Capitulo XXXIX "Hola de nuevo Marck"

A la mañana siguiente, Kipo se despertó notando que Adán ya no se encontraba a su lado, y al sentarse para poder buscarlo mirando en distintas direcciones lo pudo ver acercándose a ella con 2 tazas, cuando Adán llegó donde estaba Kipo se puso en cuclillas mientras le ofrecía una de las tazas.

– ¿Qué es esto? - preguntó Kipo.

– Café, cerca del convoy las personas armaron tiendas para pasar la noche y hace un par de horas prepararon café para todos.-

– Okey, gracias Adán. - le contestó Kipo mientras aceptaba la taza de café.

Adán se sentó a un lado para responderle mientras se acomodaba.

– De nada Kipo, no quiero arruinar esto pero solo tenemos unos minutos antes de seguir nuestro camino si queremos llegar por la tarde a Denver.-

– Mm está bien, pero disfrutemos este pequeño momento antes de tener que volver no siempre podemos estar a solas.-

Adán la miró sonriente estando de acuerdo con sus palabras y se quedó allí en silencio disfrutando del café con aquella persona a la cual él amaba tanto.

Antes de acabar con sus cafés un soldado se aproximó a ellos trotando.

– Kipo, Adán, es momento de seguir con el viaje, acompáñenme, pueden terminar sus cafés mientras volvemos al convoy.-

Kipo por lo bajo se dijo a sí misma.

– Rayos duró menos de lo que esperaba.-

– ¿Dijo algo señorita? - Preguntó el soldado

– No, nada. - Respondió Kipo al ponerse de pie para terminarse el café de un trago y acompañarlo.

Adán terminó su café mientras regresaban. Cuando estuvieron de nuevo en el convoy, sus motocicletas esperaban estacionadas en el frente del mismo, el soldado regresó a su camión asignado como el resto de las personas, ya solo quedaba que Kipo regresa para retomar el camino, pero antes tenía que ver cómo se encontraba Lexus y entregarle el cuchillo a Blex que se había olvidado de dárselo la noche anterior, así que lo tomó de la parte de atrás de la camioneta de Lobezna y fue hacia el camión donde se encontraba Lexus, Ifrith y Blex junto a un par de soldados.

Al estar cerca del camión pudo escuchar una charla que estaban teniendo Ifrith, Lexus y Blex acerca de ella.

– Odio tener que llevar esta maldita armadura, es pesada y calurosa no tiene nada de clase o elegancia. -

– Si, pero la necesitas para sanar, no querrás negarte a una petición de Kipo, esa chica cuando quiere puede dar bastante miedo si me lo preguntan. - Dijo Blex.

– Es verdad, pero también lo hace por tu bien, lo que significa que se preocupa por ti yo pienso que es adorable a su manera de ser. - Continuó Ifrith.

– Puede que tengas razón grandullona, pero cuando tenga la oportunidad me la sacaré.-

– No, no lo harás. Dijo Kipo mientras se subía al camión.

– No te dijeron que escuchar conversaciones ajenas está mal Kipo. - le dijo Blex.

– Yo yo no estaba escuchando nada. - Respondió Kipo con un tono elevado firme y sonrojada.

– Ah ¿No?-

– No, y toma tu cuchillo. - respondió Kipo a la provocación de Blex arrojando el puñal.

Blex lo atrapó justo del mango dando un manotazo rápido en el aire, para luego relajado, pero con el ceño fruncido, apoyó su codo sobre su rodilla dejando el peso de su espalda sobre sus piernas para decirle.

– Eso fue peligroso niña, los cuchillos no se tirándole se entregan.-

Kipo sabía que Blex tenía razón y que no tuvo que hacer eso porque era peligroso, pero hablar con él por alguna razón la hacía enojar, así que se dio media vuelta para volver con su motocicleta y emprender la marcha a Denver, pero no sin antes pedirle a los soldados que los acompañaran a estos 3 que mantuviera vigilado a Lexus para que no se sacara la protección.

Esto a los soldados les pareció gracioso que una adolecente tenga que regañar a un sujeto mucho mayor que ella y para hacerle cumplir tenga que pedirles ayuda a unos soldados, pero cumplirían con su petición sin problema, para hacérselo saber, golpearon los 4 con el pie izquierdo el suelo del camión y gritaron a la vez.

– Si, señorita.-

Lexus se asombró por esto, pero también le causó gracia, en el poco tiempo que Kipo se había ido regresó con una caravana llena de personas y soldados, una proeza realmente que no todos podrían hacer, el poder de esa niña para hacer lo que se propusiera y que las personas la siguieran lo asombra cada vez que lo veía por lo que solo se rió con esa risa tan extraña que lo caracterizaba, pero ahora mostrando su dentadura izquierda lo que lo hacía aún más extraño.

Ifrith al ver cómo se reía le preguntó.

– De que te estás riendo Lexus?.-

– De que me estoy riendo amigo? de que lo que se viene será divertido, no me aburriré en mucho tiempo jajajaja.-

Kipo aún no se había alejado lo suficiente del camión para cuando Lexus dijo esas palabras por lo que lo escucho claramente, al principio se sintió alagada pero luego como que algo no iría muy bien, pero eso era algo que trataría luego ahora tenían que retomar la marcha lo más pronto posible y con esto en mente corrió hacia la motocicleta, se colocó el casco montó sobre la misma y arrancó nuevamente con el viaje a Denver.

Al caer la tarde el convoy se encontraba a pocos kilómetros de llegar a Denver, pero no se podía ver la ciudad por el terreno montañoso y la gran cantidad de vegetación, pero al no haber signos de ataque como los que hubo en Chicago Kipo mantuvo la marcha normal hasta finalmente llegar a la ciudad de Denver.

Cuando se adentraron en la ciudad unos policías que estaban haciendo guardia en la entrada la detuvieron pidiéndole que retirara el casco para que pudieran ver su rostro.

– Oh Kipo eres tú.-

Sonó una voz que ya había escuchado antes, hasta que lo vio era James quien se estaba acercando por detrás del policía.

– Parece que era cierto lo que habías dicho y los trajiste a todos eh, vaya sorpresa, esto me hace sentir muy apenado al pensar lo contrario, pero hay algo que quiero preguntarte.-

– Antes que nada James, ¿sabes dónde está Marck?- Preguntó Kipo interrumpiéndolo.

– ¿Qué? A Marck si ese loco está encerrado en su laboratorio, rara vez sale de allí, ¿Por qué quieres saber?-

– Tenemos a un herido, quiero llevarlo con Marck quizás él sepa cómo ayudarlo.-

– Mmmm, está bien hagamos esto, ve a llevar a tu hombre con Marck nosotros movilizaremos a las personas a la ciudad para que puedan descansar, y cuando termines de hablar con Marck pásate por la comisaría, hay algo que en verdad tenemos que hablar con urgencia.-

Kipo asintió y volvió a ponerse el casco para así con la motocicleta acercarse al camión que estaba llevando a Lexus y decirle que se saliera del convoy para seguirla a un lugar donde podrían tratar mejor a Lexus, el conductor levantó el pulgar y se apartó de su lugar para así seguir, en esto Adán también la siguió, pero Lobezna fue detenida por James.

– ¿Qué ocurre, James? déjame ir con Kipo. - dijo Lobezna.

– No, tú te quedas aquí y me ayudas a movilizar a todas estas personas, yo no las conozco y supongo que te haran mas caso que a mí, así que quédate a ayudarme.-

– ¡Ahhh! De acuerdo. - Lobezna se bajó de la camioneta para luego decirle.

– Ven sígueme James te presentare con el resto de los que están a cargo, juntos podrán organizar esto mejor.-

– Está bien, gracias.-

– No hay de qué, pero apresúrate, hay mucho que hacer.-

Mientras Lobezna se queda con James y el resto del convoy, Kipo continuó guiando al camión hasta el laboratorio de Marck, por la hermosa ciudad de Denver.

Cuando llegaron a sus puertas Kipo detuvo su motocicleta, para poder tocar el botón del comunicador de la puerta y avisarle a Marck que tenía visitas, pero justo antes de que tocara el botón la puerta se abrió frente a ella dejando ver a Marck quien se encontraba parado justo detrás de esta con una sonrisa de punta a punta esperando pacientemente a que la puerta termina de abrirse y al hacerlo no la dejó decir ni una sola palabra antes de abrazarla.

– No sabes qué aburrido han sido las cosas por aquí mientras tu no estabas Kipo.-

– Entiendo que estés feliz, pero necesito que me sueltes por favor. - Le decía Kipo mientras trataba de alejarlo empujándolo con sus brazos.

Al ver esto Adán se acercó a y sujetó el hombro de Marck y lo apartó de un simple empujón.

– Oye amigo que te ocurre. - dijo Marck.

Pero cuando lo vio con más atentamente y se dio cuenta de quién era, se alejó unos pasos tomando distancia y apuntándole con el dedo índice dijo con la voz alterada.

– Kipo ese sujeto es malo, no recuerdas lo que me hizo.-

– Wow, wow espera un momento, puede que antes fuera un tantito malo, pero ahora es bueno puedes creerme, además no fue él quien te golpeo ese fue otro sujeto.-

– Puede que tengas razón, pero él los lideraba, que te hace pensar que no hará nada malo nuevamente.-

– Tengo varios motivos del porque no te haría nada malo ni a ti, ni a mí, ni a nadie, pero no es el momento tengo a alguien que necesita de tu ayuda y es con urgencia.-

– Kipo dice la verdad, yo no busco hacerle mal a nadie, y si necesitaremos de tu ayuda o eso cree ella para poder ayudar a un amigo, ¿Podrás dejar el pasado atrás al menos por esta vez para ayudarlo?-

Marck detectó algo raro en estos dos y como nada lo detuvo dijo lo que pasó por su mente.

– Esta bien los ayudare, traigan a esa persona al laboratorio, pero antes, tengo una pregunta que hacerles a ustedes 2.-

– Adelante pregunta. - contestó Kipo.

– ¿Puede que ustedes 2 estén en pareja?-

Kipo se sonrojo por ser una pregunta un tanto repentina para la situación, pero no tuvo miedo ni vergüenza de contestar a su pregunta.

– Si, lo somos hace ya unos días.-

– Oh que tiernos, pero aún me das mala espina muchacho, pero está bien vengan si es con urgencia supongo que no hay tiempo el cual perder ¿verdad? - Terminó de decir Marck mientras se daba la vuelta y se dirigía a las escaleras para bajar a su laboratorio.

Kipo desde la puerta le gritó a Ifrith, Blex y los soldados presentes.

– ¡Muchachos! ayuden a Lexus a bajar del camión Marck dice que nos ayudará.-

Tan pronto escucharon las palabras de Kipo los soldados se bajaron del camión ayudando a Lexus a bajar apoyándose sus brazos sobre sus hombros haciéndolo pasar por la puerta siguiendo a Kipo hasta el laboratorio de Marck. Blex se acercó a Adán y le preguntó mientras seguían todos a Kipo.

– Oye chico ¿porque ese tipo se asustó tanto cuando te vio?-

– Eso se debe a que hace unos días atrás trate de secuestrarlo, cuando seguía las órdenes de mi antiguo jefe, pero eso es historia antigua y parece que no lo supero, aunque no puedo culpar a mi compañero lo golpeo muy fuerte como para que no guarda rencor alguno.-

– Y ¿por qué exactamente querían secuestrarlo? - le volvió a preguntar Blex mientras terminaban de bajar las escaleras.

– La razón por esto. - termino de decir mientras las luces del laboratorio se encendían de hilera en hilera dejando ver a Cápsula y muchas de las nuevas invenciones de Marck.

– Esta es la razón por la que se nos ordenó capturarlo, puede que esté loco, pero el sujeto es un genio.-

Blex silbo del asombro y la sorpresa para acto seguido decir.

– Y realmente crees que pueda ayudar a Lexus este tipo.-

– Realmente si alguien puede hacer algo supongo que es Marck sino no sé qué más se pueda hacer más que esperar.-

Marck se acercó a la pared y precioso unos botones, para dejar salir de esta una camilla con varios instrumentos que parecían de tortura, lo que dejo sin palabras a los soldados que lo escoltaban. Al ver la expresión de sus rostros Marck les dijo para tranquilizarlos.

– Oigan chicos no se preocupen son herramientas que usaré para ayudarlo no voy a matarlo, o eso espero.

– ¿Como que esperas? Marck esto no es un juego. - exclamó Kipo con el ceño fruncido y las manos en su cadera.

– Oh vamos Kipo solo bromeo con los muchachos, o no lo hago.-

– ¡MARCK! - le gritó Kipo llamando su atención.

– Es broma, es broma Kipo ya tranquilízate, haber apóyalo en la camilla examinaremos al paciente.-

Lexus con la ayuda de los soldados se recostó sobre la camilla mientras una luz blanca muy intensa le iluminaba el rostro y el resto del cuerpo dejando ver bien las quemaduras de su rostro.

– Mm, haber amigo el problema es solo tu rostro u ocultas algo debajo de esta armadura.-

Lexus le respondió.

– Quítame esa cosa y podrás verlo por ti mismo.-

Esto despertó su curiosidad por lo que sin demora alguna sacó de debajo de la mesa una moradora para cortar toda la armadura.

– Espera, espera Marck se puede retirar si tiras de las conexiones de cuero.-

Pero Marck no escucho y prosiguió cortando la armadura por completo hasta que finalmente la retiró del brazo y parte del pecho y abdomen de Lexus, lo que pudo ver al sacarla y retirar todas las vendas no lo impresiono solo lo motivó aún más de lo que ya estaba, después de todo al ver su rostro se hacía una idea de cómo se encontraría el resto del cuerpo del paciente.

– Que raro que no esté impresionado por mi apariencia Marck.-

– Oh no, lo que me importa ahora es lo que are tu apariencia me da oportunidad a probar una cosa, jajaja.-

– Kipo me agrada este tipo.- dijo Lexus mientras reía a la par de Marck.

– Si supuse que esto pasaría, ambos tienen la misma actitud, ¡ah!... dime Marck que es lo que harás exactamente.-

– Le pondré un guante sintético que se ajustará a su brazo, lo que lo protegerá de cualquier contaminación externa y administra automáticamente cada 24 horas una sabia sobre todo el brazo aliviando el dolor y ayudando a la regeneración de la piel y la carne dañada. Pero para el rostro será distinto, no hay forma de que pueda salvar lo que perdió y si cubrimos la parte quemada con un prototipo similar que pueda armar en unas horas ayudara, pero eso es todo no hay manera de regenerar lo que perdió de la cara.-

– De acuerdo gracias Marck .-

– De nada Kipo y gracias a ti por traerme a un sujeto de prueba tan interesante.-

– Por favor no lo llames así.-

– Está bien, no te dijeron que le quitas lo divertido a las cosas.-

– ¿Cómo?-

– Nada. - Le contestó Marck mientras se alejaba a una mesa que tenía del otro lado del laboratorio.

Luego de unos minutos cuando regresó no sólo volvió con lo dicho sino también con varias piezas de metal con ciertas formas y tamaños que parecían un rompecabezas, Kipo por curiosidad le preguntó.

– Para qué son esas cosas ¿no ibas por una especie de guante? - mientras levantaba la ceja izquierda y bajaba ligeramente la derecha.

– Oh esto? es un agregado, no te preocupes eh pensado que si lo golpean o tocan en esos lugares y no va a resultar muy divertido, así que pensé en un experimento de lo más curioso, esto que traigo son piezas de una armadura metálica que es flexible al ser creada con ciertos componentes, la cuestión a la que quiero llegar es que protegerá su brazo de ataques externos así podrá defenderse en caso sea necesario, también traje para el torso y los abdominales, pero la parte de la cara es como un casco y no creo que le resulte muy cómodo, por lo demás no habrá problemas en tanto flexibilidad o de temperatura eso está probado y es muy cómoda de usar.-

– De acuerdo, si es como dices supongo que tendrás que probar en tratar de ponérsela, si lo logras por mi está bien.-

Al terminar de decirle todo lo que tenía para decir, Marck volvió con Lexus para comenzar a colocar el guante y la armadura.

– Mira Lexus te la pondré fácil muerde como puedas este palito, porque ponerte este guante sobre toda esa herida va a doler, luego te iré ensamblando estas piezas al guante te darán protección es flexible y fresca así que no habrá problemas.-

– Dígame una cosa, realmente piensas que morder algo ayuda.-

– No, realmente no ayuda para nada, pero es algo que pregunto, luego cuando se dan cuenta de la verdad es demasiado tarde para que puedan hacer algo, ¡ja jaja!

– Estas loco amigo me gusta, hagámoslo pero tira ese palo de mierda, no será necesario.

Marck sonrió nuevamente y se puso su máscara para soldar teniéndola preparada, abrió bien el guante y comenzó a deslizarlo por la mano hasta llegar al hombro mientras Lexus gritaba de dolor, cuando el guante tenía que ser acomodado en la parte de los dedos, Marck le dijo a Lexus.

– Abre y separa bien los dedos o tendremos que empezar de nuevo y no es broma.

Con todo el dolor sufrido Lexus tomo un último aliento y abrió bien la mano separando los dedos uno de otro para que el guante encajara a la perfección.

– Bien con esto listo ahora solo falta la parte del torso y el abdomen es como una remera que se ajustara a tu cuerpo así que no habrá mucho problema solo tienes que ponerte de pie y resistir hasta que se ajuste, luego podrás volver a acostarte para los detalles finales.

Lexus no respondió solo asintió mientras se ponía de pie siendo ayudado por los soldados que estaban contemplándolo todo, Kipo no pudo soportarlo gritar así que solo se retiró del laboratorio para esperarlo arriba, Adán la acompaño para que no estuviera sola, aunque se admitió a si mismo que quería quedarse a ver el final del asunto.

Con Lexus de pie, Marck le paso por encima de la cabeza frenando en el cuello aquella última capa, la cual como le había dicho una vez en posición comenzó a pegar se a la piel de su cuerpo ajustándose a la perfección a las dimensiones, se sentía como si una nueva capa de piel estuviera remplazando a la anterior solo que era en extremo doloroso. Cuando termino de trabajar Marck le aviso a Lexus para que pudiera recostarse nuevamente y seguir con la otra mitad del trabajo.

– Okey soldados, miren la parte que sigue es peligrosa para mí, así que necesito que lo sujeten con fuerza del brazo, que quede bien estirado, no importa si grita o ruega sujétenlo bien, ¡ja, ja, ja!

Los soldados se preocuparon por dicha petición, pero obedecieron igualmente, si era algo que se tenía que hacer para poder hacer de su recuperación mejor, lo aria. Así que lo sujetaron de todos los extremos dejando su brazo bien extendido tal cual se los pidió Marck, y ni bien eso estuvo listo, coloco las primeras placas en la mano formando una armadura para la mano completa sin dejar huecos libres, para luego encastrarlos a precio y atornillarlos, de esta manera siguió haciendo este arduo trabajo hasta completar la mitad del brazo. Uno de los soldados vio lo que estaba haciendo y le pregunto.

– ¿No ibas a soldar esas coas?

– A eso, fue una broma, jajaja, creo que todos cayeron en ella incluso Kipo, pero es mejor así que se haya ido, podre terminar de hacer los arreglos finales sin que me detengan.

Lexus al escuchar que esa parte fue una broma trato de golpearlo en el rostro, pero al lanzar el golpe uno de los soldados lo detuvo.

– Ven por eso les dije que lo sostuvieran bien, sabía que no se tomaría de buena manera esta pequeña bromita.

– Heres un idiota Marck.- Le dijo Lexus enojado por el engaño.

– Ah, lo dicen a diario, créeme, si me dieran una moneda por cada vez que lo dicen uff, pero en fin quédate quiero así puedo terminar con estas últimas piezas quieres.

Y así prosiguió Marck con el trabajo colocando pieza por pieza de aquella armadura de color gris oscuro, hasta finalmente luego de una hora terminar su trabajo.

– Ponte de pie Lexus y dime que tal esta.

Lexus haciendo caso se puso de pie y estiro el brazo para darse cuenta que no solo era como no tener nada puesto, sino que a parte ya no le dolía para nada.

– Marck esto es increíble, no tengo dolor alguno y es como no tenerla.

Marck al ver su expresión saco de su espalda una llave inglesa y con todas sus fuerzas golpeo el brazo de Lexus. Esto apenas pudo verlo venir por lo que Lexus cerró los ojos esperando resistir el golpe, pero al escuchar un sonido metálico seco contra el suelo abrió nuevamente los ojos, para ver aquella herramienta tirada en el suelo doblada al medio.

– ¿Porque demonios hiciste eso?

Le pregunto Lexus mientras tomaba a Marck por el cuello y lo estampaba contra la camilla.

– Porque quería demostrarte lo resístete que es la armadura.

– Bueno demostró su punto, pero no vuelva a hacerlo, a la próxima lo matare. - exclamo Lexus mientras soltaba a Marck.

– Ahora, necesitare un arma.

– Si eso me temía, por eso quería que Kipo se fuera y la parte final de todo esto, al fin y al cabo.

Marck se acercó a la pared que se encontraba cerca de Capsula y la golpeo 2 veces, dejando que la pared se dividiera por la mitad una parte se sumergió en el suelo mientras la otra subía al piso superior.

– Esta es mi armería personal, con todos los juguetes que puedas desear. - dijo Marck mientras se paraba en medio de estas compuertas secretas y una luz incandescente iluminaba una gran cantidad de armas colgadas dentro de la pared, un gran almacén secreto cargado hasta arriba con una gran variedad de armas.

– Toma la que quieras.

Finalizo por decir Marck mientras se apartaba y le daba paso para que Lexus se acercara y se sumergiera en ese sueño.

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