Capitulo LXV "Familia"
El momento finalmente había llegado. Regresaría a casa y ella podría volver a ver a sus padres. Kipo aún no tenía idea de cómo seguirían las cosas. Por eso, estaba pensando en darse un tiempo en su hogar para poder pensarlo. También podría estar con su novio sin que pasara nada extraño. Pero antes de partir, Adán le recuerda su promesa con Marsha.
– Kipo, recuerdas lo que le prometiste a esa chica.
– Si, lo recuerdo. - Contesto retirándose el casco para que este no le molestara al hablar.
– Amelia, ¿sabes dónde está Marsha? - Le pregunta Kipo
– Si, ¿que necesitas de ella?
– Le prometí que al regresar la vería.
– Si es eso, entonces me temo que no podrá ser.
– ¿Qué? ¿Porque? ¿Le paso algo malo?
– No, nada de eso, la enviamos fuera de la ciudad, porque teníamos reportes de algunas perturbaciones. Nada fuera de la rutina, pero eso sí, tardara un día en regresar. Si quieres puedo dejarle tu mensaje.
– Oh! - Exclamó Kipo- Entonces, dile cuando regresé que yo estuve aquí. Que yo estoy bien. Pero, por favor, no te olvides de decirle que ella es la guardiana de Las Vegas.
– Okey, no hay problema. Cuando regrese se lo diré. ¿algo más?
– No, eso sería todo, gracias Amelia.
– No hay problema, que tengan un agradable regreso.
– Gracias. - Responde Kipo entusiasta por continuar su pequeño retorno, colocándose nuevamente el casco y encendiendo la motocicleta.
Ella es la líder del grupo, así que se mantiene adelante, pero manteniendo una velocidad normal. Todos se encontraron en la ruta. Kipo aceleró y espero que todos hicieran lo mismo para llegar más rápido. Los kilómetros por recorrer, desde Las Vegas a Las Vistas, eran de 400 kilómetros. 4 horas de viaje con una velocidad crucero de 100 kilómetros por hora.
Estos últimos kilómetros fueron los más tranquilos que han recorrido en todo este tiempo. Y con la mente en calma. Aunque no estaban librados de su obligación actual, ellos tenían que admitir que recorrer la ruta a una velocidad normal y sin preocupaciones, era una sensación maravillosa. Esta experiencia era lo que ella necesitaba. Conducir libremente, sin ataduras y cambiar ese detestable clima.
El tiempo cuando uno disfruta de un viaje se acorta enormemente y aún más si es un retorno. Una verdadera lástima pensaba Kipo. Pero, por otro lado, al estar atravesando la colina que demarcaba el territorio de su hogar, ella respiro hondo, sintiendo por sus pulmones un aire nostálgico, sabiendo en ese entonces que estaba en casa.
Kipo estaba entusiasmada por darle la noticia a su novio. Entonces reduce la velocidad para ver a Adán. Kipo sube el visor, para poder hablarle.
– ¡Llegamos Adán! ¡Finalmente estamos en casa! - dijo Kipo, mientras le señalaba el horizonte.
Adán al mirar hacia lo que Kipo le señalaba tan enérgicamente, siendo cegado por los rayos del sol que traspasaban el visor del casco. Entrecerrando los ojos y haciendo sombra con su mano izquierda para no retirar su mano derecha del acelerador, puede verlo a la distancia. La ciudad que Kipo le había descripto hace mucho tiempo. Era tal cual lo había hecho. Los mega conejos paseando por la ciudad, siendo usados de transporte. La mayoría de los edificios fueron restaurados, entre otras cosas.
Al llegar a las puertas de la ciudad, Kipo se detiene y baja de su motocicleta. Empieza a caminar hacía el auto de Lexus, le golpea la ventanilla para que la bajara.
– Lexus, ya hemos llegado.
– Si puedo notarlo. - Le contesta mientras señala a un lado de la carretera.
Kipo al voltear ve que había un cartel oxidado que decía Bienvenido a Las Vistas Golpeándose de la vergüenza prosigue.
– Okey! ¡Qué tonta soy! Quería decirles que son libres de hacer lo que quieran. Siempre teniendo en cuenta las reglas. Con relación a donde vivirán, vayan al observatorio que está arriba de la colina al caer la noche. Los lobos Newton los guiarán a sus nuevas casas.
Lexus comienza a reír al igual que Pic, al parecer la computadora ya empezaba a comportarse como aquel que consideraba su padre. Kipo le pregunta inquieta.
– ¿Qué les pareció tan gracioso?
– ¡Oh Dios! ¡Los lobos Newton! Tienes que estar bromeando.
Kipo aparta la mirada enfadada.
– Así es como se hacen llamar, no los molestes con eso porque son muy temperamentales.
– Si, si, está bien, Pic, pon eso que le gusta a papa.
El auto enciende el estéreo poniendo a reproducir el tema de Metallica Enter Sandman a todo volumen. Mientras el tema iniciaba, Lexus presiona el acelerador a toda su capacidad provocando que los neumáticos se quemaran. La cola del auto se movía a los lados, dando una rápida y llamativa salida. Luego de que el humo de los neumáticos se fue, Marck se acerca con Cápsula a la poción en la que antes estaba Lexus.
– ¿Que le dijiste a Lexus? – Le pregunta Marck.
Kipo tosiendo por el humo, sacudió la mano cerca de su cara para terminar de disipar el olor a neumático quemado de su nariz. Para así responderle.
– Ya llegamos a Las Vistas. Ahora pueden hacer lo que quieran, siempre que respeten las reg.
Antes de que pudiera terminar la palabra, Marck ya se había puesto en marcha hacía el laboratorio que Kipo le había mencionado antes. Y se llevó a Ifrith con él, y Lexus a Blex.
Kipo ante la conducta de estos dos, intenta pensar positivo.
– Bien, es hora de ir a ver a papá y mamá, de seguro estarán emocionados de saber que regrese.
Ahora quedan solamente ellos dos, sin que nadie los molestara. Kipo se acerca a Adán para decirle lo que harían, cuando de pronto el suelo comenzó a temblar. En una acción por instinto, Adán muto su nariz para identificar lo que provocaba los temblores. Al hacerlo, se sorprende diciéndolo a Kipo.
– ¡Kipo! Es un perro.
– Eso quiere decir ¡Wolf! (Lobezna)
– ¿Qué? ¿Wolf está montando un mega?
– Oh si, luego te cuento sobre eso, es una larga historia.
Antes de que pudieran seguir hablando, los temblores se intensifican y el mega Corgi de Wolf apareció entre saltos. Con la legua hacia afuera chorreando grandes cantidades de saliva. Acercándose a gran velocidad, para detenerse al final justo encima de ellos cubriéndolos con saliva.
– ¡Qué asco! - Exclamo Kipo al estar cubierta por la saliva.
Luego Mandu arrolla a Kipo y la tira al suelo, lamiéndola de la emoción, su amiga había regresado. A esta escena se sumaron sus amigos, dejando a Adán en shock. Pero cuando dio un paso para acercarse a Kipo, cerró los ojos por la expresión de incomodidad y asco que le generó el sentir que algo viscoso se encontraba dentro de sus botas. Al parecer la saliva se había introducido por los lados.
Kipo tumbada en el suelo cubierta por el abrazo de sus amigos, con una tonalidad alegre les dice.
– ¡Amigos! Yo también los extrañaba. Pero me están asfixiando.
Wolf y Benson, se levantan dándole espacio para que pudiera reincorporarse, a la vez que le responde.
– Perdona Kipo, te extrañamos mucho, no es lo mismo sin ti.
– Si Wolf tiene razón, nos hacías falta.
– ¡Oh, amigos! - Exclama Kipo antes de darles un fuerte abrazo a ambos.
Al principio fue agradable, pero luego quien los asfixiaba era ella, por lo que Wolf le dio unas palmaditas en el brazo para que los soltara.
– Kipo. - Dijo Wolf
– Ay, perdón. - le contesta Kipo riendo, liberándolos de su fuerte y amoroso abrazo.
Separándose un poco, Adán se suma al grupo una vez que saco toda esa viscosidad de sus botas.
– Amigos ¿cómo han estado? - Les pregunta a Wolf y Benson.
A lo que Benson responde.
– La verdad muy bien, los refugiados llegaron a salvo, y ya se establecieron. Ahora cada familia tiene su propia casa. También habilitamos entre todos, un viejo depósito para usarlo de barracas para los soldados. y unos cuantos almacenes no muy lejos de esta donde podrán guardar sus cosas.
– Han estado realmente ocupados. Sunder Gar y Miller, ¿cómo reaccionaron a su nueva vida?
– Realmente se sorprendieron al llegar. Sunder Gar fue el que me sorprendió más. Él pudo confirmar con sus propios ojos lo que le habría dicho Kipo, incluso lloró un poco por la felicidad. Pero no quiso admitirlo. ¡Ah, ese viejo!
– Pero en fin y ¿Ustedes? ¿Cómo les fue encontrado ayuda?
– Con relación a eso, como se planeó, encontramos a un par de cazadores. Ellos nos proporcionaran transporte aéreo, pero tuvimos un inconveniente en el trayecto viéndonos obligados a parar en Las Vegas por reparación. Lamentablemente decidieron quedarse para supervisarlas. Además de enseñarle a sus soldados el cómo pilotearlos para que pudieran fabricar más.
Benson le hace una pausa a Adán, y le pregunta.
– Espera, espera, en que viajaron ¿Qué inconveniente? ¿Crear más? ¿Yo creo que omitiste algunas cosas? - dice riendo Benson
– Si lo sé, tendrás que disculparme. Estoy agotado por el viaje. Lo del inconveniente te lo contare luego, ya que no es lo importante. Sino en lo que viajamos. Los cazadores tienen un V-22 Osprey modificado, lo cual es increíble.
– ¿Y eso sería?
Kipo explota de la emoción por la pregunta de Benson. Pues estaba esperando que lo hiciera, contestando ella por Adán.
– ¡Es un avión enorme que combina el funcionamiento de un helicóptero con el de un avión!! ¡Es increíble! ¡Chicos tienen que verlo! - dijo Kipo, emocionada
Benson y Wolf se ríen por como Kipo había reaccionado a la pregunta. Parecía una niña pequeña, realmente les hacía falta que volviera.
Luego de que pararon de reírse, Kipo les pregunta.
– ¿Chicos saben dónde están mis padres?
– Ellos están en casa, te están esperando Kipo. - Le responde Wolf
– No están preocupados ¿o sí? - le pregunta Kipo por lo bajo, sujetándose el brazo, como si hubiera hecho algo malo.
Wolf la mira a los ojos y le responde.
– No están enfados Kipo. Pero si quieren hablar contigo sobre lo que hiciste. También tienen algo que contarte.
– Algo que contarme dijo Kipo mientras bajaba levemente la mirada.
– Espera, creo que lo estas malinterpretando. No te regañaran. Es una sorpresa, la cual tengo prohibido revelar, prefieren darte la noticia ellos mismos.
– ¡Uff! conque era eso, no me asustes así.
– Oye Kipo, en unas horas oscurecerá. Creo que sería mejor ir yendo antes de que oscurezca. - Le dice Adán preocupado.
– Si tienes razón, será mejor que nos vallamos. Wolf, ¿vienes? – Pregunta Kipo mientras volvía a subirse a su motocicleta.
– Los alcanzaré luego Kipo. Tengo que llevar a la Corgi con sus cachorros. Estaré en casa antes de que sea de noche. No te preocupes.
– Oh! ¡Okey! Entonces vámonos Adán, ya quiero presentarte a mis padres. Vas a amarlos. Pero antes de que me olvide, lleven a Mandu con ustedes Wolf.
– Claro no hay problema. Vayan tranquillos.
– Perfecto.
Y así Wolf, Benson y Mandu, se fueron con el Corgi. Mientras Kipo y Adán se ponían de en marcha a ver a los padres de Kipo. Quienes tendrían una gran e importante noticia para ella esperándola.
Terminado de recorrer el camino por las agradables calles de Las Vistas, Kipo se topó con varios de sus amigos muts y humanos a los cuales no dudo en saludar. Algo que ciertamente era satisfactorio de ver, pues le recordaba a Adán lo buena que era. Estas paradas si bien demoraron un poco más su regrese, fueron necesarias para ella. Era más importante para él que Kipo pudiera tomarse su tiempo para relajarse y estar rodeada de personas o muts que la quisieran a que el pequeño retorno terminara.
Finalmente, luego de muchas paradas, se encontraron frente a una linda casa. Tenía paredes pintadas de un color púrpura, con los remarco de la puerta de una tonalidad del mismo color, pero más claras. Las ventanas de color marrón oscuro. Una linda morada sin dudas.
Al detenerse allí, Kipo desmota de su motocicleta apagándola. Se retira el casco sujetándolo por debajo de su brazo, mientras buscaba sus llaves dentro de los bolsillos del pantalón, demorándose un poco más de lo esperado. En cuanto comienza a escuchar que detrás de la puerta alguien se aproxima a ella, y de un momento a otro. La puerta, se abre, escuchando una voz agradable y una figura paternal de un hombre alto y negro que se para frente a la puerta.
– ¿Kipo, eres tú? - Pregunta el agradable señor.
En ese preciso momento, cuando aquel hombre se para frente a la puerta e hizo esa pregunta, Adán noto que Kipo estaba paralizada. Las lágrimas empezaban a brotar de los ojos de Kipo, sin intenciones de detenerse, para un momento después abrazarlo con todas sus fuerzas a aquel hombre. En el momento que lo hizo, el sujeto correspondió el abrazo y también comenzó a llorar, mientras repetidamente llamaba a una mujer.
– Song, ven rápido, nuestra hija regresó ¡Nuestra querida Kipo regresó!
Kipo refregando su mejilla por el hombro de su padre le dice.
– Finalmente estoy en casa papá.
Momentos después de que Lio llamara a Song, aparece por detrás de él y parándose a un lado de Kipo la abrasa, sumándose al abrazo y al igual que su marido y su hija comienza a llorar de la felicidad.
– Hija, no puedo creerlo, finalmente estas en casa de nuevo. Estábamos muy preocupados. Un señor de aspecto extraño nos contó lo que paso.
Kipo se separa un poco de sus padres estirando sus brazos y les menciona a ambos.
– Papá, mamá, puedo explicarles todo luego. Lo prometo. Pero antes - Kipo hace una pequeña pausa para secarse las lágrimas. – Déjenme presentarles a alguien. Él es Adán, mi novio. - les dice sonrojada mientras se separa a un lado, manteniendo una mano sobre el hombro de Lio y la otra la usa para señalar a Adán.
– ¿Ese chico es que cosa? - Contesta Lio sorprendido y confundido por la noticia.
– ¡Oh por Dios! Nuestra pequeña hija tiene novio. - exclama Song emocionada por la noticia. – Tienes que contárnoslo todo con relación a eso. Pero luego, primero pasen. Voy a preparar chocolatada caliente.
La pequeña noticia que Kipo tenía para sus padres los había sorprendido en verdad. Ellos no esperaban que regresara con pareja. Lio seguía sin terminar de entender la noticia. Pero él invita a Adán a pasar a la sala, mientras Kipo se retiraba junto a su madre para poder seguir hablando. Quedando solamente los dos sentados en los sillones de la sala, junto a la chimenea.
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