Capítulo 16.
Era de noche, los cuatro dormían en aquel bosque, era su última noche y se sentían relajados ¿Quién iba a imaginar que sería la noche más tormentosa? Atsushi el agente comenzó a escuchar una voz, una voz peculiar para él, era la voz del director llamándolo inútil nuevamente, abrió los ojos asustado y miro alrededor, todos seguían dormidos aunque vio al pequeño Atsushi encogerse un poco, quizá un mal sueño pero volvió a acostarse, cerro sus ojos. Por su lado el pequeño Atsushi ahora un ex mafioso podía escuchar claramente los gritos del director, el olor a su sangre.
Ambos chicos se levantaron asustados. El viento resonaba como lamentos, Atsushi podía ver a su director, entro en pánico, vio como aquel hombre se acercaba a él y salió corriendo del lugar mientras gritaba, esto asusto a ambos Akutagawa y los hizo levantarse, el ex mafioso estaba aferrado a un árbol – de-déjame... yo no... ¡YO NO QUISE HACERLO! – gritaba el ex mafioso
― ¿Qué está pasando? – pregunto Akutagawa el mafioso a su lado agente
― No lo sé – miro que el agente no estaba – Atsushi no está – menciono para ver al ex mafioso pero su sorpresa fue que había desaparecido también - ¡¿Dónde fue Atsushi?!
― ¿la parca? Corrió hasta el monte
― ¿Por qué no lo seguiste?
― Estabas hablando
― ¡AAAH!
Akutagawa el agente fue corriendo hasta el monte, buscaba a su pequeño Atsushi, sabía que si tenía una crisis se quedaría quieto y hecho bolita, lo difícil era encontrarlo. Entre el viento que parecía gritar logro escuchar al chico sollozar. Siguió su instinto busco como tal perro, uso su instinto aquel que una vez le hizo destrozar a un grupo de personas, aquel que llevaba en su sangre.
Encontró a Atsushi envuelto en sí mismo entre las ramas de unos árboles, lloraba desconsolado, su pequeño ex mafioso sufría, llego hasta el tomando sus mejillas – Atsushi, mírame
― É-él vo-volvió, e-el doctor me dijo que podía, todo lo había superado ¡¿POR QUE SEGUIMOS AQUÍ?! ¡AQUÍ HACE DAÑO! ¡AQUÍ HAY DAÑO! – gritaba el menor
Akutagawa abrazo al pequeño, Atsushi se aferró a él. – tranquilo, yo te protejo, siempre te protegeré, te tengo a ti y me tienes a mí, somos uno, hoy y siempre
― Quiero ir a casa, ¡QUIERO IR A CASA!
Atsushi no dejaba de llorar, fueron tales sus gritos que el mafioso logro encontrarlos, vio al pequeño ex mafioso y al agente abrazados, parecía controlarlo todo, Akutagawa agente besaba el rostro del albino haciéndolo distraerse – basta, haces cosquillas
― Es porque soy un mini tigre protegiendo al gran tigre
― No digas eso – pidió para sonar su nariz
Incluso lo hizo reír en una ocasión al lamer su lágrima. El mafioso opto por salir de ese lugar - ¿Dónde está Jinko? – se cuestionó. Anduvo un rato recorriendo el bosque, no era como si pudiera dejarlo, si lo dejaba Dazai no lo aceptaría jamás, odiaba todo aquello, era común perderse en ese bosque entonces ¿Por qué había corrido como estúpido? – maldito Jinko, voy a matarlo, entregárselo a Dazai como regalito y luego quemarlo frente a sus compañeros de agente y – pudo escuchar un ligero sollozar. Se acercó a una fosa. Allí estaba Atsushi llorando, parecía haber caído, uso a Rashomon para bajar – Jinko – le llamo pero esto asusto a Atsushi.
El albino iba a volver a huir, estaba alterado pero en cuanto se levantó el azabache tomo su tobillo con rashomon haciéndolo caer y gritar de nuevo. Era dolor – Jinko ¿Qué te paso? – pregunto. Atsushi no lo estaba viendo
― A-aléjate... ALEJATE DE MI
― ¿Jinko?
― ESTAS MUERTO, ALEJATE, ¡ALEJATE!
― El director... - menciono mirando al albino en mal estado. Estaba asustado, se cubría con sus brazos, intentaba alejarlo pero estaba en completo shock
― VETE ¡DEJA DE SEGUIRME!
El mafioso no sabía qué hacer, Rashomon lo alteraba más, estaba lastimado de una pierna, pensó en dejarlo pero seguía pensando que Dazai lo regañaría, lo miro – así... se veía la parca hace un momento – menciono analizando la situación – Ok. – expreso aceptando su destino.
Primero uso a Rashomon para asustarlo más e irlo acorralando, Atsushi no paro de gritar y de juntarse más y más a una pequeña esquina con muchas raíces, llego hasta él, no podía huir, Atsushi se veía asustado, tomo ambas muñecas del albino con fuerza y sin pausa ni aviso lo beso.
El beso fue suave pero demandante y rudo, el mafioso no soltó al agente en ningún momento, Atsushi se quedó sorprendido, fue relajándose poco a poco hasta poder darse cuenta que quien estaba frente a él era Akutagawa y no su director, volvió a entrar en shock pero por la situación, sonrojándose. Akutagawa noto al albino más tranquilo y se separó ligeramente – No dejabas de gritar
― Lo la-la-lamento
― Vamos al campamento
― ¿eh? S-si
Atsushi estaba en un estilo de fuera de sí, se levantó como si nada y volvió a caer, miro su pierna, se había lastimado enterrándose una vara en la pierna, apenas la había notado, Akutagawa se acercó y lo saco – tardará en reponerse ¿no?
― Un poco... i-iré al campamento después
― Nos harás buscarte de nuevo
Expreso molesto el mafioso, tomo al albino con ayuda de Rashomon, lo subió hasta el camino y lo llevo devuelta al campamento, en verdad no quería verlo pero ir en su espalda no era mejor.
Llegaron al campamento cuando los dos más jóvenes les vieron - ¡Atsushi! – le llamaron preocupado
― Es-estoy bien, estaré mejor en cuanto la regeneración haga su trabajo
El mafioso bajo al agente y el ex mafioso lo abrazo de inmediato – lo lamento Atsushi – expreso el pequeño ex mafioso – pensé que había superado la muerte de mi director, creí estar alineado, este mundo me trae recuerdos, este lugar es tan... pacífico y tan caótico... - tallo su rostro – mi vida ahora es mejor, mucho mejor pero sigo arrastrándolo todo... Yo... ¿Cómo se supone que debo vivir? – cuestiono el ex mafioso a su yo mayor.
Atsushi el agente le miro tiernamente, puso su mano en su hombro - ¿Cómo me vez a mí?
― E-eres un chico admirable, amable, trabajas en la agencia, no has matado a nadie, e-eres perfecto no me sorprendería que cagues bombones
― Tu director te asusto está noche ¿no?
― S-si...
― Pero estas completamente bien – menciono sonriente y miro a Akutagawa el agente – tienes a alguien amable a tu lado que no te abandonará – miro al pequeño Atsushi ligeramente sonriente – mírame a mí, estoy hecho un desastre... También huía del director
― Atsushi...
― No importa lo que arrastres Atsushi, importa lo que sientes tú, soy el menos indicado para decirlo, tengo a la agencia entera cuidando de cada paso que doy y eso es una gran carga, si pienso en huir ellos podrían ser dañados, la culpa me mataría, pero si quiero ir a enfrentarlo me siento fatal, soy un miedoso y un cobarde, el amor que ellos me brindan es mi único sustento para seguir adelante, aun así he pensado en traicionarlo y huir en varias ocasiones
― ¿es seguido?
― No, ya no tanto... poco a poco encuentro el equilibrio y poco a poco me empapo del mundo en el que se me permitió vivir, quiero seguir esforzándome y vivir, eso... Es todo lo que tengo, grandes ganas de vivir
El ex mafioso abrazo con fuerza a Atsushi agente, comenzó a llorar de nuevo, Atsushi se sintió más relajado una vez que hablo con el ex mafioso, Akutagawa el agente se acercó a ellos uniéndose al abrazo.
El mafioso miro a los tres chicos abrazados, comprendía lo que hablaba Atsushi y comprendía lo que sentía la parca. Lo comprendía perfecto pero se negaba a aceptarlo.
Esa noche, el pequeño Atsushi no soltó al agente Atsushi, terminaron durmiendo juntos lo que dejo a ambos Akutagawa aunque extrañados más calmados – Cuidare el perímetro – dijo Akutagawa agente – descansa, no te vez del todo bien
― Hice algo que altero mis sentidos
― ¿Qué hiciste?
― Algo así como un suicidio
― ¿eh?
El mafioso simplemente le ignoro y fue a acostarse, no iba a dar explicaciones de lo que había ocurrido con Atsushi en la fosa.
A la mañana siguiente, los chicos arreglaron el campamento y regresaron al camino, ambos Atsushi jugaban entre ellos y el agente Akutagawa. El mafioso solo les miro molesto, verse siendo cariñoso era terrible pero comenzaba a molestarle que Atsushi se llevará bien con él, eran enemigos, no importaba si los dos menores eran amigos, él tenía a su enemigo, en algún momento del camino hacia el auto, el mafioso jalo consigo al albino agente. Los tres le miraron extrañados - ¿no vez que quieren pasar tiempo juntos? – se excusó el mafioso y el albino se sonrojo mirando a los menores
― No hay problema – respondió el agente azabache – estamos cómodos contigo o... ¿te incomodamos?
― Ahora que lo mencionas no había pensado en eso, nosotros somos apegados el uno al otro pero ustedes son enemigos ¿no es así? – menciono el ex mafioso – perdona Atsushi, debiste estar incómodo con Akutagawa todo el tiempo
― No para nada – menciono Atsushi mayor – ustedes tienen su vida, no se compara con nosotros
Los menores se miraron, sonrieron ligeramente, eran unidos y sabían cómo tramar algo, Akutagawa agente tomo a su ex mafioso de las mejillas para besarlo frente a ambos mayores. Akutagawa mafioso se molestó de ello pero el albino agente se puso completamente sonrojado recordando lo que había pasado la noche pasada - ¡L-lo si-siento! ¡ES INCOMODO! – grito el agente para después huir del lugar directo al auto. Los otros tres se quedaron para darle un tiempo y pensar
― ¿eh? Pensé que no le molestaría – menciono el ex mafioso – oh... Ahora ¿Qué hacemos Akutagawa? Debió ser algo terrible para él
― Debe ser horrible ver a tu enemigo besándose contigo mismo – menciono el agente azabache – deberíamos disculparnos ¿no?
― ¿Por qué? Jinko es un cobarde, eso es todo
― ¿a ti no te importo? – pregunto el agente al mafioso
― No, Jinko siempre sale corriendo
― ¿entonces podemos hacerlo frente de ti?
― Prefiero que lo eviten
― Iré a verlo – añadió el ex mafioso.
Ambos albinos ahora se habían subido al auto, parecían platicar de algo pero el agente se veía tímido ante la plática. El agente azabache miro al mafioso – dime ¿todo esto no te altera?
― Por supuesto, perdí un fin de semana por tener que ayudarlos
― Atsushi, bueno... Mi Atsushi se ve recuperado después de esté fin de semana, nunca lo había visto tan tranquilo. Quizá encontrarse con tu Atsushi le hizo mejor, esa platica de anoche fue motivadora
― En primera, ojala la parca no se vuelva un debilucho como Jinko, en segunda, no es "mi"
― Conozco el olor de la sangre – menciono el agente – mate a algunos hombres e intente hacerlo muchas veces aun estando en la agencia, me ha costado mucho trabajo el no amenazar a las personas
― Que mal por ti, es más fácil solo matarlos
― ¿eres feliz?
― ¿Qué clase de pregunta es esa?
― Osamu Dazai llego a mi ese día, rechace ir a la mafia, se llevó a mi hermana y lleno mi vida de rencor
― Si no lo hubieras rechazado estarías como yo, mi hermana está sana, a mi lado
― ¿a qué precio?
― ¿Qué?
― ¿no te cansas de matar Akutagawa Ryunosuke? – le dijo serio – yo me canso de tener que soportar a las personas egoístas, las asesinas, me cansa no poder hacer nada, y tener que acoplarme a las leyes... Pero tengo un maestro esplendido, mis compañeros toman mis hombros cada que ese cansancio llega, me apoyan, tengo muchos niños que cuidar, dicen que soy un príncipe y me hacen jugar, hacen a Atsushi reír – le sonrió al mayor – tengo a Atsushi conmigo, verlo despertar a mi lado, su risa, y esa manía que tiene de adorar el chazuke, incluso ir a comprar víveres para el orfanato se convierte en una batalla de zanahorias y elección de cebollas que no sabes si quiera si las comerán o no... Es vida
El mafioso le ignoro, se marchó al auto, el agente suspiro – Es una vida tranquila... digna y amorosa – añadió el agente antes de ir hacia el auto.
El mafioso miro a ambos albinos sonriendo dentro del auto, cuando el agente lo miro se ruborizo ligeramente y miro al otro lado de la ventana, el mafioso alzo la mirada, ante todo tenía su dignidad, abrió la puerta molesto y entro. El agente azabache llego a los segundos – por fin volveremos a Yokohama – menciono el ex mafioso
― ¿crees que Rampo-san lo resolvió ya? – pregunto Akutagawa agente
― No lo sé, Rampo-san tiene su forma de hacer las cosas – respondió Atsushi agente
― Oye, oye Akutagawa – dijo el ex mafioso – Atsushi prometió salir conmigo está noche ¿quieres venir?
― ¿y perderme el salir con ustedes? Claro que no, encantado – expreso feliz Akutagawa agente – si eso no te molesta Atsushi
― Para nada, me encanta tenerte cerca
El mafioso solo les ignoro, volvieron al muelle, y horas después de viaje fueron directo a la agencia donde le entregaron todo a Rampo – entonces Rampo-san
― Nada
― ¡¿nada?!
― ¡NADA DE NADA!
Desanimados, los agentes bajaron, el ex mafioso bebía una malteada y el mafioso solo le miraba con sus brazos cruzados, estaban en el callejón esperando. - ¿Qué paso Akutagawa? ¿Podemos ir a casa?
― Dijo nada de nada – menciono el agente azabache
― ¿Qué significa eso? – pregunto el mafioso
― Significa nada de nada – expreso el agente albino
― ¿eh?
― ¿tienes dinero? – pregunto el agente azabache
― Tengo algo, ¿compras la bebida? – le respondió el agente albino
― ¿Qué hacen ustedes dos? – pregunto el ex mafioso a ambos agentes
― Rampo-san no hablara si no tiene dulces – exclamaron ambos agentes
― Boberías, me largo
El mafioso en verdad se marchó, los agentes y elex mafioso se quedaron pensando en que hacer.
...
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top