Narra Fuli:

Camino a la guardia, Kion y yo conversábamos un poco, cosas sin mucha importancia hasta que me ofreció ir con el al lago principal. Sentí mi corazón latir fuertemente, pero controlando mis emociones y mostrándome tan fría como suelo ser, me mostré interesada por su propuesta.

-¿como una cita?- pregunté mirándolo con seriedad pero curiosidad.

-emm si- me respondió el un poco nervioso mirando hacía el suelo. 

-estaré ahí- dije sonriendo levemente mientras el me devolvía la sonrisa.

-genial- exclamó el con un brillo especial en sus ojos -te veré ahí en la tarde, cerca de la puesta de sol- acordó y yo acepté. Seguimos nuestro camino en un silencio confortable, me sentía tranquila, hasta que al fin llegamos a la cueva de la guardia.

-bueno parece que llegamos primero-  dijo Kion mientras entrabamos y observábamos el silencio y el vacío en el que se encontraba el lugar.

-eso parece- dije mirando al rededor, luego giré mi vista y lo miré -¿que quieres hacer mientras tanto?- le pregunté tratando de evitar el aburrimiento.

-juguemos atrapadas- propuso Kion sonriendo un poco. 

-interesante- dije analizando la situación mientras sonreía con malicia -¿que hay del que pierde?- pregunté interesada.

-tendrá que hacer lo que el otro le diga, sin importar de que se trate tendrá que obedecer si o si- dijo Kion mientras yo sonreía confiadamente.

-me parece bien, empecemos- dije mientras lo veía competitivamente. 

Pasados unos minutos, sin entender por completo como sucedió, Kion logró ganarme, por dentro sabía que era mi culpa pero mi orgullo se negaba a aceptarlo.

-jajá por fin te gané- dijo Kion victorioso sobre mi. 

-no es justo, hiciste trampa– argumenté entre estresada y enojada, aunque divertida mientras me levantaba -entonces...- y antes de que pudiese terminar la frase los demás llegaron, me acerqué a su oído y le susurré -luego me dirás el castigo- y el asintió levemente.

Entrenamos varias horas, el cansancio no era un problema para mi, pero empezaba a aburrirme y a estresarme, agradecí que la hora de entrenar se terminara para patrullar, que no era mejor pero si un cambio drástico a la monotonía del entrenamiento.

-bien chicos, eso  es todo por hoy, vamos al patrullaje diario y despues pueden irse a descanzar, Bunga tu ve con Beshtie a patrullar la parte sur, Ono tu irás por arriba, desde ahí vigilarás la parte norte, Fuli, tu vienes conmigo, vigilaremos la parte este y oeste, ¿entendido?- preguntó a todos mientras ellos asentían.

-lo tenemos- dijeron todos al mismo tiempo, mientras se dirigían a sus respectivas áreas de vigilancia. De nuevo, me quedé con Kion a solas. Empezamos a caminar y en mitad del silencio miré a Kion.

 -bien Kion- dije resignada -¿cual será mi castigo por perder el juego?- le pregunté esperando que no fuera algo tan malo.

-...- el lo pensó un poco y con un suspiro se dirigió a mi -por ser tu, no recibirás castigo, ¿de acuerdo?- sonreí y le di un abrazo. 

-gracias por su trato especial príncipe- dije guiñando un ojo. El pareció ponerse nervioso por esta acción.

-e-este si jeje de nada- respondió correspondiendo al abrazo -terminemos para poder ir al lago- dijo antes de separarse del abrazo que le di mientras seguíamos con el recorrido.