Capitulo LXI "Compañeros de lo más extraño"

Los grupos divididos con una tarea que cumplir partieron de las Vegas, dejando a tras a su amigo Ifrith quien había sido encargado al cuidado de los médicos del lugar. Lobezna encaminaba la diligencia de la caravana, mientras que el grupo de Kipo era guiado por Blex hacia el refugio de los cazadores, donde según las palabras de Blex, se toparían con otros grupos que podrían ayudarlos en su hazaña de detener al tirano de Jaxon y a sus soldados híbridos.

El camino por Nevada era realmente difícil, más si no tenías un techo que te protegiera. Los rayos del sol eran increíblemente potentes en el desierto, traspasaba la ropa y quemaba el cuerpo o al menos así lo sentían, pero el calor no lo peor, a esto se le sumaba la carretera cubierta por arena, si es que la había. En caso contrario tenían que surcar enormes médanos rodeados de cactus con espinas puntiagudas que amenazaban la vitalidad de los neumáticos, por si eso no era suficiente como para volver el viaje insoportable los vientos secos y áridos que casi no te dejaban respirar lo eran, pero todo tenía una solución. Lexus, Blex y Marck no tenían problema al estar en vehículos cerrados, pero como un viaje así necesitaba ciertos preparativos Marck antes de salir pensó en modificar los cascos de Kipo y Adán, colocándoles capas térmicas que reflejaban el calor y un sistema interno que trasformaba el aire del exterior en aire fresco, lo que realmente se agradeció al momento del viaje.

Estado cerca de su desino el sonido de un motor llamo su atención, por sobre todo porque no veían nada a sus alrededores. Cuando que levantaron la mirada y vieron en el cielo volando como un pájaro, pero rápido como el rayo, un avión o mejor dicho un F-22 Raptor de color negro con dos calaveras dibujadas en cada ala. El avión perseguía con ferocidad y destreza un mega halcón mientras este realizaba maniobras para tratar de atraparlo y así por devorarlo, pero el piloto era ágil y perspicaz, no se dejaba atrapar por más que complicado que se lo pudiera el halcón.

En un momento logro colocarse en su espalda tomando esta oportunidad como la única apretó el gatillo disparando varias rondas seguidas a la inmensa ave, pero eso fue una trampa, cuando disparo sus armas el pájaro se puso de lado y alzo sus alas frenando el viento tratando de que el avión se estrellara contra ella, pero antes de que eso pasara antes tales circunstancias el piloto viendo que no podría zafar del coche se eyecto del mismo, cayendo en picada al suelo, mientras el avión se hacía pedazos contra la espalda del pájaro en una enorme explosión que se los llevo a ambos directo al averno.

Kipo y Adán contemplando este acontecimiento comenzaron a mutar, pero antes de que pudieran hacerlo Blex salió de Capsula y los detuvo.

– Esperen. ¿Recuerdan al dúo que vinimos a buscar?

– Si. - Contestaron ambos a la vez.

– El que viene cayendo es uno de ellos.

– Entonces porque nos detienes.

– Porque no es necesario. Si los ven en su forma mega trataran de cazarlos, mejor que sea en su forma humana, para dar una mejor impresión.

– No habrá nada que ver si se mata.

– Oh, pero no morirá, solo esperen y verán.

Kipo haciendo caso a la seguridad que tenía Blex opto por esperar a ver lo que ocurría al igual que Adán, dicho y hecho, cuando levantaron la mirada el sujeto se encontraba cayendo a salvo en un paracaídas no muy lejos de su ubicación, por lo que sin perder tiempo, el grupo se puso en marcha para encontrarse con él.

Recorrieron seiscientos metros antes de poder distinguir una estructura en ruinas a un lado de lo que parecía ser un hangar y frente a esto una pista increíblemente extensa, pero lo que buscaban en el desierto estaba del lado contrario, dos personas un mut zorro y el piloto estaban parados enfrentados por lo que parecían estar discutiendo, o eso era lo que podían distinguir desde tan lejos con la ayuda de los ojos de jaguar.

Al acercarse lo suficiente los dos individuos los escucharon acercarse cesando la discusión y desenfundo sus armas, pero reservándose el derecho de la duda, tampoco le dispararían a quienes no buscaban hacerles daño. Kipo y Adán viendo la reacción que provocaron detuvieron el andar avisándoles a los demás lo sucedido, entonces se quitaron los cascos revelando su identidad para que supieran que no tenían nada que ocular, mientras Blex salía de Capsula y levantaba su brazo para saludarlos.

El piloto y el zorro se miraron, solo para comenzar a reír al guardar sus armas y acercarse a nuestros amigos. Estando parados frente a ellos el piloto quien no se había quitado el casco comenzó a hablarles, pero gracias al casco apenas podían escucharlo, el zorro quien se dio cuenta pues él tampoco lo escuchaba con claridad a menos que gritara, le dijo mientras lo golpeaba con el codo en el pecho.

– ¡Quítate el casco idiota, no te das cuenta que no escuchan ni una sola palabra de lo que dices!

El piloto reclinado mientras se sujetaba el pecho por el dolor del golpe se quita el casco dejando ver su rostro, al estar completamente tapado por el traje solo pudieron verlo en ese momento, su piel era de una tonalidad marrón, sus ojos verdes, su pelo negro con mechones ligeramente más claros, y el tatuaje de una espada con un escudo adornaban su mejilla derecha. Al reincorporarse, enojado le grito al zorro.

– Porque hiciste eso, zorro rabioso.

– Como me llamaste ingrato.

– ¿Ingrato, yo? por qué?

– Y te atreves a preguntar el por qué, maldito hijo de perra. Destrozaste el avión, ¿sabes todo el tiempo que estuve reparándolo para que volara?

– Oh genial, aquí vamos otra vez.

– ¡Eres un desgraciado!, ¡ya es el segundo que destruyes este mes!

– Viejo, tienes otros diez aviones en el hangar y conseguiré más, no sé porque te alteras tanto. Además, es por tu culpa que los destruya.

– ¡¿Cómo demonios eso termina siendo mi culpa?! ni siquiera estoy contigo en el aire.

– No, pero los controles son lentos y tú los dejas en condicionas, supuestamente tendrían que ser perfectos.

– ¡Que! No puedes echarle la culpa a los aviones que seas un pendejo para pilotear.

– Discúlpame viejo, soy el mejor piloto que podrías encontrar.

– No lo demuestras al estrellarte.

– Me tienes arto.

Blex saliendo de Capsula pasa por al lado de Kipo e intenta de detener la absurda discusión de estos dos, al sujetarlos de las nucas y estrellando sus cabezas cayendo al suelo sujetándose las frentes adoloridas, a la vez que trata de presentarlos.

– Y tú que mierda haces aquí Blex?

– Cierren la boca los dos, tienen visitas.

Kipo no esperando esto por parte de Blex, quien actuaba de forma seria o mejor dicho madura por primera vez, provocó una carcajada que intento disimular al taparse la boca con la mano, Adán al escucharla le pregunta.

– ¿Que te hizo tanta gracia?

A lo que ella respondió con un gran esfuerzo por no reírse a carcajadas.

– Oh vamos, no pude evitarlo, fue muy repentino, ¿Blex con mano dura?, nunca podría imaginarlo, ja, ja, ja.

El hecho de que eso estuviera pasando y que no lo podía creer, la hizo ceder finalmente.

El piloto se pone de pie y responde ante la risa de Kipo.

– Chica, no sé quién eres, pero no creo que reírse de otra persona de esa manera sea de buena educación, pero tienes razón este tipo nunca se comporta de esta manera, déjame presentarme. Mi nombre es James, James White a sus servicios, piloto y cazador de megas.

Durante su presentación al mencionar la parte de piloto el viejo zorro le grita.

– No por mucho, como sigas destruyendo mis aviones.

Claro el comentario provocativo lo hizo enojar llevándolo a responderle.

– Cállate viejo, sin piloto esos aviones a los que tanto aprecio le tienes no son más que enormes montones de chatarra, esperando a morir por el óxido.

El zorro empezó a caminar hacia él enojado mientras se arremangaba el uniforme de mecánico.

– Ahora veras muchacho quien no sirve para nada.

Pero al pasar por al lado de Blex este lo detuvo sosteniéndolo del cuello del traje, dejándolo estable en el lugar, para luego decirles.

– Sera mejor que ambos dejen esto o tendré que obligarlos, y no quieren eso ¿Verdad? - Termino de decirles mientras los miraba fijamente con una mirada sombría y amenazadora lo que sin duda afirmaba que lo que les decía iba enserio.

Al verlo así los dos se calmaron técnicamente al ínstate en que lo vieron a los ojos, comenzado a sudar por la presión y los nervios que este les causaba con la mirada. A la vez los lleva a verlo más de cerca y detenidamente, notando que le faltaba su enorme espada, le preguntaron.

– Blex, ¿Dónde está tu espada? No se suponía que no viajabas a ninguna parte sin ella.

Blex recordó con esas palabras, que su espada sigue en la camioneta de Lobezna y ella ahora en dirección a las Vistas, por lo que no la volvería a ver en mucho tiempo, su reacción al darse cuenta de este detalle fue llevarse las manos a la nuca, mientras se ponía de cuclillas y se le escapan unas pequeñas lagrimas diciéndose a sí mismo por lo bajo.

– Mi espada, mi preciosa espada.

Kipo al ver que Blex no les respondería, decide hacerlo ella, para no dejar con la duda a quien podrían ser sus nuevos compañeros y quien sabe, quizás amigos, en un futuro.

– Si no les molesta les contare lo que ocurrió.

Dando inicio a una larga charla Kipo les conto todo lo ocurrido con Blex y su espada, cuando termino los dos no paraban de reír a carcajadas.

– Enserio? ¿esta niña te quito tu espada Blex? ja, ja, ja, que desgraciado.

Entre risas y burlas, Adán da un paso al frente para defenderlo, al fin y al cabo, era su amigo y compañero.

– Oigan ya es suficiente, ustedes no la conocen, pero si lo hicieran, créanme también hubieran cedido.

Pero este comentario solo los prolongo las risas aún más.

– Ja, ja, ja me estás diciendo que si la conociera haría lo mismo, no me hagas reír, si es una adolecente sin músculos, aunque si debo admitir que es alta, pero nada intimidante, más bien yo diría que es muy bella, pero intimidante ja, ja, ja, vamos muchacho.

Ahora también se reían de Adán cosa que Kipo no tolero, refutando las palabras de Adán, muto sus manos para adquirir las afiladas garras revelándoles que no era un humano común y corriente y lucir amenazadora. Al hacerlo tanto el zorro como James se asustaron, no esperaban que la joven quien parecía tan indefensa fuera a ser un monstruo, pues estos no conocían de la existencia de los híbridos.

Eso no fue todo a Kipo se le sumo Adán haciendo exactamente lo mismo, conduje dolos a que sacaran sus armas, las cuales fueron destrozadas en el instante en que lo hicieron por la gran velocidad y fuerza de la pareja, haciendo que cayeran al suelo de espaldas con los ojos bien cerrados pensado que les había llegado su fin.

Al reabrirlos, sorpresa seguían con vida y viéndolos parados frente a ellos extendiéndoles la mano, les demostraron que no querían hacerles daño, contrario a sus acciones previas, dejándolos confundidos, James les pregunta.

– ¿Para qué diablos rompieron mi arma si me extenderían la mano luego? Pinches pendejos.

– Fue el momento, lo siento, pero no pueden culparnos ustedes sacaron sus armas primero. - le responde Kipo.

– Como crees, ponte en nuestro lugar por amor a dios, si alguien de repente saca garras de la nada como crees que reaccionaria el resto ¿Eh?

Marck aprovecha el momento para meterse en la disputa.

– Hola, mi nombre es Marck y ellos son Kipo y Adán como puedes notar son parte hibrido, pero no les harán daño, es más vinimos hasta aquí desde las Vegas para hablar con ustedes dos.

Un poco confundidos pero intrigados toman las manos que les habían extendido ayudándose a levantarse, y así le preguntan a Kipo ignorando un poco a Marck.

– Con que, vienen desde tan lejos solo para hablar con nosotros eh, mmm, y que pueden necesitar dos híbridos de su servidor, pero eso si nada de lo que hacemos es gratis, y ya nos deben a ambos un par de armas nuevas en compensación por las que rompieron, sabiendo esto, ¿Qué es lo que necesitan?

James no era tonto y había dejado sus intenciones muy claras, ellos trabajaban por dinero.

Sin perder más tiempo Kipo le cuenta la situación de lo que había pasado en su viaje y en el problema que están todos metidos a causa de Jaxon, la guerra inminente, y el ejército de híbridos que amenaza toda la vida sobre estados unidos y probablemente el mundo entero.

– ¡Wow! Kipo, diablos, están hasta el cuello con esto ¿verdad? Ahora que sabemos toda la historia, dinos para que nos necesitan, solo somos cazadores, no soldados.

– Si les soy sincera, esperaba que nos ayudaran con esto, tienen aviones pueden ayudarnos a buscar a los soldados de Jaxon antes de que lleguen a nuestras puertas, anticipándonos de ellos, o también de transporte. Hay muchas cosas que pueden hacer, incluso enseñarles a los científicos y mecánicos de las Vistas y las Vegas como restaurar a la perfección los aviones, supongo que saben mucho sobre el tema.

– Mmmh, no lo sé. ¿Tú que dices viejo? - Le pregunta al zorro mientras lo miraba.

– Primero ya es suficiente con lo de viejo, llámame por mi maldito nombre.

– Ya no te enojes John.

– Así está mucho mejor, pero tienes razón, no estoy seguro, por un lado, este conflicto tarde o temprano nos alcanzara si ellos fracasan, pero si nos metemos podemos morir mañana, aunque nos podemos llevar una buena recompensa si participamos.

– ¿Cómo lo sabes? Aun no dieron su oferta para el trabajo.

– Piensa idiota, o acaso no escuchaste su historia, Denver, Las Vegas y las Vistas estarán en deuda con nosotros, lo que equivale a una recompensa como nunca antes hemos visto, sería muy tonto el no aceptarla, pero está el riesgo de muerte inminente de hacerlo.

Luego de pensarlo por unos momentos James se cansa y contesta.

– Tenemos que aceptar John, será arriesgado pero la recompensa lo valdrá, aparte nos ponemos siempre en la situación de vida o muerte al cazar megas, ¿que sería distinto ahora?

– De acuerdo aceptamos.

Esta charla la habían tenido frente a todos, no se habían guardado nada, lo que dejo confundida a Kipo, tratando de averiguar si eran muy confiados o simplemente muy tontos como para no darse cuenta de lo que estaban haciendo. Pero eso poco paso a importarle en el momento que escucho que aceptaban unirse a ellos en su lucha contra las tropas de Jaxon. Kipo extendiendo su mano quedándose plantada pues se había apresurado, aun no discutieron la recompensa, que era la parte del trabajo en la que estaban interesados.

– A dónde vas tan rápido muchacha, no hemos decidido la recompensa como para que nos demos un apretón de manos.

– Pero, es que, él dijo que.

– Si dijo que aceptaríamos, pero no sin antes saber lo que nos darán, así que dinos, que están dispuestos a darnos.

Kipo lo pensó unos segundos, pero realmente tenía algo en mente, así que simplemente lo dejo salir.

– Un favor, eso les daremos.

– ¿Y eso de que me sirve? - Dijo John.

A lo que astutamente le responde.

– ¿Tu mismo lo dijiste no es cierto? Esto lo harán por tres ciudades, ¿no crees que tener un favor en el cual puedes pedir cualquier cosa que les interese, es la recompensa más grande de todas?

– Mmh, niña, juegas con mi interés, me agradas. De acuerdo, el favor será, James dale la mano a la joven y vamos al hangar hay cosas que tenemos que empacar si queremos hacer esto.

John comenzó a caminar, mientras James lo seguía, pero el resto se quedaron parados en el sitio y al notar esto volteo su cabeza para llamarlos.

– ¡Oigan! vengan ustedes también y traigan con ustedes sus vehículos los necesitaran, a menos que quieran dejarlos aquí tirados, entonces ese ya no será mi problema.

Con el trato cerrado ganando dos poderosos aliados, Kipo, Adán, Lexus, Blex y Marck retomaron a sus vehículos para ir a las puertas del hangar y esperarlos allí a que llegaran John y James.

Nuevamente reunidos con nuestro grupo de amigos, James se acercó a uno de los lados del hangar oxidado y cubierto de arena con el numero 54 blanco todo borroneado grabado en las puertas, bajando una palanca a la altura de sus hombros mientras les decía con orgullo.

– ¡Contemplen!, al pájaro negro.

Las grandes puertas del hangar se abrían lentamente gracias a sus carrieles de acero y la ayuda de un potente motor permitiendo su movimiento, a la vez que rechinaban por la falta de aceite y mantenimiento, pero eso no opacaba lo que sus ojos sorprendidos observaban. Una enorme aeronave color negra relucía su brillo, en ese punto, al ver sus expresiones de asombro John se adelanta a James diciendo.

– Esta sin duda fue una maravilla de la ingeniería aeronáutica del viejo mundo.

Kipo entusiasmada no se aguanta y le pregunta interrumpiéndolo.

– Es increíble, pero ¿qué es exactamente?

John educadamente y evitando decir una grasería retoma.

– A eso iba muñeca, bien esto es bueno era un V-22 Osprey.

– Pero ¿porque era? Si esta frente nuestro.

– Les contare y de paso se las mostrare, vengan síganme.

Indicándoles con la mano para que lo siguieran John les dio un pequeño recorrido alrededor del V-22 Osprey, aprovechando para terminar de contarles al respecto de su creación.

– Lo primero que vieron fue su tamaño y esa es la principal razón, de la porque era un V-22 Osprey, originalmente es tres veces más pequeño, esta versión creada por su servidor es mucho más grande y permite el trasporte de cargas pesadas como vehículos terrestres o un avión de menor tamaño, aun así, mantuve su esencia al crearlo, lo único si, tuve que agregar una línea secundaria de motores justo detrás del ala principal, pero funciona a la perfección. – Señalaba con su dedo índice el ala secundaria con los dos motores antes mencionados.

En su voz se notaba cierto aire de orgullo, parece que el haber creado esta criatura metálica realmente le enorgullecía como mecánico, y mostrar su logro a los demás le traía felicidad.

Caminando por el lateral del V-22 terminando en su cola, John los detuvo y les dijo a todos que esperaran un momento allí, pero que por ningún motivo se pararán detrás del V-22, tenía algo más que mostrarles. Dicho esto, dio un trote rodeando la aeronave desapareciendo de la vista de todos dejándolos solos, esta soledad al final no les duro demasiado, pues la panza de la bestia se comenzaba a abrir lentamente, dejando ver a John y James parados juntos dentro en uno de los lados.

– Damas y caballeros enciendan sus motores, es hora de que partamos ¿no les parece? - Les dijo James enérgico, esta sería la primera vez que sacaría a pasear al V-22.

Sin demora Kipo y compañía fueron a buscar sus respectivos vehículos a la entrada, en la vuelta Adán noto algo que no había visto anteriormente, cerca de la cabina, justo debajo de los cristales tenia escrito con grafiti blanco El Albatros esto llamo su curiosidad, por lo al entrar los vehículos en el V-22 junto a los demás le pregunto a John sobre el grafiti, a lo que este le responde.

– Oh, eso muchacho es el nombre que le dimos en su bautismo.

– Espera, pero el apodo de esto es Osprey.

– Si eso es verdad, pero este es su bautismo y su nombre, en caso de tener más como este en un futuro, gracias al nombre podremos identificarlos.

– ¿Acaso planeas armar otro? - pregunto Adán curioso.

– Solo, sería imposible, pero quien sabe, si la muchacha tiene razón y todo sale bien puede que logre crear un aeropuerto en condiciones, con personal y clientes que utilicen mis aviones para poder ir a distintos puntos del país, ese en mi sueño, el cual para ser franco entre nosotros dos, es solo eso, un sueño.

Adán le da una palmada en el hombro y le responde.

– Es un gran sueño compañero, no puedo prometerte que se cumpla, pero sí puedo decirte que cuando esto termine te ayudaremos a cumplirlo, es más una promesa que un decir.

– Gracias muchacho. Pero nunca hagas una promesa que no podrás cumplir.

John intenta alejarse de él para ir a la cabina de mando, pero Adán lo detiene sujetándolo del brazo.

– ¿Que quisiste decir con eso?

– Ah muchacho, de verdad crees que podrán hacerle frente a un ejército con el poder de la amistad, esa mierda no existe.

– Si tienes quizás tengas razón, yo pensaba igual que tu antes de conocerla, y te darás cuenta muchos más pronto de lo que esperas, de que lo que ella se propone tiende a cumplirse, el como lo hace, no tengo la más mínima idea, uno tendría que estar loco como para encarar los problemas de esa manera, pero me creas o no, pronto lo averiguaras tú mismo y veremos si esa promesa no se cumple.

– Eres un tonto muchacho.

– Puede ser, pero los resultados están presentes para que puedas verlos por ti mismo, al igual que hicieron otros antes que tú. Y así quizás darte cuenta de que lo que te estoy diciendo no son simples tonterías.

– Ya veremos, de momento centrémonos en lo que tenemos justo por delante quieres y dile a los demás que se sienten y se coloquen los cinturones el despegue suele ser algo movido.

Dicho esto, ultimo Adán lo suelta, para que pudiera ir a la cabina junto a James quien estaba listo y esperándolo, pero no sin antes subir la palanca retrayendo la compuerta del Albatros.

Ahora sí, todos estaban sentados uno al lado del otro con los cinturones puesto aguardando al despegue, mirando a los lados para ver que todos estuvieran asegurados, Kipo noto que Lexus estaba sudando, por lo que le pregunto con una voz burlona.

– Oye Lexus, ¿Estas nervioso?

– No, ¿porque preguntas niña?

– No lo sé, quizás porque estas empapado en sudor, ¿no me digas que te da miedo volar?

A su pregunta Lexus enojado responde.

– ¿Y a ti no te da miedo? esta cosa volara miles de metros sobre el suelo, sin nada que pueda salvarte en caso de que le ocurra algo en pleno vuelo, solo una muerte segura contra el suelo te espera. Así que sí, estoy asustado y te pregunto nuevamente ¿tú no lo estás?

Viéndola ahora, los brazos y piernas de Kipo no paraban de temblar por el terror que le había infundido las palabras de Lexus. Adán lo mira enfadado diciéndole.

– No era necesario que la asustaras Lexus.

– ¡JA!, para la próxima que piense bien lo que pregunta, ¡JA, JA, JA!

Adán le mira la mano que apretaba con fuerza contra su rodilla y separándola de la misma la sujeta con la suya, viendo como ella al darse cuenta comenzaba a tranquilizarse.

– Tranquila Kipo, no pasará nada, solo será un tranquilo viaje por los cielos, nada de qué preocuparse, ya lo veras.

Kipo lo mira mientras abre la mano para entrelazar sus dedos, y luego cerrarlos quedando bien agarrados y así preguntarle.

– ¿Me lo prometes?

– Claro, te lo pro

Pero antes de que pudiera terminar la frase se ve interrumpido por el ruido de los motores del Albatros, sumado al increíble sonido que emitía el techo del hangar, el cual se estaba abriendo, provocando a su vez que todo el Albatros temblara en todas direcciones, sacudiendo a sus pasajeros. Kipo lo ve mientras fruncía el ceño y le hacía muecas de disgusto, Adán ya sabía que estaba enfadada por lo que en respuesta le dice.

– Ya sé, ya sé, pero en teoría aun no despegamos.

Esas palabras fueron destrozadas como el viento, en el momento que el Albatros comenzó a acelerar y ganar altura despegándose del suelo, todo literalmente toda la aeronave temblaba como si se fuera a caer a pedazos en cualquier momento, a lo que aprovechando la situación por los comunicadores James les dice a los pasajeros.

– Damas y Caballeros a bordo del Albatros, estamos experimentando típicas turbulencias del despegue, mantenga la calma que pronto se calmara. – Una breve, pero incomoda pausa se crea en el momento.

– ¡Nah! es mentira, estas turbulencias no son normales, sujétense de donde puedan porque hay probabilidades de que nos estrellemos.

En ese momento un golpe es emitido por los parlantes, para luego escuchar la voz de John.

– No le crean al idiota, estas son las turbulencias que generan los motores al levantar algo tan pesado del suelo, el fuselaje está diseñado y preparado para poder realizar el vuelo sin problemas. Solo eso si quédense sentados y con los cinturones puesto, no podemos prometer su seguridad si no lo hacen, disfruten del resto del vuelo.

Justo antes de que cortara el comunicado se escucha de fondo.

– Maldito viejo porque me golpeaste.

– Te lo mereces por querer asustarlos eres un.

Alcanzando la altitud idónea solo quedaba esperar a llegar a las Vegas, en un viaje mucho más corto que el recorrido en motocicleta, mientras el sol aun brillaba sobre ellos y el viento silbaba a los lados de la enorme aeronave que surcaba majestuosamente los cielos.

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