Capitulo XVI Amarga despedida
Kipo tras pasar la noche en vela, entró agotada al garaje, donde aún se encontraba Marck con una máscara de soldar trabajando sentado con su computadora cerca de la gran loba, ya no sabía si eso eran ajustes reales o simplemente excusas para salirse de aquella discusión, pero eso ahora no importaba, Kipo tenía que hablar una última cosa con él antes de irse. Al estar para frente a frente decidió empezar a hablar ella
- Mira Marck, sé que ayer las cosas se pusieron un poco inquietantes, pero tienes que saber, que yo no estoy enojada contigo, si me gustaría que buscaras ponerte a salvo, pero ¡aaaahh!, lo que quiero decir es que lo siento Marck.-
Pero Kipo no recibió respuesta alguna de Marck, por lo que pensó que él estaba enojado con ella, y que no quería hablarle, así que simplemente se retiró para poder descansar, aunque sea un poco antes de irse. En eso que Kipo subía las escaleras, escucho detrás de ella un golpe seco de algo plástico y al voltear vio que lo que produjo el sonido no fue nada más ni nada menos que la máscara que Marck tenía puesta en la cara, al parecer Marck se había dormido con la máscara puesta, al notar esto Kipo y darse cuenta que todo lo que dijo fue a la pared, recogió la máscara del suelo para darle con ella un buen golpe en la cara a Marck, despertándolo en el acto.
Asustado y un poco confundido, Marck se levantó de la silla para ver a Kipo parada frente a él.
- Oh Kipo, ¿qué paso? te noto un poco enfadada.-
Al escuchar esto Kipo volvió a levantar la máscara para darle otro.
- Espera, espera Kipo si es por la discusión de anoche te pido perdón, pero no en la cara, ya me la han maltratado bastante.-
Kipo soltó la máscara dejándola caer directo en el suelo, mientras le decía
- Marck, no tienes por qué disculparte, sino yo por haberte gritado, no debí hacerlo y por eso me disculpo.-
Acto seguido Kipo retomo su idea de ir a descansar un rato, pero fue interrumpida nuevamente, pero esta vez por Marck.
- Kipo espera un momento tengo algo que decirte.-
Kipo dio media vuelta para así poder verlo mientras él le hablaba.
- Mira no tienes por qué disculparte, he estado pensado mucho en lo que me dijiste y si el trabajo ayuda a procesar lo que hay en mi mente. Hay veces en las que no pienso antes de hablar y puedo llegar a generar estas situaciones incomodas, se bien eso y despreocúpate por mi bienestar, tengo algo que mostrarles que los dejara a todos tranquilos en relación a eso y las nuevas modificaciones están terminada.-
Kipo se quedó pensado un momento, en eso ultimo ¿Cómo que nuevas? ¿Qué le habrá hecho ahora? Pero estaba muy cansada como para decirle algo o pensarlo demasiado, así que le dio el okey que más tarde revisaría eso y se retiró a descansar.
Horas más tarde ese mismo día.
Kipo despertó de su sueño por el ruido a golpes que se producía al golpear metal contra cemento y estos provenían del garaje, lo único que podía pensar era en Marck que estaba trabajando en algo, pero al no ver a sus amigos alrededor, puede que esos ruidos nos los estuviera generando Marck específicamente, pero sí que sea la razón de los mismos, así que tuvo que levantarse de la cama, ponerse su chaqueta y bajar a ver que ocurría con exactitud y muy probablemente evitar el asesinato de alguien.
Al llegar al garaje lo que venía pensado desde que despertó se confirmó, pero solo que lo superaba, pero por demasiado, todo el lugar estaba lleno de cortes, paredes piso he incluso algunas marcas en el techo, llegado al punto que simplemente prefirió evitar esa parte, y tratar de parar a Lobezna quien ahora se encontraba persiguiendo a Marck por toda la habitación con su lanza, diciendo que lo mataría si lo alcanzaba.
Kipo se golpeó las mejillas para terminar de despertar y ver cómo solucionar el problema aquí presente, primero detuvo a Lobezna antes de que algo trágico pasara, quitándole la lanza y sujetándola con fuerza con sus brazos de jaguar, así por más que forcejeara no se libraría.
- No creo que Lobezna me responda ahora, así que dime tu Marck, ¡¿Qué paso?!- dijo Kipo mientras Lobezna le dio un codazo en el forcejeo.
- Creo que se porque se enojó conmigo, pero, en cierta manera no he hecho nada malo. -
- ¿Qué hiciste Marck? Vamos dímelo no podre sujetarla por mucho más, o no si quiero seguir con cara después de esto.-
- Te acuerdas de las mejorías que te quería mostrar cuando despertaras, bueno.-
- Ay no dime que no a la camioneta de Lobezna. - Exclamo Kipo preocupada.
- Bueno veras.-
Al ya no querer decir más nada, apunto directo a la camioneta de Lobezna mientras presionaba un nuevo botón incorporado al control anterior. Esta vez de la trompa del vehículo, en los laterales de la misma 2 fragmentos de la carrocería, en forma rectangular del largo del mismo capot, se sumergieron dentro de la camioneta para dejar que 2 enormes arpones salieran a la luz. Esto impresiono a Kipo dejándola boqui abierta, pero esta reacción solo le duro unos segundos, ya que luego volteo para ver a Marck enojada.
- Marck tendrías que saber que a Lobezna no le gusta que toquen sus cosas, la última vez casi te golpea, y no era algo visible que esperabas que ocurriera ahora, ¿qué te dé las gracias? Aaahh ¡¿porqué esto tiene que ser tan difícil?! Sé que esto lo haces por nosotros, pero debes entender que tienes que preguntar antes de hacer, puede que a esa persona no le guste lo que has hecho, ¿si lo entiendes verdad?-
- De acuerdo Kipo lo tendré en cuenta para la próxima, pero ahora que ya están instalados, no podrá revertirlo o al menos eso me llevaría mucho tiempo, y no creo que lo tengan ¿Verdad? - Dijo Marck con su voz burlona, sabiendo perfectamente que no podrían negarse a las modificaciones.
Al decir eso con esa tonalidad tan molesta, Kipo simplemente soltó a Lobezna, para que ella le diera una lección que puede que no aprenda, pero por lo menos desahogaría a su amiga.
Luego de varios minutos intensos, en los que Marck no la pasaría muy bien y tampoco aprendería nada, quedo reposando en el suele boca arriba con la cara llena de moretones, sin llegar a algo muy serio, claro Lobezna estaba enojada, pero sabía controlarse muy bien.
Pasada la hora Marck se despertó, se puso de pie con mucho esfuerzo y llamo a Kipo quien ahora estaba sentada junto a los demás bebiendo jugo de fresa mientras planeaban como seguir el recorrido. Al escuchar la voz de Marck Kipo se puso de pie y se acercó a él para escuchar lo que tenía que decirle.
- Oh Kipo tengo algo que enseñarte, pero tienes que prometer una cosa, tienes que quedarte a 2 metros de mi mínimo hasta que termine la demostración.-
A Kipo esto le pareció un poco extraño pero intrigante, por lo que le dijo que estaba bien y que procediera a mostrarle lo que tenía para ella.
- Esto Kipo te va a encantar, he aprovechado el sistema de reconocimiento de voz que le instale anteriormente para el sistema de guía y le incorpore una bocina para poder activar esto.-
Acto seguido Marck retiró el viejo control de Kipo de su bata, esto llamó su atención, ¿en que momento Marck lo había tomado? pero eso ahora no le importo, lo importante era ¿qué haría con él? Así que con control en mano Marck presiono ambas orejas del mismo para activar el micrófono colocado al control y decir el nuevo comando.
- Jaguar, ruje.
Y así al completar la oración la motocicleta se encendió y junto al sonido majestuoso de su motor las nuevas bocinas emitieron un gran y poderoso rugido de un jaguar, que hizo temblar las paredes de a su alrededor e impacto a todos también ya que nadie se esperaba algo como esto, Marck esperando una reacción negativa por parte de Kipo también quedo impactado ya que no fue eso lo que recibió sino todo lo contrario, Kipo se le veía emocionada y entusiasmada, pero antes de que él pueda decir algo Kipo se le adelanto.
- Wow eso, Mark sin duda es increíble, un poco exagerado, pero increíble, ¿podemos repetirlo?-
Marck aun congelado por la reacción de Kipo, al no ser algo esperado solo se quedó observando con una sonrisa, mientras Kipo se le acercaba para así de un rápido movimiento sacarle el control de sus manos y repetir el comando, Marck pensaba en su alocada y revoltosa cabeza mientras se daba la vuelta para poder salir a tomar aire, qué chica tan extraña es la que tengo aquí, manteniendo aún esa sonrisa en su rostro.
Al tener el control en sus manos Kipo entusiasmada por lo que aria se llevó el control cerca de la boca presiono las orejitas y pronuncio el comando.
- ¡Jaguar, rugue!-
Y así nuevamente la motocicleta rugió dejándolos a todos sordos, Lobezna se le acercó un tanto enojada, le quito el control de sus manos, y dijo sin cuartel
- Kipo, esto no es un juguete úsalo con cuidado.-
Luego les devolvió el control junto a estas palabras.
- Pero que no sea un juguete no significa que no puedas divertirte con ello, solo ten cuidado. -
Kipo la abrazó sólo por un momento, le dio las gracias y llamo a la motocicleta para poder salir a dar un paseo, en su voz se notaba cierta vergüenza al pronunciar aquel comando tan peculiar.
- ¡Ven michí!-
Y así la motocicleta se abalanzo sobre ella, Kipo aparto a Lobezna para que no saliera lastimada, dio un salto al igual que la primera vez terminando encima de la misma y manteniendo el impulso de esta siguió acelerando, dio un giro en U para no chocar contra la pared para luego encarar la salida del garaje y salir de allí con estilo de dando un gran salto.
Parece que no verían a su amiga por un rato así que Lobezna por su parte salió junto a Marck para poder hablar de un par de cosas. Benson y Davo por otra parte salieron a dar un último vistazo a la ciudad antes de irse.
Al salir del edificio Lobezna buscó a Marck quien ahora estaba justo encima suyo en un balcón, como había terminado hay sabiendo que salió por la puerta era todo un misterio, así que en vez de volver a entrar para subir al primer piso y así hablar con él prefirió gritarle
- ¡Marck, ven baja, tenemos que discutir unas cosas antes de irnos!-
Marck al escucharla, se subió al balcón y brinco directo hacia el suelo. Al ver esta acción tan imprudente Lobezna le gritaba mientras caía.
- ¡Definitivamente no me refería a eso idiota!-
Pero lo que ella no sabía, es que Marck tenía puesto unas zapatillas que absorbían el impacto de la caída, así evitando que se lesionara el usuario, por lo que cuando toco el suelo, y no le paso nada Lobezna se impactó y sorprendió por lo que estaba viendo, pero su ira por asustarla, no fue posible controlarla, metiéndole una cachetada bastante interesante y dolorosa a la vez, Marck enfadado le dice a Lobezna.
- ¿Y ahora porque me pegas?-
- Acaso eres idiota, porque haces esas cosas ¡Aaaaahh!-
Lobezna respira profundamente para calmarse y así poder decirle
- Si bien tu no tuviste que meterte con mi camioneta, te pediré disculpas por golpearte, sé que solo quieres ayudar, pero hay momentos en los que de verdad me sacas de quicio. -
- De acuerdo te disculpo pequeña lobita, pero aun así tienes que controlarte un poco mas ¿no crees? -
- Escúchate, tú no eres el más indicado para decir eso ¿no? -
- Es verdad, es verdad, pero yo no trato con los demás, por otra parte, tu si ya que están en este viaje y no creo ser la única persona un tanto loca en el mundo.-
- En eso, tienes razón y sé que hay veces que no puedo controlarme, pero sé que terminare lográndolo, pero esto no es de lo que quiera hablar contigo. -
Marck la interrumpe.
- Es por la seguridad de este lugar, ¿verdad? Sé que Kipo se preocupa mucho por todos, aunque no los conozca en lo absoluto, y esta es una cualidad que puede hacer que le hagan mucho daño, no solo físico sino emocionales y esos son los que no sanan con rapidez. -
Lobezna permaneció callada en el absoluto silencio.
- Ah, he escuchado nuevamente el rugido antes de salir y parece que se fue a dar una vuelta, sin duda alguna esto le ara bien tiene que procesar todo lo que paso en estas últimas horas y créeme, no le será nada fácil.-
- Como es que sabes estas cosas Marck, no pareces de esas personas que se fijan en las apariencias o sentimientos ajenos, es más me atrevería a decir que ni en los tuyos. -
- Pequeña lobita, que no muestre interés en público por ciertas cosas, que para algunos les resulta muy importante no significa que no lo haga realmente, y para serte franco, tu amiga Kipo me tiene preocupado, tendrás que cuidarla muy bien si no quieres que se rompa.-
- ¿Qué se rompa? ¿A qué te refieres?-
- Sabes a lo que me refiero, no te hagas la tonta, en este momento, aunque no lo parezca Kipo está sintiéndose mal realmente mal, por eso salió, sus emociones son una bomba a punto de explotar, necesita tiempo de reposo de todo este mundo y eso es algo que tienes que hacer pequeña lobita.-
- Pero ¿cómo? ¿Cómo hago que una chica tan activa como lo es ella que quiere ayudarlos a todos, se detenga solo por un momento?-
Marck comenzó a reír desquiciadamente.
- Eso es fácil de responder.-
Marck volteo para verla directo a los ojos y le pidió que extendiera su mano, para así darle un control, uno pequeño, no tenía ninguna rareza solo un botón rojo, y así continuo.
- Lo que te estoy dando es lo que necesitas para ayudar Kipo, cuando logren su misión y hayan regresado presiónalo con esto dejaras la motocicleta fuera del juego hasta que vulvas a oprimirlo, y no debes hacerlo hasta que ella se recupere completamente.-
Al escuchar esto Lobezna se enojó, realmente estaba furiosa, pero al mismo tiempo comprendía, que lo que le decía Marck no era un error y que el estaba en lo cierto, pero aun así no pudo evitar decirle.
- ¡Acaso me estas pidiendo que traicione a mi amiga, a mi familia!-
- No seas ingenua lobita, sabes bien que es lo mejor, y no lo niegues.-
Ahora Marck también se había enojado por la ingenuidad de Lobezna.
-¡Ah! Porque los humanos somos tan emocionales maldita sea, todo es un motivo por discutir, porque no solo aceptan lo que ocurre y tratan de solucionarlo de una manera lógica.-
Lobezna entre cerro los puños para apretarlos con fuerza.
- Marck, lo que tú no entiendes, es que a veces la manera más fácil o lógica no es la mejor o correcta. Yo podría hacerte caso ahora, cumplir con la misión y presionar el botón, pero eso significaría traicionar a la persona que más quiero en este mundo, traicionar a mi familia y esto la destruirá de enterarse y no solo a ella sino a mí también.- Decía Lobezna mientras por su rostro enojado se escurrían lágrimas de tristeza.
- Yo jamás, ni en esta vida ni en otras la traicionaría, ni a ella ni a ninguno de mis amigos.-
Al terminar de decir eso, Lobezna levantó la mano en la que tenía el control, para luego con todas sus fuerzas arrojarlo contra el piso, haciéndolo pedazos.
- ¡JA, ¡JA, JA! - Rio Marck eufórico y sin control mientras en su rostro solo demostraba satisfacción.
- Okey Lobezna, esa era la respuesta que esperaba, ¡JA, JA, JA! El control no hacía nada, nada en absoluto, solo estaba esperando ver que tan lejos llegarías, y lo que estarías dispuesta a hacer por ella, y si bien harias cualquier cosa parece que traicionar su confianza no es una de ellas.-
Marck de esta manera aun riendo como un loco se retiró a su laboratorio, pero no sin antes concluir la charla diciendo
- No te preocupes tanto por Kipo, si bien es verdad que la está pasando mal, ella es la persona más fuerte que he visto nunca, nada podrá quebrarla, solo cuida de que no se lastime.-
Por alguna razón, al escuchar esto último Lobezna no pudo evitar sentir que todo lo que habían hablado anteriormente no había sido más que un timo. Pero mientras se secaba las lágrimas de la cara con sus manos sintió un profundo placer y alivio como nunca antes lo había sentido, algo semejante a cuando alguien muere en tus manos para luego darte cuenta de que no es así, alivio, alivio por no tener que hacer algo terrible.
Llegada las 4 de la tarde de ese mismo día.
Kipo ya había regresado de su recorrido, al igual que Benson y Davo, todo para empacar y así ya poder seguir con su largo viaje. Al momento de tener todo listo para irse de Denver, Marck los detiene para decirles unas últimas palabras.
- Chicos, antes de que se vayan les diré unas cosas para que puedan marchar en paz, primero Kipo, he instalado un sistema de seguridad totalmente automatizado en el edificio por lo que a partir de ahora será imposible de que alguien logre entrar, por mas mut o humano sea, segundo les he avisado a la asamblea y al departamento de oficiales para que estén alerta y mejoren la seguridad de todo Denver, ya esto no tendría que volver a pasar y tercero antes de que me olvide.-
Marck tomo de su bata el control de la camioneta de Lobezna y se lo arrojo.
- Lobezna ya está lista para que puedas montarla nuevamente, ahora con los sistemas completamente funcionales y sin errores, ya no tratara de matarlos.-
Y por lo bajo termino - o eso espero-
- ¿Que has dicho Marck?- Pregunto Lobezna
- Jajaja nada, nada solo que tengan cuidado.-
Kipo se le acerco y lo abrazo, mientras le decía
- Te vamos a extrañar Marck-
- Ah y yo a ustedes pequeños amigos, pero este no es el adiós, no el adiós definitivo, ustedes son bienvenidos a Denver cuando quieran o gusten y no se preocupen por el parlamento ya les avise que han cumplido con su parte del trato, así que podrán marchar sin duda alguna.-
Con todo dicho, Kipo se subió sobre su motocicleta, la encendió de una patada y liderando la caravana salió del garaje a toda velocidad, mientras Lobezna la seguía manteniendo una distancia segura.
Mientras los veía marchar, Marck en su mente se decía a sí mismo, que tengan buena suerte en su viaje, porque la necesitaran. Concluyo mientras una leve briza de viento hacia revolotear su bata y le sacudía el cabello, se retiraba nueva y lentamente a las sombras de su laboratorio oscuro y sin vida.
- ¿En qué podré trabajar hoy?- Se preguntó Marck totalmente desmotivado por sus partidas.
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