#18: Inicio de la diversión
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La expresión de Kirishima y Kaminari cambió radicalmente al oír aquellas palabras.
Enterarse de que, básicamente, la existencia de Izuku estaba en manos de a saber quién, les comenzó a preocupar bastante. Y lo más seguro era que los culpables de aquello fueran los del principio.
—¿El hermano de Todoroki…? —inquirió Denki algo cabizbajo y frustrado; definitivamente, no podía asimilar que Midoriya pudiera desaparecer en cualquier momento.
Porque aquel fantasma se había convertido en un amigo más; se había convertido en uno de sus pocos y verdaderos amigos.
—¡Entonces vamos a recuperarla! —exclamó Kirishima con decisión y cerrando un puño.
—Ni tú ni el retrasado duraríais más de un minuto —sentenció Bakugou con rabia, haciendo que Eijirou bajase la mirada con algo de tristeza; después de todo, era cierto—. Iré yo, pero antes… —siguió mientras se acercaba hacia el cuerpo de un dormido Shouto—. Es hora de despertar a este bastardo.
[...]
—Con mi habilidad podremos estar comunicados en cualquier momento —informó Dabi preparándose para la deseada diversión—. No creo que tarde demasiado, así que iré adelantándome —finalizó mirando por última vez a sus aliados.
—Perfecto, perfecto… —murmuró Shigaraki bastante satisfecho.
—¡Solo de imaginarlos desangrándose me pone feliz! —agregó Toga con una gran sonrisa y un rubor en sus mejillas.
[...]
—¿Solo despertará si se le agrede? —inquirió Kirishima.
—Sí… —respondió Izuku levantándose y acercándose—. Los espectros causan terror y luego la persona atacada entra en un profundo sueño.
Mientras tanto, Bakugou no tenía ni un solo segundo que perder.
Se acercó lo suficiente a Todoroki y abrió la boca mostrando sus caninos dispuestos a morder a aquel vampiro en el hombro; se deshizo de un mordisco de la tela que cubría aquella parte del vampiro y comenzó.
—¡Eso debe doler! —comentó Kaminari al ver cómo Katsuki había atravesado la piel de Shouto con sus afilados dientes.
Poco a poco, Todoroki fue abriendo los ojos sin saber dónde se encontraba exactamente. A los segundos, visualizó mejor el rostro y cabello de Bakugou y notó cómo estaba comenzando a sentir un profundo dolor en su hombro.
Katsuki, al ver que aquel sujeto estaba despierto, se separó dejando caer gotas de sangre de sus dientes y pudiéndose ver la blanca piel de Shouto con unas marcas ensangrentadas.
—Eso ha dolido, Bakugou —comentó con una expresión que dejaba ver bastante felicidad en sus ojos; era como si, en realidad, sintiera todo lo contrario a dolor—. Pero… tus dientes han estado en mi piel… la han atravesado por completo —siguió con serenidad pero con un leve rubor en su rostro—. De manera tan profunda...
—Bastardo, esta mierda es seria —respondió con el ceño fruncido—. ¿Qué mierda sucedió? —agregó mirándole con cierta desesperación.
Todoroki pestañeó un par de veces al ir recordando perfectamente todo.
Había tenido la guardia baja y aquel espectro le atacó cuando menos se lo esperaba.
Aquel ser impuso en él un terror del que no pudo escapar y se llevó la linterna de Izuku frente a sus propios ojos.
—Midoriya —comenzó algo cabizbajo, levantándose y con una mano en la herida de su hombro izquierdo—. No pude hacer nada. Lo siento.
—Siéntelo quedándote aquí y no volviendo a fallar —interrumpió Katsuki antes de que el fantasma pudiera decir algo—. Traeré la maldita alma de regreso —finalizó para, segundos después, salir por la puerta dispuesto a ir al cementerio.
—¿Bakugou? —dudó Shouto al verle actuar de tal forma y sin saber a dónde iba.
—¡Es imposible! —exclamó Kaminari tratando de detener a aquel rubio—. ¡Seguro que están todos esperándote! ¡Es un suicidio!
—Cállate mierda.
—¡Kaminari tiene razón! —intervino Kirishima con decisión—. ¡Estamos juntos en esto!
—¡¿Y qué mierda se supone que podéis hacer vosotros?! —gritó girándose y mirándoles con rabia.
—Yo iré contigo —aplicó Todoroki con seriedad—. Fue mi culpa, debo...
—Ni se te ocurra seguirme —interrumpió Katsuki bastante harto de todo—. Si vienes, lo único que conseguiremos es que, al volver, les encontremos muertos —aplicó refiriéndose a Eijirou y Denki, los cuales, preocupados, intercambiaron miradas.
Todoroki no pudo decir nada al respecto.
Cabizbajo, vio de reojo cómo Bakugou se terminaba por marchar y cómo Izuku le seguía.
—Todoroki —comenzó Kaminari al darse cuenta de que si Shouto no estaba al lado de Katsuki, todo terminaría de la peor forma—. Ve con Bakugou, yo protegeré a Kirishima —aplicó recuperando la sonrisa y levantando un pulgar para señalarse a sí mismo.
—Pero Bakugou… —murmuró el vampiro recordando las palabras de aquel hombre lobo.
—¡No le hagas caso, ya sabes cómo es! Además, si nos pasa algo, podremos comunicarnos contigo con tu habilidad —respondió guiñándole un ojo.
—¡Cierto! —intervino Eijirou con una optimista sonrisa—. ¡Todo estará bien, ahora lo importante es que ayudes a Bakugou! —sentenció levantando un puño.
—Bakugou… —murmuró Todoroki para sí mientras observaba la herida que tenía en el hombro gracias a Katsuki.
—Ah, ¿y eso no te duele? —agregó Eijirou al ver las marcas de sangre en la piel de Shouto.
—Ya no tanto —respondió con serenidad—. Los vampiros podemos resistir fácilmente heridas que no son consecutivas.
—¿Consecutivas? —volvió a preguntar el pelirrojo.
—Si algún lobo me muerde y me causa una gran herida, me recuperaré con facilidad en un tiempo… pero si lo hace consecutivamente, mi cuerpo no lo soportaría —explicó mientras se acercaba a la puerta—. Dicho esto… Sea lo que sea que ocurra, dímelo —finalizó mirando a Kaminari a los ojos.
—¡Déjamelo a mí! ¡Protegeré con mi vida a Kirishima! —respondió decidido.
El pelirrojo solo pudo bajar su rostro con una triste sonrisa y apretar ambos puños con impotencia.
Kirishima también quería ser capaz de proteger a alguien.
Kirishima también quería proteger a Kaminari.
[...]
—Oh, por fin has venido —comentó Dabi al visualizar a Katsuki llegando al cementerio bastante enfadado—. Sí que te has tomado tu tiempo.
—Terminemos con esta mierda de una puta vez —sentenció mirándole a los ojos con rabia y odio.
Midoriya se mantenía alejado. Al ser un fantasma y haber perdido lo único que le hacía seguir en el mundo, no podía pasarle nada más. Si intentaban atacarle solo tenía que volverse intangible.
De todas formas había algo que no había podido dejarle de traer malos recuerdos a aquel fantasma.
El vampiro que tenía su linterna tenía los mismos ojos y cabello del que, hacía años, asesinó a su madre.
—¿No viene mi hermanito contigo? —inquirió el vampiro mientras zarandeaba la linterna en la que yacía el alma de Izuku—. Pensé que querría estar contigo…
—¡¿Qué mierda quieres?! —gritó harto de todo y desesperado por recuperar aquel objeto.
Porque la vida de Midoriya estaba en juego.
Porque cualquier paso en falso haría que Izuku desapareciera definitivamente.
—¿Por qué no hacemos un justo intercambio? —sugirió Dabi con una leve sonrisa y levantando la linterna—. Yo te doy esto… y tú me das ese bonito collar —agregó señalando lo que rodeaba el cuello de Katsuki.
Bakugou no dudó ni un solo segundo en quitarse dicho collar y mantenerlo en su mano.
—¿Solo por esta mierda? ¿Qué tienes en mente, bastardo asqueroso?
—Tranquilo. Te prometo que no hay ningún truco sucio en esto —respondió con serenidad—. Yo te lanzaré esta linterna y al mismo tiempo tú me lanzarás tu collar, ¿sí?
Bakugou sabía perfectamente que algo no cuadraba. No podía ser tan fácil; aquel sujeto tenía algo pensado.
Algo que, fuera lo que fuera, Katsuki no había podido comprender en ese mismo instante.
Estando a cinco metros de distancia, al hombre lobo se le haría bastante fácil atrapar la linterna si Dabi la tiraba a mal a propósito; atrapar cosas al aire era algo que por naturaleza se le daba genial.
—¿Qué me dices? ¿Aceptas? —siguió el vampiro.
—Tú primero —sentenció Katsuki aún sin fiarse de aquel tipo.
—Oh, vamos…
—He dicho que tú primero —reiteró mirándole nuevamente con rabia.
En apenas segundos, Dabi suspiró y lanzó aquella linterna con relativa facilidad. Bakugou se acercó rápidamente para poder cogerla como si fuera lo más importante en su vida; a continuación, el chico lobo miró mal a Dabi por última vez y le lanzó aquel collar que no comprendió para qué quería.
Era imposible que hubiese sido tan fácil; y Bakugou se dio cuenta cuando comenzó a sentir cierto olor bastante conocido.
—Oh, ya te has dado cuenta —comentó el vampiro alejándose tranquilamente con el collar en la mano—. Mi hermanito está viniendo, ¿no?
—Deku, mierda, rápido… Lárgate de aquí —sentenció Katsuki desesperado y acercándose hacia el fantasma para entregarle su linterna.
—¿K-Kacchan…? —dudó al ver lo rojo que estaban los ojos de su amigo de la infancia.
—¡RÁPIDO, MIERDA! —gritó nuevamente cada vez más enfadado.
Izuku asintió sin comprender a qué se debía, así que se alejó lo suficiente quedando fuera del alcance de Katsuki.
Luego, decidió mirar al cielo y abrió los ojos con terror.
—Será divertido ver esto... —comentaba Dabi lo suficientemente lejos.
—¡Bakugou!
La voz de Todoroki al llegar hizo que Katsuki se girara en esa dirección desesperado.
—¡Fuera de aquí! ¡Lárgate, bastardo! —gritaba mientras sentía su cuerpo arder de rabia y odio.
Porque, en ese momento, Bakugou pudo entender que el objetivo de Dabi no era Deku.
Lo que aquel vampiro deseaba ver era cómo se mataban mutuamente.
Lo que aquel vampiro deseaba ver era cómo Katsuki asesinaba a Shouto.
Porque el hombre lobo no pudo notar a tiempo el hecho de que, esa noche, había luna llena.
[...]
1590 palabras
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No sé si alguien recuerda qué era lo que le pasaba a Bakugou cuando había luna llena y no llevaba su collar, y si no pues se volverá a explicar en el próximo capítulo xD
Los que pensaban que Midoriya moriría, pues no (?)
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