#7: Peligro y preocupaciones
†††
—¿Y bien? —inquirió Aizawa después de haber reunido a Iida y Uraraka en dirección.
—¡Estuvieron en el cementerio todo el rato, profesor! —informó el de gafas con firmeza.
—No hicieron nada raro —añadió Ochako con tranquilidad.
—De acuerdo —aceptó el mayor dejando que se retirasen.
Era otro día más en U.A., específicamente, la hora del almuerzo.
—Llama a Kendou, Yaoyorozu y Jirou —ordenó el director mientras se tomaba una taza de café.
[...]
—¿Ocurre algo, profesor? —inquirió Momo, con dudas, al ver que ella, Jirou y Kendou habían sido citadas.
—Solo queremos saber sobre Kaminari —informó Aizawa dirigiéndose a las dos chicas de cabello oscuro—. ¿Hace cuánto que no acude al infierno?
—¿Kaminari? —dudó Kyouka—. Diría que un par de años…
—¿Ha hecho algo malo? —preguntó Yaoyorozu con preocupación.
—No es nada, tranquila —aplicó el de cabello negro y dirigió su mirada hacia Kendou—. ¿Y Bakugou?
—¿Bakugou…? Pues creo que tampoco acude a la manada desde hace unos cuantos años —informó la joven de cabello naranja.
—Entiendo. Gracias, podéis iros.
[...]
Como Midoriya era un fantasma, no podía asistir a ninguna escuela para aprender como lo hacían los de su edad. Los fantasmas simplemente vagaban por los lugares tratando de hacer más ameno su día a día o buscándose entre ellos para pasar el rato.
Por otro lado, Todoroki tampoco podía ya que era un vampiro. La luz del sol le daba miedo y solía cubrirse con mantas oscuras cuando amanecía.
Normalmente los de su especie vivían juntos en zonas subterráneas y, los que no eran desterrados, se alimentaban simplemente de frutas y verduras. En cambio, los desterrados, cazaban por la noche y podían disfrutar al 100% de la sangre humana.
—I-Iré a ver si tienen el nuevo volumen de BnHA… —comentó Izuku despidiéndose y atravesando la ventana de la habitación de Kirishima para salir a la calle.
Al fantasmita le gustaba ir a diversas tiendas de revistas para poder leer sus favoritas; el problema radicaba en cuando alguna persona veía cómo un ejemplar levitaba, haciendo que Midoriya se viera obligado a dejar de leerlo y marcharse.
Mientras, Shouto había cerrado las cortinas de todo el departamento para que no entrase la luz. Así podía quedarse tranquilamente, subido al techo boca abajo, esperando a que pasaran las horas hasta que llegase Bakugou.
Estaba acostumbrado a la tranquilidad y a estar solo, así que no le importaba esperar lo que hiciera falta hasta poder volver a ver a Katsuki.
—Ha pasado bastante tiempo… hermanito.
Cierta voz casi imposible de no reconocer, hizo que Shouto abriera los ojos sorprendido y se posicionara rápidamente en una de las esquinas del cuarto para visualizarle mejor.
—Tranquilo, no vengo a atacarte —siguió aquel sujeto dejándose ver.
—¿Por qué estás aquí, Dabi? —sentenció el vampiro de cabello bicolor manteniéndose alerta a cualquier movimiento.
—¿No puede un hermano mayor visitar a su hermano menor?
—¿Qué quieres?
—Nada realmente, pero me he enterado que estás viviendo con un humano —explicó el de cabello negro—. ¿Cómo se llamaba…? Ah, sí. ¿Kirishima Eijirou?
—No te incumbe.
—¿No que eras independiente? —siguió bastante satisfecho ya que, al parecer, estaba consiguiendo lo que quería.
Básicamente, provocar a Todoroki.
—O quizás lo hiciste por… ¿Bakugou Katsuki?
Lo último fue suficiente para que Shouto mostrase rabia en sus ojos y apretase los dientes dejando ver el par de afilados colmillos que tenía.
—Vamos, hermanito, menos hostilidad… —continuó dándole la espalda y comenzando a pasear tranquilamente por toda la habitación—. Y, entonces… no te importa que vayamos a por ese tal Kirishima, ¿verdad? Digo, solo te importa aquel hombre lobo, ¿no?
—Ni se te ocurra.
—¿Pero no os haría un favor? Ese tipo sabe sobre vosotros, ¿no? —proseguía cada vez más satisfecho—. Así no estaréis vulnerables a ser desterrados.
—Déjanos en paz —ignoró comenzando a alzar el tono de su voz—. Lárgate ahora mismo.
—Tranquilo, tranquilo, ya me voy… —finalizó dispuesto a abandonar el cuarto.
Por un segundo, a Shouto le pareció ver cómo Dabi sonreía levemente antes de salir por la puerta.
En realidad, le daba igual.
Kirishima era una persona a la que había conocido hace poco tiempo, así que no podía sentir demasiado aprecio por él.
Pero Todoroki sabía que había otra persona que sí le apreciaba. Sabía que si le ocurría algo a Kirishima, Kaminari estaría triste. Y era consciente de que si Kaminari lloraba, Bakugou se sentiría mal.
Y, para aquel vampiro, no había nada más doloroso que ver a Bakugou sufrir.
[...]
—¿Lo tienes? —inquiría Toga felizmente mientras cubría al joven, que acababa de salir por la puerta, con una manta oscura.
Dabi se limitó a sacar de su bolsillo una pequeña grabadora y mostrar una leve sonrisa.
—Con esto ya podemos empezar el juego.
—¡Seguro que a Tomura-kun le va a gustar! —exclamó la rubia dejando ver sus largos y venenosos colmillos.
—Perfecto.
[...]
Las clases finalizaron y, Kirishima, rápidamente recogió sus cosas para volver a casa. Era el momento que más disfrutaba del día; estar acompañado por aquellos, quizás raritos, pero buenos chicos.
“¿Debería comprar algo para Todoroki y Midoriya…?” Pensaba mientras pasaba por una tienda 24h. “Pero… No sé qué comen los fantasmas y Todoroki parece que se alimenta de tomates…”
Sonrió y optó por entrar para adquirir un par de kilos de tomate y algunas variedades de productos para ver si Izuku comía algo o no.
[...]
—¡Parece que nos hemos librado! —comentaba Denki alegremente mientras regresaba al departamento con Bakugou.
—No bajes la guardia, retrasado. En cualquier momento pueden volver a mandar a alguien para vigilarnos —respondió Katsuki después de chasquear la lengua.
—¡Da igual! ¡Lo importante es que hoy podremos hablar con Kirishima! —agregó más feliz de lo normal—. En clase siempre tengo que reprimir mis ganas de contarle cosas…
—Lo que sea, pero oculta esa maldita cola —sentenció el chico lobo al ver que Kaminari la había sacado de manera inconsciente.
[...]
—¡Muchas gracias! —exclamó el pelirrojo después de hacer una pequeña compra.
—¡Vuelva cuando quiera! —respondió el encargado de la tienda.
Eijirou se encontraba bastante feliz de tan solo pensar en lo divertido que sería llegar a casa y cenar con todos.
Había comprado carne para Bakugou y él, tomates para Todoroki, pan de hamburguesa, queso y lechuga para Kaminari, y distintos snacks dulces y salados por si Midoriya comía.
Quizás estaba consintiéndoles demasiado con la comida, pero verles felices le hacía sentir bien… sobre todo cuando Kaminari le daba las gracias con aquella característica sonrisa.
Que moviera su delgada cola mientras un leve rubor se posaba en sus mejillas y mostraba el pequeño colmillo que tenía.
Definitivamente, Kaminari le resultaba demasiado atractivo.
—¡Hola!
La voz de una chica le sacó de sus pensamientos e hizo que se girase.
—¡Me llamo Toga Himiko! Y tú debes ser Kirishima Eijirou, ¿no?
—Ah, sí —respondió extrañado y sin comprender cómo era que aquella rubia le conocía—. ¿Qué necesitas…?
—¡¿Podrías ayudarme con una cosa, por favor?! —rogó la joven acercándosele y tirándole levemente de la camisa—. Pero vayamos a un lugar más apartado, ¿sí?
—Oh, ¡claro! —aceptó con amabilidad y dispuesto a ayudarla—. ¿Pero cómo es que sabes mi nombre? —siguió mientras era guiado por Toga.
—Eres bastante famoso entre nosotros, ¿sabes? —respondió dejando ver sus afilados colmillos.
—¿Entre vosotros...?
En ese momento y lo suficientemente lejos de la gente, Himiko se detuvo y se mantuvo observando al pelirrojo mientras que sus ojos adquirían un color cada vez más brillante y sus colmillos comenzaban a alargarse.
—Tranquilo —murmuró la chica con una sonrisa al ver cómo Kirishima había abierto los ojos y dado un paso hacia atrás—. Es solo una advertencia… no dolerá demasiado.
[...]
—¡Ya estamos aquí! —exclamó Denki abriendo la puerta y entrando alegremente.
—¡Hola, Kaminari-kun! —saludó Izuku acercándose a recibirles—. H-Hola, Kacchan… —agregó mirando a su amigo de la infancia, el cual pasó de largo ignorándole.
—¿Kirishima no ha venido aún? —inquirió el diablillo mientras se quitaba la camisa para ponerse cómodo.
—¿No está con vosotros? —dudó Izuku.
Todoroki, al escuchar aquello, abrió los ojos y salió de la habitación a oscuras en la que estaba, dirigiéndose así hacia el salón.
—¿A qué hora se supone que viene? —preguntó el de cabello bicolor bastante exaltado.
—No sé, pero siempre llega antes que nosotros —respondió Denki comenzándose a preocupar—. ¿Por qué estás así…? —agregó al notar que Shouto no estaba tan sereno como de costumbre.
—¿Qué mierda ha ocurrido cuando estábamos en U.A.? —intervino Bakugou dándose cuenta rápidamente de que a Todoroki le pasaba algo.
—Nada importante —evadió Shouto.
Midoriya solo observaba todo con preocupación y dudas, sin poder hacer nada por no comprender qué era lo que ocurría.
—Todoroki —reiteró nuevamente el hombre lobo, haciendo que el vampiro abriera los ojos al ver que Bakugou iba en serio—. ¿Qué mierda ha pasado? —volvió a sentenciar con el ceño fruncido.
—Dabi —se limitó a decir evadiendo la mirada de Katsuki.
—¿Ese no era…? —murmuró Kaminari con cierto terror en sus ojos.
—El vampiro asqueroso al que desterraron —completó Bakugou apretando los dientes al recordar perfectamente aquel rostro.
[...]
1525 palabras
†††
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top