—¡Tienes qué ayudarme!— exclama Kirishima totalmente exasperado entrando como perro por su casa en la habitación de su explosivo amigo— Tienen...—corrige al encontrarlo muy empiernado con el muchacho de cabellos verdes sobre la cama.

—¡K-Kirishima-kun!— sobresaltado y coloreado hasta las orejas, el pobre Midoriya trata de apartar al cenizo que desde hace rato lo tiene firmemente sujeto por el trasero, pero su esfuerzo es en vano, Bakugo no piensa soltarle.

—¡¿Qué mierda quieres, pelo de punk?!

—¡Kaminari me odia!

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—¿Cómo puedes ser tan imbécil?— ya más calmados, y en condiciones más decentes, Kirishima pudo explicar el motivo de su preocupación—. ¿En serio olvidaste su aniversario?

—¡Lo sé! Fue tan poco varonil de mi parte... ¡Y es que siempre olvido las fechas! Denki se esforzó con ese quit de entrenamiento y ese lindo cosplay de Pikachu que ya no querrá modelar para mí...—se lamenta como nunca antes.

Izuku le mira con pena, y en un intento por animarlo le acaricia amablemente la espalda.—Aún no termina el día, ¿Por qué no haces algo lindo por él? Es tarde para comprar algo, pero nunca para dar algo que nazca del corazón. ¿Por qué no le dedicas una canción?

—¿Una canción?— pregunta con algo de esperanza brillando en sus ojos.

—Ajá—sonríe izuku, alimentando la chispa que crece en el pecho del desolado pelirrojo—. Es algo muy romántico, y que no pasa de moda. A mí me gustaría algo así...

—Pero... ¿Qué debería cantarle...?

—Mmh, algo que lo haga sentir bien. Una canción que te recuerde a él, y lo que más te gusta de su persona— razona bajo la esperanzada mirada del pelirrojo y la desinteresada mirada de Bakugo.

—Lo que más me gusta de su persona... ¡Ya sé! ¡Eres un genio, Midoriya! por eso es que mi Bakubro anda detrás de ti

—¡Ya lárgate cabello de mierda!

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Locación: fuera de los dormitorios de la U.A. 11:44 PM.

Kirishima "el romántico" Eijirou —apodo dado por él mismo— se encontraba con una bocina encendida y enfocada a la habitación su novio; con micrófono en mano y un par de chalanes como acompañamiento: Midoriya con una pandereta, y Bakugo, arrastrado por el pecoso que lo amenazó de abstinencia si no ayudaba aunque sea con las maracas al pobre pelirojo.

—¿Listos muchachos?— pregunta con una enorme sonrisa Kirishima, recibiendo un asentamiento eufórico por parte de Midoriya, y un bufido por parte de Katsuki.—Qué lindo es tu cucu

—cucu— siguen a coro los otros dos, uno más animado que el otro.

—Tan bello tu cucu

—cucu

—Redondito y suavecito

—cucu

—Qué lindo es tu cucu

—cucu

—Cuando te pones pantalón

—cucu

—Y te toca por detrás

—cucu

—Se me suelta el corazón

—cucu

—¡Y te quiero más y má', má', más, más¡