---Capitulo 23: Decidiendo el destino---

Asuna: "¿Ese poder...? no me digas que" — La mirada de la chica se dirigió con rapidez a la base en donde los sonidos de varios truenos sonaban desde adentro y como desde los cielos caían truenos sin parar.

Mordo y Kirito dejaron de pelear al oír los truenos cayendo sorprendiéndose de lo que estaba pasando.

Kirito: Eso es...

Mordo: ¿Cómo es posible...?

Adentro de aquella base, todos se cubrieron la cara al ver una fuerte luz que invadió el lugar, pasando unos segundos la luz se desvaneció mostrando a Lisbeth con aquel martillo en mano portando un traje plateado con tonos negros y una capa color roja que ondeaba con el viento.

Lisbeth: Suelta a mi amiga...

Death gun: ¿Ah? ¿Cómo...? — Dijo desviando la mirada de la peliazul, la cual no lo dudo y saco su revólver y apunto al villano disparando poco después — ¡Ahg! ¡Maldita! — La mirada del villano regreso a la agente la cual se escondió detrás de unos escombros — ¡Esta me las pagaras maldita zorra!

El villano apunto a donde estaba Sinon, pero antes de abrir. Una fuerte descarga eléctrica lo empujo lejos, haciéndole atravesar varias paredes.

Lisbeth: Déjala en paz — Expreso con enojo empezando a girar su martillo en su mano para después lanzárselo al villano viéndose obligado a correr detrás de una pared.

El martillo paso a una velocidad impresionante pasando a escasos metros de Death gun.

Death giun: "Tch, ¡Mordo!" — Dijo telepáticamente a su compañero el cual regreso a su lucha con el pelinegro.

Mordo: "Ahora no...."

Kirito: Sacrado de billion — Al pronunciar el hechizo varias aves de energía empezaron a crearse alrededor de el para después dirigirse a Mordo.

Mordo: ¡Consumidor de almas! — Haciendo un vórtice enfrente suyo, hizo que aquellas aves desapareciesen, para después empezar a disparar varios relámpagos de energía oscuro, el pelinegro empezó a esquivar en el aire mientras bloqueaba uno que otro rayo.

Asuna: ¡Kirito! — El pelinegro volteo a ver a la castaña, viendo que esta estaba creando un hechizo ante esto, se cubrió creando un escudo — Devastación de pétalos — Mordo dejo de atacar al momento que escucho que algo empezaba a crujir al observar el suelo observo como varias ramas de energía rojizas empezaban abrir el suelo.

Mordo salto creando una plataforma mágica empezando a volar, para ver desde las alturas un bosque hecho de enormes flores de energía rojiza rodeando a la castaña la cual aun protegiendo a la chica miro a Mordo y con sus dedos chasqueo los dedos señalándolo.

Asuna: Susurro de flores... — Cada flor creada empezó a disparar varios rayos de energía que Mordo se vio obligado a esquivar en el aire y bloqueando algunos.

Mordo: "Esto es malo... ¡¿Dime que tienes el artefacto?!" — Solicito a su compañero el cual estaba ahora cubriéndose detrás de una roca al estar siendo disparado por su ex equipo impidiéndole escapar.

Ahora se encontraba en un callejón sin salida, una habitación cerrada a la cual ingreso al cubrirse del martillo que fue hacia él, en la cual únicamente podía esperar a que escapasen o que a ellos se le acabasen las balas. Lo que pasase primero pero conforme iban las cosas parecía que iba a morir antes de poder escapar o que se le acaben la munición.

Death gun: "No, el artefacto lo tiene una chica. Parece que ella puede usarlo. Tira truenos de aquel martillo ¿ideas?" — Explico la situación a su compañero el cual estaba en aprietos.

Mordo: "Otro artefacto despertado por una extraña a la magia. ¿Qué está pasando últimamente?" — Se preguntaba en sus pensamientos, viendo como a lo lejos la castaña estaba flotando en el aire, en ese momento no pudo pensar en más soluciones en atacar fuego con fuego — "Bien, si ellos usaran sus artefactos. Yo usare el que poseo..." — Sacando un objeto de su bolsillo, este empezó a brillar y conforme el brillo aumentaba la energía hacia que el escudo absorbiese los disparos consecutivamente, haciendo el escudo más fuerte.

Kirito: "¿Utilizo su artefacto? Vaya que es terco..." — La vista del chico se dirige a las bestias que empezaban a salir debajo de la tierra, empezando a correr hacia la base — "Esto es malo..."

Asuna: No creo, que se detenga ahora. Parece que su escudo está aguantando más de lo debido, debe ser por uno de los artefactos que posee — Explico viendo que el hechicero se aproximaba hacia donde estaban.

Kirito: Concuerdo además parece que las bestias están resurgiendo del suelo. ¿Sugerencias? — Pregunto flotando a lado de las chicas.

Asuna: Tal vez un trueno, pueda inhabilitar a todas las bestias que están rodeando la zona y detener a Mordo — Dijo volteando a ver al pelinegro este sonrió asintiendo.

Kirito: "Lisbeth ¿no....?"

Dice haciendo una conexión telepática con la chica la cual al oír la voz en sus pensamientos ve a todos lados buscando de dónde provenía aquella voz.

Lisbeth: ¿Quién dijo eso...?

Kirito: Digamos que un amigo, necesito tu ayuda. Quiero que uses el poder que has adquirido para detener la horda de enemigos que va hacia ustedes y a su vez detener al causante de que las bestias estén yendo ¿me ayudarías?

La pelirosada observa como sus compañeros estaban aún abriendo fuego hacia Death gun, ella quería ser de utilidad, pero tenía miedo de arruinar todo y no poder ser de ayuda sino todo lo contrario. Empezando a analizar a cada uno de sus compañeros observo la determinación de cada uno, viendo a lo lejos en las afueras a los soldados disparándole a todas las bestias que se aproximaban.

Su vista se dirigió a Sinon la cual mostraba tranquilidad, pero estaba segura de sí misma.

Lisbeth: "Siempre quise ser de ayuda para el resto, no solo ser el apoyo... quiero ayudarles a todos y sobre todo a ella, Sinon mi gran amiga..." — Expreso viéndola alzando la mirada decida apretó fuerte el agarre de su martillo y con decisión dijo — ¿Qué tengo que hacer?

Kirito: ¡Esa es la actitud! — Alago al oír la voz decidida de la chica — Bien por lo que se, ese martillo es una copia del martillo de Thor, así que debe tener propiedades iguales a la de el. Por tal puedes volar...

Lisbeth: ¿Volar? — Dijo confusa y cuando menos lo espero sus pies ya se estaban separando del suelo, esta al percatarse de ello empezó a patalear asustada — ¡Wuow ¿Qué pasa?! — Dijo asombrada.

Kirito: No hay tiempo para un tutorial, solo vuela cuando estés a gran altura alza tu martillo al aire. Eso debería invocar una tormenta de truenos. Espero — Explico empezando a lanzar rayos de energías a Mordo — Si es que no mueres de caída antes... — Dijo esta vez fuera de la comunicación telepática.

Lisbeth: ¿Cómo qué esperas? — Dijo asustada.

Sinon: ¡Lisbeth! — La chica volteo a ver a la peliazul — Confió en ti...

La peliazul mostro una sonrisa que hizo que la chica se llenara de seguridad, haciendo que empezase a alzarse más rápido hasta llegar a gran altura.

Lisbeth: Esta debe ser suficiente altura — Exclamo para sí misma para después alzar su martillo al aire, la chica cerro los ojos brevemente empezando a sentir que la energía de aquella arma empezaba a pasar por cada parte de su cuerpo, al sentir que la energía era suficiente un conjuro apareció en sus pensamientos, abriendo los ojos con seguridad exclamó — ¡Diluvio destructor!

Varios truenos empezaron a caer a varias partes del lugar, creando grandes explosiones eliminando a gran cantidad de lobos y ojos. Mordo se percató de esto cuando ya era demasiado tarde uno de los truenos había caído sobre él, empezando a fragmentar su escudo.

Mordo: ¡Maldición! ¡Retirada! — Ordeno creando un portal escapando del lugar y al mismo tiempo un portal apareció junto con Death gun el cual huyo no sin antes decir unas palabras a su querida amiga.

Death gun: Ganaron, lo admito. Pero la próxima vez que nos veamos, será el combate definitivo querida Sinon — Exclamo huyendo por el portal.

La Legión dejo de disparar bajando sus armas, volteando a ver a la francotiradora la cual únicamente guardo su rifle dando media vuelta yéndose del lugar.

(...)

Kikuoka: Si que fue un gran desastre — Expreso viendo como la base estaba en un completo caos.

Kirito: Lo siento, no creímos que nos llevaría tanto llevarnos el artefacto.

Kikuoka: No hay problema, pero parece que esto aún no termina ¿verdad?

Kirito: No, por lo que vi Mordo tiene más artefactos de los que creíamos, eso lo convierte en una persona poderosa. Debemos ir por él, esto no acabara hasta que lo detengamos y lo que planee.

Kikuoka: Hm, ya veo. ¿Qué harán con ellas? — Pregunto viendo a las dos poseedoras de los artefactos.

Asuna: Aun no sabemos, nuestra prioridad será quitárselos para salvaguardar su integridad y vidas — Informo viendo a los artefactos al observar detenidamente la castaña se percató que en aquel martillo había aparecido un símbolo en medio del arma un símbolo de fuego — "¿Fuego...?"

Kikuoka: Ya veo. ¿quieren un consejo? — Ambos hechiceros voltearon a ver al hombre — Hay amenazas más allá de lo que conocemos el propio ejército o el gobierno y me lo han demostrado hoy, mi recomendación es que hagan un equipo junto con ellas, se ve que el despertar aquellos artefactos fue algo que nadie espero. Tal vez tengan un potencial aun mayor del que pensamos — Explico.

El peliverde volteo a ver a las dos chicas las cuales parecían estar felices.

Kirito: "Arriesgar sus vidas... ¿eso ellas querrán? No a quien engaño. Nadie quisiera arriesgar su vida, así como así..." — Se dijo en sus pensamientos viendo a las chicas.

Kikuoka: Hm, bueno sí. Quieren o tienen pensado hacerlo, estaré encantado de ayudarlos. Si me disculpan tengo que irme...

Asuna: Kirito...

Kirito: Vamos, vayamos al santuario...

(...)

Ahora nuestros protagonistas estaban en el santuario, ambas poseedoras de los artefactos veían el lugar asombradas, jamás creyeron ver magia en primera persona.

Asuna: Bienvenidas al Sanctum Santorum — Dijo dándoles las bienvenidas a sus invitadas las cuales estaban fascinadas con todo lo que veían.

Silica: ¡Wooow! Todo es tan ¿raro? — Expreso confusa viendo a sus alrededores, viendo cada artefacto del lugar.

Lisbeth: Hay demasiados libros, ¿los han leído todos? — Cuestiono acercándose a las estanterías del recibidor.

Kirito: No — Respondió, chasqueando los dedos haciendo que varios libros empezasen a salir de las estanterías dejando sorprendidas a las chicas.

Cada libro empezó a girar alrededor del pelinegro mientras se abrían mostrando sus hojas.

Kirito: Empezaremos buscando una solución para quitarle el brazalete a Keiko — Al decir esas palabras la chica se entristeció. El pelinegro se alejó un poco de las chicas para tener más espacio empezando a leer página por página.

Asuna se percató de la tristeza de la chica, por lo que se acercó por detrás de Kirito el cual estaba entretenido buscando una solución para quitarle el brazalete a Silica.

Asuna: ¿Les has preguntado, si eso ellas quieren? — El pelinegro volteo a ver a la castaña confuso. Al ver su rostro entendió lo que trataba de decirle.

La mirada del pelinegro se desvió hacia las dos chicas poseedoras de los artefactos, estas parecían estar tristes y desilusionadas. El pelinegro lo entendió, ellas pensaban que podían permanecer a algo más grande ser algo más grande.

Kirito sabía lo que se sentía, era una sensación única. El querer pertenecer a algo único en la vida. Él sabía lo que se sentía, ya que le paso lo mismo cuando ingreso a su primer equipo de jugadores profesionales, pero al final termino con tanta carga que un niño de 13 años no pudo aguantar llevándolo al borde de la depresión.

Asuna: Se, que nuestra tarea, es buscar los artefactos y resguardarlos en lugares seguros. Pero ellas hicieron algo que creímos imposible. Despertaron el poder que se escondía en su interior. ¿Por qué no les damos una oportunidad? — Propuso, el pelinegro soltó un suspiro haciendo que los libros dejaran de girar.

Kirito: Nadie está listo para la carga que nosotros cargamos Asuna, es una carga que no creo que podrán aguantar — Exclama.

La castaña entendió las palabras del chico derrotada bajo la mirada, ella sabía que la carga que portaban ellos era una carga enorme proteger el mundo de amenazas mágicas no era algo sencillo en estos días.

Claro existían héroes alrededor del mundo, pero ellos nunca se han enfrentado a amenazas mágicas como las que sí se pueden enfrentar el hechicero supremo y Asuna. Lo que ellos portaban era una carga más allá de lo usual, en ellos cargaban el peso de miles de personas y de mundos más allá del suyo.

Sinon: ¿Puedo decir algo? — Todos en la sala voltearon a ver a la peliazul que se mantuvo callada todo el tiempo alejada de las portadoras, pero cerca de los dos hechiceros habiendo escuchado toda la conversación.

Asuna: Em claro.

Sinon: Sí la carga que poseen es mucha, dividan la carga con nosotras — Lo que había dicho la chica había sido audible para las portadoras las cuales voltearon a ver a los hechiceros.

Kirito: Hm, entiendo tu intención Sinon. Pero quiero que entiendas a lo que nos enfrentamos no son simples villanos con dones. Son seres más allá del entendimiento. No quiero arriesgar sus vidas, no quiero llevar muertes a mis espaldas, que pude haber evitado...

Sinon: Ese es tu problema — El pelinegro abrió los ojos de par en par al oír las palabras de la agente — Quieres decidir por los demás, deja que ellas decidan después de todo ellas fueron las que lograron lo que nadie más pudo lograr...

El pelinegro se quedó en silencio unos segundos pensando indeciso. No quería arriesgar sus vidas, pero también no sería malo tener ayuda extra para el futuro.

Kirito: Asuna, ¿tú que opina... — El pelinegro se quedó callado al ver como la chica se pasó del lado de la agente poniéndose del lado de la agente — Je... ya veo...

Exclamo rendido, eran cuatro contra uno.

Kirito: Bien — El pelinegro empezó hacer que todos los libros volviesen a su lugar — Ustedes ganan. Pero eso no significa, que no tendrán que entrenar para poder pelear a nuestro lado — Advirtió acercándose a las dos portadoras las cuales asintieron seguras.

Lisbeth/Silica: ¡Sí!

Kirito: Bien, ahora con esto decidido. Debemos pasar a lo siguiente, buscar a Mordo...

Dando un paso hacia delante hizo que el suelo debajo de el empezase a crear anillos de energía dejando perplejas a las tres nuevas aliadas que aún no terminaban de acostumbrarse a la magia.

Asuna: Jeje, deberán irse acostumbrando a esto chicas — Dijo entre risas, haciendo que las tres asintiesen.

Los anillos rápidamente rodearon a nuestros héroes, empezando a mostrar imágenes alrededor del mundo. El pelinegro estaba a punto de manipular una de las imágenes, pero antes de hacerlo los pasos rápidos de Wong hizo que todos miraran hacia las escaleras que llevaban al segundo piso.

Kirito: ¡Wong! Te presento a...

Wong: ¡No hay tiempo para eso, están en el sótano! — Interrumpió al pelinegro este al oír aquellas palabras rápidamente creo un portal.

Debajo de aquel Santuario, estaban Mordo y Death gun. El primero haciendo un ritual y el ultimo haciendo guardia. Pasaron segundos para que el sonido de un portal abriéndose hiciera que el pistolero voltéese viendo al grupo de héroes.

Kirito: ¿Qué demonios crees que haces...? — Pregunto viendo el ritual que Mordo estaba realizando.

Mordo: Regresando el mundo como su orden natural...

Una explosión de energía hizo que el santuario empezase a deformarse y algo gigante se abrirse camino entre el edificio hasta chocar con el pavimento mostrando lo que pareciese ser un tentáculo gigante.

Entre la nube de escombros lentamente un enorme ojo se mostró el cual se ilumino segundos después de un brillo morado.

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Siento que este arco me esta quedando demasiado apresurado T-T