#16: Terror inaudible

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—¡Oh, ya veo! —dijo Kirishima con alegría—. Y… ¿qué hay de los diablillos? —cambió de tema con cierta curiosidad.

—¿Quieres saberlo? —siguió el rubio mientras se acercaba con una sonrisa traviesa.

[...]

—¡Eh, bastardos! ¡El puto baño está libre!

La voz de Katsuki seguida de su rostro amargado hizo que los jóvenes de la habitación dirigieran su mirada hacia él.

Al parecer, la Bloody Mary que había invocado Shouto ya se había marchado.

—¿Y qué mierda con bajar las persianas? —agregó mirando al vampiro que colgaba hacia abajo.

—No me gusta la luz —aplicó con serenidad.

—¡Ah, justo a tiempo! —exclamó Kaminari al ver a Bakugou entrar seguido por Midoriya—. Tengo una idea —agregó algo orgulloso de sí y levantando un dedo.

—¿Qué es, Kaminari-kun? —inquirió el fantasmita.

—¡Contémosle sobre todas las especies a Kirishima! —explicó mostrando su colmillo—. Justo iba a hablarle de los míos.

—¡C-Cuenta conmigo! —confirmó Midoriya dispuesto a mostrar su gran conocimiento al respecto por todo lo que había investigado.

—Me da igual —sentenció Katsuki sentándose y cerrando los ojos con el ceño fruncido.

—¡Gracias! —exclamó el pelirrojo al ver que estaban dispuestos a informarle.

—Veamos… —comenzó el diablillo con una leve sonrisa y algo pensativo—. Creo que ya sabes cuál es nuestra habilidad y… —siguió cerrando los ojos y frunciendo levemente el ceño—. ¡Ah, somos el tipo de especie que adora gastar bromas! Y, bueno, al igual que el resto de especies, podemos ocultar nuestras características; cuernos, alas, cola y colmillo. ¡También podemos volar!

—Olvidas mencionar que sois de los más débiles —agregó Shouto con serenidad.

—Y que sois jodidamente molestos —añadió Katsuki—. Como un puto grano en el culo.

—Y que soleis usar vuestra habilidad para aprovecharos de los humanos —siguió el vampiro.

—Y que sin ella sois unos putos humanos normales y corrientes —finalizó Bakugou.

—¡Eso duele! —se quejó el diablillo bastante afectado por las seguidas afirmaciones.

—¡T-También tienen una manera interesante de reproducirse! —intervino Midoriya, el cual conocía perfectamente la reproducción de todas las especies diferentes.

Kaminari sonrió con nerviosismo al oír aquello; al parecer, Izuku era el que lo iba a explicar.

—¿Una manera interesante…? —inquirió el pelirrojo.

—¡U-Utilizan sus colas! Una vez lo vi... —agregó el fantasmita con gran conocimiento—. A parte de los órganos reproductores femeninos y masculinos, en mitad del acto sexual… B-Bueno, enredan sus colas que son como un segundo miembro sexual y que, además, según lo que me he informado, les resulta mucho más… placentero —siguió algo avergonzado—. Y, a diferencia de otras especies, no tienen época en la que estén en celo o algo así… ¡T-También dicen que, por eso, sus colas son tan importantes!

Kaminari se sentía un poco incómodo al respecto; sobre todo por la curiosidad que denotaba el rostro de Kirishima y el leve rubor que se podía apreciar en este.

“Entonces, cuando le acaricié un buen rato la cola a Kaminari, en realidad le estaba tocando el…” Pensaba Eijirou con nerviosismo.

—¡Bueno, eso no era tan importante! —comentó Denki bastante nervioso para evadir el incómodo silencio que se había formado—. ¡Te toca, Todoroki! —agregó señalando a Shouto con la excusa de cambiar de tema—. ¡Habla sobre los vampiros!

—Nos gusta la sangre —se limitó a decir con serenidad—. Sabe bien.

—¡Y se pueden transformar en murciélagos! —siguió el diablillo.

—No nos gusta la luz, ni el ajo, ni los crucifijos… y menos las estacas —prosiguió el de cabello bicolor con el ceño levemente fruncido.

—¡Ah! ¡¿Es como en esos cuentos donde al clavarle una estaca en el corazón a un vampiro, este desaparece en cenizas?! —inquirió el pelirrojo con una sonrisa.

—Algo así —confirmó Todoroki—. Aunque, en realidad, somos de los más fuertes entre el resto de especies debido a que cuando conseguimos morder a alguien, queda inmovilizado por completo.

—¡Y encima son rápidos y tienen bastante fuerza! —agregó Denki con cierta envidia.

—Y de noche somos más eficientes —siguió Shouto—. Solemos vencer a los hombres lobo… —finalizó con serenidad mientras recibía una mirada asesina por parte de Katsuki.

—¡¿QUIERES INTENTARLO Y MORIR?! —retó Bakugou al escuchar aquello.

—¡Ah, cierto! —interrumpió Kirishima aquellas miradas llenas de tensión—. ¿Los hombres lobo tienen alguna debilidad?

—Las balas de plata… —intervino Midoriya por instinto, haciendo que todos dirigieran sus miradas hacia él—. B-Bueno, un solo disparo puede llegar a matarles… —aplicó con tristeza.

—Y no olvides la luna llena —agregó Kaminari levantando un dedo—. ¡Se vuelven más agresivos y fuertes de lo normal! ¡Atacan hasta matar a cualquiera que esté en su camino! Y encima la transformación no es completa, sino que adquieren el aspecto de un verdadero hombre lobo que va a dos patas…

—¡P-Por eso Kacchan lleva un collar! —terminó Izuku de explicar bastante ilusionado—. ¡Sirve para calmar sus impulsos rabiosos cuando hay luna llena!

—¡YO NO SOY RABIOSO, MIERDA! —se quejó, por fin, aquel sujeto—. ¡Y dejad de balbucear tantas estupideces!

—También se vuelven salvajes en cierto mes del año —comentó Shouto con un brillo en sus ojos e inexpresivamente, provocando que Bakugou frunciera el ceño más de lo normal.

—¿Y el resto de especies? —prosiguió Eijirou con alegría—. Recuerdo que algunos de mis compañeros eran… ¿Brujas y espectros? —agregó ladeando la cabeza.

—¡Oh, las brujitas! —exclamó Denki—. Creo que hacían de todo…

—¡Pócimas, hechizos, conjuros, volar en escoba, calderos…! —informó Izuku como si fuera una enciclopedia andante.

—¿Y los espectros? —continuó Kirishima; le alegraba conocer cada vez más al respecto sobre aquellas criaturas—. ¿No son como los fantasmas…?

—¡Qué va! Son bastante diferentes —respondió Kaminari.

—No nacen de errores, sino que pueden reproducirse —aplicó Todoroki.

—Son jodidamente molestos —agregó Bakugou.

—¿Tan malos son…? —preguntó el pelirrojo con dudas.

—No tienen muy buena fama ya que pueden hacer que su presencia sea imperceptible y provocar terror en quien quieran… —comenzó Midoriya; parecía mucho menos ilusionado—. También atraviesan todo lo que deseen…

—Incluso en este mismo instante, tranquilamente, podría haber un espectro al que no podamos percibir y que nos esté observando —prosiguió el diablillo con una sonrisa nerviosa.

[...]

—Y bien… ¿ya está todo preparado? —inquirió Shigaraki mientras se rascaba el cuello con tranquilidad.

—¡Aquí está lo tuyo! —respondió Himiko con una sonrisa, acercándose para entregarle una pistola y una bolsa en la había ciertos objetos—. ¡Será divertidísimo!

—Ah… no puedo esperar.

[...]

Kaminari, Kirishima, Todoroki y Midoriya permanecieron un rato más hablando de las diferentes especies y curiosidades que al pelirrojo le parecían geniales; mientras, Bakugou se estaba encargando de cocinar y, con el dinero de Eijirou, hacer la compra necesaria.

A pesar de que no podían salir, entre las conversaciones y chistes malos de Kaminari, a Kirishima se le hizo más ameno el no poder mover una pierna y un brazo.

Para ir al baño, Denki solía ser el que quería acompañarle para ayudarle si hacía falta y, de hecho, unas cuantas veces lo hizo.

Cabe decir que vio algo que quizás no debería, pero, desde aquella vez, nació su curiosidad por comparar tamaños.

—¡¿Ya puedes moverla?! —inquirió el rubio con una sonrisa al ver cómo el pelirrojo alzaba levemente su mano inútil.

—¡Sí! Aunque solo un poco… —respondió con una leve risa—. ¡Supongo que el efecto del veneno está desapareciendo!

Además, el color de como si estuviera podrida, también estaba regresando al tono de la piel del pelirrojo, cosa que buena señal.

Cada noche, Shouto era el que se quedaba vigilando todo por si acaso.

No podían confiarse; sabían que eran los objetivos de un grupo de desterrados.

Y así, entre la cálida convivencia entre aquellos cinco chicos, pasaron los días.

[...]

No había sucedido nada malo desde entonces. No hubo señal alguna de ninguno de los desterrados y ni siquiera Bakugou percibió algún olor extraño a ellos.

Otra noche más, concretamente una en la que habría luna llena, Kirishima se hallaba durmiendo junto a Kaminari, el cual, poco a poco, se había comenzado a acercar más al pelirrojo hasta llegar a dormir completamente juntos. A Eijirou le agradaba el contacto con aquel diablillo; le agradaba muchísimo el cómo se aferraba a su pecho y dormía con una sonrisa tonta y la boca abierta.

Lo mejor de todo era que el efecto del veneno había desaparecido por completo, así que Kirishima podía corresponder aquel acogedor abrazo y rodear a Kaminari entre sus brazos.

Era como si en pocos días se hubieran vuelto cada vez más cercanos, hasta el punto de invadir el espacio personal del contrario sin problema alguno.

Como si estuvieran a tan solo un paso de cruzar más allá de lo que significaba ser amigos.

Por otro lado, Bakugou dormía, como siempre, en el suelo y acurrucado entre sí mismo; Midoriya, por el contrario, apoyado en la esquina de siempre y con su linterna a su lado.

Todoroki, extrañando las noches en las que se colgaba del techo con los ojos cerrados aunque no durmiera, pensó que quizás todo estaba yendo demasiado bien.

“No creo que se hayan aburrido de nosotros.” Pensaba aún alerta a cualquier posible movimiento enemigo.

Pero, esa vez, Shouto tuvo demasiada mala suerte.

Todoroki no estaba siendo consciente de la presencia de alguien dentro de aquella habitación; mejor dicho, no podía percibirla… Y, cuando se dio cuenta, había reaccionado demasiado tarde.

Se giró rápidamente al sentir algo detrás de él y pudo verlo solamente por un segundo.

Un espectro había entrado y, en ese mismo momento, Shouto estaba comenzando a ser víctima de la habilidad de aquella criatura; el terror.

Los espectros no hacían ningún ruido ni desprendían ningún olor; simplemente infundían miedo a quienes atacaban, haciendo que se vieran incapaces de reaccionar.

Todoroki se dejó caer de rodillas, abrió los ojos desesperado y, por más que quisiera decir algo, no pudo. Las palabras que salían por su boca eran inaudibles.

Solamente pudo presenciar claramente cómo aquel espectro se acercaba hacia Izuku para llevarse con tranquilidad la linterna, aquel pequeño objeto en el que yacía el alma de Midoriya.

Por más que lo intentase, por más que gritara lo más fuerte que podía, no se escuchaba absolutamente nada en aquel cuarto.

Todoroki conocía la habilidad de los espectros, pero nunca había sido atacado por uno de ellos.
Sabía que infundían terror, pero desconocía cómo funcionaba este.

Aún así, de lo que sí estaba bien informado, era de lo que ocurría después de sufrir aquel efecto.

Conforme el espectro se alejaba con la linterna de Izuku, Shouto iba cerrando los ojos poco a poco.

[...]

1760 palabras

†††

Se viene la parte final de este fic xD espero que llegue a los ¿20? ¿24? capítulos, incluidos unos especiales que tengo pendientes hacer.

El 28 de mayo terminan todos mis exámenes, así que ya queda menos para poder actualizar tanto como quiero ;;

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