Capitulo XLVI "Mascara "

Momentos antes que se hiciera la hora para partir el auto de Lexus estaba a punto de terminarse, pero aún le faltaba algo que ocultara su actual rostro deformado, pero ¿qué sería lo mejor? Debía ser algo que no arruinara su vestimenta y que a la vez mantenga toda su cara cubierta. El misterio era algo nuevo que llamaba su atención, para que cuando tuviera frente suyo el rostro de aquel que había atacado su territorio y robado su tan preciada arma, pueda revelarse y así en sus últimos suspiros viera al monstruo que había creado.

Solo con pensar en eso le producía un enorme placer que lo reflejaba en su enorme sonrisa y sus ojos bien abiertos parecía que se fueran a salir de sus orbita. Marck al verlo con esa expresión de pesadilla mientras terminaba de empacar le pregunta.

– ¿Lexus te pasa algo?

Lexus gira su cabeza para ver a Marck con una expresión seca para responder.

– No, nada en lo absoluto.

– ¿Necesitas algo?

– Ahora que lo mencionas, sí pero, no sé qué puede ser.

– Dime, ¿Qué estás buscando?

– Algo con lo que tapar mi cara, pero que no arruine la armonía de mi ropa.

– Mmm, creo que tengo lo que estás buscando.

– Dime, tienes mi atención.

– Una máscara.

– ¡¿Qué, Esa es tu idea?!.

– Si, pero tienes que verlas, están en el primer piso segunda puerta a la izquierda, cuando la veas me lo agradecerás.

– De acuerdo, pero como sea uno de tus juegos, te mato, y esta vez no está Kipo para que pueda salvarte.

– No te preocupes, no será necesaria, no soy tan tonto. Vamos, no nos queda mucho tiempo.

Al terminar de hablar Marck siguió caminando con dirección al laboratorio guardado cosas en una maleta enorme.

– Espera ¿cómo sabré que mascara es?

Marck bajando no se detiene a responder, solo le grita contestando a su pregunta.

– No hace falta que te lo diga, sabrás cual es al verla.

Lexus ya con estas indicaciones subió al primer piso girando a la izquierda tal como Marck le indico y hasta ahí todo iba bien. La puerta se encontraba frente suyo, solo tenía que abrirla, pero al tomar el picaporte se quedó parado sin mover un musculo, algo no le gustaba. Desenfundando su arma dio un paso hacia atrás para de una patada tumbar la puerta dejando al descubierto el interior de la habitación.

A simple vista no parecía haber nada extraño dentro, solo una habitación de tamaño medio adornada con muebles viejos, y unas cuantas sabanas que cubrían lo que parecían ser vidrieras clavas a la pared. Al no ver nada más Lexus se decidió a entrar, ante cualquier travesura de parte de Marck podría matarlo, lo cual tampoco sonaba tan mal. Adentrándose en la habitación, no veía las máscaras las cuales Marck le había dicho, quizás estaban guardadas en los presuntos vidríales cubiertos por sabanas pensó Lexus.

Mientras tomaba el centro de las sabanas y las jalaba hacia a un lado dejando ver lo que ocultaba. Efectivamente Lexus tenía razón, eran vidríales, y dentro de estos, las máscaras una buena cantidad de ellas, de distintas formas tamaños y diseños, pero él buscaba esa mascara tan particular, como la había nombrado Marck, una que llamaría su atención solo con verla, pero, aunque buscara esa mascara no estaba allí en ninguno de las vidrieras.

Los minutos pasaron y el tiempo de su ida se aproximaba, pero aun así Lexus no encontraba esa dichosa mascara cuando se dio por vencido Lexus levanto su escopeta sujetándola con fuerza de la empuñadura, frustrado, disparo a uno de los muebles de madera. Un sonido en el momento del disparo llamo curiosamente su atención, Lexus martillo otra vez su arma y repitió el disparo. Al hacerlo otra vez, otra vez el sonido se repitió de la misma dirección, por lo que sin dudas sabía que lo emitía aquel mueble, así que decidió revisar que lo producía.

Guardando la escopeta dentro de su traje acercándose al mueble del cual provino el sonido, específicamente a sus puertas del centro o mejor dicho lo que quedaba de ellas, tomo ambas manijas y tiro suavemente de ellas abriendo lentamente las puertitas de aquel mueble. Mientras se abría dejaba ver en su interior una máscara, del tamaño justo de su rostro, pintada de blanco y negro, del lado negro un rostro triste rajado, dañado, y del lado blanco una cara sonriente completamente sana, sin duda esa era la máscara de la cual Marck le hablaba, era perfecta. La temática usada, los colores, y resistente a las balas, o eso parecía al aguantar 2 disparos de su escopeta.

Lexus la tomo de los lados con ambas manos y se la acerco a la cara, la contemplo por unos momentos, la volteo para verla del lado de adentro y con una sola mano sujetándola de la parte frontal se la fue acercando al rostro lentamente, notando como encajaba a la perfección.

– Genial, ¿verdad? - Dijo Marck recostado sobre la puerta.

– Es justo lo que estaba buscando.

– Bien, me alegro, porque el auto está listo y llego el momento de irnos.

Lexus ahora con la máscara puesta acompaño a Marck por las escaleras parándose en planta baja a la par de las escaleras que llevaban al laboratorio junto a los demás, Benson al verlo no pudo evitar comentar al respecto.

– Oye, Lexus ¿seguro que quieres usar esa cosa?

A lo que Lexus en respuesta lo miro y se levantó la máscara revelando su cara chamuscadas por el fuego.

– ¿Así te gusta más?

Benson encogió los hombros y dirigió su mirada a otro sitio.

– Entiendo, mejor vuelve a ponerte la máscara.

– Lo suponía.

Marck quiso adelantarse a bajar para poder ver cómo había resultado la pintura, pero algo le hizo tope, al bajar la mirada para ver qué era lo que le impedía seguir se encontró con la escopeta de Lexus y este que lo miraba de detrás de la máscara.

– ¿A dónde crees que vas muchacho?

– A ver el auto, donde más.

– El primero en verlo seré yo, luego podrán verlo ustedes. Así que te quedas bien quitecito donde estas. – Termino de decir Lexus mientras lo empujaba hacia atrás con el arma.

Al bajar las escaleras y caminar hacia donde se encontraba el Mustang pudo ver la definición de belleza en persona, pintado con una tonalidad verde oscuro por debajo que se aclaraba levemente al subir por la carrocería, el daño hecho por Marck ya no existía, el trabajo logrado por ese papanatas era admirable en verdad, cuando rodeo el Mustang la serpiente que había dibujado y tuvo que ser borrada para el repintado seguía allí, esa máquina la había repintado de forma idéntica a como lo había hecho anteriormente.

Satisfecho con el resultado logrado por la maquina llamo a los demás para que también pudieran ver a la bestia lucir su brillo.

– La máquina realmente funciona.

– ¿A qué te refieres Marck?

– A nada, amigo mío.

Lexus sujeto el mango del arma, pero sin llegar a desenfundarla.

– No soy tu amigo, y dime la verdad o te juro que

Adán se para entre medio de ambos mirando a Lexus.

– Hoy no harás nada Lexus.

Lexus retira su mano y levanta ambos brazos.

– Recuerda chico no siempre estarán para protegerte el culo.

Lexus se voltea y da unos pasos tomando distancia para en un instante desenfundar su arma y apoyar el cañón en la frente de Adán, pero él no se inmuto, se mantuvo firme ante el peligro que representaba un loco como Lexus con un arma apuntada a su cráneo, para luego sonreír.

– De que te ríes chico, no ves que tengo un arma apuntando a tu cabeza.

Un sonido metálico sonó detrás de él, seguido por la voz de Lobezna, quien tenía apoyada la punta de la lanza sobre la pintura del Mustang.

– Lexus, guarda tu arma o rayare el auto de punta a punta.

– No te atreverías niña.

Lobezna enseño una leve sonrisa engreída.

– Pruébame y veremos si soy o no capaz.

Lexus la mira fijamente pero no baja su arma, así que Lobezna apoyo con aun más fuerza la punta sobre la pintura y la movió levemente, Lexus al notar que iba enserio sucumbió ante la presión, guardando el arma.

– Bien, bien, tú ganas. Aleja esa cosa de mi bebe.

Lobezna retiro la punta del auto y se apartó, Lexus camino hacia él lo abrazo y lo beso.

– No te hiso nada esa niña mala ¿verdad precioso? - Le dijo al Mustang como si esperara respuesta.

Los presentes lo miraron raro.

– ¿Qué? ¿Nunca vieron a nadie demostrar amor?

Adán le contesto.

– Si, pero no a un objeto inanimado.

– Como te atreves a llamarlo así, él puede oírlo todo.

De la nada una voz robótica se escucha de fondo que dice unas palabras.

– Es cierto, padre.

– ¿Quien dijo eso? - Pregunto Benson asustado.

– Déjame responder a tu pregunta pequeño amigo mío. - exclamo Marck.

– Ese es Pic, una inteligencia artificial que instalo la maquina en el auto mientras pintaba, interesante ¿verdad? Ahora el auto es un ser consiente, Jajaja, realmente estoy loco.

Lexus al enterarse de eso, abrió la puerta del auto para contemplar el interior encuerado de negro, todo era normal salvo que donde tendría que estar el estéreo ahora en su lugar había una pantalla que mostraba una cara redonda, Lexus cerró la puerta delicadamente y con la mirada en el auto le dijo a Marck.

– Dime una cosa.

– ¿Qué quieres saber?

– Si le hiciste esto supongo que puede hacer algo, no solo hablar ¿o me equivoco?

– Es cierto, no es lo único que puede hacer, digamos que le incorpore lo mismo que a la motocicleta de Kipo, solo que esta vez puedes interactuar con él, a que es genial, lo llamo Personalidad interactiva cognitiva o abreviado Pic.

– Mmh, me gusta, no me convence que toques mis cosas, pero me gusta. Pic.

– Dime padre.

– Enciende, vamos a dar un paseo.

– Como gustes padre.

El motor del Mustang se enciende emitiendo un majestuoso y poderoso sonido que retumba por todos lados.

– ¡Si! Esto es música para mis oídos.

Lexus se sube a Pic, para acelerarlo y salir del laboratorio derrapando en la salida dejándolo en posición a la espera de que los demás lo siguieran al punto de encuentro.

Llegando al punto de encuentro Lexus quien encabezaba la marcha pudo ver el convoy parado con Kipo a la cabeza esperándolos a que llegaran, Kipo al ver el Mustang que se acercaba a ella a gran velocidad, pero no tenían indicios de querer frenar, lo que la puso nerviosa y al tratar de encender la motocicleta para hacerse a un lado con los nervios se le hizo imposible lo que la asusto en gran medida. Estando cerca Lexus redujo la velocidad presionando el freno con fuerza y dando un giro completo del volante deteniéndose a un lado de Kipo.

– ¡Acaso estás loco! ¡Casi me matas! - Gripo Kipo enfurecida.

– Eso es algo que ya tenemos todos asumido me temo.

Contesto Lexus ante el exalto de Kipo mientras bajaba la ventanilla del Mustang mostrando su nuevo look. Al ver la máscara Kipo se calmó por la sorpresa de la máscara lo que la llevo a la inevitable pregunta.

– ¿Porque la máscara?

Lexus se quedó mirándola guardando silencio.

– Dime tu Kipo, que preferirías, ver a alguien con esta mascara o de esta otra manera-. Termino de decir Lexus mientras se levantaba la máscara, mostrando como le había quedado el rostro.

Como Kipo traía el casco puesto Lexus no pudo ver su expresión, pero de seguro seria de asombro o asco, pero lo que diría ella a continuación lo haría dudar.

– Cierto, cierto, póntela, por todo lo que ha pasado últimamente parece que olvide ese pequeño detalle, oh y una cosa más, quedo fabulo el Mustang.

Al decir eso una voz robótica se escuchó de dentro del auto de Lexus.

– Gracias, sus halagos me sonrojan.

– ¿Quién dijo eso? - Pregunto Kipo un tanto desorientada.

– Fue Pic.

– ¿Quién?

– Pic, la inteligencia artificial que Marck le puso a mi auto.

– Oh no, dime que no le hiciste daño.

– No, no pude, Adán y Lobezna lo evitaron, pero si te interesa saber, me gusta que sea así, es como mi bebe.

– Gracias por considerarme como a un hijo papa.

– ¿Acaba de llamarte papa?

– Si, escuchaste bien, me considera su padre por alguna razón, pero eso está bien para mí.

– De acuerdo, si te parece bien a mí también.

Kipo enciende su motocicleta y da aviso con un movimiento de su brazo de proseguir con el viaje con Lexus, Lobezna y Adán incorporados nuevamente en el convoy se pusieron en marcha a su próximo destino, Las Vegas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top