Capítulo 13
Los agentes caminaban por las calles de Osaka, Atsushi suspiro y el azabache lo miro – algo te pasa ¿no es así?
― ¿eh? No, es solo... - le miro unos momentos, dudo pero regreso como todo un retador – Akutagawa dime... ¿Qué te gusta de Atsushi?
― ¿hablas de mi Atsushi o de ti?
― Esto suena raro... de mi otro yo
― Ah – el azabache se sonrojo – bueno... ¿Cómo decirlo?
― Dijiste que pelearon, tú habías invadido la mafia ¿Cómo llegaron a ser pareja?
― Supongo que tuvimos lo que ustedes no ¿no crees?
― ¿Qué?
― Platicamos
― ¿hablas de cuando se conocieron en la cafetería?
― Si, allí no éramos agente y mafioso, solo dos extraños que se encontraron en una cafetería, tuvimos algo en común y de eso hablamos por horas
― Pero después ustedes pelearon
― Y no lo quería ni cerca mío, fue él quien llevo la carta de mi hermana
― ¿entonces?
― Cuando todo termino, Atsushi se veía devastado por el suicidio de Dazai, yo solo pensé "¿Por qué me importaría?" lo olvide.
― ¿solo lo dejaste?
― Si, quizá si lo hubiera tomado hubiera sido solo por lastima – suspiro profundo – me lo tope meses después, llevaba varios sacos de harina y me miro temeroso. Se inclinó y se disculpó por haberme lastimado, volvió a tomar los sacos de harina y se fue
Atsushi lo miro confundido, el azabache sonrió – regreso al siguiente mes, fue lo mismo, harina.
― ¿entonces?
― Esa vez lo seguí, y lo detuve, le dije que lo encerraría en la cárcel
― ¿en-enserio?
― Era un mafioso – dijo sin lastima – era lo que merecía. El bajo la mirada y solo me pidió una cosa
― ¿libertad?
― Dejar los sacos de harina, dijo que era su responsabilidad entregar la harina
― ¿lo ayudaste?
― No, solo lo seguí – Atsushi río de ello - ¿Qué?
― Pensaba que mi Akutagawa me hubiera matado en ese instante
― Lo bueno de que no lo hice... Es que lo vi. Entrego la harina en el orfanato, y volvió conmigo al pueblo. Puso sus manos frente a mí, me pidió no esposarlo porque arruinaría la reputación del orfanato. En el camino le pedí una explicación sobre el orfanato, me contó que un doctor lo rehabilitaba y me pidió dos cosas
― ¿Qué pidió? – pregunto Atsushi y el azabache sonrió
― Conservar su reloj y una taza de café con azúcar
― Pareces muy enamorado
― Bueno, yo era el único testigo de que Dazai despidió a Atsushi – menciono llevándose sus manos a los bolsillos – Sakunosuke-senpai lo vigila y está en protección de testigos
― Hiciste mucho por él
― Creo que él hace más por mí, busco la venganza contra Dazai... mi corazón se inunda por él y llega Atsushi a tomar mi mano... Creo que jamás avanzaría sin él a mi lado sosteniendo mi mano
Atsushi sonrió, quizá solo debería seguir adelante.
Mientras tanto, ambos mafiosos seguían en el hotel, claramente más que dormidos. Akutagawa fue quien despertó primero, no acostumbraba dormir mucho, vio al pequeño Atsushi dormir a su lado con el Yukata aun puesto. Sus orejas y cola de tigre estaban fuera. – Eres más despreocupado que Jinko – se quejó el mafioso.
Acomodo su abrigo y bostezo, salió de la habitación para ir a comer, Atsushi por su parte se adueñó de todo el futon.
Volviendo a los agentes, estos habían tomado una estampilla de la buena suerte del templo. De paso habían comido algo - ¿no dijo Ranpo-san que le avisáramos?
― Ranpo-san lo sabe todo Akutagawa, seguro sabe que ya la tenemos y comemos
― ¿Qué quieres decir?
― Quiero decir que vayamos al hotel después de comer, y salgamos todos juntos.
― Suena lógico – sonrió el azabache
El azabache miro a Atsushi acercarse al plato para comer su ramen, entonces simplemente se acercó – Atsushi, siempre haces lo mismo – dijo en queja el azabache mientras acomodaba el cabello del albino. Al darse cuenta se sonrojo. – Lo siento, costumbre – menciono alejándose
― No te preocupes por eso – dijo el albino acomodando su cabello – yo también... Olvide mi mechón, gracias
― Aunque mi Atsushi no lo tiene
― Si - dijo entre risas - ¿debería cortarlo?
― No, te queda perfecto como todo en ti
― Gra-Gracias...
― ¿Cómo lo tienes?
― ¿el mechón?
― Si, Atsushi no lo tiene
― Es un recuerdo... del orfanato
― Cierto, Atsushi no paso tanto tiempo en el orfanato como tú. ¿estás bien con ello?
― Si, a veces... Es algo difícil de hablar
― ¿Por qué?
― Por qué solo miran con lastima... He sido capaz de hablarlo con dos personas
― ¿Quiénes?
En el hotel, Akutagawa había comido y regresado a la habitación, Atsushi seguía durmiendo y el mafioso suspiro – duerme igual que un gato – menciono en un quejido. Pero había algo que inundaba su curiosidad. Se acercó lo suficiente para tomar la cola del tigre entre sus manos como si fuera una cuerda - ¿Cómo me atrapó con esto aquella vez?
― Mmhg – se quejó el albino aun dormido
― ¿es enserio? ¿puedes sentirlo? – cuestiono el mafioso aun con el albino dormido
Chasqueo la lengua de verlo tan despreocupado, tiro de la cola de tigre. Atsushi se levantó de golpe, y se fue encima del mafioso, allí ambos en el piso se miraban a los ojos – eres hábil parca
― ¿Akutagawa? – cuestiono y sonrió – perdón, alguien me despertó. Suelo hacerlo de malas si no me despierta Akutagawa
― Comprendo, te confundiste. Fuiste rápido
― ¿lo fui?
― Sí, no te vi llegar
― Eso me alegra, quizá la próxima ataque así a Akutagawa
― Cierto, olvidaba que ustedes son eso
― Oye, no lo digas así. Es lindo salir con Akutagawa
― ¿Por qué no te quitas?
― Si, ¿Por qué no te quitas? – escucharon una tercera voz.
Los mafiosos miraron a sus costados, allí estaban los agentes, claramente el agente Akutagawa estaba molesto, aunque el agente Atsushi solo suspiro pesado – Akutagawa – le llamo el agente al agente azabache – solo fue un error
― No me gustan los errores – cuestiono el agente azabache - ¿Cuánto tiempo piensas quedarte encima?
Con la cuestión Atsushi ex mafioso se levantó del mafioso y fue con el agente, ambos habían ido a otra habitación. El agente Atsushi acomodaba los platos de ramen en la pequeña mesa. – Jinko, no pareces – El perro de la mafia comenzaba un discurso mientras se levantaba
― No te involucres Akutagawa, ellos regresarán a su dimensión
― ¿Qué dices? – cuestiono burlón y el albino le miro con rencor en los ojos
― Digo que ellos son diferentes, no te emociones por alguien que jamás tendrás
― Eso – Atsushi le dio unos cubiertos para interrumpirlo
― Come, Ranpo-san nos dará pronto la siguiente misión
El agente Atsushi salió de la habitación, Akutagawa lo vio y chasqueo la lengua. Se sentó sin importarle.
Mientras tanto en la habitación, al ex mafioso no le iba bien con el agente – Akutagawa, solo pensé que eras tú
― Entiendo que te confundas pero así
― No hice nada malo – se quejó el menor – soy un niño bueno – menciono bajando sus orejas de tigre
― Atsushi no uses eso conmigo
― Pero juro que no hice nada malo. Al contrario, lo había atacado pero vi tu rostro y me detuve, justo supe que era el mafioso y no tu
― En serio tú...
― Vamos... ¿no te pasa lo mismo con mi otro yo?
― ¿de qué hablas?
Atsushi inflo sus mejillas – me pone celoso, es más alto que yo... tienen la misma edad, y ustedes dos son tan buenos y correctos... ¿y si... quieres cambiarme por él?
― ¿Qué? yo no te confundiría – menciono mirando a otro lado
― Pero... Él es mucho más estable y bueno, trabaja en la agencia y...
― Atsushi – el agente tomo al albino de sus mejillas - ¿Quién lleva puesta la pulsera?
― Yo
― ¿Quién es un tigre bueno?
― ¿yo?
― Eres el mejor para mí, no importa cuántos "tús" existan, siempre te hallaré a ti
― Vamos... deja de hablar así – pidió el joven sonrojándose
― ¿Por qué?
― Porque eso me prende
Akutagawa sonrió, - volvamos, te traje tu ramen favorito
― Aaah yo quería chazuke
― Come ramen, después chazuke
― Bien
Ambos chicos volvieron a la sala principal, el perro de la mafia terminaba de comer cuando se miraron - ¿ya dejaron sus estúpidas escenas de adolescentes?
― Oye eso
― Tenemos una misión les recuerdo – menciono molesto – Atsushi, come. Iré a buscar a Jinko
― ¿Atsushi? ¿Por qué? – cuestiono el agente azabache - ¿Dónde está?
― Salió a buscar algo. Acompaña a la parca
El mafioso salió, Atsushi estaba sentándose a comer y el agente suspiro – es muy rudo
― Lo es – dijo sonriente – pero me gustan más sabios y blanditos como el naruto en mi ramen
― Halagador
Los menores se quedaron en la habitación. El perro de la mafia fue directamente al patio trasero, daba vista a los árboles, la naturaleza y claro había donde sentarse – Jinko – le llamo encontrándolo
― ¿termino de comer?
― Apenas empieza
― Entonces ¿a qué vienes? – cuestiono
El azabache se sentó cerca del albino – prefiero mirar los atardeceres – menciono
― ¿Por qué viniste? Solo me tomaba unos minutos
― Por qué te conozco, algo te preocupa. Mencionaste lo de creer en la parca
― No es la parca, Akutagawa, él fue echado de la mafia
― Sea un ex mafioso siempre será uno. – menciono mirando al albino – veo mucho de ti en él
― ¿eh?
― Con más motivo te desprecio más, viendo lo fuerte que llegarás a ser cuando te deshagas de tus cadenas
Atsushi sonrió tiernamente ante ello. – Akutagawa
― ¿Qué quieres?
― ¿quieres un par de pulseras?
― Boberías
Atsushi comenzó a reír, el mafioso miro a otro lado – tome su cola de tigre – dijo sin mirar al albino – quería saber cómo lograste tomarme. No sabía que podías sentir con ella
― Es como una parte de mi – dijo alegre el albino
― Como sea, cuando lo apreté él se asustó y por eso termino encima mío
― ¿estás dándome excusas?
― Solo explico para que no sea tan incómodo, todo esto es ridículo. Son tres críos de adolescentes
― Uuy perdone señor mafioso de grandes 20 años
― Cállate Jinko
― Rashomon no podría ni bajarme de un árbol
― ¿quieres ver lo que mi Rashomon te puede hacer?
Los mayores se quedaron un rato "peleando" aunque para Atsushi era divertido aquello. El ex mafioso mientras había terminado de comer, y junto a su agente bajaron en búsqueda de los mayores encontrándose con aquella escena de Atsushi trepado en un árbol mientras Rashomon le intentaba bajar.
...
¿Esperan un gran romance? ¿lo esperan? Yo sé que sí...
¡Gracias por leer!
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