Capitulo L "Una anécdota del pasado, que cambio a una persona"
Este simple momento donde todo acabaría para ella y sus amigos fue destrozado por un fuerte ruido, el cuerpo del sujeto cayó sin vida contra el suelo desplomándose al completo seguido por otro ruido mucho más fuerte y ensordecedor, proveniente de una colt .45.
Kipo al abrir sus ojos y levantar la vista pudo ver a Sunder Gar parado a un lado de unos arbustos mientras disparaba su arma repetidamente con una enorme sonrisa de punta a punta que revelaba toda su dentadura y estiraba su arrugada cara , desfigurada a causa de la cicatriz. Rodeado por sus soldados que corrían disparando sus armas a todo aquel con el que se encontraban mientras gritaban con furia he intensidad, provocando el temor en el corazón de los caníbales, acabando con sus miserables vidas al igual que ellos lo habían hecho antes.
Cuando estos soltaron a Adán no pudo contenerse.
él solo busco a su víctima atacándolo con sus afiladas garras, destrozando carne y huesos por igual. No importaba quien fuera, solo buscaba sangre, cubriéndose por esta mientras cortaba y desgarraba. Los soldados se adentraban en las casas de la aldea y se escuchaban los disparos, en tanto, se veían los destellos que emitían las armas y salían cubiertos de sangre, solo para repetir el proceso en cada una de las casas. En aquellas a las cuales no podían acceder, lanzaban una granada por la ventana aniquilando a todos en su interior, lo que era risas de los caníbales por su próxima comida se tornaron en llantos y gritos de desesperación.
Cuando veían a los soldados entrar en sus hogares y masacraban a familias enteras sin dudar, estos solo eran objetivos para ellos, nada más que eso, objetivos que trataron de matar a quien les proporciono esperanza, permitir que siguieran vivos les era irrazonable, los caníbales tenían que ser erradicados.
Al ver tal escena, Kipo se horrorizo, no era esto por lo que ella luchaba, pero a la vez no había nada que pudiera hacer para detenerlos. Sin poder mutar, solo le quedaba ver y escuchar los gritos de desesperación, si bien trato de pedirle a Sunder Gar que pusiera un alto, este solo hacia oídos sordos ante los llantos de Kipo.
Intentando de todo para detener la masacre, se interpuso entre los caníbales y el cañón de Sunder Gar, pero este la quito del camino al derribarla de un empujo. Viendo que ella no se reincorporo, sino que se quedó sumisamente postrada, Sunder Gar se agacho para hablar con ella diciendo.
- ¿Que no lo vez niña? estas cosas trataron de matarte y aun así quieres dejarlos vivir, tus ideales son buenos, pero debes comprender que hay, tanto personas como muts, que no merecen ser perdonados. Por más que los perdones y los dejes ir, se reproducirán y volverán a empezar, solo que esta vez con el odio a nosotros y eso es algo que no voy a permitir. Si quieres culparme, por mi bien, pero no dejare que una amenaza con tal potencial como este ataque a civiles nunca más. Quiero que sepas una cosa, no eres culpable de sus muertes, los culpables son ellos mismos, se lo buscaron en el momento que decidieron cubrir sus sustentos con la vida de otros, ahora solo pagan el precio por su crueldad, eso es todo.
Mientras Kipo escuchaba las crudas palabras de Sunder Gar, apartó su mirada decaída a un lado. Sunder Gar coloco sus manos en los hombros de Kipo y le dijo.
- Mírame a los ojos cuando te hablo niña.
Kipo no quería hacerlo, no podía hacer, pues sabía que lo que le diría era en parte verdad.
Sunder Gar ahora la sujeta de las mejillas y fuerza a Kipo a que lo mire a los ojos para continuar con lo que tenía que decirle.
- Puedes estar decepcionada, pero estas cosas se tienen que hacer y es el deber de un líder el tomarla por los demás, llevando la carga en sus hombros y seguir adelante. Esta vez lo he hecho yo, pero en el futuro tendrás que hacerlo tú, de lo contrario, las consecuencias por tu incompetencia serán las vidas de muchas personas.
Soltándole las mejillas y poniéndose de pie nuevamente, Sunder Gar le dice unas últimas palabras, de las cuales no esperaba una respuesta de su parte, antes de sumarse nuevamente a sus hombres y mujeres en la pelea.
- Lo entiendes ¿verdad?
Ante su impotencia Kipo no sabía que más podía hacer, los soldados no la escuchaban, Sunder Gar expuso su lado de la moneda y los demás no sabía dónde estaban, se encontraba sola nuevamente.
Miller quien no se unió al conflicto vio todo lo que había sucedido, por como termino esa charla no podía ser bueno así que se acercó a Kipo y se sentó a su lado.
- Kipo
- ¿Por qué hace esto? -Le pregunta Kipo Interrumpiéndole.
- Creo que sé lo que acaba de suceder. Mira Kipo, Sunder Gar te dio un sermón del porqué hace lo que hace ¿verdad?
- Si, y
- Espera un momento, ah. Esto es lo que sucede, la manera en la que él piensa, razona y actúa no se debe a que sea cruel o un tirano, o hasta un monstruo como de seguro estarás pensando. Quisiera pedirte que no pienses de tal forma, todo tiene un motivo detrás ¿Quieres saber?
Frotándose con las palmas de sus manos, Kipo asiente respondiendo a la pregunta de Miller mientras se secaba las lágrimas.
- Esta bien, esto puede que lleve tiempo, pero tratare de ser breve. Como ya sabes, años atrás los humanos que nos encontrábamos en Nueva York combatíamos contra los muts, pero eso solo es una cara de la historia. Resulta que no solo eran muts, también había humanos en los conflictos, bandidos y sectarios entre otros, grupos armados que atacaban las madrigueras en busca de recursos y algo de diversión, no de la sana si sabes a lo que me refiero.
-Estas cosas son muy comunes cuando la autoridad que rige un país se desmorona, las cosas se complican, no mejoran, lo que llevo a tener que desconfiar de todo aquel que no sea parte de la madriguera, pero no todos estaban de acuerdo con eso. Sunder Gar era uno de ellos, uno de los que apoyaba el perdón, está claro como el agua que este comportamiento viniendo de un coronel de alto rango como lo era él no podía ser pasado por alto, ponía muchas trabas a los de su misma jerarquía, ganándose muchos enemigos en el proceso, Jaxon entre ellos.
-Llegado un punto en el cual la manera más efectiva de hacer cambiar a un hombre es hacerle vivir una tragedia, por lo que Jaxon puso manos en acción. Convenció al resto de sus pares para que lo manden a su batallón en una misión para acabar con una tribu de supuestos nómadas no muy lejos de la ciudad.
Miller hace una pausa para acomodarse.
- Bien, mucho mejor. Como te venía diciendo, Jaxon tenía un plan y Sunder Gar era un tanto ingenuo, si bien sabía que no podía confiar por completo en ellos no esperaba que se atrevieran a escuchar a ese desgraciado, pero Jaxon tenía los oídos de todos a su merced, algo con lo que Sunder Gar no contaba. Al recibir la misión me solicito que fuera con él, ¿porque? no lo sé. Supongo que confiaba en mí, pero no estoy seguro de ello.
-Por otra parte, esa misma tarde alistamos al batallón para acabar con esto lo más pronto posible, salimos en cuanto estuvimos listos, solo cargábamos nuestro fusil reglamentario, una cantimplora y unos cuantos cartuchos de repuesto por si algo mas podría pasar, nunca falta aquellos que quieren hacerse los héroes en situaciones ridículamente en contra, pero Sunder Gar haría lo de siempre se aproximaría con todo, mostraría el poder de fuego, la diferencia entre nosotros y ellos para que se rindieran sin mucho más problema, como ya lo había hecho antes y unas mil veces antes que esta.
- Cuando nos encontramos en la zona, Sunder Gar avanzo primero cuando se topó con los primeros nómadas disparo al aire atrayendo su atención hacia él. Recuerdo bien sus palabras, Muchachos, escúchenme bien. Ustedes son solo 100, nosotros más de 200 y estamos armados, no queremos hacerles daño, únicamente les pido que se vayan pacíficamente varios kilómetros de la ciudad y les prometo que nadie saldrá herido arrogante ¿verdad? Dime si no te recuerda a alguien.
Kipo lo mira con los ojos brillosos, la boca semi abierta como si fuera a contestarle, pero eso no fue necesario.
- Exacto, él era como tú. Los supuestos nómadas que eran particularmente mut lobos, no contestaron a su propuesta, solo atacaron sin previo avisto. El resto de los soldados comenzó a disparar sin cese al fuego acabando con muchos en el proceso, pero no tenia fin, por cada uno que moría 10 más aparecían, el informe estaba mal, no eran nómadas, sino una manada completa de lobos, quienes mataron, destrozaron, desgarraron y devoraron la carne de nuestros soldados.
Sunder Gar era bueno, pero no idiota, apuntaba su arma y disparaba dando en los puntos críticos de los muts evitando el desperdicio de balas, pero no todos tienen esa agilidad y puntería para dar utilidad. Los hombres y mujeres de aquel entonces tenían miedo, por lo que la retirada fue inevitable e imposible a la vez. Sunder Gar como comandante sentía que había fallado, les había fallado a todos, optando por quedarse mientras los distraía para que el resto de los sobrevivientes que se retiraba pudiera lograrlo mientras él pagaba con su vida por el error cometido gracias a su arrogancia y absurda creencia de que todo puede darse de otra manera.
- Pero los muts pasaban a su lado, ignorándolo por completo en tanto atacaban a los soldados que se retiraban. Kipo si hubieses visto la expresión en el rostro de Sunder Gar en ese momento cuando los muts lo rebasaban sin tocarle un solo pelo a pesar de que el los atacara, golpeara o matara, nada parecía cambiar el rumbo de su ataque. Yo que estaba cerca de él sin emprender la retira, tampoco fui atacado por más que hiciera lo que hiciera. La desesperación producida por el deseo de que dejaran ir a esos jóvenes soldados con toda una vida por delante y lo tomaran a él en su lugar fue tal que lo cambio radicalmente, quizás no por fuera, pero mentalmente estaba roto
-Cayendo sobre sus pies, con la mirada fija en el suelo mientras sus lágrimas se escurrían por su rostro cayendo en el suelo y escuchaba los gritos de agonía de aquellas personas que él había guiado a su muerte, todo querer ser una buena persona y tratar de cambiar las cosas. Lamentablemente eso no termino allí, luego de la masacre los muts desaparecieron sin dejar rastro alguno, solo los cuerpos mutilados de los jóvenes junto a los restos que no les gustaron, Sunder Gar camino entre sus restos los recogió uno por uno sin decir una sola palabra al respecto. Cuando traté de ayudarlo, me miró de tal forma que, aunque no abrió la boca, sentí que había rechazado rotundamente mi propuesta. Así que, respetando su decisión, lo deje cargar con todos los restos en el camión, le llevo toda la tarde y noche de ese día recoger la mayoría de los pedazos, pero lo hizo lúgubre y silenciosamente. Cuando tuvo todo listo me indico que subiera al camión con él y que los demás los recogería otro grupo al día siguiente. Lo primordial era enterrar a esos soldados dignamente, como lo que fueron y no quedaran a la intemperie como una baja más sin importancia.
- Estando de regreso en la madriguera, padres e hijos, hermanos y hermanas, esposas y maridos de aquellos que pertenecían al batallón los estaban esperando con ansias su regreso a casa, pero al ver un solo camión pasar por la puerta sin ningún soldado dentro más que a Sunder Gar y mi persona, comenzaron a llorar. Muchos no podían creerlo, no creían lo que veían sus ojos, pero era la verdad, se desplomaban o simplemente abrazaban a sus seres queridos en busca de algún consuelo momentáneo
En el momento que Sunder Gar bajo, uno de los padres se le acercó y le pregunto qué había pasado, él levanto la mano con todas sus placas ensangrentadas, metió su mano entre el montón y retiro la que pertenecía al hijo de aquel señor junto a estas palabras Su hijo se llamaba Gregorio Mc Donogan esta es su chapa de identificación, fue un buen soldado, puede estar orgulloso. El señor cuando recibió la placa no podía creerlo, efectivamente era la placa de su hijo y ese su nombre, solo para quebrarse y golpear la rueda del camión con todas sus fuerzas quebrándose los dedos del pie, le dolía, pero no importaba, el dolor por perder a su único hijo era peor, mucho peor, haber hecho eso fue estúpido pero indoloro.
Así como ese padre el resto de familiares se acercó a él pidiéndole las chapas de sus seres queridos que habían perdido. Sunder Gar las entrego a todas y cada una de ellas, hasta la última sin equivocarse ni una sola vez. Las había memorizado todas, tamaño color e inscripción, un castigo autoimpuesto por el error que había cometido. Al terminar subió al camión poniéndose en marcha al cuartel general donde solicitaría el entierro digno de cada uno de los soldados que pudo recuperar y de los que no, cuando le dieron la aprobación se encargó de enterrarlos a todos el mismo nuevamente sin ayuda para que pudieran hacer el funeral con sus familias, asistiendo a cada uno de los entierros.
- Desde ese día Sunder Gar, nunca volvió a ser quien era, las próximas misiones las trataría con máxima letalidad como le fuera posible, aniquilo poblados, manadas, nómadas, todo. Misión asignada seria misión que se cumplía de la misma manera, sin bajas para nuestro bando y bajas completas para el enemigo al cual se enfrentará.
- Hay un viejo dicho que dice, el orgullo y la ingenuidad trae la caída del general más fuerte Sunder Gar no volvería a dejar que eso se repitiera otra vez nunca más. Ahora que sabes lo que paso puedes entender su manera de pensar y el porque te dijo lo que dijo, no quiere que pases por lo mismo que él paso sabiendo que puede evitarse.
- ¿Entonces qué debo hacer? - Preguntó Kipo mientras desvía la mirada y entre cierra los ojos.
- Eso es algo que tú tendrás que decidir, pero si quieres mi opinión, sigue como lo has hecho hasta ahora. Mantén presente que las personas o muts pueden no ser lo que aparentan, ni un extremo ni el otro, busca un balance y lograras muchas cosas a partir de ahora, muchas más de las que ya has logrado. Confió en que lo lograras aunque no sepas como hacerlo ahora, lo lograras algún día. Demuéstranos a todos que no solo existe blanco y negro, tomando las decisiones correctas y nunca arrepintiéndote de ellas, esa es la manera en la cual nunca te arrepentirás de las decisiones que tomes.
- Que palabras tan sabias.
- No merezco el crédito por ellas porque n son mías, pero si te ayudan entonces significan que no han sido en vano. Ahora, por otra parte creo que será mejor que busques a tus amigos, he visto a Lexus buscar por las casas algo desesperadamente y a Adán un tanto alterado, también a Ifrith y Blex que están peleando por allí. Quizás no puedas parar a Sunder Gar ni a sus soldados, pero si a tus amigos. Ve y llévatelos de aquí. - Miller le fue marcando donde los vio a todos para que pudiera ir con ellos.
- Gracias, de verdad, me hacía falta esto.
Kipo se hecha hacia atrás y nota que sus sentidos volvieron, lo que significaba que sus poderes volvieron. Mutando sus brazos, piernas, cola, orejas, nariz y ojos fue a buscar a sus amigos para sacarlos de allí yendo primero con Adán.
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