle un estofado de conejo ragu. El cual Kirito encontró en una de sus expediciones mágicas por un bosque retorcido.

Pero esta vez la castaña había optado por preparar un pay de frutas. Una vez puesta en la mesa el pay, Yui pareció poner más atención al sándwich rebosado de mostaza que comía Kirito. Ambos ahora padres se preocuparon al ver como la niña veía atentamente el almuerzo del chico.

Kirito: Yui, esto es muy picante, ¿sabes?

Yui: Uuuuh... quiero lo que papi come.

Kirito: Bueno, no te detendré si tú lo dices. En esta vida hay que probar de todo — El hechicero le entrego un sándwich y la pequeña sin vacilar le dio un mordisco.

Los padres la miraban conteniéndose el aliento. Yui mastico con expresión pensativa, trago y luego sonrió.

Yui: ¡Esta rico!

Kirito: ¡Esta niña tiene agallas! — Dijo sonriente mientras acariciaba la cabeza de le menor — Hay que preparar un menú picante sacado del mismo abismo de Agel para la cena.

Asuna: ¡Dios, tampoco te pases! ¡No preparare nada de eso!

Al final todos los sándwiches se terminaron, Yui bebía un té con leche, satisfecha. Mientras Asuna levantaba los platos observo la vestimenta de la niña un vestido blanco de mangas cortas de tela delgada. La castaña al pensar que la niña se debería sentir incomoda, fui hacia su habitación y encontró un suéter del tamaño de Asuna pero al realizar unos cuantos hechizos el tamaño cambio a uno que la niña pudiese ponerse.

Asuna: Yui — La pequeña, volteo a ver a su madre, la cual le ofreció su mano la cual la niña no dudo en negar — Vamos a cambiarte de atuendo...

Madre e hija fueron al cuarto de la última a poderle cambiarle ese incomodo atuendo. Mientras que Kirito se quedó en aquella pequeña sala leyendo un libro mientras tomaba un poco de té.

Kirito: Siento que esa niña, traerá alegrías jeje — Exclamo sincerándose consigo mismo.

El sonido de la puerta, hizo que el chico se pusiese de pie apareciendo inmediatamente en el lobby del santuario, acercándose a la puerta al abrirla escupió su té al ver la cara de enojo de su hermana la cual estaba del otro lado de la puerta.

Suguha: Esperaba un, buenos días, her-ma-ni-to

=========================================================================================================================================================================================

Próximo capitulo:

Caos en la cuidad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top