Narra Kion:

No voy a mentir, pensé que iba a salir peor, sinceramente salió perfecto, no sabía que ella me iba a apoyar, pero lo bueno es que se terminó y por fin podremos dormir.

-bueno ya es hora de ir adormir, vamos- le dije a mi hermana empezando a caminar hacia donde dormíamos. Hasta que Fuli me detuvo -¿uh? ¿sucede algo Fuli?-

-Kion yo... no se donde voy a dormir- dijo ella entre incomodada y apenada.

-ah si- dije yo mientras pensaba, hasta que se me ocurrió algo bueno -como tenemos poco espacio para dormir, nos acomodamos en parejas, si quieres hoy puedes dormir conmigo...- dije tímidamente esperando su respuesta.

-Si claro, ¿porque no?- respondió ella con una pequeña risa nerviosa, sinceramente no sabía que esperar, así que solo sonreí de vuelta.

-está bien, vamos a dormir- dije con nervios ocultos.

Todos nos fuimos a dormir, sin embargo a pocos minutos de habernos acostado, logré ver a Fuli, estaba temblando de frio. Se me ocurrió una idea descabellada pero que podría servir para quitarle el frio y de paso estar mas cerca de ella. Me moví a su lado y decidí abrazarla para que dejase de temblar. Su contacto me sorprendió, su pelaje era muy suave. Me dormí casi al instante al sentir esa comodidad, y junto a Fuli, sabía que iba a ser una buena noche.

-A LA MAÑANA SIGUIENTE-

Desperté mas temprano de lo acostumbrado, casi podía ver el sol saliendo, entonces recordé que Fuli estaba junto a mi. No se había movido ni un centímetro. Sonreí para mi.

-*ah demonios, ¿Por qué tienes que ser tan tierna cuando duermes?*- pensé para mi.

Mirándola embelesado mientras el sol salía, distinguí un girasol cerca de donde estaba, la tomé con una idea en mi mente y se la coloqué con sumo cuidado en su oreja derecha. Se veía hermosa... entonces escuché como su respiración volvía a ser mas pesada y supe que estaba despertando, decidí hacerme el dormido un poco mas, para que no sospechara y me acosté tal y como estaba sin dejar indicios de que estuve despierto.