Capitulo XI "¿Detenidos?"

Desde el suelo Lobezna pudo divisar en los cielos que algo se separó del mega, supuso que esa era Kipo por lo que se asustó mientras pensaba por qué había saltado, pero esta duda fue interrumpida por la voz de Marck.

– Lobezna el plan está en marcha, ahora tendrá que buscar un lugar despejado y mantener la velocidad para que Kipo pueda aterrizar en el techo de Cápsula.-

– Este era tu plan ¡Idiota acabas de matar a mi amiga!-

Lobezna está realmente alterada y furiosa con Marck quien había condenado a Kipo, pero claro que esa no era la idea de Marck por lo que prosiguió a contarle los detalles.

– Lobezna yo nunca le haría daño a Kipo y otra cosa no me dejaste terminar, parece que cuando se trata de ella te alteras muy rápido, pero cambiando de tema y yendo al grano en el centro del volante tienes una tapa, levántala.

Lobezna bajo la mirada para poder ver el volante y distinguió dicha tapita la cual al ser del mismo color que el volante y estar tan al ras era indivisible, en un costado de la misma tenía una pequeña apertura donde se podía levantar, al hacerlo dio a conocer un botón uno rojo incandescente, por qué tendría ese color era un total misterio.

– ¿Lobezna lo encontraste?

– Si lo encontré ahora ¿qué?

– Presiónalo, eso hará que una suave almohada de aire se despliegue por todo el ancho y largo de Cápsula la cual le permitirá a Kipo conseguir un aterrizaje un poco brusco, pero a salvo.

Al terminar de escucharlo presiono el botón en un movimiento rápido de su mano para volver a sostener el volante con fuerza ya que la anterior transformación de Cápsula no había sido tranquila supuso que esta tampoco. Y qué bueno que lo hizo porque así fue, una cámara interna en el techo de Cápsula comenzó a abrirse lentamente provocando que se desestabilice por la velocidad a la que venía conduciendo Lobezna, pero como ella lo había supuesto no la tomó por sorpresa así que pudo controlar la situación. El techo al terminar de abrirse de lado a lado comenzó a inflar el cojín lo que aumentaba su fricción con el viento haciendo más lento al vehículo.

– Lobezna ten en cuenta que desplegar el cojín hará que el vehículo se desestabilice quizás tendría que mencionar estas cosas antes de pedir que lo hagan, pero, en fin, será para la próxima espero que estés bien pasaré a instruir a Kipo como aterrizar, adiós.

Marck colgó para poder hablar ahora con Kipo quien se encontraba cayendo a gran velocidad por los cielos.

– Kipo escucha con atención iré instruyéndote paso a pasó para que logres aterrizar no será sencillo, pero lo lograremos.

– De acuerdo Marck dime que hago ahora.

Marck suspiró.

– Mira tú hombro tendrás allí una cuerda debes tirar de ella ahora.-

Kipo tomó el cordel y jalo del mismo, así dio a luz las membranas de las que le había hablado Marck anteriormente, pero estas no funcionaban Kipo seguía cayendo y nada la detenía.

– ¡Marck sigo cayendo las membranas no funcionan!-

Le gritó Kipo a Marck asustada por su vida.

– Tranquila Kipo tienes que abrir las piernas en V y los brazos levantarlos a la altura de los hombros para que queden perfectamente alineados.-

Kipo desesperada hizo lo que Marck le explico y al hacerlo el viento que golpeaba contra su cuerpo ahora lo hacía contra las membranas levantándola de un brusco tirón por los aires, al estabilizarse este empuje empezó a decaer hasta solo quedar en una ligera caída, Kipo sentía como si estuviera volando lo que la dejó maravillada nunca se hubiera imaginado que así se sentía volar por los cielos si bien ya había volado sobre libélulas esto era una experiencia totalmente distinta aquello.

– Kipo ahora escucha con atención para poder maniobrar lo tendrás que hacer con tu cuerpo, si quieres moverte hacia la derecha tendrás que inclinarte para dicho lado y tirar tu espalda hacia atrás, repite lo mismo para la izquierda ahora escucha bien, si quiere aumentar tu velocidad de caída solo tienes que juntar piernas y brazos, para reducir la velocidad abre más las piernas y brazos de esta forma expondrás más membrana lo que reducirá aún más la velocidad casi que parecerás una pluma. Ahora planear es una cosa, pero aterrizar es otra totalmente distinta, siempre que quieras hacerlo a salvo o sin recibir mucho daño, lo que harás será apuntar delante de Cápsula no a Cápsula esto te dará margen de error, cuando te encuentres a 500 metros sobre el suelo te contactare nuevamente.-

Kipo siguiendo las instrucciones de Marck enfocó a Cápsula, la cual se encontraba a muy por delante de ella, tendría que alcanzarla si quería un aterrizaje seguro, por lo que fue juntando los pies junto a sus brazos en dirección a su cuerpo gradualmente para ir midiendo su velocidad, al conseguir la necesaria se mantuvo en posición para no perderla. En cuestión de minutos ya se encontró justo detrás de Cápsula y a la altura ideal por lo que Marck volvió a contactarla.

– Kipo ya estas a una altitud de 600 metros pronto te encontrarás a los 500 reduce tu velocidad ahora.-

Kipo abrió nuevamente sus piernas y brazos.

– Bien Kipo lo haces muy bien, solo un poco más y lo lograremos, ahora estás viajando a 45 km/h la velocidad ideal para aterrizar, solo tienes que ir cambiando lentamente hasta estrellarte suavemente contra el cojín.

Kipo nuevamente siguió las instrucciones de Marck aterrizando/ estrellarse contra el cojín encontrándose ahora a salvo.

Al escuchar el golpe Lobezna detuvo el vehículo presionando con ambos pies el freno, subió por la escotilla para poder salir y así abrazar a su amiga que había sido arrebatada de su lado. Al lograr subir y verla no contuvo la emoción por lo que saltó directo a los brazos de Kipo ni bien se logró parar sobre el cojín el cual se encontraba ahora desinflándose.

– Oh, Lobezna que ocurre?-

– Pensé que ya no volvería a verte.-

Dijo Lobezna mientras la abrazaba y se secaba las lágrimas con las mangas.

Tras unos momentos Marck las interrumpe.

– Chicas, interrumpo quiero recordarles que aún se encuentran en territorio hostil y al parecer a Cápsula le está fallando el camuflaje.-

– Como sabes que eso está pasando si hemos hecho todo lo que nos dijiste.-

– Exactamente por eso lo digo la única manera de desactivar el camuflaje óptico es con el control que tenía Kipo y en ningún momento le dije que lo desactivará y tampoco podría haberlo hecho en la situación que se encontraba, al mismo tiempo nunca podría haberla visto de no ser por caso contrario.

– ¿Qué haremos ahora?- Pregunto Kipo.

– Tranquila Kipo, el uso de Cápsula fue solo para evitar que el halcón las viera llegar, ahora que ya no es un problema puedes transformarte en mega, pero recuerda traerme a Cápsula de vuelta es mi más grande tesoro.

– Es cierto ya no hay de qué preocuparse, en unos momentos estaremos con ustedes.-

Y con esto resuelto Marck cortó las comunicaciones con nuestras 2 amigas para prepararles una sorpresa como recompensa por ayudarlos.

Kipo le pidió a Lobezna que se bajara de Cápsula, al hacerlo mutó en mega jaguar, se agachó lo suficiente como para que Lobezna pueda subir sobre su lomo con facilidad, al hacerlo volvió a ponerse de pie agacho levemente las patas delanteras para aproximar su cabeza al suelo y así tomar con su boca a Cápsula con mucho cuidado para no dañarla, una vez quedo bien sujeta de un ligero salto comenzó a alejarse de aquel lugar que tantos problemas les había causado.

Mientras más se alejaban de aquel dichoso lugar y miraban al cielo podían ver aún al halcón alejarse lentamente del lugar en dirección al oeste por lo que podían decir que la misión fue todo un éxito, y como solo le queda esperar a Lobezna mientras Kipo la cargaba, se sentó sobre su lomo para luego recostarse y así poder descansar un poco total que podría salir mal con el mega alejándose y Kipo en plena marcha, nada las detendría.

Y así fue nada con un poco nivel de cordura se metería con un mega jaguar salvo si otro mega defendiendo su territorio, pero en su viaje de ida no se habían topado con ninguno o por lo menos no los habían visto, así que suponiendo que cruzaran rápido no se meterían en problemas o eso pensaba Kipo mientras marchaba para mantenerse tranquila, los escorpiones si bien estaban presentes y para su suerte estos no le temían a nada no fueron un obstáculo a tener muy en cuenta, cuando veía a uno simplemente les pasaban por encima con un salto y al encontrarse con multitudes solo tenían que tomar un poco de altitud y continuar, siempre sin detenerse el tiempo era algo a tener en cuenta, si con capsula les llevó unos horas a Kipo esto le tomaría sólo unos minutos siempre que la situación se mantuviera tranquila y nada inesperado les pasara. Al cabo de un tiempo Kipo vio desde lo alto de un pequeño cerro la ciudad de Denver, enorme e iluminada imposible confundirla a la simple vista, luego de contemplarla por unos momentos para reconocer lo que había logrado.

Descendió del cerro por una de sus laderas desembocando así en un ligero bosque el cual la copa de sus árboles le llegaba a la altura de la mitad de sus patas, lo que implico tener mucho cuidado de por donde se movía ya que esto podría hacer que se tropezara y dañara a Cápsula y eso no sería bueno para ellas, así que con mucho cuidado se encaminó a la ciudad.

Ya en las puertas colocó a Cápsula en el suelo y despertó a Lobezna dejándola caer sobre el cojín que había usado anteriormente para aterrizar, mientras caía Lobezna despertó llevándose por delante menuda sorpresa.

– ¡Que está pasado!-

Grito Lobezna mientras se dirigía al cojín.

Pero el susto duró solo unos momentos hasta caer sobre en la suavidad del cojín y al levantarse miró con enojo y directo a los ojos de Kipo advirtiéndole que no lo volviera a hacer, Kipo por supuesto solo sonrió mientras se reía por lo bajo ya que cuando Lobezna se enojaba tanto era muy tierna.

Pregunto Lobezna aun enojada con un tono particular en su voz que sólo deja ver cuando está enojada.

– ¿De qué te ríes Kipo?-

Le respondió Kipo aun con una ligera carcajada rezagada era algo que no podía evitar.

– De nada Lobezna de nada tu tranquila y sube a Cápsula que llegamos a Denver, tenemos que entregarla a Marck.-

Mientras Lobezna entraba a Cápsula y desactivaba el cojín, Kipo pasó a su forma humana nuevamente para entrar en Cápsula y así ya poner camino al laboratorio de Marck y recorrer con esto el último tramo de su tan agotadora y peligrosa misión. Ya dentro Lobezna ocupando el asiento del conductor y Kipo en el del copiloto pusieron marcha al laboratorio pero algo le hacía ruido a Kipo algo que no tuvo explicación por lo que poca atención le dio, entrando por el portón principal ya cometieron un grave error, se habían olvidado de que Capsula siempre fue invisible ante las miradas de los ciudadanos por ende entrar así dejó a más de uno con la boca abierta, llevando a algunos a alertar a los guardias de la ciudad para que se encargaran de esa cosa.

– A rayos sabía que algo se me olvidaba.-

Dijo Kipo en voz alta un tanto enfadada.

Pero gracias a dios fueron salvadas por Benson y Davo quienes se colocaron frente a ellas para que se detuvieran y así explicarles a todos lo que era ese gran vehículo con una forma tan llamativa y que resultaba muy extraño a la vista.

– Tranquilos todos por favor solo es un vehículo que un científico de su comunidad les prestó a mis amigas para que pudieran encargarse del mega halcón que amenazaba la paz de su bella ciudad, chicas salgan para demostrarles a estas personas que no estoy mintiendo.

Y así ambas sin ningún problema salieron por la escotilla superior de Cápsula demostrando que lo dicho por Benson era verdad, de esta manera las autoridades disolvieron a la multitud que se había creado por este gran evento y todo regresó a la normalidad.

Pero esto no sería todo un oficial moreno de aproximadamente 1 metro 75 de altura y de peso moderado, de pelo y bigote blanco, que portaba un sombrero con una estrella dorada en él y una guantera en su cintura con un arma de fuego en ella lo cual ya era algo ciertamente inusual, se aproximó a nuestro grupo de amigos y les pidió amablemente que lo acompañaran a la comisaría, donde se les harían algunas preguntas. Kipo y compañía no pudieron negarse sería sospechoso y en cierta manera descortés por ende accedieron a la petición del oficial así terminando en la estación de policía.

Estando en la calle frente al edificio pudieron notar un gran cartel que se encontraba sobre la puerta principal del mismo el cual tenía escrito las palabras Estación de Policía de Denver y debajo de ella las nomenclaturas de la misma EPD el edificio estaba pintado de 2 colores distintos la parte superior un color azul marino muy bonito que combinaba muy bien con el color blanco el cual cubría la parte inferior del mismo, las puertas eran completamente de cristal con las nomenclaturas pintadas de un color negro noche, el policía que les pidió que lo acompañaran paso primero abriendo la puerta y sosteniéndola luego para que ellos pudieran pasar de forma educada junto a estas palabras.

– Pasen por aquí por favor.-

Por supuesto ellos siguieron la petición del oficial y Kipo no pudo evitar el preguntarle su nombre a tan amable señor.

– Disculpe señor policía ¿podría decirme su nombre?-

– Claro niña mi nombre es James, pero mis amigos me dicen Jimmy.-

– Entonces ¿prefieres que te llame James o Jimmy?-

– Que muchacha tan curiosa llámame Jimmy no me molesta, ahora síganme a mi oficina por favor.-

Le contestó el oficial con una voz un tanto carismática.

Mientras avanzaban la comisaría podían ver a todos los agentes trabajando estos eran una combinación de muts junto a humanos lo cual no les pareció tan extraño ya que toda la ciudad era así, moviéndose de un lugar a otro transportando papeles y archivos, sin mencionar que las paredes estaban recubiertas la parte inferior por madera y la parte superior pintadas de blanco, caminaron por un pasillo que atravesaba el edificio entero por la mitad a lo largo del mismo hasta topar con el lado izquierdo una escalera por la cual subieron, sus barandales eran de una madera muy bien cuidada, la subida no fue muy larga ya que solo lo hicieron hasta llegar al primer piso, giraron a la derecha y siguieron caminando pasando por una gran cantidad de oficinas las cuales estaban hechas de madera y al igual que las puertas solo que estas tenían un cuadrado en la parte superior de cristal con el nombre del oficial dueño de la oficina, así siguieron hasta llegar a la de James.

Nuevamente allí él nuevamente les abrió la puerta para que pudieran pasar los 4 está claro que Mandu seguía durmiendo en el laboratorio de Marck, ya dentro les pidió a todos que tomaran asiento, frente a su escritor se encontraban 5 sillas las cuales usaron, seguido a esto el oficial se sentó en su sillón justo frente a ellos, se inclinó ligeramente hacia la derecha y abrió un cajón de su escritorio de este retiro una cajita de plata de 15 centímetros de largo por 5 de ancho, la abrió con mucho cuidado y sacó un cigarro, uno largo y ancho, Kipo le preguntó qué era lo que este tenía en su mano a lo que respondió.

– Esto niña es un abanó es como un cigarro pero más grande, de ser otra persona les ofrecería, pero veo que no sería lo correcto, pero si les puedo ofrecer un café o algo de agua, claro si es que gustan.

Kipo asintió y le dijo.

– Un vaso de agua estaría bien, muchas gracias.-

El oficial mandó a llamar a una secretaria la cual les trajo un vaso con agua a cada uno.

Acto seguido abrió una carpeta que se encontraba reposando sobre su escritorio, tomó una pluma de una portapluma justo en el borde izquierdo del escritorio haciendo notar que era zurdo, y ya con esto preparado empezaron las preguntas.

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