Capitulo XX "Confesión"
Kipo abrió los ojos para pedirle a sus amigos que la dejaran un momento a solas mientras ellos revisaban el lugar y encontraban algún punto débil el cual pudieran explotar. Lobezna optó por insistir el porqué, pero Benson enseguida se dio cuenta de lo que pasaba, así que tomo a Lobezna del brazo y se la llevo a rastras del lado de Kipo, mientras le giñaba el ojo.
Cuando sus amigos se alejaron lo suficiente, Kipo dio media vuelta y comenzó a seguir a Adán, quien se encontraba a varios metros delate de ella, a su lado estaba Lexus parecía que ambos estuvieran hablando de algo importante, lo que le generó aún motivo adicional para apresurar el paso y así alcanzarlo.
Lexus volteó ligera y disimuladamente la cabeza para confirmar sus sospechas de que Kipo se les estaba acercando, así que al verla Lexus levanto su mano izquierda para sujetar el ala frontal de su sombrero y así inclinarlo lo suficiente para tapar sus ojos con ella, luego golpeó la espada de Adán con la derecha y se alejó de el con una sonrisa y unas palabras.
– Debes cuidar a esa muchacha hijo.-
Adán en ese momento se detuvo por completo solo para ver como Lexus se alejaba de él con las manos ahora metidas en los bolsillos de su pantalón.
Kipo antes de alcanzar a Adán vio ese gesto por parte de Lexus, parecían amigos pero ¿cómo eso era siquiera posible? si hace pocas horas que se habían conocido, ¿algo de lo qué hablaron en esos minutos que se quedaron a solas?
A Kipo esto no le quedaba claro y tarde o temprano lo averiguaría pero ahora había algo que tenía que hacer primero, encarar a Adán.
– ¡Adán espera! - Grito Kipo
Antes de chocar contra su espalda al distraerse con Lexus provocando que ambos cayeran al suelo, Adán directo al lodo y Kipo justo encima de él con cada mano apoyada en el suelo a la altura de su cara y los ojos cerrados, al abrirlos dándose cuenta de lo que estaba haciendo se sonrojo y antes de que se apartara Adán le dijo casi riéndose.
– Kipo, no crees que esto es un poco apresurado.-
Kipo se sonrojo aún más y rápido se volvió a poner de pie para así, aunque avergonzada ofrecerle una mano a Adán para que pudiera levantarse, al estar los dos de pie comenzaron a caminar directo a la salida donde pudieran ver el agua de aquél lago y así ya más tranquila hablar con Adán.
Estando los dos solos en el extremo final del puerto se sentaron sobre las vigas de madera para contemplar el atardecer tan hermoso que se hacía presencia ante sus ojos, el sol su parte amarilla superior engullida finalmente por aquel gran y enorme lago cristalino que ahora se tornaba cada vez más oscuro mientras más se sumergía el sol hasta finalmente perderse en el horizonte. Y con esta hermosa vista de fondo Kipo le pregunta a Adán.
– Adán, quiero que me respondas una cosa.-
– Claro, dime Kipo.-
– ¿Por qué insistes tanto?-
– No comprendo, ¿a qué te refieres Kipo?-
– A lo de tu trato conmigo, el beso, el porque me defendiste con el tipo del barco, esas cosas, ¿Por qué? ¿Por qué eres así conmigo?-
– Ohh eso... Kipo es porque me gustas, me gustas mucho.-
Kipo se mantuvo en silencio mientras lo miraba directo a sus brillantes ojos y se sonrojaba.
– Desde el momento en que te vi cruzar por la puerta de aquella tienda lo sentí Kipo, me dejaste totalmente cautivado y desde ese momento no he podido sacarte de mi cabeza rogando por en algún momento volverte a ver, y el hecho que me hayan otorgado esta misión a mí me hizo profundamente feliz Kipo ya que eso significaba que te volvería a ver, aunque sea por una última vez.-
Kipo se encontraba completamente perdida por las palabras de Adán hasta que escucho eso último que la hizo reaccionar.
– ¡Espera ¿Qué? ¿Por qué? ¿Por qué por última vez?-
– Porque Kipo, no voy a entregarte, no lo hare lo he pensado y decidido, entregarte sería lo mismo que matar a mi corazón y no podría vivir así.-
– ¿Entonces que es lo que harás? - pregunto Kipo preocupada por el destino de aquel que le había revelado su verdad.
Ahora Adán dejó de verla para voltear su mirada y ver directo en las profundidades de aquel lago cristalino que se tornaba oscuro.
– Me presentare ante Jaxon y le diré que fallé, que tu moriste, de esta manera el ya no te buscara y estarás a salvo, todos lo estarán.-
– Pero eso significa que morirás Adán.-
– Precisamente Kipo esta será la última vez que nos veamos.-
– ¡No! - exclamo Kipo mientras sujetaba ambas manos de Adán con los ojos llorosos a punto de quebrarse en llantos.
– Es la única forma Kipo, en la que los dejen tranquilos y estén a salvo.-
– No, no, no me rehuso a creer eso, encontraremos la forma de cómo solucionar esto, te lo prometo solo dame tiempo para pensar en que haremos, pero por lo que más quieras no hagas eso.-
Adán suspiró para ahora voltear a verla directo a los ojos nuevamente y el verla a punto de llorar, le rompía el alma en mil pedazos, por lo que para aliviar su pena asintió con la cabeza mientras le decía.
– De acuerdo Kipo, será a tu modo, te dejare idear un plan para este problema.-
Kipo partió en lágrimas mientras le daba un fuerte abrazo para susurrarle al oído
– Prométeme Adán, prométeme que te quedaras.-
Adán suspiro levemente.
– Lo. Lo prometo Kipo, lo prometo me quedare a tu lado el tiempo que sea necesario.-
Ambos se pusieron de pie aun con las manos junta se miraron firmemente a los ojos del otro mientras se arrimaban sus labios para así sellar su promesa con un apasionado y encantador beso junto al sol que se encontraba a punto de perderse de la vista de todos atestiguaba esta hermosa pareja en su beso de amor.
Lexus quien estaba apoyado sobre un poste de madera los observaba y al ver que se besaron sacó su arma la apunto al cielo y disparo dos veces, provocando que Kipo se asustara y por instinto mutara separando y empujado sin querer a Adán al lago.
Lexus riendo comenzó a acercarse a Kipo quien rápidamente al ver lo que hizo le extendió una mano a Adán para sacarlo de las frías aguas sin des transformarse, Lexus al acercare lo suficiente como para poder verla con claridad notó su verdadera forma, lo que no le sorprendió, sino que le dio una idea, al estar parado junto a Kipo la tomo de la parte de atrás de la chaqueta y comenzó a levantarla Kipo parecía un gatito indefenso, para luego voltearla y verla a la cara con una sonrisa y decirle.
– Conque nos mentiste Kipo, y para tu suerte eso me sirve.-
Kipo bajo las orejitas como si la hubieran regañado para luego desmutar y decir
– Puedes soltarme Adán sigue en el agua.-
– Claro niña.-
Lexus soltó a Kipo para que así pudiera terminar de sacarlo del agua, mientras la miraba pensado en cómo podría usarla. Al terminar de sacar a Adán del agua Lexus les dijo a ambos.
– Acompáñenme hay algo de lo que tenemos que hablar, pero no podremos hacerlo aquí con todos viéndonos.-
Lexus se alejó de ellos para subirse a uno de los barcos que se encontraban amarrados al muelle, al no tener más opción tanto Kipo como Adán lo siguieron subiéndose ellos también al bote y una vez todos a bordo Lexus se sentó en el asiento donde se encontraba en timón dio marcha al motor y empujó el acelerador lentamente hasta que salieron del puerto para luego llevarlo a su máxima capacidad alejándolos aún más de allí. Adán al notar que se estaban alejando demasiado se le acerco a Lexus y le pregunto un tanto agresivo.
– ¿A dónde nos estas llevando Lexus? Para poder hablar sin que nadie sepa no tenías que llevarnos tan lejos del puerto.-
Pero Lexus no le contestó, sino que prendió las luces del barco para iluminar la superficie del lago y revelar así que varios muts los perseguían para luego decirle.
– Lo comprendes ahora muchacho, que nos alejemos no significa que no nos escuchen.-
– ¡Entonces a donde nos llevaras! - Le grito Kipo alterada.
– A un lugar seguro, es todo lo que les diré y una cosa Adán calma a tu novia no les conviene seguir actuado así.-
Adán se acercó a Kipo la sujeto de los hombros y le pidió que lo acompañara a sentarse para que así pudieran calmarse mientras Lexus los llevaba a vallase saber dónde. Tras varios minutos en los que navegaban sin rumbo aquellos reptiles que los seguían habían cesado de hacerlo y Lexus al notarlo viro bruscamente a la izquierda enfilando directo hacia la costa boscosa, al estar a pocos metros de esta detuvo el bote para que no encallara se levantó del asiento se acercó a Kipo le sujetó el cuello de la chaqueta y se la saco de un tirón para lanzarla sobre el timón del barco, Adán no pudo tolerar esta acción por parte de Lexus.
– ¡Oye, que demonios haces! - Le gritó Adán
En respuesta Lexus rio y de una rápida patada tiro a Adán por la borda, ahora solo quedaban Kipo y Lexus sobre el bote. Lexus se acercó a Kipo y ella sin saber lo que le haría mutó sus brazos para defenderse, pero no esperaba que lo único que le fuera a hacer sea poner su dedo índice sobre su frente para luego en un leve empujón tirarla también del barco.
Con estos dos en el agua Lexus se paró sobre el borde del barco para así saltar también al lado de ellos y cubrirse apenas los tobillos con agua mientras los miraba de reojo a los tortolos sentados en la costa del lago y les decía mientras sonreía.
– Vamos tortolitos síganme, delante hay un refugio donde podrán secarse.-
Ambos se pusieron de pie y aun enfadados siguieron a Lexus para ver en que terminaría todo esto, pero no sin antes Adán volteara a para ver que Kipo se encontrara bien y al hacerlo notó que Kipo tenía en ceño fruncido y los puños bien cerrados lo que le llevó a preguntarle.
– Kipo, ¿te encuentras bien?-
– ¡Ooh claro que estoy bien!, solo me gustaría darle un buen golpe justo en la cara a ese engreído.-
– Jajaja te ves muy tierna cuando te enojas Kipo, ven, vamos ya tendrás tu oportunidad.-
Y con esto dicho Adán le tendió una mano a Kipo para que juntos salieran de esa costa pantanosa, al encontrarse fuera del agua caminaron recto justo detrás de Lexus y tras unos momentos se encontraron sobre un sendero de césped creado por el constate tránsito por aquel lugar el cual solo tenía una dirección del lago al refugio el cual menciono anteriormente Lexus.
Los 3 siguieron este camino por unos cuantos minutos completamente a oscuras lo único que les permitió seguir a Lexus fue la mutación de sus ojos a los felinos y esto Lexus lo tenía presente al momento de llevarlos hasta allí.
Finalmente, luego de una larga caminata por aquel bosque junto al lago, pudieron ver a unos cuantos metros unas luces que iluminaban una vieja cabaña, al acercarse lo suficiente y poder verla claramente notaron que por más que sea vieja la cabaña se encontraba en perfectas condiciones, los cristales estaban intactos y limpios, la puerta parecía nueva y la madera no se encontraba agrietada, lo cual es mucho decir para un lugar donde había mucha humedad.
Al estar parados justo frente a la puerta Lexus se detuvo y levanto una piedra de tamaño medio del suelo, la volteo para así retirar debajo de ella una llave finamente diciendo.
– Tortolitos, bienvenidos a mi humilde morada. - Dijo Lexus mientras colocaba la llave en la cerradura de la puerta.
Al abrir la puerta por completo Lexus se puso a un lado de la misma para con las manos hacerles señal a Kipo y Adán invitándolos a entrar. Al terminar de entrar Adán a la cabaña Lexus paso justo después cerrando consigo la puerta con llave para que nadie pudiera entrar o salir, al escuchar como cerraba la puerta con llave, Adán mutó para atacar y desarmar a Lexus, pero nuevamente Lexus no era ningún aficionado y era muy rápido con su arma, desenfundando antes de que Adán pudiera siquiera golpearlo y con el cañón de la misma asestarle un buen golpe en el mentón que lo hizo retroceder a los brazos de Kipo.
– Ah, tortolitos porque siempre son tan impulsivos, si quisiera hacerles daño los hubiera entregado a Korg. – dijo Lexus mientras se paseaba por la sala de estar de la cabaña.
Yendo directo a la chimenea para sentarse en uno de los tres sillones frente a esta, junto a su sillón una mesita que le llegaba a la altura del apoyabrazos sostenía un grupo de vasos y una botella de cristal adornada con el dibujo de un caballero, Lexus una vez sentado tomo la botella, la destapo con cuidado y sirvió en tres de esos vasos un poco de aquel liquido de color dorado muy similar al color de la miel, al terminar de servir les pidió a Kipo y Adán que se sentaran en los asientos frente a él mientras les ofrecía un vaso de aquella bebida a cada uno. Luego de sentarse Lexus comenzó a preguntar.
– Bueno, empezaré diciéndoles que no me importa en lo absoluto quienes son en realidad no está en mi interés personal el saber eso, pero, por otro lado, es algo que me intriga, así que niña tu hablaras primero. ¿Quién eres en realidad? Y sin juegos esta vez hablaremos sin mentiras o sino. - termino su frase mientras apoyaba su mano libre en la empuñadura de su fiel revolver.
– De acuerdo creo que tendré que comenzar por el principio. - Dijo Kipo y al terminar tomo una gran bocanada de aire para poder contarle todo lo más rápido posible.
Luego de dos horas de hablar Kipo termino de contarle toda su historia del porque y del cómo llegaron hay omitiendo solo la parte de Marck y sus inventos. Adán aun no conocía la historia que se ocultaba tras ese bello rostro y alegre actitud que lo tenía tan atrapado, lo que realmente lo sorprendió, pero lo que más le llamo la atención fue el echo del porque Jaxon busca a Kipo lo que reforzó su idea de que nunca debería atraparla. Por su parte Lexus tomó el vaso que se había servido y se lo bebió todo de un solo trago.
– ¡Ja Ja! niña tú sí que estas llenas de sorpresas eh? me ha gustado tu historia y ahora tú chico lindo, dime cuál es tu historia detrás de todo esto.-
– Realmente no es algo que me gustaría revelar, pero dada las circunstancias no creo tener otra opción ¿cierto?-
– Parece que no eres tan tonto después de todo. - Se quita el sombrero para dejarlo sobre la mesita y reacomodarse en el sillón.
– Aunque tus acciones no te hagan justicia, vamos comienza el tiempo que tenemos aquí no es infinito.
Y dichas estas palabras Adán comenzó a narrar su historia.
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