Capitulo XXII "Reencuentro"
Adán salió de la cabaña en busca de Kipo para poder hablar con ella, porque no le gustó el cómo habían terminado las cosas, tenía que solucionarlo, pero al no verla comenzó a llamarla.
– ¡Kipo! ¡Kipo!-
Al escucharlo Kipo se puso de pie para ir junto a Adán, aunque ya sabía lo que tenía para decir.
– Kipo, Lexus nos ofreció un paso seguro por Chicago si lo ayudamos, pero su plan disponía que tanto tú como tus amigos fueran el sebo que distraiga a los matones de Korg, admito que antes de que dijera eso estaba dispuesto a ayudarlo, si eso significaba que estarías a salvo, pero parece que me equivoque y quería decirte- Kipo lo interrumpe tapándole los labios con su dedo índice mientras miraba a sus pies para luego levantar su mirada a sus ojos verde esmeralda.
– No hace falta que digas nada más Adán, conozco tus intenciones y si bien estas dispuesto a hacer ciertas cosas con las que no estoy de acuerdo, quiero conocerte más y pasar tiempo contigo, pero si viajas con nosotros hay cosas que tendrás que dejar de lado, empezando por ya no matar a nadie, eso nunca soluciona los problemas.
Adán retira la mano de Kipo para así sosteniendola con ambas manos para decirle.
– Kipo hay personas allí fuera Kipo que no son buenas y no puedes pretender que todos logren cambiar solo porque alguien se los pida, pero aun así Kipo por ti, aunque no me guste lo haré, prometo que las cosas se harán a tu modo, pero a cambio si algo sale mal dime que te pondrás a salvo y no te arriesgas.
– De acuerdo prometamoslo. Kipo se soltó de las manos de Adán para así cerrar el puño y sólo extendiendo el dedo meñique le pediría que lo jurara.
Adán hizo el mismo gesto y ambos entrelazaron sus meñiques jurándose así que cumplirían con sus promesas hechas uno al otro.
Pero una voz arruinó el ambiente.
– ¡Oigan! Los tortolitos, hay que volver al barco y regresar al puerto tenemos solo 2 horas antes de la cena de Korg y no queremos llegar tarde. - terminó por decir Lexus mientras pasaba junto a ellos solo para susurrarle mientras caminaba en dirección al sendero por el cual llegaron.
– No si aún queremos seguir con vida.-
Encontrándose nuevamente en la costa subieron al barco y pusieron rumbo a la isla donde Lobezna y Benson los esperaban.
Llegando a su destino desde no muy lejos Lexus pudo divisar a un sujeto con ambas manos metidas dentro de los bolsillos de su gabardina, con la cabeza gacha y parado junto a una antorcha frente al lugar donde faltaba el barco que habían tomado del puerto, aquel sujeto que desde tal distancia no era fácil de reconocer se volvió familiar para él al atracar.
No era nada más ni nada menos que aquel secuaz que Korg había puesto para vigilarlos sin que él lo supiera. Al desembarcar Lexus se adelantó a Kipo y Adán para encararlo, pero al estar frente a frente aquel sujeto se le adelantó para decirle una sola cosa.
– El jefe ya no confía en ti, Lexus.-
Esas palabras no afectaron a Lexus por el contrario era un efecto esperado, después de todo lo que había hecho últimamente en estos tiempos y era por eso que quería deshacerse lo más rápido posible de Korg, pero tenía que hacerlo a lo grande, mientras todos lo miraban, no podía permitírselo de otra manera.
Así que en respuesta sonrió y contestó mientras inclinaba levemente su sombrero ensombreciendo sus ojos rojos como una luna carmesí dejando solo ver su gran sonrisa la cual revelaba parte de su dentadura.
– Korg, eh, espero que esta noche sea interesante. - Para luego retirarse mientras el viento de aquella noche hacía danzar su gabardina al compás del viento perdiéndose finalmente dentro del poblado.
– ¿A dónde fue Lexus? - se preguntaba Kipo mientras desembarcan del bote.
Aquel sujeto del puerto se acercó ahora a Kipo para extenderle una mano y así ayudarla a bajar, no querían que los invitados de su jefe tuvieran moretones en la cara antes de la cena, ya que si bien el lago estaba en calma el pequeño oleaje que generaba aquel viento lograba que el bote se tambalee lo suficiente como para que una persona que no está acostumbrada a navegar se lastime.
– Oh, gracias, y ¿tú eres? - Preguntó Kipo ante la amabilidad del sujeto.
– Yo no soy nadie y si me disculpan hay cosas que tengo que hacer.-
Termino diciendo aquel extraño, mientras se retiraba en dirección al pueblo.
– Mmm, que extraño pero en fin, ¿Adán te ayudo?-
– No gracias Kipo, adelántate y busca a tus amigos yo los alcanzo luego.-
– De acuerdo, nos vemos luego Adán.- Dijo Kipo mientras se alejaba de Adán.
Ahora Adán estaba solo y había algo que tenía que tratar antes de seguir con Kipo, durante su retorno al poblado pudo ver entre las malezas a lo lejos gracias a sus sentidos y ojos de jaguar a algunos de los miembros de las fuerzas de Jaxon, quienes eran una amenaza para Kipo, pero siguiendo su promesa, el intentaría razonar con ellos y en caso de no llegar a nada recurrirá a métodos menos ortodoxos para deshacerse de ellos y de todo aquel que viniera por ella o sus amigos. Adán estaba decidido a mantenerla a salvo así que tomó el mando de ese mismo barco y partió para encontrarse con los que hace poco él consideraba sus compañeros.
Al llegar a la costa donde los había visto por última vez detuvo el bote y soltó el ancla, desembarco de un salto cayendo directo en la costa mojando sus botas y enfilado al bosque muto sus ojos para adquirir un panorama mucho más preciso de en donde se estaba metiendo para así internarse en las profundidades del bosque, al caminar durante diez minutos mutó su nariz para poder rastrear a sus presas y darse cuenta que estaba rodeado, por un pequeño grupo de cuatro soldados iguales que él sin duda alguna y para su grata sorpresa esos cuatro de allí pensó que no los vería en un tiempo. Uno de ellos se acercó a Adán y sin retirarse la máscara le preguntó.
– Capitán, lo hemos visto con el objetivo, ¿porque aún no lo ha tomado y llevado ante Jaxon?-
Esa voz sin duda alguna Adán la reconoció al instante era Dani, una chica joven de la edad de Kipo quien había servido recientemente con él en varias misiones y al mismo tiempo una persona razonable lo que le llevó a pensar que si con alguien podría hablar sobre esto sería con ella.
– Dani, mis prioridades han cambiado, ya estoy harto de servir a los deseos codiciosos de aquel hombre que dice ser nuestro líder nuestro guía, ahora estoy con alguien que ve el mundo de una forma muy distinta a la nuestra y es alguien a quien le he confiado mi vida y le he jurado todo, razón por la que aún todos ustedes siguen con vida-
-Pero si, aun así, aun después de esto deciden ponerle una mano encima no se los perdonaré y saben más que bien lo que sucederá. Así que solo tenemos 3 opciones como yo lo veo, se unen a mí para ver cómo el mundo cambia frente a nuestros ojos, se revelan ante mi lo cual nos llevara a un trágico final en el que ustedes morirán o pueden retirarse ahora, pero la próxima vez que los vea cerca de Kipo, no durare en matarlos.-
– Te has vuelto blando y muy hablador capitán, al igual que arrogante. - Dijo uno de los soldados detrás de él, mientras desenfunda sus 2 cuchillos.
– Puede ser, pero estás seguro de ponerme a prueba, Dylan.-
– Oh, capitán, he deseado esto por mucho tiempo. - Dijo Dylan mientras adopta una postura de combate con sus 2 grandes y afilados cuchillos.
– ¡Basta ustedes dos! - Grito Dani.
– Capitán porqué, porqué nos deja por una tonta adolecente.-
Al escuchar el insulto que Dani le había dicho sobre Kipo, Adán enfureció mutando su brazo derecho para así atrapar a Dani contra un árbol mientras la sujetaba por el cuello y le decía.
– Primero, déjame decirte que su nombre es Kipo y segundo vuélvela a insultar en mi presencia y no me importara liquidarte ahora, ¡¿te quedo claro DANI?!-
Adán estaba realmente enfurecido, no le cayó bien que insultara a la persona que él no solo amaba si no le había entregado todo, lo que en vez de soltarla al terminar de hablar la levantó aún más sobre su cabeza aplicando aún más fuerza sobre su cuello asfixiándola cada vez más, solo para repetirle.
– ¡Te quedó claro DANI!?-
Dani aun siendo ahorcada, y tartamudeando logró darle una respuesta.
– Ssí señor.-
Al escucharla Adán la soltó dejándola caer al suelo y se volteo dándole la espalda.
– Capitán, parece que aún no se ha olvidado de quién es- Le contestó Dani mientras trataba de reincorporarse ayudándose con aquel árbol.
– Tiene que volver con nosotros, capturemos a la chica y vuelva a asumir su rol señor.-
– Parece que ya has elegido tu camino Dani, solo te queda elegir si morirás ahora o en el futuro.-
Dani al escuchar estas palabras y darse cuenta que él ya no era más su capitán, que no volvería nunca con ella enloqueció, riéndose de una manera enfermiza, solo para repentinamente guardar un absoluto silencio y decirle a Adán antes de desaparecer con todo el escuadrón.
– Si no estás con nosotros por culpa de un ancla entonces, ¡¡JAJAJA!! destruiremos su ancla capitán así volverá a nosotros, a mis brazos.-
Adán miró al suelo decepcionado por la decisión que habían tomado aquellos que no solo consideraba sus compañeros, sino que también pensó que le eran leales, solo para darse cuenta de que sus lealtades no eran más que una fachada, un reflejo de Jaxon que veían en él cuándo le servía, pero ahora que ya había dejado bien en claro sus intenciones e ideales, aquella lealtad se esfumó en el viento de esa noche tan oscura y fría de Chicago.
– Espero que nuestros caminos nunca vuelvan a cruzarse, aunque dudo que eso vaya a suceder.-
Con todo lo sucedido y el peligro nuevamente lejos de Kipo, Adán retomo su camino al barco para volver a su lado y hacerle compañía en la cena que Korg les prepararía un par de horas más tarde.
Mientras tanto Kipo, Lobezna y Benson se encontraron en el camino que dirigía a la guarida de Korg, para hablar de lo que habían descubierto sin reservarse nada.
– Kipo, antes de que te contemos lo que encontramos con Lobezna dime, ¿qué tal las cosas con Adán eh? – Preguntó Benson de la curiosidad.
– Nada ocurrió Benson, solo nos besamos y se me declaró en la puesta del sol, ahh fue algo romántico, a decir verdad. - Le contestó Kipo emocionada y sonrojada.
– Luego Lexus descubrió que soy parte mut, nos llevó a una cabaña, aunque técnicamente nos secuestró, y nos obligó a decirle la verdad de quienes éramos contándole nuestras historias, solo para que él nos contará la suya y para ser sincera me da mucho, mucho miedo, ese tipo, ah y antes de que lo olvide me nos pidió algo horrible.-
– ¿Qué cosa Kipo? - les preguntaron ambos a la vez.
– Que lo ayudemos a matar a Korg esta noche en la cena. Y por supuesto me negué a ello.-
– ¿Y Adán que piensa al respecto?, después de todo, no es un asesino?. - Preguntó Lobezna.
– No lo llames así Lobezna, él está cambiando, y estuvo de acuerdo en negarnos a ayudarlo a cometer esa atrocidad, al principio pensé que aceptaría porque la oferta era muy tentadora, pero al escuchar el plan y enterarse de que nos pondrían en peligro a nosotros, usándonos de carnada se negó inmediatamente.
Lobezna suspiro y seria le respondió a Kipo.
– De acuerdo Kipo, supongo que es un comienzo, pero aun no confió en él tendrá que demostrarnos que realmente va a cambiar.-
– No te preocupes Lobezna, mi lealtad y mi corazón ahora pertenecen a una sola persona. - contestó Adán mientras se acercaba a nuestro grupo de amigos.
– ¿Por qué tardaste tanto? - Le preguntó Kipo.
– Me encontré con un pequeño problema, pero ya está solucionado, no tiene por qué preocuparse, pueden confiar en mí si hay algo que sé hacer bien es mantener a mis amigos a salvo.-
Las palabras de Adán por alguna razón no terminaban de convencer a Lobezna, pero Kipo estaba apegado a él así que si no podía convencer a su amiga de que no era seguro estar junto a Adán por lo menos lo mantendría bien vigilado, y con este pensamiento en mente le dijo a Adán unas últimas palabras antes de que juntos se dirigieron a un lugar con menos personas para hablar de lo que ellos 2 descubrieron.
– Solo te lo diré una vez Adán, si le haces daño a Kipo ya sea física o emocionalmente y tu lo sufrirás 10 veces más de lo que sufrirá ella, así que ten cuidado con lo que haces.-
Lobezna ahora voltea y les hace una indicación con la mano para que la sigan.
Ahora todos juntos con Lobezna al frente dirigiéndolos se alejaron de la calle principal doblando en una esquina a la derecha para meterse por unas pequeñas calles que cortan a la principal encontrándose ahora completamente solos sin que nadie los escuchara para que de esta manera pueda revelarles lo descubierto.
Al revisar y comprobar que no hubiera nadie cerca que los escuchara Lobezna comenzó a revelarles un importante punto débil de la isla.
– Kipo, Adán todo el pueblo está cubierto por estas alambradas que no nos permiten irnos y tampoco ver el exterior, pero también revisamos y las únicas torres de vigilancia son las de las puertas, lo que nos da una gran ventaja si escapamos por el sur, no habrá vigilancia y les costará encontrarnos y mucho más evitar que pasemos la alambrada, lo cual será sencillo con tus poderes Kipo.
– Okey el plan es bueno, pero cómo haremos para salir de la isla el puente se encuentra al oeste, no tiene sentido que sigamos por aquí si luego no podremos escapar de la isla. - Contestó Kipo.
– Pero podemos usar esa iniciativa si tan solo lográramos llegar a la gran loba del otro lado de la costa podríamos por el lugar que mencionaste escapar si disparar ambos arpones dándonos cuerdas flojas para poder caminar sobre ellas y así lograr escapar.-
– De acuerdo eso me gusta, ¿pero ¿cómo harán para traer a la gran loba y que es exactamente? - Preguntó Adán.
Y para responder a su pregunta Lobezna sacó el control remoto de la camioneta y le dijo.
– Es mi niña y tiene varios trucos bajo la manga, por cierto Kipo, Marck se olvidó u omitió mencionar cierta mejora a mi camioneta.-Decía Lobezna mientras tomaba el control y giraba la parte superior en contra de la inferior revelando un panel oculto.
– Ese loco no sé qué tantas cosas le hizo a mi niña, pero el control ahora tiene este panel con una gran variedad de opciones y una que me llamó la curiosidad es esta.- Mencionó Lobezna mientras señalaba uno de los botones que tenían la forma de una ola.
Kipo al ver lo que le revelaba Lobezna le quitó el control de un manotazo para ver todos los botones, los cuales revelaban todas sus modificaciones que había instalado realmente.
– ¡Ah! juro que cuando vea a Marck otra vez lo golpeare tan fuerte que no despertara en varias semanas.- Afirmó Lobezna enojada mientras apretaba su puño y lo levantaba a la altura de pecho.
– Bueno hagan lo que hagan lo iremos averiguando sobre la marcha Lobezna porque solo nos quedan 30 minutos para la cena de Korg. - mencionó Adán con cierta preocupación al respecto y esto Lobezna lo había notado, algo no andaba bien.
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