Capitulo V "Adonis"
Tras 3 horas de caminata, llegaron a la tarde.
Kipo, Marsha, Quimera y los gatos gladiadores que decidieron acompañarlas se detuvieron a descansar un momento bajo la sombra que les proporcionaba uno de los edificios que se había partido por la mitad por mucho tiempo, y su parte superior se posaba sobre otro de menor tamaño. Tras unos minutos, pueden ver a lo lejos que se acercaban a gran velocidad unos 25 perros. Por la distancia y el reflejo del sol sobre la arena y el pavimento no pueden distinguir lo que llevaban puesto, pero sí que tendrían que estar listos para recibirlos.
Quimera da la orden de formar un muro de escudos frente a ellos y que inicien a avanzar lentamente. Kipo le pide que cancele esa orden pero no escucha lo que se le dice, y al tenerlos a pocos metros, pudo verlos perfectamente eran perros, de 3 metros de alto, algunos color negro otros marrones, orejas paradas y puntiagudas portaban una armadura de color dorado, con el grabado de un perro sosteniendo 2 espadas curvas cruzadas, escudos con el grabado de un sol negro y para completar su set, espadas largas de 1 metro y medio de largo que al llegar a la mitad de la esta se volvía curva. Al notar Kipo que sus palabras no eran escuchadas en lo que estaba pasando, toma la decisión de pasar directo a la acción, por lo que se transforma en mega, poniendo en riesgo su propia seguridad.
Al transformarse emite un rugido con fuerza, provocando que ambos bandos se detengan inmediatamente, dirigiendo su atención directo a ella.
Quimera le grita a Kipo
– ¡¿Porque te transformaste?, sabes perfectamente que eso te puede hacer daño!-
Kipo en su forma jaguar se aproxima lentamente a los caninos para no asustarlos, los cuales se encontraban ahora inmóviles. Al tenerlos justo en frente, vuelve a su forma humana, y les dice
– No hemos venido a pelear, solo queremos hablar.
Los perros no comprendían muy bien la situacion, menos sabían el cómo reaccionar ante tal suceso, un humano se trasforma en mega, ¿cómo era eso posible? este pensamiento cruzo el pensamiento de todos. Pero uno, el más alto y distinguido, el cual portaba sobre su cabeza un casco con el emblema del sol negro y de arma un hacha de color verde esmeralda sujeta a un bastón de hierro tan largo como su propia estatura, de un color marrón claro muy similar a la madera. Se hace paso entre los caninos para posarse cara a cara con este individuo tan extraño que poseía tal valentía, al impedir el enfrentamiento entre ambos bandos. Permanecieron así un momento, hasta que Kipo lo interrumpe
– Hola, mi nombre es Kipo. ¿Tú eres su líder?-
Pregunta con una voz dulce y agradable. El can no esperaba eso, pero responde a su pregunta
– No, quien posee ese honor se encuentra en la pirámide, y estoy seguro de que le interesara conocerse.-
Tras decir estas palabras les ordena a los demás que la arresten, y así como si fuera arte de magia, el miedo y la duda que recorría sus mentes, se desvanece en un instante, cumpliendo de forma casi inmediata con la orden que se les había dado. Marsha y Quimera corren hacia Kipo para ayudarla, pero algo las detiene, Kipo les guiño el ojo, haciendo dar de cuenta, que eso era lo que estaba buscando por lo que se quedan hay sin hacer nada, mientras se llevan a su amiga.
Sin mirarla Marsha en voz baja le dice a Quimera
– hay que esperar, si atacamos ahora puede que Kipo no tenga oportunidad de acercarse tanto otra vez nunca más.-
Quimera sabe bien eso, pero aún tiene que ayudarla, no puede permitir que por un capricho le pase algo, a lo que se lanza a por ellos.
Ni bien lo hace Marsha se transforma en loba y la detiene embistiéndola con gran fuerza, dejándola tumbada en el suelo, el golpe no le provocó heridas, pero sí que perdiera la conciencia. Los demás gatos rodean a Marsha para apresarla, pero los detiene, con estas palabras
– Si no la detenía podría haber puesto en peligro lo que hemos venido a hacer o peor aún a Kipo, se perfectamente, que no tomara represalias contra mí por mis actos, así que bajen sus armas, ¡AHORA!-
Quimera retoma la conciencia, se pone de pie mientras da la orden de bajar las armas a los guardias, y agradece a Marsha por detenerla
– ¿Y ahora qué hacemos? -
Pregunta sin poder evitar sentirse culpable. Marsha camina en dirección al edificio donde antes habían reposado mientras dice
– Ahora a esperar un milagro. -
Al estar cerca de la pirámide, Kipo no puede evitar sorprenderse, la expresión en su rostro gritaba a los 4 vientos de que nunca había visto algo como eso.
-¡Es increíble!- grita Kipo mientras le brillaban los ojos de la emoción.
-¡Oye! -grita Kipo. El perro que los dirige mira hacia atrás y la ve, Kipo nota que le prestó atención y acto seguido pregunta
- ¿Cuál es tu nombre? El can no le responde, y como respuesta a esto Kipo le grita
- ¡Sé que me escuchaste, no me ignores!-
Pero seguía sin dar respuesta alguna, lo que enfada ligeramente a Kipo. Antes de llegar a la entrada de la pirámide, un suelo de piedra marcaba el camino directo a la puerta y a sus costados, plantados con gran precisión uno de otras palmeras tan altas como la misma, la puerta robusta e imponente, se abre de par en par al oír el aullido de los perros dorados, una vez abierta al completo caminan hacia dentro dando así un espectáculo para la vista, por dentro la pirámide, contenía varios edificios, y en el centro una enorme esfinge decoraba el lugar, si mirabas hacia las paredes internas de la pirámide se notaba que estaban los balcones de los pisos en escalonado y en ellos cientos de caninos que se asomaban curiosos, lo que impresionaba aún más a nuestra joven heroína, pero la mirada de todos estaba dirigida hacia la esfinge, al estar lo suficientemente cerca el pecho de la esfinge se levanta, dando paso a una puerta oculta, cuando pisan el interior de la esfinge, las paredes se iluminan con el esplendor de una hilera de antorchas que adornaban todo el interior de la esfinge sumadas a los jeroglíficos y para la cereza del pastel, contra la pared del fondo, un trono de oro macizo, en el cual el alfa de los perros dorados aguardaba la llegada de su hijo, quien ahora tenía a Kipo como prisionera.
Padre Adonis exclama
– he traído a una prisionera ante usted que le resultara de lo más interesante.-
Dicho esto, se aparta hacia un lado dando lugar a Kipo, quien es aventada frente al alfa.
Kipo se encuentra nerviosa, todos la observan, pero cuando reúne el coraje para decir algo es interrumpida por el alfa.
- Mi hijo me ha dicho que serías interesante dime joven porque me ha dicho eso?-
Este es el momento pensó Kipo transformando su brazo en garra, sus ojos pasándolos a felinos y para finalizar la cola, colmillos y orejas del jaguar. Los que no la habían visto murmuran entre ellos, cuestionando la cordura del joven al traerla ante su padre, pero todos estos son callados cuando el alfa empieza a reír y junto a estos dice
– parece que mi muchacho no me ha decepcionado, sin duda alguna eres de lo más especial jovencita, dime ahora ¿Cuál es tu nombre?
Kipo responde la pregunta dando su nombre, lo que continúa el perro
– Dime ahora joven Kipo, ¿qué te trae ante mí?
Kipo continúa la conversación
– he venido para negociar una paz entre ustedes y los gatos gladiadores, sé que suena como algo imposible, pero ¿realmente es necesario que continúen con estas disputas?-
Las palabras de la joven dejan sin palabras a muchos, pero no a Adonis.
- Kipo lo que propones es una locura, estas peleas datan de hace cientos de años, transmitidas a nosotros por nuestros ancestros, no podemos parar un legado, una tarea.
Kipo no está de acuerdo y lo expresa muy claramente ante todos de la siguiente manera
– Si los gatos gladiadores decidieron dejar atrás el pasado y proseguir hacia el futuro, porque ustedes no podrían hacer lo mismo, no es más que arrogancia lo que usted me dice señor Adonis.-
Ahora si todos abuchean a Kipo, Adonis cierra su puño con fuerza y empieza a gruñir mientras se levanta lentamente del trono. Kipo ahora tiene miedo de haberse propasado, pero no se retracta de lo que había dicho. Adonis termina de ponerse de pie toma su hacha, se para frente a Kipo, alza su hacha por encima de sus hombros y se dispone a atacar a Kipo, pero ella no se va a quedar de brazos cruzados, termina de transformarse en jaguar toma el cabezal del hacha y la arroja lejos desarmando así a Adonis, pero este no se inmuta no teme a lo que estaba viendo por el contrario estaba emocionado, tanto que empieza a reír de una manera frenética, todos creen que enloqueció, pero no su hijo sabe lo que realmente siente su padre. Adonis hace una pausa, señala a Kipo con el dedo índice y proclama
– Dama y caballeros, creo que es momento de dejar estas disputas del pasado bajo la arena y hacer un cambio de página a la historia.-
Camina nuevamente hacia el trono, se da la vuelta y se mantiene de pie, esta vez lo que dirá, se lo dirá a todos los perros en la habitación
– escuchen mis queridos súbditos, esta pequeña joven ha demostrado, ante mí y ante todos ustedes, el poder de las acciones y el de las palabras, el hecho que yo Adonis haya tratado de partirla por la mitad y ella se negara enfrentándome con un coraje y valía inimaginables la convierte en digna de atención y en la de todos ustedes, sin excepción, así que Kipo, dime cuales son las ideas que propones para forjar esta alianza entre perros y gatos. -
Kipo se vuelve a su forma humana, mientras procesaba el cómo había terminado así, aunque satisfecha con el resultado, no fue como lo había planeado.
– Señores los llevare con la líder de los gatos gladiadores y en un banquete, que se realizara en el gran árbol, se pactaran las paces, donde podrán comer juntos y conversar para conocerse, pero lo más importante es que se den cuenta de que no son tan diferentes como ustedes piensan. -
Al terminar Adonis, llama a su hijo
– Kaisser hijo mío tu acompañaras a Kipo a donde viven los gatos y será tu deber preparar todo para nuestra llegada.-
Kaisser se coloca frente a su padre, se pone de rodillas y responde que sería un honor cumplir con sus órdenes, vuelve a pararse, se da la vuelta y ve a Kipo, la cual ahora tenía junta las manos y los ojos posados en él. Kaisser le pregunta
- ¿Qué te ocurre?
Y Kipo le responde
– es que tienes un nombre muy lindo, ¿puedo abrazarte solo será un momento?-
Kaisser se acerca a ella la toma por el hombro y se la lleva a rastras fuera de la pirámide, mientras le respondía con un rotundo NO. Antes de que salieran de la esfinge Kipo le grita a Adonis
– ¡Créeme no te arrepentirás de esto!-
Ahora Kaisser y Kipo están de camino a la aldea de los gatos gladiadores y como el recorrido es largo Kipo aprovecha para preguntarle por su padre, que como había llegado a ser el alfa, Kaisser prefiere no hablar con ella, pero algo le dice que de no hacerlo no parara de preguntar hasta que le conteste alguna de las preguntas, por lo que se decide por contarle una historia que respondería a varias de sus preguntas.
Adonis no nació siendo alfa, el tuvo que ganárselo y la única manera de hacerlo en los perros dorados es en combate. Cuando dijo esto Kipo lo interrumpe momentáneamente para decir
–está sin duda es algo que comparten con los gatos, todo lo resuelven en forma de duelos o peleas.-
Kaisser siente ira por dentro, al compararlos con los gatos, pero recuerda las palabras de su padre y rápidamente logra mantener la calma y continuar la historia.
- El combate se lleva a cabo entre el alfa que se encuentre al mando y el retador, si el retador vence se convierte en el nuevo alfa y sus cachorros después de él hasta que otro oponente aparezca y lo venza, así sucesivamente en un ciclo infinito de tradición y es por esto que mi padre te ha tomado la palabra, dejando atrás las rivalidades con sus enemigos, porque lo venciste Kipo, aunque a solo un perro puede ser alfa de otros perros él no lo ve así, sino que el más fuerte debe ser quien este al mando. Un líder fuerte engendra una manada fuerte y al mismo tiempo la protege. Estas siempre han de sido sus palabras, así que si Kipo para él, el alfa eres tú.-
Un silencio incomodo se crea en el ambiente, pero no dura mucho, ante la reacción de Kipo al terminar de procesar esta información
– Eso quiere decir, ¿que ahora soy el alfa?-
Kaisser le responde
– acaso no escuchaste lo que te acabo de contar. Solo eres vista así por mi padre, para el resto no eres más que una humana parte mega mut, muy peligrosa, que conviene tener de nuestra parte, momentáneamente.-
Kipo no puede negarse a preguntarle
- ¿tú también me ves como un arma la cual, solo es una amenaza potencial?-
Kaisser se demora al responder, pero su respuesta es sincera y Kipo lo sabe
– Yo no opino sobre los demás, solo los hechos definen a las personas, y tu Kipo, pudiste habernos matado a todos, cuando intentamos atacar a los gatos, pero sin embargo nos detuviste, nos acompañaste sin oponerte, sabiendo que podría haberte pasado algo malo y aun con la fuerza para liberarte no lo has hecho, también cuando estabas frente al alfa, la posibilidad de matarlo a él y a todos en el trono, te debió de resultar muy fácil, pero no lo hiciste, sino que le propusiste a mi padre, una forma de solucionar, la gran rivalidad sin sentido que han tenido los gatos y perros por cientos y cientos de años. Como si fuera poco, te enfrentaste a él sin titubear, nadie a echo eso en años ya nadie se atrevía a hacerlo, por la gran fuerza que el posee.-
Kaisser remata lo que estaba diciendo con lo siguiente
– Lo que quiero decir Kipo, es que las cosas que has hecho en tan solo una tarde hablan mucho de ti y por eso pienso que muchos podrían aprender de tus actos, esa es mi razón de obseder a mi padre con esta tarea que me ha encomendado, quiero saber, no mejor aún, deseo saber de qué más eres capaz, qué tanto más puedes demostrarle al mundo. Ante estas palabras, Kipo se larga llorar, pero tranquilos no son lágrimas de tristeza, sino de felicidad, si las acciones tomas por sus instintos, habían influenciado tanto, en alguien eso le daba esperanza, esperanza de que el mundo siempre puede cambiar para bien. Pero más importante, era el gran alivio que esto llevaba a su corazón, afligido hace mucho tiempo atrás.-
Ya estado a la altura de donde los encontraron a Kipo, Quimera, Marsha y a los soldados que los acompañaban, Kaisser los ve, pero ellos no se mueven, al estar más cerca, entiende el porqué, un mega conejo pasaba muy cerca de ellos. Kipo agotada por el calor, no ve muy bien lo que tiene en frente, pero si escucha que Kaisser le dice
–Kipo quédate aquí, yo ayudare a tus amigos. -
Kipo aún se preguntaba, el ayudarlos en qué cosa, cuando Kaisser se lanzó con su hacha a correr en dirección a ellos. Los gatos lo ven cruzando a su lado, él no se detiene a explicar nada, solo sigue corriendo, alcanza al mega, y con ayuda de su hacha realiza un salto de 20 metros de altitud, terminando en mitad de la pata del conejo, con gran agilidad trepa por su pelaje y al llegar a la cima, detrás de la nuca asesta un golpe letal, acabando así con la vida de la bestia, el cual se desploma en el suelo. Los gatos y Marsha corren donde se encontraba ahora el mega conejo desplomado y al llegar Kaisser se baja del lomo, aterrizando frente a Quimera.
Quimera alterada da un salto de varios metros hacia atrás
– Si tu estas aquí, dónde está Kipo, la tiene prisionera aun, sucios perros. -
Estas palabras provocadoras, de parte de Quimera lograron su cometido, Kaisser ahora estaba furioso, pero se logró mantenerse calmado, y en vez de agredir o responder de manera agresiva ante ella solo levanto el brazo apuntando en dirección de donde él había venido, ninguno entendía lo que quería decir con ese gesto, hasta que Marsha miro en dicha dirección y pudo notar a Kipo que venía tambaleándose de lado a lado producto de estar bajo los fuertes rayos del sol por tanto tiempo. Marsha da aviso a Quimera y ambas salen a buscar a Kipo. Cuando finalmente la alcanzan Kipo se cae sobre los esponjosos y suaves patitas de Quimera
– Lo logre, convencía a los perros de pactar la paz. -
Acto seguido se desmaya. Deciden no despertarla, se merecía ese justo descanso. Al pasar frente a Kaisser, Quimera le pide disculpas, por el insulto y juntos toman camino al poblado, pero no sin antes llevar a ese mega conejo al poblado.
Kipo despierta en una cama mullida, se pregunta cómo había terminado allí pero no duró ni 2 segundos que su duda fue despejada por el recuerdo de las suaves y esponjosas patas de Quimera, pero ¿dónde se encontraba?, por el escándalo supo que era la aldea de los gatos gladiadores, se asomó a la ventana, justo debajo Quimera, Marsha y ahora Kaisser estaba discutiendo sobre algo, ¿pero que sería? se preguntó a sí misma por lo que la curiosidad triunfó y se aventó por la venta cayendo justo enfrente de ellos.
- ¿díganme de que están hablando?-
Pregunto Kipo, los 3 guardan silencio, Marsha da un paso al frente y a su vez dijo
– Kipo en aproximadamente en 4 horas llegarán los perros y hemos estado discutiendo cómo planear la ceremonia. -
Kipo se inquieta un momento
– ¿ya está listo el banquete? - Los 3 responden a la vez NO
- ¡como que no! - Exclamo Kipo.
Quimera toma la palabra
– hemos estado discutiendo cómo tendría que ser y se nos fue el tiempo de las manos, nunca se había hecho esto en la historia. -
Ahora Kipo está alarmada y preocupada, tiene poco tiempo para idear algo que mantenga tranquila las aguas entre los perros y los gatos.
Finalmente, a Kipo se le ocurrió usar el gran salón del árbol, ya que era el más grande e elegante del poblado, colocaron mesas una al lado de la otra hasta casi tocar las paredes a lo largo, les sumaron sillas tapizadas de cuero blanco, y los utensilios de plata, el tiempo pasaba y era vital tener todo listo para la llega de sus invitados, Kipo sugirió que se cubriera el trono hecho de huesos porque podría llegar a haber un mal entendido, así que con las pieles del mega antes cazado, cubren el trono, dándole un aspecto mucho más acogedor y no intimidatorio o amenazante, para la cena se serviría carne de conejo asada, la cual estaba siendo asada desde hace horas en una enorme fogata, creada justo en frente de la puerta del gran salón.
- Esto es improvisado, pero funcionara estoy segura de eso. -
A tan solo 1 hora de la llegada de sus tan esperados invitados, Kipo y los gatos terminaron los preparativos, ya todo estaba listo y en posición para recibirlos.
Llegado el momento el vigilante da la señal de que algo se aproxima, Kipo sube de un salto a la torre y los ve, un grupo de muts aproximadamente son 30, no representan una amenaza, pero si están armados, lo cual le preocupa que pueda ocurrir lo peor, por lo que decide ir a recibirlos antes que los demás y preguntar el porqué de las armas. Baja de la torre y se encamina hacia ellos por el sendero, pero cuando los ve con claridad Adonis se encontraba con los brazos amarrados el cual le grita
– ¡Kipo, aléjate es una trampa! -
Acto seguido uno de los perros lo golpea con el mango de su espada dejándolo inconsciente, al mismo tiempo ordena a los demás que ataquen a Kipo. El vigilante lo estaba viendo todo por lo que alerta a los demás
– ¡Kipo está siendo atacada por los perros dorados! -
Quimera y Marsha corren a la entrada para poder ayudarla, pero Kaisser se queda inmóvil, no entendía porque su propio padre iría contra sus propias órdenes, él no era así no atacaría como un cobarde, la confusión y los sentimientos en el momento no le dejaron actuar hasta que Quimera voltea por un momento y le grita
– Kaisser no es momento de ponerse en duda Kipo nos necesita. -
Kaisser hace a un lado sus dudas, como si una fuerte tormenta las retirara por él, poniéndose en marcha junto a los demás.
Kipo, pasa a su forma de mega jaguar, con su garra izquierda hace un barrido enfrente suyo golpeando los primeros 10, volviendo a la vez a su forma humana ahora para solo dejar sus sentidos de jaguar activos junto a sus 2 brazos, a pesar de que no haya sanado por completo no podía darse el lujo de no usarlo, su vida dependía de eso y justo antes de que la siguiente ola llegue a ella, un escudo golpea al primero de los perros. Kipo voltea y los ve, en un solo vistazo, aunque no duró mucho los 3 representantes de las manadas, peleando juntos por algo en lo que creen, esto solo significo una cosa, su lucha había tenido éxito, pero no era momento de bajar los brazos, aún queda mucho por hacer se dijo así misma.
Kaisser pasa corriendo a su lado a gran velocidad invistiendo a uno de los perros, al tenerlo en el suelo apuntó el filo de su hacha directo a su cuello y antes de asestar el golpe Kipo lo detiene y les dice a los 3
– ¡No los maten solo sométanlos! -
Kaisser la escucha a tiempo para detener su hacha, la coloca con la cara del hacha apuntando a él rostro del derrotado y lo golpea con la fuerza suficiente como para dejarlo fuera pero no matarlo. Quimera por su parte utilizó el pomo de la espada y un escudo para golpear la cara y el estómago de los perros así dejándolos fuera, por otro lado, Marsha transforma sus brazos en mut, más lo que sabía por su entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo, pudo someterlos con mucha facilidad y casi sin esfuerzo gracias a su agilidad. Tras varios minutos peleando, y con todos sus enemigos derrotados, se aproximan a Adonis preocupados, Kipo se agacha y sosteniendo su cabeza en brazos, le pregunta ¿Qué había pasado, porque su propia manada su tribu le harían esto? Adonis le contesta
– Parece que esto era algo que tenían pensado desde hace tiempo, pero no se atrevían a hacerlo, hasta que acepte esta alianza, tuvo como efecto que los que aún no estaban de acuerdo con derrocarme lo hicieran, malditos infelices como se atreven a deshonrar así la tradición. -
Al escuchar las palabras de su padre, Kaisser enfurece, toma a uno de los soldados que se hallaba en el piso, lo hace entrar en razón de un puñetazo directo al estómago y le dice
– Ve con tus nuevos amos y diles que iré por ellos. -
Acto seguido lo libera para que se valla, mientras que el lleva a su padre al gran salón donde se haría la ceremonia, Kipo ahora está muy preocupada, cree que todo se cancelará, pero no, no lo permitiría no ella, por lo que se para frente a Kaisser y Adonis
– Miren sé que esta noche nada salió como se esperaba, pero aún hay esperanzas sé que las hay. -
Adonis se desprende de su hijo y le pregunta
- ¿Qué sugieres Kipo? -
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