Capitulo LXXVI

Minutos antes...

- Alfa, eh localizado a ambos objetivos frente a nuestra posición.

- Esperen mi señal para efectuar el disparo, voy a confirmar. - levanta los binoculares que colgaban de su cuello, siguiendo con cautela la avenida, desde abajo hacia arriba, confirma lo dicho por bravo. - Confirmado Bravo, objetivo avistado.

- Señor, hay un problema.

- Confirme Charly, cual es el problema?

- Una chica, de piel extraña se aproxima a los objetivos, ¿Cómo debemos proceder?

- Mierda, no importa, no podemos arriesgarnos a fallar. Alisten los rifles para disparar a mi señal.

Los compañeros de Bravo y Charly se encojen de hombros, pero no dicen nada, una joven, una inocente. Podría resultar herida o muerta por efectuar el disparo, eso hizo que Alfa rechinara los dientes, pero no podían arriesgarse a perder la oportunidad, y si algo salía mal, que dios lo perdone por tomar esa decisión.

- Bravo, Charly, puede disparar.

Fue solo un instante, pero el sonido de sus rifles retumbo por todo el valle. Al revisar con sus binoculares, pudo verificar que el objetivo se encontraba en el suelo, lo habían conseguido.

- Objetivo principal abatido. - dijo Alfa por el comunicador al resto del escuadrón, con una voz poco entonada, algo sin duda le molestaba.

Esto no era necesario, pero, no podía dejarlo de lado. Tomo sus binoculares para revisar una vez más la condición de aquella extraña joven, quien ahora, estaba postrada junto al cuerpo sosteniéndolo de la nuca, parecía que este le estaba hablando, cosa que no tuvo tiempo de terminar de corroborar antes de que Bravo le llamara la atención.

- Alfa, el objetivo fue abatido con éxito, debemos retirarnos como lo planeamos, antes de que alguno de los locales nos encuentre.

Alfa despabila, deja los binoculares y le da una orden a Bravo.

- Retírense al punto de extracción, yo me quedare atrás, hay algo que quiero revisar antes de partir.

- Pero ese no era el plan...

- Soldado, atienda a la orden y repliéguese ahora. No me haga volver a repetirlo.

- ¡Si señor! - asiente Bravo, ante el enfado de su capitán.

Hacía mucho tiempo que no lo escuchaba tan enojado. Una de sus cualidades era su tolerancia y el hecho de que se allá enojado solo significaba que algo no andaba bien, por lo que se pusieron en marcha inmediatamente. Alfa, vuelve a hacer uso de sus binoculares para seguir observando la situación y confirmar efectivamente la baja. La chica se acercaba al objetivo entre tropezones, parece que lo conocía pensó Alfa, mientras observaba con detenimiento el suceso.

Kipo corre hacia el cuerpo tendido en el suelo de Sunder Gar y Miller, mientras dice al acercarse.

- No, no, no, no puede ser llegamos demasiado tarde. -

La frustración, enojo y tristeza que sintió al tocar el cuerpo de su amigo fue tal, que se había transformado en jaguar para así comenzar a correr hacia donde se había visto aquel extra resplandor antes del disparo. Adán sabía que dejarla ir sería peligroso y que en su ira no daría cuartel al agresor, por lo que él también muto para poder sujetarla. No le tomo mucho tiempo reducirla, pero aun seguía embravecida, usando todo de ella con tal de librarse, pero no tuvo ningún caso, el agarre de Adán era lo suficientemente sólido como para resistir hasta que volviera a la normalidad. Por supuesto que esto no acabaría aquí, eh intento retomar su escape aun en su forma humana, a lo cual Adán le dijo.

- Kipo tienes que parar, te expones a un gran peligro. - recibe un codazo en las costillas. - eso dolió maldición.

- Déjame ir Adán, ellos mataron a nuestros amigos tenesmos que atraparlos.

- No estás pensando con claridad Kipo, si corres hacia ellos te dispararan y todo acabara, es mejor resguardarnos y pensar en un plan para atraparlos.

- ¡No! Tú no estás pensado, sino vamos ahora escaparan.

Adán determina que seguir discutiendo con alguien tan testarudo y sumida completamente en la ira era imposible, por lo que se dio a usar la fuerza para así arrastrarla dentro de una de las casas abandonadas de la avenida. En el trascurso del trayecto, Kipo no paraba de forcejear y dar golpes, con tal de conseguir una oportunidad para soltarse. Al final Adán logro meterla en la casa y arrinconarla contra una pared, para que no pudiera salir, con la esperanza de poder calmarla, en cuento escucho la voz de Benson que provenía de detrás suyo.

- ¿Adán, Kipo? ¿Qué hacen aquí? - Dijo Benson.

- Trato de evitar que Kipo cometa una locura o que la maten. ‐ contesta Adán, mientras algunas gotas de sangre brotaban de su frente, formando una gran mancha roja que iba desde su cabello hasta su ojo izquierdo.

- ¡Oh diablos! ¿Eso te lo hizo Kipo? Amiga tienes que tratar mejor a este chico. - Dijo Benson mientras dejaba caer su mochila.

- No te preocupes, ya me acostumbré, además no puedo culparla, es muy apegada a las personas que les importa. - Le contesta Adán con una sonrisa simpática.

- ¿Sucedió algo malo? - Retoma Benson, preocupado por su amiga.

- Si, el disparo de recién le dio a Sunder Gar y a Miller, me temo que ambos están muertos ¿Acaso no lo escuchaste? - Le pregunta Adán, comenzado a sospechar por la extraña pregunta.

Antes de que Benson abriera la boca para contarles algo muy importante, Davo entra a la sala por la cocina con los ojos cerrados y les dice.

- Viste eso Benson, parece que todo salió como se esperaba, los malos se tragaron el truco- Exclama engreídamente- Ahora solo queda esperar a que los demás los atrapen. - Davo al abrir los ojos ve a Adán sujetando a Kipo y a su amiga cargada de ira, que lo miraba con rabia.

- ¿Qué significa esto Davo? - Le pregunta Kipo al marcar su mano contra el concreto de la pared.

Davo traga de los nervios y procede a esconderse detrás de las piernas de Benson, a la par que le contesta a Kipo.

- Veras, mientras tu no estabas pasaron cosas y- Davo al ver la expresión en la cara de Kipo se detiene de inmediato. - Mejor cuéntales tu Benson, algo me dice que si sigo hablando ni mi inmortalidad me sacara de este problema.

- Tranquilízate Kipo, mira si esto te ayuda todo fue idea de Sunder Gar y todos estuvieron de acuerdo en participar, además déjame decirte que ninguno de los dos está muerto. Resulta que Marck, Miller y Sunder Gar estuvieron trabajando al llegar en unos chalecos que los protegen de los cortes o proyectiles. Suena loco, pero es cierto, en este momento Lobezna y los chicos están por capturar a los malos y sin que nadie resultara herido. Bueno quizás Sunder Gar que es más viejo si necesite un tiempo de reposos para reponerse, pensándolo bien.

- Espera, ¿Planearon todo esto y sin decirnos nada? ¿Tiene alguna idea de lo horrible que se siente el ver a un amigo cubierto de sangre y pensar lo peor? ¡Lo saben! - Grita Kipo al golpear con su puño de jaguar la pared y tirarla abajo.

- Calma Kipo. - Le dice Adán al tomarla por los hombros.

- ¿Que me calme? ¿Cómo are eso? Acabo de creer que dos de mis amigos habían muerto y todo por no llegar a advertirles a tiempo. - Exclama Kipo al mirar a Adán.

Benson se acerca a Kipo para tratar de ayudar.

- Si te hace sentir mejor, esto no fue idea de Lobezna o mía, solo surgió mientras no estabas, al menos la parte que nos tocó a Lobezna a los chicos y a mí, pero no estoy seguro de poder decir lo mismo de Sunder Gar y Marck. Ten en cuenta que ese hombre es un soldado, o ¿Tendría que decir que lo era? No importa, el tema es que siempre se prearan para este tipo de cosas, y quizás pensó que si te contaba te negarías a usar su idea. Aunque Sunder Gar pensara que era la mejor opción. Además, por lo que me dijo Max, antes de que le entregara los chalecos a Sunder Gar Lobezna, Blex eh Ifrith se reusaron a seguir este plan en un principio, pero luego accedieron, ya que no había tiempo y los preparativos ya se habían realizado.

- Aun así, esto fue muy peligroso eh imprudente, Sunder Gar es un hombre mayor y exponerse así, no tiene sentido, como pueden arriesgar sus vidas de esta manera.

A Adán se le escapa una sonrisa y para su pesar Kipo lo había notado.

- ¿Y tú de que te ríes? - Le pregunta Kipo con el temperamento por las nubes.

- Resulta gracioso Kipo, porque tú eres la menos indicada para hablar sobre riesgos. Literalmente te estas exponiendo a ellos desde el día en que te conocí, pero eso es parte de ti y parece que se lo estas pegando a los demás. - Le contesta Adán con un tono burlón, pero conteniéndose, para evitar enfurecerla aún más, solo lo necesario para que se diera cuenta de lo que había pasado. Adán hace una breve pausa para que Kipo de la respuesta y al brillar el silencio él contesta. - Te están imitando Kipo.

- Espera ¿Qué? ¿Imitándome?

- Si, solo míralos, exponiéndose ellos mismos al peligro para proteger a sus seres queridos y siempre actuando por su cuenta. No me vas a decir que no te recuerda a alguien ¿Verdad?

- No, espera un momento, yo no actuó por mi cuenta, siempre hago las cosas con ustedes.

- Kipo, siempre antepones la felicidad de los demás por sobre la tuya, y si hay algo que debe arriesgarse sueles tomar el papel, no me digas que eso no es cierto.

Kipo se pone a la defensiva ante las palabras afiladas como dagas de Adán.

- ¿Qué tiene de malo querer que tus amigos sean felices?

- Nada Kipo y el hecho de que hagas este tipo de cosas es lo que te marca por quien eres, y no te estoy diciendo que cambies tu forma de ser, solo digo que entiendas la de los demás. Sunder Gar actuó de esta manera porque lo inspiras y si esta es su forma de demostrarlo solo debes aceptarlo eh intentar ayudarlo, más que enojarte con todos. Aun así, no está bien que estas cosas nos las oculten y en ese punto estoy de tu parte Kipo, cuando esto acabe hablaremos con él, cara a cara.

- Si, tienes razón, pero no puedo evitar el sentirme de esta manera, creí que ellos estaban muertos Adán, muertos.

- Lo sé bien Kipo. - Adán la abrazarla pasando un brazo por su cintura y con el otro envolverla hasta sujetar con su mano la cabeza de Kipo y pegarse así a ella.

La voz de Kipo se entorpecía mientras abrazaba a Adán con fuerza.

- Tu nunca me arias algo así ¿verdad Adán? - le susurra al oído.

- Por supuesto que no Kipo, nunca lo haría.

- Gracias.

Alfa, por otro lado, seguía observándolos desde las alturas, sin encontrar signos de que esto hubiera sido una trampa, comenzó a guardar sus cosas para partir, en el momento justo antes de que se quitara los binoculares, ver como Sunder Gar se movía levemente. Él desgraciado seguía con vida, con razón le parecía que algo no andaba bien desde un principio y que había sido muy fácil completar la misión. Tenía que avisarle al resto que la misión aún seguía vigente para ser completada. Tomando su comunicador, comenzó a llamar a sus compañeros de escudaron por los nombres clave, pero para su sorpresa ninguno respondía, solo se escuchaba estática. Cuando de la nada una chica muy joven, con un frondoso cabello y una remera con una calavera grabada en ella, se abalanzo sobre él, apenas si pudo esquivar el ataque de lo rápido que fue. Sin lugar a duda no era una chica cualquiera. Cuando se reincorporo, la joven se encontraba parada a pocos centímetros de él portado consigo una especie de lazo con una punta de aguijón. Su postura era muy similar a la que usaban las fueras especiales, sin dejar apertura aparente para un ataque y a la vez lista para realizar uno. Si quería salir de esta tenía que ser cauteloso y no podía contenerse porque fuera una chica tan joven, después de todo sus compañeros habían sido capturados por esta chica.

En el momento más tenso del conflicto, una voz suena por su comunicador.

- Alfa, aquí Charly, nos capturar, repito nos capturaron, una chica joven negra y tres hombres adultos nos desarmaron y capturaron en cuestión de.

- Habla Lexus, si quieres ver a tus amiguitos con vida otra vez, te sugiero que depongas tus armas o me veré obligado a matarlos uno por uno. - Antes de soltar el comunicador Lexus realiza un disparo.

Aquel disparo resonó en el comunicador a la vez que lo hizo en toda la colina, la incertidumbre de no saber si sus hombres se encontraban bien o si ya había alguna baja, lo consumía por dentro a Alfa.

- Conque te llamas Alfa ¿verdad? - Dice Lobezna mientras sacude su lazo haciéndolo girar a gran velocidad. - Como el nombre obtiene el líder de las manadas de los lobos y adivina que, no me gustan los lobos. - al decir esa frase, la expresión de Lobezna cambio, ahora se encontraba seria con cierto aire a odio puro, el peor de todos ellos.

Alfa no tenía a donde correr y si enfrentaba a la chica corría el riesgo de que mataran a sus compañeros. No le quedaban opciones, tenía que ceder y rendirse ante ellos.

- Lexus, aquí Lobezna, Alfa se rindió, ya puedes llevar a sus compañeros a la comisaria, yo me encargare de llevarlo a él, personalmente. - le dice Lobezna a Lexus haciendo uso del comunicador de Alfa.

- De acuerdo lobita, nos vemos allí y trata de llevarlo en una pieza, o no podre romperlo personalmente para sacarle información.

- No romperás a nadie Lexus. - Le contesta Lobezna enojada-. Sabes muy bien que tenemos métodos mucho más efectivos para lograr eso.

- Sus métodos son aburridos.

- Pero efectivos, ahora lleva a los prisioneros y apresúrate, quiero llegar lo antes posible a casa.

- Claro lobita, nos vemos allí, cambio y fuera.

Terminada la charla, Lobezna y compañía se dispusieron a llevar a todos a la comisaria, donde Kipo junto a los demás los esperarían. Al recibir Max la información de que los objetivos habían sido capturados les dio aviso a Kipo y sus amigos, para que pudieran poner en juego la segunda etapa del plan.

- Sé que tiene que ir a la comisaria Kipo, pero tengo ordenes de Sunder Gar de decirte que vayas al laboratorio donde está encerrada Emilia, este grupo se convino con otro para poder cumplir con éxito dos objetivos primordiales, matar a los traidores y realizar la extracción exitosa de Emilia.

- Maldición, lo había olvidado con todo esto, pero es cierto, el otro grupo de seguro intentaran llevarse a Emilia, ven Adán tenemos que impedirlo. - Exclama Kipo, al sujetar a Adán del brazo y llevárselo arrastras a fuera, donde mutaron en megas y se fueron al ex laboratorio de Las Vistas.

La decisión de Kipo de convertirse en mega dentro la ciudad, demostraba realmente el problema en el que se encontraban y la urgencia de llegar a tiempo. La pregunta que resonaba en su mente era si llegarían a tiempo para poder evitar que se llevaran a esa loca mujer, con todo el tiempo que ya se había perdido. Eso visto desde fuera quizás sea algo imposible de lograr, pero, aun así, con todo encontrar Kipo no se daría por vencida, menos aun si la vida de todos aquellos a quienes conoces corría peligro.

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