---Capitulo 21: La Legión de Guerra en acción---

---Capitulo 21: La Legión de Guerra en acción---

Enfrente de Sinon, su antiguo equipo los cuales estaban viéndole con nostalgia y una sonrisa dándole la señal de que la habían extrañado.

Sinon: Veo, que no las has matado Itsuki — Bromeo la agente acercándose al líder.

Itsuki: Etto... ¿Qué clase de imagen tienes de mi eh? — Pregunta inclinando un poco su cabeza a la derecha.

Sinon: La imagen de un chico misterioso, que es buen líder. Pero que a veces puede ser testaurudo — Exclamo, haciendo que el pelinegro abrirse los ojos de par en par.

Itsuki: ¡Eh! Vaya que no has cambiado nada, comandante — Alago el chico.

Sinon: Je, y tú sigues siendo el mismo Itsuki que cambia de personalidad rápidamente — Expreso acercándose al equipo de brazos cruzados.

Kureha: ¡Oh! ¡Sinon! — La peliazul volteo a ver a la pelirosada la cual tenía su mirada fija en el rifle de la chica — ¡¿Ese es tu Hecate?! Se ve diferente.

Zeliska: Oh, cierto. Esos colores se ven muy tú — Exclamo viendo los colores azulados de aquella arma.

Sinon: Digamos que recibió varias mejoras — Expresa sonriente.

El antiguo equipo de la peliazul estaba a punto de preguntarle cuales habían sido las mejoras, pero las alarmas interrumpieron la conversación, rápidamente Sinon regreso con Lisbeth tomando su rifle saliendo de la armería.

Sinon: ¡Kikuoka ¿Qué sucede?! — Pregunto entrando en el canal de los soldados.

Kikuoka: Ha decir verdad. Ni yo lo logro entender — Dijo sincero escondiéndose detrás de una mesa tirada disparándole algo que había ingresado a su oficina — Ni yo sé que sean estas cosas, no son personas — Exclamo.

La agente al oír eso, lo sabía, Shinkawa estaba aquí. Dejo sus recuerdos a un lado negando con la cabeza, para después atravesar una puerta en la cual al otro lado estaba aquel martillo. Al atravesarla observo al pelinegro volando por toda la habitación destruyendo lo que parecían ser ojos flotanytes con alas.

La vista de la peliazul se dirigió al martillo, el cual estaba siendo protegido por Asuna y a su lado Silica la cual parecía aterrada de ver aquellas criaturas tan horribles.

Sinon: Tsk — Chisteo, para después prepara su rifle apuntando a un ojo que estaba yendo hacia Kirito — Trágate esto — Apretó el gatillo perforando el centro del ojo volador.

La vista de los hechiceros se dirige a la chica la cual estaba preparándose para volver a disparar.

Kirito: ¡Sinon!

Sinon: ¿Encontraron quien se puede llevar esta cosa? — Preguntó empezando a disparar.

Asuna: Algo así — La agente quedo confusa al oír esas palabras ya que, se suponía que ellos deberán encontrar al que puede ser digno.

Sinon: ¡¿Cómo que algo así?! — La agente salto encima de un ojo empezando a volar y tomar altura disparándole a varias de esas criaturas que se acercaban.

Kirito: Mírala, toda enojada — Bromeo lanzando relámpagos dorados a aquellos ojos quemándolos a los segundos.

Sinon: ¡No es momento para juegos Kirigaya! — Grito enojada saltando de aquel ojo disparándole desde abajo.

Asuna: ¡Kirito! — Aquel grito no era uno de regaño, era uno de advertencia.

El pelinegro miro a la castaña la cual estaba siendo envuelta en un humo negro para después desaparecer junto con la chica, el pelinegro abrió sus ojos de par en par al ver que su chica había desaparecido.

Kirito: ¡Asuna! — El hechicero estaba a punto de ir hacia donde había desaparecido la chica, pero antes de poder moverse una fuerza lo llevo afuera de las instalaciones.

Afuera, el pelinegro aterrizo en el baldío desierto viendo a su lado a la castaña junto con la chica las cuales al igual que el estaban desconcertadas.

Kirito: ¿Estas bien? — La castaña asintió la chica se escondió detrás de Asuna mientras a la lejanía veía algo, ambos hechiceros voltearon la mirada viendo en la dirección que veía Silica.

Silica: ¿Qué son esas cosas? — Pregunto viendo el ejército y enfrente de todas aquellas criaturas Mordo.

Kirito: Lobos del abismo — Dijo viendo a las bestias con forma de lobo de gran tamaño de seis ojos y seis cuernos, con grandes y filosas garras.

Asuna: Son inmunes a la mayoría de hechizos elementales además anulan los anillos de honda a una gran distancia por tal estamos varados aquí hasta que nos desahogamos de ellos, mayormente los hiere ataques físicos — Explico.

Kirito: Tch... — Chisteo, para después ver de reojo a la chica la cual estaba aterrada.

Mordo: ¡¿Te gustan mis mascotas, Kirigaya?! — Pregunto viéndole con un rostro el cual decía 'he ganado'

Kirito: Me gustaran más a la parrilla — Respondió con enojo mientras que con la mano escondida detrás de su espalda empezaba a crear un hechizo.

Mordo: Nadie tiene por que salir mal de esta, solo entréguenme el artefacto y nadie saldrá herido — Propuso.

El pelinegro veía de reojo como la base militar estaba siendo asediada por aquellas bestias ojo con alas, mientras hablaban podría haber soldados muriendo, y eso le preocupaba y más le preocupaba el hecho de que Mordo estaba cerca de poder obtener no solo uno sino dos artefactos.

Asuna: Aunque quisiéramos no podemos levantarlo, largo. No hay nada que puedas llevarte de aquí — Explico la castaña.

Mordo: Si me hago una idea del por qué no lo tomaron, cambiemos el trato dile a todos los civiles y aquellas personas del interior de la base que se retiren y no mataremos a nadie — Propuso, haciendo enojar más al pelinegro.

Kirito: "No podemos dejar que se quede con el artefacto y menos sin saber cuáles son las consecuencias y repercusiones que puede tener, pero también están los soldados y Kieko. No podemos pelear y proteger a todos al mismo tiempo, solo si hubiera alguien además de Sinon que se encargue de proteger a los soldados, nosotros nos encargaríamos de este ejército y de proteger a Keiko..." — Se dijo en sus pensamientos, viendo cuáles son sus posibilidades en el combate.

Mordo: ¡Estas tardando en pensar! — Dijo viendo como el pelinegro estaba en una encrucijada mental de saber que debían hacer — ¿Qué harás Kirigaya, proteger el artefacto enfrentándote a mí y a mi ejército o proteger a todos los civiles llevándotelos lejos? Dime ¿Qué harás...?

Asuna volteo a ver al chico el cual parecía estar pensante, ella más que nadie sabía lo que estaba pasando por la cabeza del chico y ella más que nadie podía entender por qué se le hacía tan complicada esta decisión, no quería cargar con la culpa que muchas personas murieron por tomar la decisión errónea.

Cualquiera de las dos opciones conllevaba que varias personas muriesen y eso le carcomia.

Kirito: Bien, tu ganas. Me lle... — Antes de poder terminar de hablar varias explosiones hizo que todos miran la base viendo como varios ojos estaban siendo cremados.

Sinon: Kirito, aquí Sinon. Nosotros nos encargamos de proteger el artefacto. Encárguense de ellos... — Aviso por los altavoces de la base.

Asuna: "¿Con que ejercito? No pueden solos..." — Dijo telepáticamente la castaña hacia la peliazul.

En la base, la chica sonrió mientras que a sus espaldas estaban la Legión de Guerra con sus armas y a su alrededor varios de aquellos ojos tirados en el suelo.

Sinon: Hm, digamos que pedí ayuda a viejos amigos — Expreso con una sonrisa acomodándose una de sus coletas.

El pelinegro atraves de un hechizo observo que la chica estaba siendo ayudada por tres personas totalmente preparadas, soltando un suspiro sonrió para después empezar a levitar junto con la castaña al ver que ahora mismo el artefacto podía ser protegido.

Mordo miro con enojo esto, pensaba que el artefacto estaría desprotegido sin los dos hechiceros y sin aquella chica que había despertado las cualidades del brazalete. Pero ahora veía que estaba equivocado, había personas listas para protegerlo.

Mordo: "Encárgate de traérmelo..." — Solicito telepáticamente a Shinkawa, el cual asintió desde un lugar escondido.

Kirito: ¡Creo que ya he tomado mi decisión! — El hechicero rápidamente ataco creando sierras que aventó al suelo empezando a moverlas hacia las bestias lobo.

Mordo: Mala decisión... — Con un chasquido de dedos, hizo que aquellas bestias empezasen a moverse corriendo hacia los hechiceros esquivando las sierras de energía que iban hacia ellos.

Cuando los lobos estaban cerca, el suelo debajo de ellos se abrió tragándoselos, enterrándolos en el desierto en las profundidades. Las bestias que venían detrás de las que fueron sepultadas miraron arriba viendo a Asuna flotando protegiendo a Silica.

Kirito: Juzgas las cosas antes de ver el terreno Mordo, eso es lo que yo tengo a favor. Tantos años siendo un gamer profesional. Dieron sus frutos — Exclamo haciendo enojar a Mordo.

Kirito llevo sus manos al centro de su pecho dejando un espacio entre sus manos empezando a crear un círculo mágico. Mordo al ver esto empezó a levantar varias piedras del suelo y lanzársela al pelinegro.

Kirito: Te presento la gracia divina — Extendiendo sus manos creo una enorme tormenta arriba de ellos la cual empezó a lanzar rayos desde el cielo, haciendo que varias de las bestias tuvieran que esquivar para después ser tragados por la tierra por el hechizo de Asuna y los que no eran tragados eran incinerados por los relámpagos.

Mordo: Ahora veo, porque eres fuerte. Eh. Ahora entiendo el por qué Ancestral te nombro su sucesor — Expresa mientras una barrera de energía lo protegía de que los relámpagos no le llegasen — Aun así, no puedo permitir que los órdenes naturales de las cosas cambien su curso — Con sus dos manos levantadas señalando al pelinegro empezando a disparar un rayo de energía.

El pelinegro respondió lanzando el mismo otro rayo los cuales empezaron a chocar entre sí, creando un arcoíris de colores de tal choque de poderes.

(...)

En la armería Lisbeth observaba atraves de las cámaras de seguridad lo que sucedía dentro y fuera de la base.

Lisbeth: Maldición, me gustaría saber usar armas para poder ser de ayuda y no solo estar atrapada dentro de aquí encerrada, esperando a que traigan sus armas para que las arregle o las mejore — Se lamentaba la chica dejándose caer en su asiento viendo el techo con detenimiento — Pero yo fui quien decidió esta vida ¿no? Aww — La pelirosada soltó un pequeño suspiro cerrando los ojos.

Lisbeth: Hay días en los que me siento inútil, espero un día poder ser de utilidad no solo como una armera, sino también como un soldado o un peleador. Pero creo que papá le daría un infarto si le dijera que quiero ir al campo de batalla, jeje — Se decía la chica para sí misma.

Debido a que la chica andaba metida en sus pensamientos, no se percató que alguien había abierto la puerta de la armería y la estaba viendo fijamente con unos ojos rojos que daban miedo.

En el lugar del artefacto, la Legión de Guerra, eliminaba cualquier rastro de aquellos ojos con alas y a su vez protegían a los soldados.

Zeliska: Vaya, que estas cosas son feas — Expreso espalda con espalda de Kureha.

Kureha: Cuando nos dijeron que había hechiceros, pensaba que el comandante estaba delirando — Exclamo disipando una pistola con una mano mientras que con la otro lanzaba al aire su subfusil cambiando el cartucho de balas.

Zeliska: Parece todo fantasía ¡¿Verdad?! — El ánimo de la reina sin corona le ayuda a que sus disparos fuesen más precisos casi llegando a que sus disparos dieran a varios ojos en otras habitaciones rompiendo algunas paredes.

Itsuki: Me recuerda esto cuando estuvimos, en Atlanta junto con aquel soldado, buscando información acerca de una inteligencia artificial avanzada — Dijo con nostalgia al recordar a lo que fue su amigo.

Sinon: ¿Cuándo paso eso? Yo no recuerdo esa misión — Pregunto en un lugar alto junto con el pelinegro disparando.

Itsuki: ¡Oh! Eso fue hace poco, pero fue una misión entretenida ¿verdad, chicas? — Pregunta disparando con su rifle de asalto, mientras preparaba una granada con una mano lanzándola al aire para después dispararle con su rifle explotando.

Kureha: ¡Oh sí! Es un amigo mío de la infancia, fuimos a verle debido a que solicito ayuda para una misión. Eso nos llevó a Atlanta, algún día te contaremos la historia completa — La pelirosada empezó a saltar girando de forma circular creando una rueda de balas que elimino a varios ojos.

Zeliska: Oh, si ese chico era demasiado tierno y amable, pero que su cara no te engañe, usaba todo tipo de arma que le beneficiara — Expreso deslizándose en el suelo dejando varias granadas debajo de una manada de ojos las cuales explotaron.

Itsuki: Es una historia, trágica y con un bonito desenlace — Dice enternecido al recordar a su querido amigo.

Sinon: Vaya, si tú lo dices debe ser un gran chico — Expreso sorprendida del como Itsuki se refería aquel chico, ya que estaba acostumbra que este chico no se refiriera de esa forma a cualquier persona — ¿Eh? — La peliazul observo como algo ingresaba a la habitación — ¡Alguien está ingresando, prepárense!

Todas las armas apuntaron hacia el que había ingresado, este al dar solo un paso dentro de aquella sala. Todos quedaron en blanco al ver a la persona que ingresaba ya que no ingresaba solo, en las manos sometiendo y apuntando con una pistola la sien, Lisbeth con una mirada de miedo sudando mirando hacia delante.

Sinon: No... — Dijo aterrada al ver a su amiga, la cual estaba siendo amenazada por Shinkawa.

Shinkawa: ¡Todos están aquí, vaya que esta sí que es una reunión de equipo! — Grita con alegría viendo a los presentes.

Los cuales estaban más asustados de ver como Lisbeth estaba siendo amenazada que cualquier cosa. Ahora cualquier mal movimiento podría costar la vida de su compañera. Debían pensar bien que hacer, para detener al enemigo y salvar a su compañera sin arriesgar su integridad y vida.

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