Capítulo VI

— Kion yo no encuentro a Makucha ni a ningún leopardo... — dijo Fuli.

— Nos habrá engañado... — razonó Kion.

— ¿Pero por qué lo haría...? A lo mejor también ha mentido sobre lo del embarazo...

— Bueno Fuli no nos entregamos con mentiras y desperdiciemos nuestro tiempo en buscar a Makucha, estoy seguro de que no está aquí.

— ¡Kion, Fuli!

— ¿Kopa? — se sorprendió la chita.

— Kion, me he encontrado con una leona que no para de seguirme... aunque la he despistado... — decía el león.

— Puedes quedarte con nosotros, y si se acerca uso el rugido, ¿nos la puedes describir? — preguntó Kion.

— Pues era una leona de color rojizo, de ojos verdes...

— Es la misma que nos ha mentido con lo de los leopardos... Kion creo que algo pasa por aquí... — Se preocupó Fuli.

— Tranquila cariño, llegaremos al fondo de todo esto. Seguro que podremos centrarnos en ella cuando encontremos a Vitani — dijo Kion.

— Bueno, está bien saber que me proteges hermano, de verdad daba mal rollo.

Pasaron unas horas, pero ninguno logró encontrarla, Kopa se estaba poniendo cada vez más nervioso, quería encontrarla rápido.

— ¿Pero dónde se habrá metido? — si pudiera, se habría tirado de los pelos.

— No desesperes hermano — dijo Kiara.

— No me déis otra vez la charla por favor — rogó previsor Kopa.

— Yo por lo menos ya no, entiendo lo que sientes por Vitani, yo siento lo mismo por Kion, o eso quiero creer, supongo que todos sentimos lo mismo respecto a amar a alguien.

Todos se quedaron sorprendidos, y ella se sonrojó.

— Ah, qué pillines, aprovechásteis que estábamos con Kopa para ocultar lo vuestro... ratillas — dijo la reina.

— Pero sois de especies diferentes, no sé yo... — dudó Simba.

— Sí así es feliz nuestro hijo, pues que siga siendo feliz.

Por la noche, todos intentaron dormir. Pero Fuli despertó en mitad de la noche sola en la Roca del Rey. Miró hacia sus lados. Se sintió repentinamente muy alta cuándo se levantó. Vio a Kion de espaldas, curiosamente con la melena crecida y una altura algo más alta.

— Kion, ¿y los demás?

— Sshh, le despertarás.

— ¿A quién? — cada vez estaba más confundida.

[...]

— Mi amor, qué... ¿qué hace Fuli aquí? ¡Largo, se te desterró! — decía la recién llegada, Tiifu.

— Pero... yo...

— Kion y yo no necesitamos de tus infidelidades, puedes irte con tu Badili, él seguro que no te será infiel.

— Eso Fuli.

— Pero ... yo te quiero Kion...

— Te fuí infiel con Tiifu, ¿no lo recuerdas?

— ¡¡AAAAHHHH!! — su propio grito la devolvió a la realidad.

Fuli despertó. Había sido un mal sueño... aunque aterrador. La idea de que Kion la fuera infiel la había aterrado desde el principio. Era un miedo que no sólo estaba presente por Tiifu, si no por la infidelidad en general. Fuli se percató de que nadie se había despertado. Volvió a dormir.

Fuli: [Siempre he sido una chita que no tiene miedos, pero con todo esto, tal vez vaya a empezar a tenerlos...]

A la mañana siguiente, Fuli seguía estando de mal humor debido al sueño. Cuándo salieron a dar un paseo Kion y ella, ella se mostró distante.

— En mi sueño encontrábamos a Vitani y a la leona, y había una movida muy rara, no me acuerdo bien, era algo de familia, ¿qué loco no? — comentaba Kion.

[...]

— Eh, Fuli, ¿te pasa algo?

— No — respondió cortante ella.

— Yo creo que sí. Anoche creí oírte gritar. ¿Tenías miedo? — preguntó Kion.

— ¡Sólo miedo de que lo nuestro no vaya en serio!

— ¿Qué quieres decir?

— Tienes razón, yo nunca tengo miedo, pero el simple hecho de pensar que vayas a serme infiel me da escalofríos y pesadillas como la de anoche.

— No voy a serte infiel, Fuli, yo te quiero mucho.

— ¿Te crees que no pillo el rollo? ¡Conozco a los machos! ¡Tú eres uno más a ellos, no eres distinto! ¡Eso lo dices ahora porque no amas a nadie más, pero luego vendrá otra! ¡Las hembras somos temporales para vosotros! Me serás infiel...¡¡CÓMO ÉL LO HIZO!!

Fuli salió corriendo dolida por un recuerdo lejano, y Kion se quedó solo.
Por el lado de Fuli, el dolor del recuerdo era el más doloroso, o eso creía ella, pues no había experimentado un dolor tan bien cómo conocía ése... ahora sabía por qué había huido cuándo supo que Kion le gustaba y él dijo que ella le gustaba a él. Tenía miedo.

— No se repetirá la misma historia... no otra vez... no puedes permitirlo Fuli, no puedes volver a caer... conoces a los machos, sabes lo que hacen, no volverás a caer en su red... no volverás a sufrir — habló sola.

Fuli trataba de calmarse cómo podía, pero poco logró, cuándo vio a Kion a lo lejos se volvió a descontrolar.

— Fuli, tienes que decirme qué te pasa, quiero ayudarte.

— Ayudas más dejándome sola que estando aquí, si te ayuda. Déjame sola, tengo que pensar.

— Fuli esto no pasaba antes, cuándo salíamos en nuestros primeros días. ¿Apenas 4 días y ya no me quieres?

— Kion necesito que te vayas.

— No me iré si no tengo una buena razón para irme.

— La razón es que no te quiero aquí. Si quieres podemos hablar luego, pero ahora no.

— ¿Y qué te pasa ahora que no te pueda pasar luego? ¿Cuándo vuelvas a mirarme volverás a salir corriendo? Esta no es la 1.ª vez que lo haces.

— Mira Kion o te marchas o me obligas a hacerte daño.

— Tú no puedes hacerme daño.

— Mejor será que te apartes... y me dejes...

— Entonces dime qué he hecho mal...

— ¡He dicho que te vayas! ¡Fuera! ¡Márchate! ¡No quiero verte!

[...]

— ¿No me oyes? ¡VETE!

Kion, con las orejas bajas, se fue tan rápido cómo pudo y la dejó sola.

— Ése maldito entrometido... él se lo ha buscado, me ha obligado a echarle así... ¡pena ninguna!

La rabia de Fuli era muy difícil de controlar una vez se soltaba así, de la manera en la que la había soltado, e iba a ser difícil calmarla.
Por el lado de Kion, él estaba triste, y creía que Fuli ya no le quería. ¿Y si había sido un error empezar a salir?

— Fuli ya no me quiere. No después de esto. Será muy difícil volverla a ver si va a salir corriendo... ¿tendrá miedo? — recapacitaba Kion.

Entre todo lo que ocupaba la mente de Kion no oyó acercarse a Tiifu y sentarse a su lado.

— Hola Kion. ¿Qué te ocurre? — preguntaba la leona.

— Creo que Fuli no quiere que sigamos nuestra relación... pero no me dice por qué... ¡así no puedo ayudarla! Se está poniendo agresiva...

— A veces las chicas tenemos miedo cuándo se trata de machos, pero se le pasará rápido, tú tranquilo.

— De acuerdo... gracias Tiifu.

Con Fuli algo más calmada, la Guardia del León se reunió cómo todas las tardes para el patrullaje.

—  Hoy no buscaremos a Vitani, si no que buscaremos a una leona de pelo rojizo y ojos verdes... me mintió a mí sobre leopardos y no dudo en que volvería a mentirnos... así que hay que encontrarla. Yo iré con Besthe y Bunga, Ono, tú irás con Fuli — ordenó Kion.

La Guardia: Entendido Kion.

Van saliendo y corriendo para empezar a patrullar.

Kion: La Guardia del León defenderá...
TODOS: ¡...nuestro reino hasta el final!

(Espero que les haya gustado este final épico,y bueno,creo que tal vez tenga que aligerar y sacar un capítulo cada x tiempo,que no sea un día,que no procesáis los secretos que contiene cada parte ni hacéis teorías🤐😌que se tranquilicen todos los mexicanos,que conste que lo voy a echar no ahora,porque estaréis a las 4 de la mañana,sino luego,que estéis al menos con el Sol delante,leñe,que me da la sensación de que os despierto😅y es proceso que por las mañanas me siento sola,solí,solina😂estrellita para una sonrisita de perrito y estrella si quieres que el Kiuli sea oficial🐆🦁)

Capítulo Editado:
15/7/2021

Palabras en el Capítulo Original:
1301 palabras

Palabras en el Capítulo Editado:
1340 palabras

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top