Capítulo 14.

Los cuatro chicos se fueron del hotel, una vez en el bote. Ranpo le llamo al agente – Atsushi-kun ¿Qué al el viaje?

― Ranpo-san, tenemos todo ¿podemos volver?

― Oh, sí volverán... pero se quedarán cerca del monte Fuji

― ¿eh? ¿Por qué? – cuestiono Atsushi

― Bueno, deben pasar el fin de semana en el bosque de Aokigahara

― ¿e-e-el bosque de los sui-suicidios? – pregunto el agente albino

― No quiero ir – menciono el albino ex mafioso

― Estoy de acuerdo con él – añadió el albino agente

― Vamos chicos, no sean gatitos

― ¡no somos gatitos! – se quejaron ambos Atsushi

― Tan iguales – se quejó Ranpo – Atsushi si no puedes hacerlo no podré ayudar a tu mini yo

― Pero, pero...

― Está bien, no debemos quedarnos en ese bosque – menciono el ex mafioso llevándose la atención de los agentes y el perro rabioso – siempre me dio miedo incluso cuando iba con Dazai-san, aunque Chuuya nunca dejaba que se intentará suicidar – el Agente Atsushi miro aliviado a Atsushi el ex mafioso pero eso lo llevo a ver al perro de la mafia no se veía del todo contento

― Iremos – dijo el agente con seguridad - ¿Qué debemos hacer Ranpo-san?

― Pe-pero Atsushi – intento detenerlo el agente Akutagawa

― Excelente, te enviaré todo por correo – dijo sonriente Ranpo – bye bye Atsushi

Atsushi suspiro aliviado, miro a los demás quienes lo miraban mal - ¿Qué?

― Pudiste rechazarlo

― Atsushi, ese bosque da miedo, incluso Chuuya odiaba ir a allí

― Yo también lo conozco – menciono el perro rabioso – es el lugar favorito de Dazai-san

― Como sea, iremos o no podrá regresar a su mundo – dijo el agente albino levantándose – vamos Akutagawa, conduce

― No me quieras dar órdenes Jinko

― Conduce mafioso

― Atrévete a darme órdenes y te arranco los dedos

― Inténtalo mafioso de pacotilla

― Están peleando de nuevo – menciono el ex mafioso mirando a los mayores

― Sí, creo que es algo normal en ellos – agrego el Agente Akutagawa

Atsushi y Akutagawa le andaban jalando, el mayor jalaba el mechón del albino. Atsushi jalaba el abrigo del mafioso. - ¿Sabes conducirlo? – pregunto el agente azabache

― Sí, pero... soy menor, - miro al azabache – se supone que estoy en rehabilitación

― ¿Y si me dices que hacer?

― Dale, vamos a cambiar el humor de todo esto

― Eres experto en eso ¿no?

― Seamos niños de nuevo

Ambos sonrieron. El ex mafioso le indico al agente que hacer. Atsushi se encargó de mantener al agente y al mafioso en el bote, Akutagawa arranco en gran velocidad. Los mayores se sostuvieron del bote - ¡¿Qué diablos Atsushi?! – grito el mafioso furioso

― ¡AMO LA VELOCIDAD! – dijo el ex mafioso asomando su cabeza y sintiendo la brisa del agua miro a su contra parte - ¡VAMOS! – el mayor trago saliva se sostuvo del bote y asomo la cabeza

― ¡ES CIERTO! ¡Es increíble!

― ¡JINKO!

El perro de la mafia suspiro cansado. Quito al pequeño Akutagawa y se puso al volante, uso a Rashomon para tomar a ambos felinos y asegurarlos. El agente Akutagawa comenzó a reír, se sostuvo del asiento con su propio Rashomon. Los tres menores comenzaron a reír. El perro de la mafia no pudo evitar unirse a la risa aunque él fue muchísimo más disimulado que el resto.

El perro de la mafia los soltó, Akutagawa el agente uso a su Rashomon para sostener a los albinos. El ex mafioso había tomado al albino agente de las manos, ambos habían comenzado a brincar en el bote haciendo que todo se moviera más, ambos Atsushi reían sin parar. Con 3 horas y un par de felinos siendo arrastrados por un bote y sostenidos por Rashomon por fin habían llegado al muelle de Shizuoka. El mafioso acomodaba el bote mientras ambos albinos estaban en el piso del bote – Jinko, Atsushi, dejen de actuar como niños – se quejó el mafioso mientras el agente azabache acordonaba el bote

― Déjalos, ¿no ves que se divierten?

― No estamos para divertirnos

Ambos albinos se levantaron con dolor de estómago, aun reían – nunca...

― Jamás...

― Me había divertido tanto – dijeron los albinos al mismo tiempo

― Parece que se están llevando mejor – menciono el agente azabache – apresúrense, debemos ir al bosque

El ex mafioso salto del bote. Atsushi el agente se quedó arreglando un poco las cosas. Fue el mafioso quien llego tomando la mandíbula del albino con fuerza, tan fuerte que Atsushi había juntado los labios, es decir "parado la trompa" – Jinko, ¿Qué pretendes trayéndonos aquí?

― Fofo fefifos fo fefos (Solo venimos por ellos)

― No me vengas con eso Jinko, ese bosque es peligroso, no creas que los cuidaré a todos

― Fefo (pero)

― Y ya deja de jugar como un niño, él tiene 16, tú no

El mafioso soltó al albino con fuerza demostrando lo enojado que estaba, bajo del bote mientras Atsushi tallo su mandíbula – Atsushi, apresúrate – le llamo el agente

― Ya voy – respondió Atsushi. Trago saliva y respiro hondo

Los cuatro fueron por provisiones, aunque el par de mafiosos solían quedarse afuera esperando, el ex mafioso no dudaba en jugar con los gatos de la calle, y el mafioso solo lo miraba - ¿tienes alguna conexión con gatos?

― Mmmm nou

― Entonces, ¿Por qué Jinko reacciona a ti?

― ¿Cómo que reacciona? – pregunto y sonrió – Es yo pero más adulto y sereno – menciono mirando al azabache – espero convertirme en un chico así... A Akutagawa seguramente le gustaría más

― ¿Qué estas diciendo? ¡Mírate! Eres la parca. Si está contigo es porque te quiere así. Fuerte

― No lo sé... - menciono decaído – he... sentido una vibra entre ellos

― ¿de qué hablas?

― ¿no lo has visto? – cuestiono levantándose, ambos miraron por la ventana a los agentes – son tan correctos, y buenos chicos, llegan a tener ese mismo sentimiento de dar todo pero no matar, siempre buenos y hacer justicia

― ¿eso que tie

― Además – le interrumpió – tiene mi mismo rostro... cuerpo, voz y... sonrisa... - suspiro – sería fácil cambiarme por ese Atsushi

― No lo conoces

― ¿perdón? Es yo

― Jinko no es así – expreso serio mirando a la nada – Jinko necesita caos

― ¿Caos?

― Y yo soy Caos

No notaron cuando los agentes salieron de la tienda - ¿de qué caos hablan? – pregunto el albino mayor

― Del de la ciudad, es un caos total de gente

― ¿tienen las provisiones? – cuestiono el mafioso

― Si

― ¿el mapa? – cuestiono el mafioso, el agente albino abrió el mapa. Tomo un plumón de las provisiones y marco la ruta

― Será 1 hora y 27 minutos en auto, la ruta 52 es el inicio, de allí vamos a la 195 y después la 71

― No está lejos

― ¿seguro que puedes conseguir un auto?

― Jinko, estas con la mafia – expreso sonriente el mafioso

― N-no estoy con la mafia – se quejó el albino mientras seguía al mafioso - ¡Akutagawa! ¡oye! ¡no vayas a robar un auto! ¡AKUTAGAWA ESCÚCHAME!

Los menores se miraron entre sí, el agente Akutagawa miro al ex mafioso – dime, algo pasa ¿verdad?

― No es nada Akutagawa

― ¿quieres contarme?

― Bueno... es-estoy algo cansado... No he corrido y el tigre... tu sabes

― Comprendo ¿te parece esperar? En cuanto lleguemos al bosque entrenaré contigo, Rashomon me protegerá de tus ataques

― ¿estás seguro?

― Si, anda ¿o quieres que te llene de besos para que camines?

― Vo-voy andando

Akutagawa como todo el mafioso que era... Obviamente robo un auto, aun cuando Atsushi le grito todo el tiempo que no lo hiciera, de hecho, no planeaba hacerlo pero todo por ir contra del agente. Con tanto grito, uso a Rashomon para callar a Atsushi y subirlo al copiloto mientras que los menores se habían acomodado atrás. Conducía a la perfección. Atsushi el agente iba de brazos cruzados. Akutagawa había ignorado al albino y se había quedado en la línea 52, yendo cerca del mar ¿Por qué? el odiaba la corriente de aire pero ver a Atsushi enfurecido le daba vida. – vamos Jinko ¿Por qué no me das algo de comer?

― Aliméntate tú mismo

― Está misión fue culpa tuya

― ¡no tenías que robar un auto!

― ¿no tenía? Ja, ¿y cómo pensabas traernos?

― Tengo fuerza y habilidad

― Dame una rodaja de higo seco

― ¡Akutagawa! – le grito aunque igual le acerco el higo seco - ¿Cuándo aprenderás a no hacer este tipo de cosas?

― ¿este tipo de cosas? JA, soy un mafioso

Los menores miraban a los mayores expectantes, se acercaron el uno al otro – Creo que se llevan bien – susurro el agente azabache

― Creo que son parecidos ¿no? – pregunto el ex mafioso

― Si... y creo entender cuál es la diferencia entre ellos y nosotros

― ¿Cuál?

― Te la digo después

― Y ustedes ¿que tanto se secretean? – cuestiono el agente albino mirando a los menores

― ¡nada! – respondieron rápido

― Déjalos, tu discusión es conmigo – expreso el mafioso

― Akutagawa no me hagas volver a empezar

Los menores rieron de ello. Los mayores siguieron discutiendo todo el camino, aunque más que discutir parecía que se divertían con ciertas frases del otro, no herían solo seguían el camino con ocurrentes burlas y momentos desafortunados que había pasado entre ellos. Al pasar la cueva de Fuketsu, los chicos estuvieron al pendiente del desvió, una vez adentro aparcaron el auto y suspiraron, habían llegado al terrible bosque de Aokigahara.

― No se siente ni la brisa – menciono Akutagawa el agente

― Da algo de escalofríos... - menciono Atsushi tallando sus hombros y suspiro – debemos quedarnos aquí el fin de semana

― Atsushi – le llamo el agente al otro agente

― ¿Qué ocurre?

― Bueno... - miro al mayor y miro después al menor – Atsushi necesita... descargarse

― ¿descargarme?

El ex mafioso tallaba sus brazos - ¿no te ocurre? Que... el tigre quiere... salir

― Ah – Atsushi trago saliva – realmente... No, la habilidad del presidente de la agencia me protege de eso

― Yo... ne-necesito sacarlo un poco – dijo el albino ya un poco descompensado

El agente Akutagawa cubrió al ex mafioso con su abrigo – aguantará un rato más pero si necesita andar por el bosque

― ¿estará bien?

― Jinko, andemos primero por el camino, nos perderemos en algún momento pero será juntos

― Pe-pero

― Conozco el lugar, solo confía

El mafioso tomo al albino jalándolo por dentrodel bosque. El pequeño azabache tomo suavemente al albino menor y lo llevoconsigo. 



...

Elizabet-dead quería este viaje a Aokigahara y yo solo estaba de "No wey, tengo miedo" y o sea, quería que viera una película que por que no daba miedo LA PUTA MADRE VIO LA PELÍCULA

Soy una persona miedosa, no lo niego. Tampoco me enoja, es divertido cuando me asustan, salto y grito y a veces rasguño. Así que termina siendo divertido cuando me asustan pero no me gusta cuando estoy sola y los espíritus me andan siguiendo ¡NO ES LINDO!

Como sea, espero que disfruten de la misión más importante del equipo...

¡Gracias por leer!

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