Capítulo 3

Al día siguiente, despertaron juntos, Atsushi siempre despertaba en su pecho mientras le dejaba ver su cuello. El agente seguía preguntándose sobre sus heridas, si habría formar de curarlas o serian un permanente recuerdo de sus días como la parca. Como cada mañana tocaba esa marca, a Atsushi ya no le erizaba la piel pero si lo despertaba con ello – buen día – dijo sonriente

―     Buen día...

El albino fue el primero en levantarse, y el agente se sentó en la cama, miro al chico tomar una pinza para el cabello y así quitar su flequillo del rostro – oye – le llamo y el chico le miro - ¿no te sientes mal cuando la toco? – pregunto. El albino al momento no entendió pero segundos después se sonrojo y tapo su cuello con sus manos

―     Realmente... Ya no importa, ahora me han enseñado como controlarme, aunque sigo siendo inestable... 

―     Tienes una habilidad muy fuerte, casi invencible

―     No busco negarlo – menciono nostálgico – tampoco es como si pensará en ocultarla, a veces los niños también preguntan

―     ¿Qué respondes?

―     Que... El mundo es gris, sus tonalidades no cambiarán, hay que luchar por sobrevivir... - el azabache se sorprendió de ello, quizá el ex mafioso seguía siendo uno de ellos – pero... Que no deben rechazar quien son, tampoco buscar una salida fácil. Hay que luchar y vivir de la manera correcta – Akutagawa sonrió. Su pensamiento anterior era erróneo

―     ¿iremos al parque?

―     Debo hacer primero el desayuno

―     Lavemos nuestra caras, te ayudaré

―     Si – respondió sonriente

Atsushi preparo el desayuno junto con Akutagawa, aunque Elise llego, seguía sin conocer al doctor. El albino y la rubia hablaron un momento en privado, probablemente para decirle de su salida, fue cuando el agente fue atacado por los niños – Akutagawa, ¿puedo beber leche?

―     ¿Por qué me preguntas? Sabes que la leche va con las galletas de la merienda

―     Akutagawa ¿te quedarás siempre?

―     No, debo trabajar, pero siempre vengo ¿Por qué? ¿quieren que me vaya?

―     Atsushi siempre juega con nosotros

―     Pero queremos a Akutagawa también

―     ¿no los novios están siempre juntos?

―     No Tachi, los chicos no se hacen novios

―     Pero Atsushi es como una princesa de cuentos

―     ¿Qué tipo de lectura tienen? – cuestiono el agente

Atsushi había vuelto, Elise calmo a los niños que no dejaban de pelear entre ellos. El albino solo se sentó a desayunar, y el azabache no dejo de verlo. La chica llamada Tachi se acercó y susurro – y el príncipe nunca deja de ver a su princesa. – El azabache miro a la chica, y está le sonrió amplio

―     ¿Qué pasa? – pregunto Atsushi

―     Nada – respondieron ambos y el azabache miro a la chica, e acercó a su oreja y la chica se sonrojo

―     ¡si! – grito Tachi alegre

―     ¿ahora qué les pasa a ustedes? – cuestiono Atsushi

―     Nada – respondió Tachi alegre

―     Chicos vayan a lavar sus dientes – pidió Elise

Los niños se levantaron, Tachi le guiño el ojo al azabache mientras el albino los miro neutro - ¿Qué se traen entre ustedes?

―     Oh nada – expreso el azabache y acaricio el cabello del albino - ¿iremos?

―     Si

Ambos chicos terminaron los deberes del albino, es decir, limpiar la cocina, salieron casi a escondidas pues los niños no podían alejarse de Atsushi y menos de Akutagawa si estaba allí. – Parece un buen chico – dijo Mori viéndolos desde la ventana

―     ¿Por qué no quiere salir? – cuestiono Elise

―     Temo que si descubre que soy el ex jefe de la mafia dude de la recuperación de Atsushi-kun

―     Comprendo pero Atsushi lo aprecia en verdad y lo ve como un padre, algún día deberá conocerlo

―     ¿Por qué tan segura Elise-chan?

―     Tachi dijo que Akutagawa le dijo que Atsushi no sería "su princesa" pero si "su príncipe"

Mori se sorprendió, no por la situación si no el modo de decirlo, y después comenzó a reír

Atsushi y Akutagawa esperaban en la parada del autobús. El albino llevaba su abrigo y él iba con el suyo, verlo vestido como el día que lo conoció le trajo malos recuerdos, su hermana, su pelea, la chica, el desastre, su cuerpo sangrante, el suicidio. Todo en pocas horas, su sed de venganza se apaciguaba cada vez que veía al albino y como se había adaptado a la sociedad. Subieron al autobús. Se dirigirían al parque en Yokohama. En el camino a Yokohama no hablaron pero si puso en duda todo, había pensado en él y lo maravilloso que se sentía al estar al lado de Atsushi, yendo al orfanato olvidaba su procedencia como mafioso, olvidaba el daño que causo y que él le causo. Pero no podía evitarlo, su corazón latía cada que lo tenía a un lado, pero su razón... ¿Qué pasaba con su razón? La misma agencia, no, Oda le había dado esos boletos. Entonces ¿su razón estaba mal? Y solo debía confiar. Pero también estaba la opción que él había puesto empeño en el albino entonces la agencia lo vio como alguien remunerado, algo bueno. Pero... ¿realmente era bueno ahora?

Todas las dudas y prejuicios abordaban la mente de Akutagawa en todo el viaje, media hora de pensamientos negativos y positivos, pro y contra. Todo iba idéntico y todo iba en el mismo camino. Nakajima Atsushi era un ex mafioso de la Port Mafia, de los más poderosos, conocido como la misma parca... pero era el chico que hacia su corazón latir en gran fuerza con solo una mirada.

―     Akutagawa – le llamaba el albino. Akutagawa lo volteo a ver

―     ¿Qué pasa?

―     Llegamos

El autobús estaba vacío, el conductor los veía esperando a que bajasen – perdón

―     Estabas concentrado en tus pensamientos – dijo divertido

Ambos chicos bajaron, el autobús se marchó, aún era temprano por la mañana cuando pasaron sus tickets para la entrada al parque.  Atsushi se veía emocionado, aunque había dicho que ya había ido - ¿no estás muy emocionado? Creí que ya habías venido

―     Nun-nunca había venido a una – Atsushi se sonrojo y se puso recto – co-con u-un amigo

―     ¿eh? ¿Qué Kyouka no es tu amiga?

―     Bueno... - Atsushi relajo sus hombros – entre Kyouka y yo había más que una amistad

―     ¿deberás? – pregunto molesto, no entendía por qué le dolía el pecho con ello.

―     Si – dijo el albino nostálgico – era como mi hermana... mi sustento y yo el suyo...

Akutagawa tomo la mano del albino – tranquilo, algún día la encontraremos... lamento mencionarla hoy, divirtámonos juntos ¿está bien?

Se sintió culpable ¿Qué era esa emoción que le había hecho actuar así? Aprovecho el camino para buscar en su bolsillo su celular y buscar en internet, sintió un tirón fue cuando se dio cuenta que seguía tomado de la mano del albino – Akutagawa, deja el celular – le dijo en un reproche – dijiste que no trabajarías – con aquellas palabras. El azabache se sonrojo, ver al albino con sus mejillas infladas era adorable

―     Lo lamento – respondió guardando su celular

"Celos" sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona ama siente amor o cariño por otra. Solo tuvo que leer la descripción para darse cuenta, era amor.

Sonrió de pensarlo, subieron a algunas atracciones, Atsushi gritaba alegre con las atracciones, él también se divertía. Miraba el mapa para saber a qué atracción ir, volteo a buscar al albino pero no lo vio. Pudo presenciar cuando apareció, había desaparecido para comprar un poco de agua y ayudar a una señora, al parecer estaba mareada y nadie lo había notado. Atsushi la sentó y llamo a su familia. El agente sonrió – supongo que si se ha recuperado y mucho – dijo alegre. Se acercó a ayudar un poco, realmente Atsushi había hecho todo. Continuaron su camino, y el azabache miro al albino

―      sé que es repentino... pero nunca he patinado sobre hielo

―     ¿quieres ir? – pregunto el albino y el azabache asintió.

Colocaban los patines en sus pies. Atsushi vio como Akutagawa se tallaba sus manos, era cierto que en la pista de hielo la temperatura era más baja. Atsushi se quitó sus guantes negros y los acerco al agente - ¿Qué?

―     Póntelos, yo soporto más el frio

―     Bien

El azabache se puso un guante en su mano izquierda, jalo la mano derecha del albino y le puso el otro guante - ¿qu-que haces? – pregunto el albino sonrojado y el azabache le tomo de la mano

―     Así ambos estaremos calientitos

Tomo al albino de las manos y entraron a la pista, está vez fue Atsushi quien sostuvo al azabache, aunque Akutagawa tenía gran equilibrio por su habilidad, Atsushi tenía la experiencia. Rieron jugando juntos, Akutagawa llego a caerse un par de veces pero lejos de la preocupación ambos rieron, Atsushi opto por tomar ambas manos del agente y patinar a espaldas mientras se veían frente a frente. La música al fondo era aunque melódica tenía su toque romántico. Sonrieron alegres, simplemente no se querían separar. Aquello distrajo a Atsushi y lejos de tropezarse el agente lo sostuvo abrazándose ambos. – A-Akutagawa, disculpa – menciono el albino entre los brazos del agente

―     No me molesta, ¿estás bien? – pregunto sin soltarle

―     S-si...

Sus rostros se acercaron pero al notarlo, ambos se separaron. Aquello les hizo salir de la pista de hielo, estaba bien, no era como si fuesen a dar un show. Se quitaron los patines y fueron al parque. El agente notó que aun llevaba uno de los guantes. Comenzaba a oscurecer. – Atsushi

―     ¿si?

―     Vamos a juegos de tiro

―     ¿de tiro?

El albino le siguió, a pesar de todo nunca había ido a juegos de tiro, era algo simple, tirabas ciertos objetos o colocabas ciertos objetos y ganabas un premio. Akutagawa vio algo que le pareció lindo, a pesar de ser un puesto donde ganabas pulseras el azabache vio una en especial, sería perfecto. Pago por su oportunidad. Atsushi lo miro, tenía buena puntería pero el sujeto del puesto se negó, pues le faltaba precisión. Atsushi lo vio injusto pero el agente tomo al albino para evitar peleas - ¿Por qué dejaste que eso pasará? – le cuestiono el albino al agente - pude haber hecho algo contra él, sabes que fue injusto, ganaste esa pulsera - se quejo molesto.

― Atsushi, cuando las personas a veces son injustas

―     Pero – Interrumpido cuando sintio a Rashomon que se extendía en la mano del albino haciendo al menor mirar - ¿eh?

―     A veces los agentes solo hacemos lo correcto sin que lo parezca – menciono divertido

Atsushi miro en su muñeca un cordón rojo, era una pulsera echa de nudos para la buena suerte con una luna plateada en medio. Akutagawa se puso frente al albino, puso su dedo y termino de atarla a la muñeca del chico – aunque estemos lejos... podemos ver la misma luna – menciono sonrojando al albino

―     Akutagawa... - los ojos de Atsushi se llenaron de lágrimas - ¿t-tu ro-robaste la pulsera del puesto? – saco de su bolsillo la misma

―     ¿quieres ponerla?

―     ¡si!

Atsushi ato la pulsera en Akutagawa, era la misma, hizo un moño preciso, el agente noto que el ex mafioso temblaba por aquello, le pareció tierno, una vez que el nudo estuvo listo, Atsushi no alzó la mirada – gracias – dijo el azabache pero no recibió respuesta. De hecho, si tuvo una respuesta pero fue peor que un shock. Atsushi tomo su muñeca con ambas manos y fuerza haciendo al agente agacharse ligeramente o más bien dejar lo desprotegido. Atsushi había aprovechado aquello para besarlo.






...

Lamento no haber subido capítulo, a veces los días se me van sin darme cuenta

¿Alguien más se emociono por el mini robo a la pulsera?

¿ustedes que hubieran hecho?

¡Gracias por leer!

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